PERDIDOS II, (CAP 24) COMPETENCIA PARA DORMIR CON MAMÁ:
Los chicos siguen desfilando por la cama de Judith ¿Quién dormirá esta noche con ella?.
CAPITULO 24:
COMPETENCIA PARA DORMIR CON MAMÁ:
Los chicos siguen desfilando por la cama de Judith ¿Quién dormirá esta noche con ella?
Son algo más de las 2 de la tarde, cuando los hermanos de Jonás empiezan a llegar uno tras otro a la cocina, entonces la mamá propone ir al quincho a comer, para no ensuciar la cocina.
Calientan la comida y empiezan a almorzar lo que había quedado de la noche anterior.
Cómo aquel día sábado, era realmente caluroso, ellos hablaban de ir un rato a la piscina.
Y entonces después de una larga sobremesa, ellos todos se dirigieron al salón donde tenían la gigantesca piscina climatizada.
Los chicos empiezan a desvestirse hasta quedar completamente desnudos frente a mamá, pero al ver la cara de desagrado de Judith, Jonás descide no sacarse el calzoncillo, gesto que ella agradece con una sonrisa y un guiño de ojo.
Ella por su parte se había dejado la bombacha negra y el corpiño rosado que se había puesto después de ducharse, todo por no ir hasta su cuarto a cambiarse.
Uno a uno fueron metiéndose en la piscina, primero Tomás, Jonás y Ronaldo.
Judith quiso poner música y fue a busca el parlante portátil, y atrás de ella la siguió su hijo Jonathan, quien iba con su teléfono móvil tomándole fotos.
Al llegar a la casa ella tomó el parlante portátil y un cuanto pen drivers en los que tenía cargados varios tipos de música.
Cuando va a salir de la casa, Jonathan la detiene.
- ¿Mami, puedo sacarte unas fotitos? Le pregunta él casi suplicándole.
- ¿No me venías sacando fotos en el camino? Le responde ella.
- ¡Si, pero…! ¿te podrías sacar la bombachita y el corpiño? ¡Quiero unas fotitos desnuda! ¿Puede ser? Le pide él.
- Mmhhhhhh, ¿crees que con eso vas a estar un poquito más tranquilo? Mami quiere nadar tranquila en la piscina mi amor. Trata de negociar ella, con su hijito de carácter alterable, y bajo permanente tratamiento psicológico.
- ¡Si mami, solo quiero unas fotos cómo las que seguro debe tener Tomás! Le explica él.
- Bueno, está bien mi amor … y ¿Dónde las vas a querer? ¿Acá mismo? Le pregunta Judith ya resignada a concedérselas para que la deje en paz.
- No, vamos a la piscina, ahí en el hall de entrada, donde está el baño. Le indica Jonathan.
- Bueno, está bien corazón, vamos. Le responde Ella, y se encaminan desde la casa hasta el salón donde está la piscina.
Caminan los metros que separan la casa de la finca y llegan al enorme salón donde tenían la enorme piscina climatizada, entrando ya a dicho salón, y antes de llegar a la propia piscina, hay unos baños, el chico la hace ingresar a los baños de ese salón que por su tamaño e infraestructura parecía más bien un club privado, que un mero salón que alberga una piscina climatizada.
Entonces Judith se saca el corpiño rosado, y luego hace lo mismo con la bombacha negra, quedando completamente desnuda.
Ella deja su ropa interior sobre la enorme mesada de mármol donde estaban los lavamanos, y posa para su hijo completamente desnuda, concediéndole varias fotos.
Al terminar la sesión de fotos, ella entra en uno de los bañitos a mear antes de meterse en la piscina.
Y es en este momento donde Jonathan cae en la tentación de llevarse la ropita interior de mamá dejándola completamente desnuda.
Al salir del baño, ella nota que su hijito especial, otra vez se salió con las suyas.
Entonces y bastante enojada con Jonathan, ella hace su aparición en el salón donde estaba la piscina, completamente desnuda.
- ¡Eeeeeeeeeeeehhhhhh! Le gritan todos y la silban desde la piscina cuando la ven completamente desnuda a la mamá.
- ¡Jonathaaaaaaaan, dame mi ropa! Le grita ella desde la entrada al salón.
- ¡Dejate de joder y metete así! ¿Querés? Le grita él desde el agua.
- ¡Devolveme mi ropa carajo! Le grita ella.
- ¡Metete así mami, ya está, ni que nunca te hubiéramos visto desnudita! Le grita Ronaldo.
- ¿Queres la bombacha? Vení a buscarla! Le grita Ronaldo, y se la empiezan a pasar entre ellos tirándosela unos a otros.
Entonces Judith se tira en la piscina, y sus hijos empiezan a jugar con ella una excitante versión del “Mono”, arrojándose unos a otros la bombacha y el corpiño, evitando en todo momento que ella pueda recuperar su ropa interior.
Ella nadaba de aquí para allá completamente desnuda en aquella enorme piscina, tratando sin éxito de recuperar su ropa.
Judith recibía sendos y deliberados manotazos por todas partes del su desnudo cuerpo, por parte de sus 4 calenturientos hijos.
Era muy excitante para ellos en poder verla completamente desnuda en la perfecta transparencia del agua de aquella profunda y enorme piscina, en la que al estar Judith parada o en forma vertical tratando de hacer pie en las partes más profundas de la piscina. Ellos podían distinguirle perfectamente la oscuridad del denso y negro monte de venus que roda a la concha de la mamá. Y a la vez ella con la misma claridad en la transparencia del agua, podía ver perfectamente las erecciones de sus 4 hijos, que uno a uno se fueron desnudando para nadar completamente desnudos con su bella mamá en aquella piscina climatizada de la finca.
Todos se estaban divirtiendo mucho, y sobre todo se estaban calentando mucho.
Así y con el sonido de alegre música de fondo fue pasando la tarde en aquella piscina, hasta que en un momento ella sorprendió a todos con su propuesta.
- ¡Hagamos una carrera hasta el extremo de la piscina, ida y vuelta! ¡El ganador pasa esta noche conmigo en la cama, y si Yo gano, elijo Yo al que va a dormir conmigo esta noche! ¿les parece? Propone Judith.
- ¡Jajajajaja, así se habla mami! Grita entre risas Jonathan.
Entonces, todos se largan desde uno de los extremos de la piscina y empiezan a nadar lo más rápido que puedan.
Y ella toma la ventaja en los primeros metros de la competencia, y cómo de ganar mamá sería ella quien elegiría al afortunado de esta noche, ellos entran a ponerse nerviosos y a desesperarse al punto de hacerse trampas entre ellos, pero principalmente buscaba afectarla a ella para que no pueda ganar la competencia.
Es entonces que, tras haber llegado primera al extremo de la piscina, al regresar al punto de largada, donde quien llegue primero ganaría, Judith siente cómo le toman la pierna y la hunden, incluso hasta hacerle tragar agua.
- ¡Eeeeeehhhhh Jonathan, no te pases de vivo! Le protestan todos, al ver lo que Jony le había hecho a mami.
- ¡No lo dejen ganar a Tomás, ese enano mal habido se la cogió 5 días en Nueva York y se la coge cuando llega de la empresa todos los días! Protesta Ronaldo al ver que Tomi toma la delantera, tras el rezago de mamá.
- ¡Jajajajajaja! Ríen todos, hasta ella.
Faltando ya muy poco para el final de le carrera, Ronaldo logra ponerse en un increíble mano a mano con Tomás y ya en las últimas braseadas logra ganar la competencia, resultando el merecedor du una noche en la cama con mamá.
Todos terminan muy cansados, y Jonathan no está conforme con el resultado de la carrera.
Por su parte Judith se sentía muy aliviada, de no ser ella la que tuviera que elegir, y por consecuencia descartar a alguno de ellos.
Entonces mientras retoman la natación relajada, Jonathan se acerca a Judith, para tratar de negociar un “encuentro” con mami, antes de que caiga la noche y sea el turno de Ronaldo para ir a la cama con mamá.
- Mami, ¿Habrá una posibilidad de que tengamos un rato a solas Vos y Yo antes que te acuestes con Ronaldo hoy? Le pregunta Jonathan casi suplicante.
- No hijo, quedamos que en quien gane la carrera, ese sería el favorecido por mamá, además Vos intentaste hacer trampa, y, por último, ya te concedí las fotos que me pediste. Le explica Judith, y sigue nadando sola, para evitar prolongar la discusión sobre el tema.
Después de nadar todos juntos durante más de dos horas y media, la familia se reúne alrededor de una mesa y con música de fondo ellos toman unos mates con biscochos y conversan amenamente entre bromas y risas.
Conforme va pasando el tiempo, Ronaldo empieza a mirar el cuerpo desnudo de mamá, cómo ese plato delicioso que está a punto de comerse, y no puede evitar tener constantes erecciones en frente de Judith, quien lo mira con nerviosismo, ansiedad y excitación, mientras que él debe ir al baño en al menos tres oportunidades a pajearse, para lograr tranquilizarse y así llegar a la noche, momento en que por fin la tendrá en la cama y podrá cogérsela después de tanto tiempo.
Finalmente, luego de una breve sobremesa luego de cenar en la casa de la finca, llega el momento de ir a dormir.
Entonces, estando en la cocina y al ver que mamá se despide del resto de los chicos, Ronaldo con un apuro más que muy evidente, y casi tomando del brazo a mamá para llevársela a la cama, sube las escaleras detrás de ella y prácticamente apurándola.
- ¡Ay bueno, bueno, esperá, no seas exagerado, que además tengo que pasar por el baño a hacer pis y lavarme los dientes! Protesta ella subiendo la escalera prácticamente a los empujones.
- ¿Sabés hace cuanto no mojo la “galletita” ?, y ¡Vos que nos estuviste haciendo esperar tanto a todos para volvértenos a abrir de patas! Rezonga él por la reacción de la mamá.
- ¡Jijijijiji! ¿Y no podías buscarte una novia o una amiguita? Le contesta ella mientras continúan subiendo la escalera.
- ¿Una que tenga la semejante concha y culo que tenés VOS? ….. ¿Dónde la iba a encontrar?, Además Vos ya te venías calentando con Tomás con esos famosos jueguitos eróticos que tenían por las noches, y encima hoy te veía nadando desnudita en la piscina ¿sabés cuantas pajas me tuve que ir a hacer al baño? Y cuando gané la carrera para poder acostarme esta noche con Vos, ya a partir de ahí ¡Los minutos se me hicieron eternos! Le responde el chico.
- ¡Jijijijijijiji, ay hijo, que exagerado que Sos, si sabías que de todos modos la noche iba a llegar en algún momento, además si no hubiera sido esta noche tu turno de ir a la camita con mamá, en algún momento te iba a tocar! …… bueno andá a esperarme a la habitación, Yo voy al baño, que me estoy meando desde hoy, me lavo los dientes y estoy toda para Vos en la camita, ¿Bueno? Le dice Judith ya cuando caminaban por el pacillo de las habitaciones y el baño.
- Está bien, ¡no te demores! ¿eh? …. ¡nirá que ya podríamos estar cogiendo hace rato! Le responde él mientras ella entra al baño y cierra la puerta.
- ¡Jijijijijijiji, que exagerado! Dice Judith ya desde adentro del baño desajustándose el cinturón del Jeans que se había puesto después de nadar en la piscina.
Entonces ella se baja el vaquero negro y la bombacha del mismo color y sentándose en el inodoro espera pacientemente que la meada comience a fluir por la peluda concha, y mientras lo hace, se huele la bombacha negra que tenía puesta, comprobando que estuviera quedando a punto para dejársela a Tomi en su cuarto, antes de irse a dormir.
Estaba oliéndose la bombacha y preguntándose si es que acaso el meo femenino tenía algún componente en su conformación química que gustara tanto a los machos cómo Tomás, o incluso al resto de sus chicos, y si era así por que a algunos hombres la falta de higiene en la zona vaginal de la mujer, les daba más bien asco. Y entonces en ese momento un largo chorro amarillo brotó de su concha peluda, y se prolongó por varios segundos-
Una vez concluida su meada y sintiéndose ya más aliviada, ella se subió la bombacha y el pantalón, se lavó los dientes, se sacó los lentes de contacto, y se dirigió a su cuarto donde su hijo la esperaba impacientemente.
- ¿Ya measte? Le pregunta Ronaldo.
- ¡Ay si, que alivio! Le responde la mamá.
- ¡Qué bueno, porque ahora que la tengas adentro, no te la pienso sacar hasta mañana! Le dice su hijo, sentándose en uno de los laterales de la cama y atrayéndola hacia él, haciéndola permanecer de pie en frente suyo.
- ¡Ay mi amor! ¡jijijijiji! ¿no se te ocurre algo más tierno para decirme? Le dice ella casi cómo una dulce protesta, por el modo tan visceral de tratarla.
- ¿Alguna vez te diste cuenta de lo buena que estás a tus casi 50? Le pregunta él dándole nalgadas por encima del ajustado jeans que le marcaba y paraba esa cola casi perfecta a sus 48 años.
- ¡Jijijijiji, no, no sé qué sé Yo, me veo normal! Le dice su mamá.
- ¡Pero no seas tan modesta! ¿qué es lo más fuerte que te han gritado en la calle últimamente? Le pregunta él sin dejar de acariciarle la cola a su mamá.
- ¡No sé mi amor, cuando escucho cosas así bajo la cabeza y no miro si es a mi o a otra, prefiero hacerme la distraída, además por lo general son guarangadas muy ofensivas de tipos ordinarios! Le explica ella.
- ¿Puedo desvestirte? Le pregunta él.
Y ella la única respuesta que le da es encogiéndose de hombros.
Tomando este gesto cómo una respuesta afirmativa, Ronaldo se pone de pie le le saca la remera azul que llevaba puesta, y después hace lo propio con el corpiño rosado.
Entonces le desata las zapatillas, se las saca y empieza a acariciarla manoseándola por encima de la delgada tela del jeans negro que aún Judith lleva puesto.
- ¡Que culo hermoso, hija de puta que firme y durito lo tenés! Le dice su hijo manoseándole el culo.
- ¡Jijijiji, bueno gracias hijo! Responde ella tentada de risa.
- ¡Que concha preciosa que tenés, mirá cómo se te marca la zanjita con este pantalón tan ajustado! ….. ¡esta es una concha carajo, bien peluda y bien profunda! ……. ¡no cómo las de las pendejitas veinteañeras todas afeitadas y calvas, parece que te estás cogiendo a una muñeca! Vocifera él manoseándole la vagina por encima del pantalón.
- ¡Jajajaja! ¿en serio mi amor? ¡Yo pensaba que a los hombres les gustaba la mujer bien afeitadita, bien depiladita y prolijita ahí abajo! Responde Judith sorprendida, al ver que sus 4 hijos decían lo mismo.
- ¡A nosotros los machos la mujer, nos gusta bien hembra, las pendejitas chiquitas y aceaditas hijitas de mamá, nos aburren! ¡Y Vos pariste a 4 machos bien machos! Le contesta él parándose frente a ella, mientras a Judith, la vista se le clava en el paquete que comenzaba a crecer en el pantalón de su hijo.
Entonces, finalmente Jonathan empieza a desajustarle el cinturón del pantalón, le desabrocha el botón y le baja el cierre de la bragueta y asoma frente a él la bombacha negra que Judith llevaba puesta aquel día.
Acto seguido le baja el pantalón hasta los tobillos, y ella termina de sacárselos.
Ronaldo se arrodilla frente a su hermosa madre mientras ella comienza a acariciarle la cabeza con ambas manos
El chico de 23 años comienza a besarle la concha a su hermosa madre de 48 años, en señal de respeto y adoración por esa concha que lo trajo a este mundo, que le enseñó a coger hace un tiempo atrás, y que ahora estaba a punto de cogerse, después de mucho tiempo.
La abrazó tomándola de las nalgas, mientras ella separó sus piernas. Entonces acercó su rostro y comenzó a besársela y olérsela tiernamente por encima de aquella bombacha negra que Judith aún tenía puesta en ese momento.
Ronaldo besó y olió la concha de su madre por unos cuantos instantes, mientras ella lo acariciaba en sumo silencio, con sus ojos cerrados y moviendo su cabeza con suaves movimientos provocados por el intenso placer que ya estaba sintiendo.
Entonces él pudo percibir cómo esa bombacha poco a poco empezó a humedecerse, cómo ella estaba dándole claros indicios de excitación y creciente calentura.
Fue después de varios minutos que Ronaldo decidió despojarla de una vez de la bombacha negra, y encontrarse otra vez con esa hermosa concha peluda de mami.
- ¡Oh, acá estás preciosa! Dijo Ronaldo murmurándole a la concha de su madre, y acto seguido la besó tiernamente, lo que le provocó intenso y espontaneo escalofrío a su mamá.
- ¡Ella te dice que es toda tuya, te pide que te la comas antes de cogértela! Le murmuró Judith a su hijo con voz temblorosa en medio de aquel escalofrío que sintió con el beso a su vagina peluda.
- ¡ Jajaja! ¿así que la conchita esta te habla mami? Le preguntó Ronaldo.
- ¡Ay si, hablo con ella todos los días! Le murmura con voz temblorosa Judith, disfrutando de las lamidas de su hijo sobre su concha peluda.
- ¿Y que te dice? Le pregunta él muy curioso mientras no deja de besarle y lamerle cada rincón de esa peluda concha.
- ¡Me pidió volver con ustedes, me dijo que extrañaba cada dura verga de mis 4 hijos, y le tuve que decir que si, que volvería a tenerlas bien adentro a todas! Le respondió Judith, ya casi entre gemidos, mientras disfrutaba de los besos y lamida en su concha.
- ¡Jajajajaja, mirá que tenés que ser puta para llegar a sentir que la concha te habla! ¿eh? … bueno, y ¿A quién de nosotros extraña más? Le responde Ronaldo muy curioso, siguiéndole el “jueguito” a mamá.
- No está segura, desde que todo esto con ustedes comenzó allá en la isla, ella fue enamorándose de cada uno de mis hijos y de sus duras vergas. Le dice la mamá con una pícara sonrisa en sus labios.
- ¡Agachate puta de mierda y métetela en la boca! Le ordena Ronaldo a su madre, muy excitado por todo lo que ella le había acabado de decir, de sus “diálogos” con su propia concha.
Sin muchas opciones, ni ganas de resistirse tampoco, Judith obedeció inmediatamente a su hijo, que ya comenzaba a parecerse a su hermano Jonathan, en el modo agresivo de tratarla en la cama.
El chico se apresuró a desajustarse el cinturón del pantalón, se lo desabotonó y bajó la bragueta y el pantalón cayó de inmediato. Acto seguido todo fue cuestión de liberar a su verga del calzoncillo, para que su grueso pene le pegue en la cara a su madre.
- ¡Fijate si también podés hablarle a mi bicho! Le dijo él y se la empujó hasta la mitad, adentro de su boca.
- ¡Aaaahhh, guack, aaaaggggg, guack, aaaaaagggggg, guack!. Comienza a atragantarse ella con cada profunda entrada de su hijo.
- ¿Y? ¿No era que la extrañabas, o solo tu concha la extraño? Le decía él mientras trataba de metérsela toda en la boca.
- ¡Aaaagggg, mmmmmmhhhh, guack, mmmmmmhhhh, guack! Mamaba y se atragantaba ella hasta las arcadas.
- ¡Aaaaaaahhhhh, grandísima perra, vamos la quiero sentir llegar bien adentro, aaaaaaahhhhh! Gemía y le decía casi a gritos su hijo cuando lograba introducirle la cabeza del pene en la entrada de la estrecha garganta de la pobre Judith, que en esos momentos se esforzaba por no vomitarle la cena encima de la verga a su insistente hijo, quien se empeñaba por llegarle cada vez más adentro.
- ¡Aaaagggg, guack, guack, guack! Eran las arcadas de la mamá que entre toses y eructos le venían al sentirlo llegándole tan adentro de su estrecha garganta.
Así pasaron varios minutos, en los que Ronaldo estuvo varias veces apunto de eyacular en su boca y garganta, mientras que Judith estuvo varias veces a punto de vomitarle la cena en la verga a su hijo Ronaldo.
Entonces el chico la acuesta bocarriba en la cama y la mira unos instantes, mientras ella todavía tosía y jadeaba mientras se recuperaba de las ahogadas que se llevó con tan profundas estocadas de la bien dotada y gruesa verga de su hijo Ronaldo.
Ella tenía algunos lagrimones en las mejillas y algunos mocos fuera de su nariz, el la miraba sonriente con cara de maldito degenerado, mientras por su mente pasaban imágenes de aquella vez que con su hermano Jonathan la habían “secuestrado y violado” en la “cueva de los encuentros” allá en aquella isla que los mantuvo 3 años cómo náufragos cautivos.
Recordó cómo disfrutó verla totalmente vomitada y sucia, ella que era tan limpiecita y pulcra con su imagen, recordó cómo disfrutó verla desfilar frente a ellos completamente desnuda. Ella que era tan recatada y pudorosa. Recordó, cómo disfrutó verla cogiendo cómo una verdadera puta, a ella que era tan conservadora y tradicionalista.
Y todos esos recuerdos, acompañados de muchos pensamientos, lo hizo querer revivir esos momentos.
Entonces se abalanzó sobre ella, y comenzó a comerle la concha con verdadera pasión.
- ¡ Ah, aaaaaaahhhhh, ay si mi amor, vamos, comele bien comida la concha a mami, aaaaaahhhh, aaaayyyyy si mi vida, así mi amor!. Decía Judith entre gemidos, mientras Ronaldo le comía la concha y con un dodo mojado le lubrica el ano.
Así lo siguió haciendo durante unos cuantos minutos, en los que ella se retorcía de placer en la cama, entre fuertes gemidos y algún que otro jadeo.
Conforme pudo ir ganando profundidad en el avance de su dedo en el interior del ano, Ronaldo fue entrando en contacto con la cacona de Judith, y esta fue ensuciando más y más su dedo, hasta meterse la caca debajo de su uña.
El chico siguió chupándole la concha a su madre, y una vez vio lo suficientemente cagado su dedo índice, le metió otro dedo en el culo, mientras seguía comiéndole la concha a su muy excitada madre.
- ¡Aaaaaahhhh, aaaaaaaaahhhhh, mi amor, cómo le comés la conchita a mami, aaaaaaahhhhhh, te amo, te amo, aaaaaaaaaahhhh! Gemía Judith, casi a punto del orgasmo.
Entonces Ronaldo supo que “era el momento”, y repentinamente dejó de chuparle la concha, y se acostó encima de ella y la empezó a besar apasionadamente, a lo que ella totalmente desbordada por la calentura, respondió con la misma efusividad y pasión.
Tras unos instantes de besos desenfrenados, Ronaldo con un rápido movimiento le metió en la boca, sus dedos embadurnados de mierda, a lo que ella al sentir el olor y sabor a su propia caquita, intento desesperadamente luchar con su lengua y sus manos por sacarle los dedos du su boca a Ronaldo.
Tras una breve lucha, ella logra sacárselo de encima y tras toser con todas sus fuerzas y con una tos perruna, la cena de Judith vuele por los aires saliendo de su boca en un vomito repentino que baña a los dos, exitandolo a él, quien le abre las piernas a su mamá, y la penetra hasta los mismísimos huevos.
El chico la bombeaba con todas sus fuerzas, mientras ella todavía tosía hasta vomitar nuevamente en varias ocasiones.
- ¡Aaaaaaahhhh, así sucia de mierda, aaaaaaaahhhhh, si dale vomítate toda cerda asquerosa, aaaaaaaaahhhh, perraa, aaaaaahhhh, perrra cochina, aaaaaaaaaaahhh, ahahahahahahahahaha! Le decía él entre gemidos y jadeos, penetrándola salvajemente, mientras ella tosía y lloraba.
- ¡Ahahahahahaha, aaaaaahhhhhhh, mamá, te quiero preñar, te quiero preñar hija de puta, aaaaaaaaahhhh! Gemía y le decía Ronaldo, penetrándola con todas sus fuerzas.
- ¡Ahahahahahahaha, aaaaaaaaahhhhh, aaaaaaayyyy si preñame hijo, preñame, acá me tenés vomitadita cómo te gusta, preñame hijoooo, ahahahahahahahahaha! Decía Judith jadeando sin parar y untándose el vómito en su cuerpo para excitarlo a su hijo.
Al ver que ella se acercaba al orgasmo, Ronaldo detenía su constante y rápido bombeo, para que tras un breve descanso y recuperación, él volviera a la carga sobre la concha de su madre, haciendo que Judith en pocos minutos estallara en ataques de histeria entre gemidos, aullidos y rápido e incontrolable jadeo, al acercarse nuevamente al orgasmo, momento en el que su hijo volvía a detenerse, solo para disfrutar verla llegar al límite una y otra vez, sin hacerla acabar.
Era ya la cuarta vez que ella se aceleraba al límite, para ya tener su orgasmo final, ya gemía y jadeaba desesperada, incorporando su torso, quedando casi sentada. Lo miraba fijo a los ojos cómo suplicándole que esta vez ya no se detuviera, tenía su boca abierta, jadeándole casi en la cara, babeándose toda y sacando la lengua casi hasta la mitad, con sus ojos muy abiertos, y su pelo totalmente despeinado y algo vomitado, era un excitante asco verla así.
Entonces él decidido a darle el gusto y esta vez hacerla terminar de una vez por todas, quiso tener un final muy excitante para ambos, y con un rápido movimiento le metió tres dedos en la boca, tomándola totalmente por sorpresa. Luchó brevemente con su lengua hasta que los dedos llegaron a su garganta, justo cuando ella empezaba a tener su increíble orgasmo.
- ¡Aaaaooooo, guuuuuuaaaaaack! Gritó y vomitó Judith en medio de su orgasmo.
- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, mamá, aaaaaaaaaaahhhhhh! Gimió él con su orgasmo y recibiendo el vómito de Judith sobre su mano y pecho.
Ellos descansaron unos minutos, y tras cambiar las sabanas vomitadas de la cama, madre e hijo se dieron una ducha juntos antes de dormir.
Ella estaba muy cansada con el largo día que había tenido, y le costaba quedarse dormida, además la cogida que le había propinado su hijo Ronaldo, sinceramente era de campeonato, ella sentía que hacía mucho tiempo no se la cogían así, de una manera que solo Jonathan, o a veces el propio Ronaldo solo era capaz de cogérsela así y dejarla totalmente fulminada y con la sensación de sentir que le latía la concha. Una sensación que con su ex marido (quien la había desvirgado, y con quien fue el único hombre que cogió hasta que le pasó lo que le pasó con sus 4 propios hijos) jamás sintió, y que tuvo que esperar a que sea Jonathan, Ronaldo, o un trío con ellos dos, o una orgía con todos ellos, para sentir lo que sentía en ese momento en la cama y que no la dejaba dormir.
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