PERDIDOS II ( CAP 16) LA DESPEDIDA DE LA TÍA COLO Y JONATHAN:
Judith y Tomás regresan a la finca, y Jaky se va muy contenta y satisfecha con toda la nueva información conseguida y todo lo vivido en esos días con los hijos de su amiga..
CAPITULO 16:
LA DESPEDIDA DE LA TÍA COLO Y JONATHAN:
Judith y Tomás regresan a la finca, y Jaky se va muy contenta y satisfecha con toda la nueva información conseguida y todo lo vivido en esos días con los hijos de su amiga.
Al día siguiente (el día en el que Judith y Tomi llegarían de su viaje a New York) Jaky y Jonathan, despertaron muy temprano, desayunaron con el resto de la familia, y una vez que los hermanos de Jonathan (Jonás y Ronaldo) se fueron de la finca, El chico y la amiga de su madre se dispusieron a darse la “última despedida” antes de tener que ir a buscar al aeropuerto a Judith y Tomás, que llegarían cerca del mediodía.
Jakeline (la tía Colo) quiso coger por última vez en la cama de su amiga. Asique fueron con Jonathan al cuarto de Judith, y cerraron la puerta con llave (por las dudas) y entonces comenzaron a desvestirse hasta quedar en ropa interior. Él con un calzoncillo negro y ella en su conjunto de bombacha y corpiño rojo.
Se acostaron en la cama sin perder más tiempo y comenzaron a abrazarse y besarse debajo de las sabanas.
Entonces y cómo de costumbre, los pensamientos perversos se apoderaron de la mente de la veterana amiga de Judith. Y es que ella pensaba que mientras su amiga venía en el avión y probablemente traería regalos para todos, incluyéndola a ella cómo señal de amistad, ella se estaba haciendo el mejor regalo a sí misma, al “comerle” una vez más el hijo a su amiga en su propia cama a escondidas de ella.
Entonces sabiendo ellos que sería esta la última vez juntos en un largo tiempo, comenzaron a besarse y acariciarse, recorriendo sus cuerpos con las manos entre apasionados besos.
- Chupame la concha mi amor, sacale la bombachita a la tía y chupale bien la concha. Le murmuró la Colo entre beso y beso.
Entonces el chico le obedeció de inmediato
Ni bien le sacó la bombacha roja a la amiga de mamá, le empezó a besar esa concha peluda, y de vez en cuando le rosaba la lengua en los labios y el clítoris.
- ¡Ah, aaaaahhhh, aaaaaaahhhh, si mi amor, pasale la lengüita a la tía que le encanta, aaaaahhh, así mi amor, eso así bebito hermoso de la tía, aaaaahhhh, aaaaahhh, así mi cielito divino, mi angelito hermoso, aaaaaaahhhh, que bien me la chupás hijo de puta, aaaaaaayyyyy, me vas a hacer tenerlo, aaaaaayyyy, seguí que lo tengo en tu boquita preciosura de la tía, ahahahahahahahahahahahahahahahahahahaha! Decía la veterana amiga de Judith, entre gemidos de placer y jadeando ya con su primer orgasmo en la boca del hijo de su amiga.
Entonces elle le pidió que la besara, y el chico la obedeció inmediatamente.
- ¡Cogeme cabrón, cógeme, chupás la concha cómo un hijo de puta, la habrás hecho ver las estrellas a tu mami con esa lengüita, ahora quiero sentir tu pija bien adentro! Le dijo ella entre besos y besos.
Entonces, él se subió sobre la amiga de mamá, y con una de sus manos le acomodó la verga en la entrada de la concha.
- ¡Ah, aaaaayyy, mi amor, si, si, así mi vida, así mi chiquito, movete rápido, movete rápido carajo, aaaaaaaaaaaaaahhh, aaaaaaaaaahhhhh, aaaaaaaaayyyyy, cómo te voy a extrañar, cómo te voy a extrañar, aaaaaaaaaahhhh! Decía la pelirroja entre gemidos, mientras el hijo de su amiga la bombeaba sin darle tregua o tener contemplación de ella.
- ¡Ahahahahahahaha, tomá cerda, tomá cerda, disfrutala yegua puta, ahahahahahahahahahahahahahaha! Le responde Jonathan jadeándole en la cara, mientras se la metía hasta los huevos, se la sacaba casi entera, solo para metérsela hasta los huevos de un solo y violento empujón.
- ¡Aaaaaaahhhhh, aaaaaaaaahhhhhh, aaaaaaaaahhhhh! Daba gritos histéricos, casi al borde del llanto, la veterana amiga de Judith, mientras abría lo más que podía sus piernas y le clavaba las uñas en los hombros.
- ¡Aaaaaaaa, aaaaaaaaaahhhhhhhh, aaaaaaaaahhhhhhh, vamos perra, vamos perra, eso puta de mierda, gritá fuerte zorra, gritá fuerte yegua de mierda, vamos puta de mierda aaaaaaaaaaa! Le gritaba él cómo enfurecido y excitadísimo.
- ¡Aaaaaaaa, aaaaaaaaahhh, partíme al medio cabrón, partíme al medio hijo de tu re puta madre, aaaaaaaaaaayyyyyyyy, aaaaaaaaaaaayyyyy, Sos increíble, Sos increíble, ya casi lo tengo, no pares, no pares mi chiquito hermoso, aaaaaaaaaaahhhh, aaaaaaaaaahhhhhhh! Dice ella entre alaridos de placer, mientras levantaba sus piernas bien abiertas, sus ojos se abrieron casi hasta desorbitarse y su cuerpo se estremecía a medida que empezaba a tener su orgasmo.
- ¡Aaaaaaaa, aaaaaaaaaahhhh, aguantá carajo, aguantá mierda, ¡Yo recién estoy empezando, aaaaaaaaaahhhhh! Le responde el hijo de su amiga.
- ¡Ahahahahahahahahahaha! Jadeaba fuerte y rápido la pelirroja concentrándose en retener el orgasmo que ya era prácticamente imposible de seguir reteniéndolo por mucho tiempo más.
- ¡Aaaaaaaahhh, que concha hermosa tenés, aaaaaaaaaahhhh, que concha de campeonato tenés hija de puta, aaaaaaaaahhhhh, te quiero partir perra puta, te quiero partir cómo a tu amiga, aaaaaaaaaaaahhhh! Le grita él entre gemidos.
- ¡Ahahahahahahahahahahahahahahahahahahahaha! Jadeaba la Colo teniendo un gran orgasmo, que ya le fue imposible seguir conteniendo, por la intensidad con la que el hijo de su amiga la seguía bombeando sin pausa alguna.
- ¡Aaaaaaaa, que hija de puta, parece que te mearas, cómo se te moja la concha pedazo de putaaaaaaa, aaaaaaaaaaaaahhhhhhh! Gimió Jonathan al tener su orgasmo casi al mismo tiempo que ella.
Ambos quedan abrazados, uno arriba del otro jadeantes ambos.
Luego de recuperar energías, y comprendiendo que ya no habría tiempo para otra cogida antes de que tuvieran que ir al aeropuerto a buscar a Judith y Tomás, se levantan y se disponen a ir al aeropuerto por ellos.
Ya en el aeroparque y mientras esperaba la llegada del vuelo en el que llegarían Tomás y Judith, Jonathan y la periodista amiga de su madre, tomaron un café mientras hablaban de “lo vivido” entre ellos en aquellos días en la finca, y se prometían mutuamente un secreto sepulcral sobre el asunto en particular, y continuar la relación a escondidas de los demás.
Jakeline, a medida que pasaba el tiempo en aquella “despedida” entre ellos, iba tomando conciencia de todo lo logrado por ella en aquellos días en la finca de su amiga, y mientras la perversa felicidad se abría paso en su interior, no veía la hora de irse a su casa a escribir aquel libro que ya había comenzado a escribir en lo de su amiga y repasar tranquila toda le información que Jonathan le había dado.
Casi 2 horas después llegó por fin el avión de Tomás y Judith, Jakeline saludó con alegría y entusiasmo a su amiga y al hijo de esta, luego de conversar un buen rato entre los 4 en la confitería del aeropuerto, Judith le entregó a su amiga unos obsequios y le agradeció por “cuidar” y cocinarles a sus hijos, cómo cuando eran todavía pequeños y ella (Judith) tenía que viajar.
Judith le insistió para que se quedara en la finca hasta mañana, pero su amiga le dijo que estaba atrasada con el trabajo, y que en estos días la llamaría para comenzar a redactar el libro que tanto quería escribir sobre su increíble historia en la isla.
Camino a casa con mamá y Tomás. Jonathan no dejaba de mirar a su hermosa madre teniéndola sentada en el asiento del acompañante mientras él manejaba camino a casa.
Al llegar a la finca, ella se cambió de ropa y vestida en un hermoso y delicado uniforme de ejecutiva, fue a trabajar a la oficina sin mucha más demora.
En casa, Jonathan y Ronaldo sentaron a Tomi entre ellos y comenzó entonces un largo interrogatorio al chico, sobre cómo habían transcurrido aquellos por de más calientes días con mamá a solas en un cuarto de hotel, y una sola cama para los 2.
Tomás intentó dar respuestas a cada una de las preguntas de los chicos, sobre todo de Jonathan, pero en más de una vez se vio abrumado por las demandas de los detalles por parte de Jonathan.
¿Cómo se dio la primera vez después de tanto tiempo? ¿Cuántas veces lo hicieron en estos días? ¿Cuántas veces por día? ¿en que posiciones? ¿en que había quedado todo de ahora en más? ¿cuándo tendrían su turno con ella los demás? ¿Tenía más fotos de mami, que las que les mando? ¿Se volvió a dejar la concha peluda? ¿Todo se fue dando así cómo así, o ya lo habían planeado todo con anticipación?
Tomás dio las respuestas que pudo o le fue posible dar, porque con respecto a algunos asuntos, quería respetarla a ella cómo dama, y en última instancia tendría que ser ella misma la que dé ciertas respuestas.
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