PERDIDOS II (CAP 23) EL DULCE DESPERTAR DE JONÁS EN LA CAMA DE MAMÁ
Los chicos amanecen de jarana en el quincho de la finca. Mientras que en el cuarto de Judith, Jonás es despertado dulcemente por la mamá..
CAPITULO 23:
EL DULCE DESPERTAR DE JONÁS EN LA CAMA DE MAMÁ:
Los chicos amanecen de jarana en el quincho de la finca. Mientras que en el cuarto de Judith, Jonás es despertado dulcemente por la mamá.
Era de mañana muy temprano, cuando Ella despertó por la claridad que entraba por la ventana de su cuarto. Entonces cómo en ese momento estaba de espaldas a su hijo, se dio vuelta y lo abrazó fuertemente.
Ella permaneció abrazada a su hijo mayor, que de daba la espalda durante varios minutos.
Entonces, Judith no pudo evitar empezar a tener pensamientos sobre la “feliz vida” que le esperaba a partir de ahora. Su cama jamás volvería a estar vacía, o fría en invierno, siempre tendría a un compañerito calentándole la cama, y por qué no a ella misma.
Todo esto la llenó de amor, y excitación al mismo tiempo. Entonces empezó a acariciarlo suave y tiernamente por el pecho, vientre y no pudo evitar llegar hasta su pene, mientras besaba con cariño y dulzura su nuca.
Jonás despertó con el pene en la mano de su mamá, quien para estas alturas ya lo pajeaba suavemente mientras le besaba la nuca, cuello y espalda, por lo que a la vera de su hijo le resultó imposible, no reaccionar a tales estímulos de la calenturienta madre.
El chico se despertó completamente y se puso bocarriba de inmediato.
- ¡Oooooooy! ¿Te desperté mi amor? Le preguntó ella luego de besarlo en los labios.
- ¡Si, pero si me vas a despertar así, que importa! ¿No? Le dice él con una pícara sonrisa en sus labios.
- ¡Jijijijiji, pero que mamá hincha pelota! ¿No? Le responde ella con ironía.
- ¡Jajajajaja! ¿dónde están tus modales? Le pregunta su hijo.
- ¡Ups! Le responde ella.
- ¡Jajajajaja! Ríe el chico.
- Chupame la concha y déjame cabalgarte, y vas a ver dónde están los modales de mami. Le murmura ella dándole tiernos besitos en los labios y mejillas.
Entonces el chico se destapa, destapándola a ella, y Judith lo monta poniéndole su peluda concha en la cara, mientras ella se sostiene con ambas manos, de la pared de la cabecera de la cama.
Y con solo flexionar un poco las rodillas, Judith logra acercarle la concha a Jonás, lo suficientemente cómo para que al levantar apenas su cabeza ya pueda alcanzar con su lengua y labios la peluda concha de su hermosa madre.
- ¡Ouhhh, aaaaaaaaahhhhh, aaaaaay si mi amor besale la conchita a mami, aaaaayyyy si corazoncito mío, así bebito mío, noviecito de la mami, aaaaaaaahhhhh! Decía Judith entre gemidos de placer al sentir en su vagina peluda los labios de Jonás besándola y lamiéndola con su lengua.
- ¿ Te gusta mucho mamita? Le preguntó él oculto debajo del camisón de su mama, que aún lo conservaba puesto.
- ¿Y a Vos que te parece? ¡Aaaaaaahhhhhh, me encanta me encanta, seguí carajo, seguí no pares mi amor, aaaaaaaaaaaaaaajjjj, aaaaaaaaaaaaajjjjj, aaaaaaaahhhhh, ya casi lo tengo, aaaaaaaaaaaaaajjj! Gemía ella cómo casi llorisqueando, mientras rasguñaba la pared y subía y bajaba su cuerpo cómo cabalgándolo, mientras él le penetraba la vagina con la lengua.
- ¡Mmmmmmmmmhhhhh! Se escuchaba decir a Jonás oculto en el camisón blanco de mamá.
- ¡Ahahahahahahahahahah, aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhh! Jadeó y gimió a gritos Judith, cuando tuvo su orgasmo sobre la boca de Jonás, que no dejaba de penetrarla con la lengua, y cada vez que su legua salía del orificio vaginal, le daba golpecitos en el clítoris, provocando los fuertes alaridos de Judith, sobre pasada de placer.
Entonces una vez recuperada de su orgasmo, que la mantuvo unos instantes recargada sobre la pared que tenía en frente y que usaba para sujetarse con ambas manos, se bajó de la cama, se saca el camisón y el corpiño blanco, y completamente desnuda lo vuelve a montar a su hijo, esta vez para cabalgar sobre su verga,
- ¿Te gustó chuparle la conchita a la mami? Le pregunta ella luego de besarlo apasionadamente en la boca, y mientras se acomodaba para cabalgarlo.
- ¡Me encantó, me gusta cuando lo tenés en mi boca, hay veces en las que parece que me mearas en la boca! Le responde su hijo.
- ¡Jijijiji, ah! Se rio Judith con la respuesta de su hijo, y se quejó cuando ella misma se clavó en su concha la verga de Jonás hasta más se la mitad.
- ¡aaaaaahhh, aaaaaaahhhhhh, aaaaaaahhhh, aaaaaaahhhh, ay mami, que lindo cabalgás, aaaaaaahhhhh, aaaaaaahhhhh! Dijo Jonás entre Gemidos.
- ¡Ahahahahahahahahahahahahahaha! Jadea fuerte ella mientras lo cabalga con rapidez y energía mientras su hijo la agarra de las tetas y se miran a los ojos, llenos de placer y lujuria.
- ¡Aaaaaaaahhh, aaaaaaaahhhh, aaaaaaahhhh, mamá te amo, quiero que siempre me despiertes cómo lo hiciste hoy, aaaaaahhhhhhh, aaaaaaaaahhhhhh! Le dijo Jonás gimiendo.
- ¡Ahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahaha! Jadeaba ella mientras le decía que si con la cabeza, y un hilo de baba comenzaba a crecer y pendular desde su boca abierta.
- ¡Oh, vamos carajo cabalga con ganas mierda! Le dijo él en cuanto ella aminoró la intensidad de su cabalgata, y entonces Jonás la hace saltar por los aires con violentos movimientos de cadera.
- ¡Ahahahahahahahahahahahahaha! Jadeaba Judith, saltando violentamente sobre la dura verga de su hijo mayor, mientras aquel hilo de baba que caía de su boca, ya mojaba el velludo pecho de Jonás
- ¡Aaaaaaaaaaaaahhhhh, aaaaaaaaaahhhhh! ¿te gusta mami, te gusta mamitaaaaa! Le gritó entre gemidos él, cuando vio que los ojos de ella se pusieron blancos y se abrieron tanto cómo para desorbitarse.
- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyy, aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhh, no puedo más, me vas a matar, aaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhh, no puedo con este orgasmo aaaaaaaaahhhhhh! Gritó ya llorando de placer Judith, cuando sintió su descomunal orgasmo.
Entonces Jonás la dejó caer encima suyo, ella parecía apenas respirar, estaba muy exhausta con tan brutal orgasmo que su hijo la obligó a tener con aquellos frenéticos movimientos de cadera.
Transcurridos unos largos instantes de descanso. Jonás que aún no había tenido su orgasmo, no le podía permitir irse del cuarto sin complacerlo a él.
Entonces la puso a 4 patas en forma transversal en la cama, y empezó a lamerle el culo hasta penetrarle el ano con la lengua durante unos 5 minutos, en los que no dejó de acariciarle la peluda concha.
- ¡Aaaaaahhh, aaaaaaay, así, acariciale bien la conchita a mami, eso, así, buen chico, buen chico, eso, aaaaaaahhh! Decía Judith entre gemidos de placer, mientras se miraba en el espejo de la pared que tenía en frente, que la reflejaba en 4 patas sobre la cama matrimonial de su habitación.
- ¿Te gusta mamita hermosa? ¿te vas a dejar coger por atrás mi reina del hogar? Le pregunta Jonás masturbándola suavemente, mientras Judith se miraba al espejo, dejándole ver a su hijo la cara llena de placer y felicidad que tenía ella, mientras su hijo mayor la pajea.
- ¡Aaaaaaahhhhh, aaaayyyy sí mi amor, mi príncipe, haceme lo que quieras, haceme tuya, mi amorcito divino, aaaaahhhhh! Decía la mama entre gemidos y mirándose en el espejo.
Entonces Jonás deja de pajearla y de un solo y repentino envión le clava hasta más de la mitad de su verga en la cola.
- ¡Aaaaaaaaaaahhhhh, aaaaaayyyyy, siiiii, cógeme así, dame por el culo, dame por el culo, aaaaaaaahhhhhhhh! Dijo ella gimiendo de placer, cuando su hijo la bombeaba con fuerza por atrás.
- ¡Ahahahahahahahahahahahahahahahahahahahaha! Jadeaba cómo perro él mientras con las manos le abría las nalgas, para metérsela lo más adentro que le fuera posible, y la bombeaba con todas sus ganas.
- ¡Aaaaaauuuuuuhhhhh, aaaauuuuuuuuuuhhhh, aaaaaaauuuuuuuuuuuhhhh, aaaaaaauuuuuuuhhhhh! Aúlla Judith de tanto placer.
- ¡Aaaaaaaaaaaaa, vamos hija de puta, aullá carajo, aaaaaaaaaahhhhh, Sos increíble, Sos maravillosa por delante y por detrás, aaaaaaaaahhhhhhh! Le dice su hijo entre profundos gemidos.
- ¡Aaaaauuuuuuu, ahahahahahahahahahahahahahahahaha, auuuuuuuuuuuhhhh! Aulla y jadea Judith, con las imparables embestidas que recibe desde atrás y que con cada entrada de esa dura verga en su culo, sentía como su cacona se empezaba a mover y ablandar allá adentro, en las profundidades de su vientre.
- ¡Ahahahahahahaha, aaaahhh, ah mamá, lo tengo, mami, lo tengo hermosura de la casa, reinita mía, reina de nuestro hogar, aaaaaaaaaaaaaaahhhhhhh! Gritó Jonás entre fuertes jadeos y gemidos con su orgasmo.
- ¡Aaaaaahhhhh, me cago, aaaaaaahhhhh, cuanta leche, me estás lavando las tripas cabrón, vas a hacer que mamá se cague a cuatro patas en la cama, aaaaaaaaaahhhhhhh! Gimió Judith, y dijo mientras sentía cómo la manguera de su hijo le llenaba el “tanque” lavándole las tripas con su leche caliente.
En cuanto Jonás le sacó por fin la verga del ano, ella se incorporó y corrió al baño rogando que no haya nadie, mientras su culo iba liberando gases y semen con caca por el camino.
Al llegar al baño, por fin podo sentarse en el inodoro, y relajarse para liberar cómo un meo de semen que salió de su culo, y luego una buena cantidad de caca que acompañó a aquel semen.
Tras reponerse de su descompostura, abrió la ducha y se metió en ella y se dio una buena ducha, relajándose después de semejante noche vivida con su hijo mayor.
Mientras Judith de daba un buen baño, Jonás se vistió y se levantó. Fue al quincho a ver cómo habían dejado todo sus hermanos por allá luego de la comilona de anoche.
Y allí estaban ellos aún, habiendo limpiado y ordenado, se quedaron toda la noche bebiendo en honor a mamá y su anuncio de retorno a la “normalidad.
- ¡Buen día mi capitán! ¿y cómo anduvieron las cosas anoche allá por la habitación de la mami? ¿Cómo se portó la vieja? ¿fuiste un buen hijo con ella y le hiciste los honores a la hermosa concha que nos parió? Le dice Jonathan, ni bien lo ve entrar al quincho a Jonás.
- ¡Si hombre, todo bárbaro con mami!, ¿pero cuánto se tomaron ustedes anoche, si mamá ve esto se muere! Dice Jonás, mirando las botellas vacías que había sobre la mesa.
- ¡Eeeehhh, tranquilo capitán, habremos tomado el equivalente a lo que ustedes habrán cogido! ¿nos teníamos que quedar de brazos cruzados mientras ustedes se divertían toda la noche? ¿O teníamos que ir a “dormir” y pajearnos con los gemidos que escuchábamos venir del cuarto de mami? Replica Jonathan.
- ¡Jajajajajaja! Ríe Ronaldo sin poder moverse mucho de donde estaba sentado.
- ¡Uuuuuuuh, y mirá cómo están aquellos otros dos enanos re podridos, se deben haber tomado hasta la presión! Exclamó Jonás al ver el estado en el que estaban sus hermanos menores.
- ¡Jajajajajaja! Ríe Jonathan.
- ¿De qué te reís imbécil, se suponía que cómo el mayor del grupo que eras, estabas a cargo de ellos, pero ahora ni Vos me vas a poder ayudar a cargar con estas dos bolsas de papas hasta sus dormitorios, mírate cómo estás inútil! Le dice Jonás muy rabioso a su hermano Jonathan.
- ¡Uuuuuuh, perdón capitán! ¿estaba Yo a cargo de este barco y se me hundió igual que le pasó a usted con el lujoso yate de la familia? Le responde Jonathan irónicamente.
- ¡Mirá enfermo, rajá de acá y déjame ver cómo los llevo a sus habitaciones! Le dice Jonás, y se avoca a la tarea de despertar a Tomás para llevarlo a su dormitorio.
Una vez llevado a Tomás, lo llevó a Ronaldo, y después a Jonathan.
Para cuando Jonás logró su exitosa misión de que mami no viera cómo estaban los chicos de borrachos, ella ya estaba en su habitación cambiándose.
Entonces Jonás volvió al quincho a juntar las botellas que había en la mesa, y lavar los vasos, para que mami nunca viera nada.
Al volver, Judith estaba en la cocina esperándolo con unos mates amargos.
- ¿Todo bien mi amor? ¿Dejaron el quincho en condiciones? Le pregunta amorosamente ella mirándolo tiernamente sentada en el desayunador.
- ¡Si mami todo bárbaro, ¿estuvo linda la duchita? Le pregunta él sonriéndole.
- ¡No tanto cómo lo de anoche y esta mañana en la cama! Le dice ella, mientras se da la vuelta al desayunador y camina hacia él con el Mate en la mano.
- ¡Jajajaja! Ríe Jonás.
- ¿ Un amarguito? …… ¿Los chicos duermen? Le pregunta Judith dándole el Mate en la mano.
- ¡Si mami, los chicos ya duermen! Responde él recibiéndole el Mate.
Ellos empiezan a besarse, abrazándose y acariciándose.
- Te quería agradecer por lo maravilloso que fuiste anoche. Le murmura ella comiéndole la boca en un apasionado beso.
- Gracias mami, Vos también estuviste divina anoche y esta mañana, pero además Yo quiero agradecerte por ser maravillosa siempre, cómo mujer y sobre todo cómo madre. Le responde él.
Tras una buena mateada durante más de una hora, y cómo continuaban solitos en la cocina. Ella le propone ir al sofá a mirar tele Juntos.
Y allí permanecen sentaditos y abrazados e intercambiando tiernas caricias y besos, mientras ven un capitulo tras otro en una serie de TV.
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