Pequeña y Caliente XI. Final.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sexigaleno.
A nuestro grupo, nos proporcionaron una habitación, para arreglarnos a los 7 niños y yop, y cuando estábamos dentro ya cambiándonos, uno de los “enanitos”, me pidió que lo ayudara a abrocharse el pantalón, ya que le quedaba muy ajustado, y pues me hinqué, para ayudarlo y los demás brincaban y se me tiraban hacía mí, haciéndome groserías y me levantaban el vestido, pero al que le estaba ajustando, le vi, ¡que se le marcaba mucho su parte masculina y me sorprendió!, ya que a esa edad, ni siquiera se les ve nada a los niños, bueno ya una vez, acomodados, pasamos al jardín donde estaba la famosa casita de los enanitos y pues la trama, era de entrar y acostarme en sus camitas, mientras los enanitos estaban en la fiesta con los invitados y la festejada, y luego ellos, supuestamente retornaban de un día de mucho trabajo, y cantando la clásica canción del cuento, y tenía que atenderlos, y mientras el elenco de payasos entretenían a la audiencia con sus artes de hacer reír, pero en eso. . .
Los enanitos en la casita jugábamos a la comidita o hacernos chistes, ya que eran unos niños disfrazados, pasados los minutos el enanito que le abroche el pantalón me dijo, que necesitaba hacer del uno, y pues lo ayude a desabrochar y salió de la casita, y al regreso me dijo abróchame otra vez “blanquis”, y hay voy a ayudarle, y ¡ m . . . . . !, casi se me salen las bolas de los ojos, tenía eso bien descolgado, casi le llegaba a la rodilla de ese enano y se le notaba hinchada la punta, me hice tonta, pero nos tocó nuevamente salir al espectáculo y veía como a ese enanito se le sobresalía mucho a la vista esa cosa, y cuando se me acerco entre dientes le dije, “oye acomódate el pantalón, se te ve mucho ahí”, se volteó a verme y me lanzo una carcajada, bueno terminó nuestro show y nos fuimos a la “casita”, otra vez, y los niños estaban contentos por la carretada de aplausos que nos brindaron y pues, adentro eran gritos de alegría de mis enanitos y casi me hacen caer, pero el “enanito” empalmado, se me pegaba mucho a una de mis piernas y me hacía movimientos de cadera, pero ya lo había sentido, que tenía “eso”, como hombre o más grande. . .
Y me hice disimulada y dije, ya es hora de cambiarnos, porque ya no dilatan en venir por nosotros, y tenemos que viajar, ¡¡ todos a cambiarse !!, uno por uno pasaba atrás de la casita a cambiarse y ya una vez que le tocó al guarrillo ese, que fue el último, pues yo me quede dentro a cambiarme, ya nada más estaba con mi ropita interior sentada en una camita, y en eso entra el “enanito”, se me acerca y me empuja hacia atrás y caí de espaldas en las camitas y se me sube encima y me empieza a lamer el cuello y mis senos y yo le digo, que haces, ¡ bájate, bájate, !, y como estaba con sus manitas bien agarrado a mi cuerpo, pero su cosa la sentía arriba de mi ombliguito, y el con las piernas abiertas encima de mí y se comienza a frotar en mis pechos, con el brassier puesto, y yo le digo, ¡¡¡ noo, que haces, noo, estas muy chico, noo !!!, pero mi negación fue en vano, ya que se desgarro la malla de pantalón y me muestra un miembro bastante grande y gordo, parecía un taco árabe de largo y relleno, entones le jalé la máscara y vi que no era un niño, ¡era un enano de verdad!, me arranco mi panty de un tirón y me daba lengua en mi partecita, y yo noo, nos van a ver, noo, detente, detentee, nooo, y el enano necio, ya se me había acomodado encima de mí, y me habría mis piernas, sentía ya su glande ubicarse en mi vulvita, con su mano le dio unos tres o cuatro movimientos de arriba abajo a mi rayita y me fue penetrando mi conejita y me hacía gemir y gritar ya que lo tenía súper de grande y me lastimaba, ya una vez bien penetrada, comenzó a moverse y me empujaba duro, fuerte y le decía, noo, más despacioo, noo, me lastimasss, ayyy, ayyy, y cada empujón que me daba era un ay de que me dolía mucho, y él me decía muy groseramente de cosas calientes así:
“””Así te quería tener, estas bien buena, esas nalgas que tienes me calientan y me paran la verga, ahh, ahh, ahh, pero te voy a romper el culo también, ahh, ahh, ahh, toma, tomaa, ahh, ahh, estas bien apretada de tu pichona mamita, ya me arde la cabeza de la verga, toma, toma, ahh, ahh, ahh, te voy a llenar de mi espesa lecha, toma, toma, ahh, ahh, ahh, en eso se, me dijo trágatela toda, todaaa, ahh”””” y se vino en mi interior de una manera abundante, hasta se me escurrió sus mocos en mi culito, se salió de mí, y me fue a traer algo para limpiarme y cuando estaba haciéndolo, los demás enanitos entraron y me vieron desnuda, y yo con lágrimas en los ojos, se me acercaron y uno de ellos estiro su mano y me dijo, ¡ uy que bonito tienes tus pelitos de tu cosita blanquita !,, me vestí y salimos de la fiesta a esperar la camioneta que nos llevaría de regreso. . . .
Pero hay no termina la fiesta de los enanitos, ya veníamos en la camioneta de regreso, que era una de esas acondicionadas con cama, tv, cocineta y pues yo me recosté y los demás se fueron a jugar un juego de mesa, me estaba quedando dormida, cuando sentí una mano subir por mi pierna y volteó y veo al niño que me tocó mi pelusita en la casita, y ¿le digo que haces?, y me dice, ¡¡quiero verte “eso” de en medio de tus piernas!!, y le contesto cómo crees, si eres un niño, si, pero desde que te vi los pelitos hace rato, ¡¡¡ no se me puede bajar mi pillín, mira !!!, y le digo, haber enséñamelo y el niño sin pudor se bajó el short que llevaba y, pues sí, andaba con su pajarito bien erecto, y le dije, que se masturbara, pero me dijo que no sabía cómo hacerlo, y le dije, ven acércate y fíjate bien, como se hace, no me gusta repetir lo que te voy a enseñar, le tomé con mi mano y le bajaba y subía varías veces, yo creo que necesitaba la caricia de una manita suave, como la mía, ni medio minuto de manipularle y zazz, me aventó sus moquitos, casi en mi conchita, ya que lo tenía de frente a mí y yo estaba con las piernas abiertas, porque lo tenía en medio de ellas, y el chiquillo nada más se retorció y me dijo, mamaaaaaaaaaa, ahhhhhhhhhhhhh, me da cosquillas la cabeza, de mi pilín, ayyyy, y así terminó en mi mano y piernas y casi me salpica mi gordita, se fue con los demás y al rato . . .
Llega otro niño, bueno entre todos tenían entre 12 y 13 años, pero eran niños, y me dice Blanquita, puedes hacerme cómo le hiciste a . . . . . . , en mi pajarito, y le dije, ¿qué le hice? Pues nos dijo que le masajeaste y sintió orinarse y dice que se siente bien, ¡házmelo!, yo quiero, anda, ¡bueno me rogo y le dije ven!, bájate el pantalón y te enseño, ok, y le hice como al anterior niño y se hizo en mi mano, se subió su ropa, me dio un beso y se fue, al rato, llega otro y me dice lo mismo y así, hasta que pasaron uno a uno a que les masturbara, menos el maldito enano, que nos veía lo que hacíamos, y como todavía faltaba para llegar a nuestra ciudad, la verdad ya me había excitado de hacerles sus primeras masturbaciones a los niños, el enano les dijo, sin que yo escuchara, que me montaran que estaba bien buena y que ahí se siente mejor que tirarlos afuera y pues se animaron y me fueron a ver los seis, yo ya estaba recostada nuevamente, y uno de ellos me dice . . .
Oiga Blanquita, nos da pena, pero queremos otra vez que nos haga sentir bien de nuestros ¡pajaritos!, ya se nos volvieron a levantar, y no se nos duermen, y pues usted nos hizo bonito y dice el enano, que usted está muy bien de su cosita, y que aprieta bien y mejor, que con su mano, ¿puede dejarnos metérselo en su cosita?, para que nos duerma nuestros pilínes, como yo estaba, como dije antes excitada, pues y las palabras dulces de esos niños, lo pensé unos minutos y me dije, por qué no, ya casi son adolescentes y están en la pubertad, y les dije haber traigan una botella y se sientan y donde señale la punta es el que va a estar conmigo y así sucesivamente hasta el último y ya una vez con sus lugares de cada quien, que les había tocado, me fui a la camita y llegó el primero, ya estaba con la faldita arriba y sin mi pantaletita y nervioso el chiquillo, le dije ven, súbete encima de mí, y nervioso se me acomodó entre mis piernas y baje mi mano, para guiarle su pistoncito y ya una vez su glandecito entre mis labiecitos de mi vaginita, lo hice meter dentro, el chiquillo se quedó quieto dentro de mí, y le hacía mover su cadera y le decía, lo sacas y lo vuelves a meter, hasta que sientas orinarte dentro de mí, y el chiquillo, rápidamente aprendió y se friccionaba en mi cuevita, bien rápido y el morbo de tener por primera vez a un niño y que me estaba penetrando, me excito tanto que de la nada solté un intenso orgasmo, y con mis piernas apreté al chiquillo de su cadera, bueno no le dejaba moverse, hasta que por fin pasaban mis sensaciones y el chiquillo fricciona y fricciona mi vulvita con su penecito bien erecto, y le llegó su eyaculación y parece que se orinaba dentro mío, pero no, eran chorritos de esperma que me lanzaba bien adentro de mi puchita, y me decía, ahhh, mamm, ahhh, mamaaaaaa, me orinoooooo, ohhhhhhh, y terminó su sensación dentro de mí, y luego el otro, pero antes me lavé en una cubeta y agua de botella, mi partecita y así, cada que pasaba uno, me lavaba, con el fin de tener higiene con ellos y así disfrutar a cada uno de los seis, que repitieron de mi postrecito tres veces cada uno, o sea me dieron entre ellos diez y ocho acabadas de esperma, ¡¡¡ esa noche de regreso a casa y el enano maldito una !!!, pero no de mi agrado. . .
Llegando a casa me fui a darme una ducha vaginal enorme, luego un buen baño, me puse una cantidad suficiente de un gel, para desinflamar mi partecita y quitarme lo irritado de tanta fricción de sus penes en mi huequito, ya que sentía mis labiecitos bien gorditos de lo inflamada que la tenía, me tome un coctel de frutas, y me fui a ver la tv en la cama, cuando suena el timbre de la puerta de mi casa y me asomó por la ventana y era el dueño que venía a saludarme y así con un bóxer y una camisetita, lo hice pasar y en la sala, platicamos lo relacionado con el evento y me extendió un sobre y me dijo que esa era mi pago por haberlo apoyado y que sí me había gustado, que pronto vendrían más contratos, pero yo le dije, que lo iba a pensar, ya que trabajo de noche tres días a la semana en un hospital, pero que si hay oportunidad y que no interfiera mi obligación laboral, con mucho gusto lo apoyaría.
F I N.
Hola amigos y (as) de esta comunidad de S.S.T., un saludito de yop, Cristy, vengo a dejar la última parte de mi relato y a la vez despedirme de todos y cada uno de ustedes, y agradecerles sus valiosos tiempos y espacios que se dieron para leer, comentar y calificar mi relato, ya que mi escritor sexigaleno, tuvo que viajar fuera del país, por cuestiones de superación en su profesión de gineco-obstetra, y me será imposible escribir como él sabe hacerlo, con ese toque tan “erótico-especial”, que le pone a mis vivencias, pero antes de haberse ido, me dejó articulado mi final, que espero sea del agrado a la mentalidad de cada quien, ¡ me voy de este relato, pero me quedo en sus pensamientos !, me pueden encontrar en el chat erótico, como misspequeña81, y por ahí los y (as), que lleven gusto, me pueden dejar sus mensajes y pues hasta platicaremos.
Un saludo de mi enorme y gigantesco escritor sexigaleno y de yop misspequeña81 una cascada de besos interminables a todos y (as), hasta la vista babi’s.
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