PERDIDOS II (CAP 21) EL REGRESO A LA “NORMALIDAD” EN LA VIDA DE LOS HERZOCH:
Mientras Tomi y Judith siguen con su rutina de morboso juego, y ahora ya se suma Jonás a sus encuentros con mamá, ella los reúne a todos en un banquete nocturno familiar, para comunicarles su decisión:.
CAPITULO21:
EL REGRESO A LA “NORMALIDAD” EN LA VIDA DE LOS HERZOCH:
Mientras Tomi y Judith siguen con su rutina de morboso juego, y ahora ya se suma Jonás a sus encuentros con mamá, ella los reúne a todos en un banquete nocturno familiar, para comunicarles su decisión:
Desde que Jonás le confesó a su mamá que su hermano Jonathan tenía algo con Jakeline Bauer, la periodista amiga de Judith, la mamá estaba muy nerviosa, muy enojada, con su amiga, con su hijo Jonathan, pero también consigo misma, por entender que, si bien su amiga era una zorra sin límites, una puta reventada. También es verdad que su hijo Jonathan era un pibe muy hormonal, quizás típico en los muchachos de su edad.
Pero entonces, Judith se dio cuenta que habiendo tomado ella la firme determinación de retomar la promiscua vida familiar que llevaron en la isla, durante el tiempo que estuvieron varados allí cómo náufragos, ahora podría ponerse a la altura de su amiga, y competir de puta a puta, por su hijo, y si ella ganaba, le pediría a su hijo que se alejara de aquella “mala amiga” suya.
Esa idea la tranquilizó bastante cómo para ayudarla a enfrentar todo aquello, y por lo demás, la bella y atractiva mujer de 48 años que era la bien empoderada, exitosa empresaria Judith Herzoch, se sentía feliz y totalmente liberada, al saberse segura de haber tomado la firme decisión de recuperar a sus hijos cómo amantes y poder disfrutar así de una vida sexual intensa y plena, sin los riegos a los que se exponía con algún que otro amigo con derecho o amante casual o furtivo, o incluso al querer encarar otra vez una relación seria y formal.
Y es que ella sentía, que estaba pasando una etapa de soledad (que muchas veces tapaba con el trabajo y vida social), en la que también le daba miedo exponerse al sufrimiento de otra decepción amorosa, además Ella cómo mujer ya de cierta edad ya podía distinguir muy bien, quien se le acercaba con buenas intenciones, y quien simplemente se le acercaba para poder presumirle a sus amigos, que se estaba comiendo a la bella y adinerada mujer, y quien se le acercaba con buenas intenciones realmente. Y en su vida actual estaban apareciendo dos o tres opciones, que más bien parecían venir a aprovecharse de su soledad y tener beneficio de ella.
Al llegar la tardecita, la mamá volvió a salir de la empresa, esta vez con destino otra vez a la casa que tenían en la ciudad, para cambiarse para desde ahí tomar rumbo al gimnasio.
Eran ya las 9 de la noche, cuando la mamá emprendió en su coche el camino a la finca familiar para descansar luego de un largo e “intenso día” hasta en lo que a lo triple “X” se refiere, pero todavía le quedaba su tradicional jueguito de la “mamá meona” con Tomás.
Judith tomó la carretera en su coche, y a medida que, avanzada entre el tráfico de la ruta, y después de una tarde de Mates en el trabajo y mantenerse constantemente hidratada mientras hacía su rutina de ejercicios en el gimnasio, aparecieron naturalmente y cómo no podía ser de otra forma, las mismas ganas de mear de todos los días a la hora del regreso a casa.
Entonces y mientras manejaba su coche por la carretera hacia la finca, le mandó un audio a Tomás.
- ¿Estás en casa mi amorcito divino? Le preguntó ella en un audio.
- ¡Si mamita hermosa, y ya preparé todo para esperarte en la cochera! Le responde casi de inmediato él.
Ella le respondió con un dedo índice hacia arriba, dejó su teléfono móvil en el asiento del acompañante, y empezó a relajarse para permitirle a su vejiga descargarse allí mismo.
Pasaron varios minutos y ya casi llegando a la finca fue que ella pudo sentir cómo su concha largó las primeras gotitas sobre la bombacha roja que tuvo puesta durante todo ese día. Y después de una breve pausa, un largo chorro del más cálido meo salió de su concha para empaparla hasta las piernas.
Entonces justo al terminar de mearse encima, ella tomó el caminito de tierra que la llevaba hasta la propia finca,
Varios metros después y habiendo ya ingresado a la finca, vio a lo lejos el portón de la cochera abierto, y lo vio a Tomás esperándola muy impaciente afuera.
Entonces ella entra su auto a la cochera, y tras cerrar el portón de manera automática, Tomás corre al encuentro de mamá.
- ¡Gua, guaaa, guaaaaaaa, guaaaaa! “Lloraba” la beba de Tomi desde el interior del auto.
- ¡Ya voy mamita hermosa, ya voy mamita preciosa! Le dice Tomás abriéndole la puerta del coche lo más rápido que le es posible.
Una vez que logra hacerla bajar del coche, enseguida la hace pasar al asiento de atrás acostándola y disponiéndose a cambiar a su mamá meona, antes de que se le paspe la colita.
Luego de sacarle las zapatillas, el chico sigue por la calza negra que se había puesto Judith para hacer gimnasia.
Pero no se la empieza a sacar sin antes manosearla un poco para disfrutarla al tacto de tenerla frente a él completamente meada.
Comenzó a recorrerle las piernas con ambas manos, subió lentamente desde los tobillos hasta la entrepierna.
Centímetro a centímetro en su ascenso, disfrutaba de la humedad en aumento a medida que subía y se acercaba a la entrepierna y a la zona vaginal.
Ella permanecía acostada sobre el asiento trasero del coche en absoluto silencio y lo miraba cómo disfrutaba tocándola y empapándose las manos con su meada, a medida que sus manos avanzan en su ascenso camino a la entrepierna.
- ¿Viste cómo me meé hijo? Le pregunta ella murmurándole tierna y sensualmente.
- ¡Guau, si mami, estás re contra meada! Le dice él.
- ¡Jijijiji, si! Pasó que durante la tarde mamá tomó muchos Mates en el trabajo, y no fui al baño, después en el gimnasio tomé bastante agua para mantenerme bien hidratada, y el camino a la finca se me hizo eterno, y el pensar en nuestra cita diaria en la cochera, me excitó mucho y me mie en la rota mientras venía manejando. Le explica la mamá mientras disfruta de las caricias de su hijo ya con ambas manos sobre su entrepierna y la zona vaginal.
- ¡Ay mami estás empapadisima, no te debió quedar ni una sola gota adentro! Le responde Tomás al ver y sentir con sus manos, cómo le había quedado la calza e imaginándose en qué estado podría estar la bombacha roja que él mismo le había elegido y puesto el día anterior.
- ¡Jijijiji, si me re meé para mi hijito, para que disfrutes y te calientes cambiándome, porque quiero que hoy me cojas bien cogida, porque hoy mami les tiene una sorpresa a todos, que se las va a contar en la mesa a la hora de la cena, le adelanta Judith llenándolo de expectativas.
- ¿Cuál mami? Pregunta él impaciente.
- ¡Jijijiji! Es algo que mami estuvo hablándolo ya con Jonás y bueno hasta ahí te cuento, y te recomiendo que me cojas pensando en eso, porque te aseguro que la sorpresita de esta noche, merece una buena cogida a mami. Le dice Judith, aumentando aún más sus ansias por saberlo.
Pero el dialogo sobre la sorpresa de mamá, queda ahí por ahora, y Tomás se apresura a despojarla de la calza y dejarla solo en bombacha y remera.
Se abalanza sobre ella y el “rito” a la adoración a la concha de mamá empieza:
Tomás acerca su rostro a la entrepierna de Judith, y antes de que su nariz y boca entren en contacto con la bombacha de la mamá, ya puede sentir el fuerte aroma a la meada que ella se había echado sobre sí misma en el trayecto a la finca mientras conducía su auto.
Estuvo unos instantes solo inhalando el aroma que emanaba de esa bombacha roja totalmente empapada en meo de la bella empresaria de 48 años.
Finalmente, el chico hunde su rostro en la ropa interior de la mamá y besa y lame atreves de la empapada bombacha, la peluda concha de su hermosa madre.
- ¡Snif, snif, snif! Inhalaba él de esa bombacha empapada cómo drogándose con el meo de mamá.
- ¡Aaaaaaaaaahhhh si mi amor, mami se meó pensando en Vos, aaaaaaaaahhhh, eso mi chiquito de la mami, besale la cuevita a mamá, dale besitos que ella te extraña mucho durante el día, cuando mea siempre me pregunta por Vos y tu verga! Dice Judith suspirando y murmurando cada vez más excitada.
- ¡Snif, snif, snif, sinif! Continúa inhalando de la concha de Judith, el chico de 23 años.
- ¿Te gusta mi amor? ¿te gusta cochinito de la mamá? …… ¿siempre vas a ser tan cochino con mami? … ¿Siempre vas a ser el cochino de la mamá? Le pregunta ella tierna y sensualmente mientras lo acaricia.
Pero él está ya muy excitado cómo para escucharla con atención a mamá, y totalmente “embriagado” con el aroma de la bombacha de mami, se desviste rápidamente, y una vez desnudo arrastró sobre el asiento a Judith para dejarla con las piernas colgando fuera del vehículo, y entones se abalanzó sobre ella, y empezó a lamerle, besarle y chuparle apasionadamente esa concha peluda impregnada de la última meada de la mamá.
- ¡Aaaaaaahhhh, aaaaaaaayyyyyy si mi amor, mi chiquitito hermoso, mi cochinito de la mamá, chupamela siempre así y te juro que me re meo todos los días solo para esto, aaaaaaahhhhh, aaaaaayyyyy, seguí mi amor seguí así adoración de la mami, te amo mi gran amor, aaaaaaaaahhh! Decía Judith retorciéndose de placer en el asiento trasero de su auto entre gritos y gemidos.
El chico aumento la intensidad de sus lamidas sobre esa concha peluda, recogiendo con su lengua el meo de mami, y matándola de placer con cada movimiento de lengua y cada beso que le daba a esa concha que hace 23 años lo trajo a este mundo.
- ¡Aaaaaaahhhhh, aaaaaaaaaaahhhh, ahahahahahahahahahahahahahahahahaha, aaaaaaaayyyyyyyy, aaaaayyyy hijito mío, lo estoy teniendo ahahahahahahahahahahahahahahahahahahahaha, te amo mi cochinito de mami, te amo ahahahahahahahahaha! Dijo casi llorando Judith entre gritos gemidos y jadeos, cuando tuvo un gran orgasmo sobre la boca de Tomás, mientras ella pensaba en la alegría que tendrían todos, esta noche en la cena, cuando mami le comunicara su decisión de levantarles a todos la veda de sexo con ella.
Al recibir en la boca el orgasmo de mamá, Tomás se levantó saboreando aquellos jugos vaginales que incluían al meo que se echó y que él mismo limpió con su lengua, y entonces se paró entre sus piernas y comenzó a rosarle su pene en la vagina.
- ¡Ah, aaayyyyy, uuuuuuffffff, aaaaaaaaahhhh, aaaaayyyyyy si, divino, así mi amor hermoso, así bebé de mamá, oooooohhhhhh, aaaaaaahhhhhhh, aaayyy, bebé precioso te amo! Eran las palabras de Judith al sentir la verga de su hijo rosándole la entrada vaginal, haciéndola gemir de placer.
- ¿Te gusta mucho mamita hermosa? Le pregunta Tomás.
- ¡Uuuuufffff, ahhhhhh, ahahahahahahahahahaha y ¿A Vos que te parece? Ahahahahahahaha! Le respondió cómo pudo entre gemidos y jadeos.
- ¿Y esto? Le preguntó Tomás y se la dejó ir toda adentro.
En ese momento Judith arqueó su cuerpo y cerró su boca tan fuerte cómo pudo y se quedó en silencio todo el mayor tiempo que le fue posible, es decir unos 4 largos minutos en los que su hijo la bombeó tan rápido cómo pudo y con todas sus fuerzas.
- ¡Ahahahahahahahahahaha! Empezó a jadear tan fuerte y rápido Judith, cómo si su cabeza hubiera emergido desde las profundidades del mar después de 4 minutos sin poder respirar.
- ¿Me vas a contar cual es la sorpresa mamita? La quiso chantajear él en medio de tanto placer que la veía sentir.
- ¡Ahahahahahahahahahahahahahaha! El fuerte e incesante jadeo mirándolo a los ojos y moviendo su cabeza en forma afirmativa, fue la única respuesta que Judith fue capaz de darle en medio de su tremendo orgasmo que sentía justo en ese momento, ante el incesante y feroz taladramiento al que la estaba sometiendo Tomás.
- ¿Y cuál es? Insiste él.
- ¡Ahahahahahahahaha, no, no ahahahahaha, no puedo, ahahahahaha no puedo hablar, aaaaaaaaaaaaaaaahhhh! Dijo la pobre mamá sintiendo que ya ni podía coordinar palabra alguna en medio de tanto placer y cansancio.
Viendo esto, Tomás la bajó del auto, la arrodilló en el piso de la cochera y cómo ella no dejaba aún de jadear, le metió la verga hasta la garganta.
- ¡Ahahaha, guack, ahahahaha guack, ahahahaha guack ahahahaha! Fueron 3 profundas estocadas que llegaron a meterse en su garganta y provocarle 3 fuertes arcadas interrumpiéndole su intenso jadeo.
- ¡Oooooooooogggg, mamáaaaaaaaaaaa! Gimió fuerte y con voz ronca Tomás salpicándole con su leche, la cara boca, nariz pelos y tetas a Judith, con su descomunal orgasmo.
El chico se tuvo que recostar en el asiento trasero del coche, donde descansó un buen rato, hasta quedarse casi dormido.
Para cuando despertó, la mamá ya no estaba en la cochera,
El muchacho se vistió, y fue en busca de su mamá, pero no la encontró en ningún lado, hasta que subió al segundo piso de la casa y sintió el ruido de la ducha.
- ¡Mamá, mamá! ¿Te estás bañando? Le preguntó el chico golpeándole la puerta.
- ¡Si preciosura de la mami, me quiero poner linda para la cena, tengo algo muy importante para todos! Le dice Judith desde la ducha.
Entonces después de que ella se duchó y conforme se fue sabiendo entre los chicos, que mami tendría algo importante que anunciar, uno a uno fueron pasando por la ducha, y entonces se reunieron en la mesa a cenar y escuchar el importante anuncio de mamá.
Para cuando los chicos fueron llegando al quincho donde cenarían un delicioso banquete de pollo al disco, que ella encargó a una rotisería, ellos vieron la elegancia y formalidad que mamá le estaba dando al asunto, una larga mesa con mantel blanco y 5 velas adornaban aquella ocasión especial.
Mamá se sentó en la cabecera de la mesa, estaba muy elegantemente vestida con un hermoso vestido blanco escotado.
Entonces una vez todos ubicados y unos minutos antes de que se sirva la cena, comenzó a hablarles:
- Buenos chicos a ver por donde empiezo, ….. ¡Bueno, ahí les Voy! Ósea, ¿cómo se han sentido durante este tiempo que pasó desde que pudimos volver de la isla? ….. ¿Les pareció correcta la decisión de mamá de venirnos a vivir a la finca en vez de vivir en la casa en Crisao? Empieza diciendo ella.
- ¡Si, está bueno vivir acá, es más relajado, más tranquilo, podemos andar a caballo, estar en contacto con la naturaleza, no sé, es otra cosa! Reflexiona Ronaldo.
- ¡Si, la verdad que estoy de acuerdo con Rony! Lo secunda Jonathan.
- Si, a mí también me gusta más acá que allá, que se Yo, por ahí lo único complicado es cuando te quieren venir a visitar, tienen la incomodidad de tener que viajar hasta acá y después volver y eso. Dice Jonathan.
- Sí, es cierto eso Jonathan. Observa Jonás.
- ¡A ha, después si quieren volvemos sobre este tema que también me parece muy interesante!, pero……. ¿Cómo se han sentido emocionalmente, sentimentalmente, o incluso sexualmente? Los orienta ella, de por donde quería que fuera el carril de la conversación.
- ¡Ah, sí, que sé Yo, normal! Responde Tomás.
- Vos Jonathan, Vos Jonás, ¿no sienten cómo un vacío en sus vidas? Les pregunta Judith a los mayores, sabiendo que al igual que ella, al volver de la isla no pudieron rehacer sus vidas sentimentales con sus respectivas novias, ni conseguir un remplazo.
- ¡Ah, sí, la verdad que si! Contestan ellos al unísono.
- Bueno, la verdad que a mí me está pasando eso, rompí con mi “amigo” prácticamente en las primeras semanas después de volver de la isla, de ahí en más me empecé a sentir sola, intenté taparlo con el trabajo y mi vida social, hasta que la soledad encontró su hueco para volver a mí, y me di cuenta de algo, y no sé si a ustedes les pasó lo mismo, pero: ¿No notaron que antes llevábamos una vida plena? Les reflexiona la mamá.
- ¿Vos te referís a……?? Pregunta Ronaldo.
- ¡Si Rony mi amor, también me refiero al sexo! Ósea, quizás en algún tiempo podamos volver a encontrar nuestras medias naranjas y volvernos a sentir amados y deseados y esto y aquello, pero chicos, seamos muy realistas y claros en esto, tampoco podemos arriesgarnos a terminar con cualquier tipo o pendeja, hay que cuidarnos muy bien con eso, lamentablemente hay que decirlo: por nuestra posición económico social y nuestra soledad, muchos buitres nos andan rondando, y creo que una de las maneras que tenemos de cuidarnos, es encerrándonos en nosotros mismos a un que sea, hasta sentirnos seguros. Les expresó ella.
- ¿Vos estás queriendo volver a la vida que llevábamos, en lo sexualmente hablando? Pregunta incrédulo Ronaldo.
- Bueno, sería una forme de cuidarnos a nosotros mismos, de nuestras necesidades, y nuestros apuros por satisfacerlas, y de los errores que podemos cometer con los de afuera, ¿No les parece? Dice ella.
- ¡Siiiiii, vamos todavía carajo, nos volvemos a coger a la vieja y de paso cuidamos la herencia! Dice Jonathan levantando la copa en señal de celebración y pidiéndoles un brindis por la decisión de la mamá.
- ¡Jijijijiji! Se tentó de la risa ella por los comentarios siempre tan “oportunos” y casi groseros.
Y todos levantaron sus copas brindando por el regreso a la “normalidad” en la vida íntima de los Herzoch, y al momento de de brindar con ella, cada uno de sus hijos le dio a Judith, un apasionado beso en la boca, e incluso Jonathan aprovechó a darle una fuerte nalgada por encima de su vestido.
- ¡Bueno, bueno, hay que ponernos de acuerdo con los turnos! Dice Jonathan queriendo ya pedir su turno con ella.
- ¡Esperá Jony, esperá, y dejá que mami lo decida. Le pide Tomás tratando de calmarlo a su hermano.
- ¡Vos porque te la venís cogiendo desde hace rato enano hijo de puta! Le reprocha Jonathan a su hermano Tomás.
- ¡Jijijijijiji! Se ríe ella, nerviosa y avergonzada.
- ¡He Jonathan, enserio, bajá un cambio papá, calmate! Le dice con voz firme Jonás.
- ¡Si mi capitán Papanatas, a la orden! Le responde Jonathan.
- ¡Jajajaja, bueno no sé hijo, ya veremos quien me va a acompañar esta noche en la cama, pero de todos modos a partir de esta noche mami siempre va a dormir con alguno de ustedes. ¡Así que tranquilo mi amor, en algún momento te va a tocar! Le explica Judith, tratando de tranquilizarlo.
- ¡Yo digo que tendríamos que empezar con una buena orgía! Insiste Jonathan.
- ¡Ay pará jony, pará por favor! Le implora la mamá.
- Y que ¿te vas a encamar con uno y nos vas a tener al resto pajeandonos escuchando atrás de la puerta de tu pieza? Insiste Jonathan.
- ¡Jajajajajajaja! No pueden evitar reír todos.
- ¡Bueno, bueno, terminemos de cenar y lo decido! ¡Ya les dije lo tan importante que tenía para decirles esta noche, así que ahora que lo saben, ya pueden estar contentos, y ahora cambiemos un poco de tema! Les pide ella.
Ellos obedecen a la mamá y comienzan a hablar de otros temas en la mesa, mientras esperan impacientemente la decisión de mamá de con quién de ellos se acostará esta noche.
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