Perver (pt.2)
continua la aventura con Ana y estreno a su hija.
Después de aquella experiencia mi actitud fue la misma obviamente tenía diferente perspectiva en el ámbito sexual a las otras personas de mi edad, pero mi libido lo tenía igual antes de experimentar lo de esa vez, era lo de siempre a veces despertaba con una erección y se me bajaba solo, aunque las veces que me quedaba solo había momentos que el switch de perver pasaba a modo (ON) y embestía la cama como si estuviera cogiendo a alguien, me lo estrujaba hasta que me aburria, meses después me entero que Carolina estaba embarazada. El tiempo transcurre casi igual que siempre a excepción que antes la mayor parte del tiempo estaba solo en casa. Luego nace el bebé y lo llaman Carlos.
Luego de tres años regresamos otra vez al mismo pueblo, yo estaba entusiasmado esperando que Ana continuara viviendo allá con esperanza con repetir lo mismo de antes. Una vez que llegamos y nos acomodamos le pregunte a Juana por Ana, aunque aún vivía allí no regresaría como en una semana fue algo decepcionante mas no arruinaría mis vacaciones, por lo menos esta vez tenía un poco más de libertad para salir así que prácticamente me la pasaba casi todo el día en el rio ya que para la playa no me dejaban ir solo y por la noche iba a la plaza y jugaba con los otros chicos, había veces que me daba de besitos con una amiga mientras jugaba el escondite.
Tras pasar semana y media al regresar del rio veo que Ana está en la casa y me saluda con cariño. A los días siguiente cuando veía a Ana me preguntaba si aun pensaba en lo que hicimos o si le interesaba repetirlo ya que no me saba señales de ningún tipo hasta que un día cuando todos fuimos a la playa me pregunta mientras nos bañábamos.
— ¿y las novias? — Entre risas respondí. — nada, no tengo.
— pues no es lo que parece cuando te andas besando con las niñas mientras juegan al escondite.
— ¿quién yo?
— no, yo. Picarón. — mientras yo desviaba la mirada.
— ¿también las toca? — me mira con una sonrisa traviesa. Pero avergonzado con media cara sumergida muevo la cabeza diciendo que no.
— ¿quieres? — y se hace a un lado el bikini mostrándome su negra vagina y se la vuelve a tapar.
Luego de eso se acercó la familia y yo continúe nadando y jugando. Al día siguiente me invitó al río, así que fuimos ella, su hija Auris (6 años) y yo, allí todo transcurría normal hasta que Ana me atrapa — tranquilízate un rato. — me dice mientras me abraza, no opongo ningún tipo de resistencia porque disfrutaba sentir su piel y sus pechos presionándome en la espalda.
Poco después aprovechando que el agua estaba medio turbia cuela una de sus manos hasta tocarme la verga, instantáneamente se me para y me susurra — ¡uy!, está más grande que antes. — no digo nada, solo disfrutaba mientras me manoseaba la verga y buscaba de bajarme el prepucio, pero a los pocos minutos su hija nos interrumpió dado que llegaba más gentes no se pudo hacer más nada. — ¿Por qué no te quedas hoy en mi casa?, así vemos una película o una comiquita ya que ustedes no tienen DIRECTV. — tendré que preguntar a ver si me dejan. Cuando llego la noche luego de haber pedí permiso para ver si podía quedarme a dormir en la casa de Juana y sin preguntar me dijeron que sí. Luego de jugar un rato en la plaza me voy a la casa de Juana con una erección que me daba cada minuto, tras un rato de ver la Tv junto con Auris nos vamos a dormir. La idea inicial era dormir con Ana, pero Auris se antojó de que durmiera con ella para hablar hasta que nos quedáramos dormido, pues para no darle mucha vuelta al asunto me fui a dormir con Auris y cumplió su cometido porque hablamos hasta que nos dormimos.
tras pasar unas cuantas horas mientras dormía plácidamente empecé a sentir que me llamaban y que mi mano estaba mojada hasta que me desperté viendo que era Ana completamente desnuda la que me llamaba entre susurros mientras se frotaba el coño con mi mano, al notar que me había despertado me jala ligeramente para que me levante y me lleva a su cuarto, una vez en su cuarto me baja el pantalón y se me pega como sanguijuela chupando mi pito con fuerza, yo solo suspiraba sintiendo como su boca se comía mi verguita con todo y bolas después se sienta en la cama piernas abiertas dándome la invitación a exquisita cena de medianoche. La lujuria la tenía poseída por como movía las caderas — ay sí que rico, saca bien la lengua. — decía entre jadeos y me estrujaba la cara en su entrepierna, en ese punto tenía todo el rostro mojado posteriormente por fin me da un respiro y se recuesta sin esperar me pongo sobre ella y le meto mi pequeño pero duro penecito desde luego muevo mis caderas y ella se apretaba sus tetas, pero fue algo breve, ella se voltea y saca un verga de goma que tenía bajo la almohada, lo moja un poco en su entrepierna y comienza a masturbarse, la condenada se retorcía disfrutaba que la viera el cómo estiraba su coño con esa verga cosa que me daba algo de celos ya que era incomparable la diferencia de tamaño aun así estaba sumamente excitado, su olor, el sonido que emitía y sus expresiones me encantaba así que por instinto me acerco a su rostro y la comencé a besar como en las películas, obvio que lo hacía terrible ya que lo que hice fue repetir como si le estuviera lamiendo el coño. Todo era un frenesí la manera que nos besábamos y lamia cada rincón de su cuerpo (menos el culo) hasta que de repente se retuerce como loca y deja salir un chorrito de lo que llegue a pensar que era orina. Cuando por fin se calmó y recupero el aliento le pregunté que fue todo eso y me respondió que había llegado al orgasmo, no me había quedado todo claro pero no quise preguntar más, poco después nos quedamos dormidos.
Al día siguiente cuando desperté tenía mi pantalón puesto, cuando fui a comer Ana ya le había dicho a Auris de que me fui a dormir en su cama porque no podía dormir bien en su cama, pero el cómo que no se lo había tomado muy bien por la manera que me trataba, pero para la tarde me hablaba normal. Varios días después una noche cuando varios jugábamos al escondite note que Auris se escondía muchas veces conmigo por lo cual en una donde nos escondimos en un espacio algo estrecho entre la oscuridad y como estábamos uno al lado del otro me dio por darle un beso en la boca — ¿Qué haces? — lo dice sonriente con una vocecita aguda. — no sé, me provocó. ¿no te gustó? — pero ella solo encoge brevemente sus hombros, luego de eso cada vez que nos escondíamos juntos le daba un beso en la boca.
Las cosas con Ana se volvían a repetir cada vez que estaba sola en su casa, aunque varias veces Auris no interrumpió antes de comenzar. En una de esas en la que Auris nos interrumpió pocos minutos después mi papa llama a Ana y nos dicen que ahora volvía, mientras nosotros veíamos la tv en su habitación y Auris comienza a moverse mucho de un lado a otro hasta que dice:
— estoy aburrida, juguemos algo. —
—¿Cómo qué? —
— podemos besarnos. — y dejo que se monte sobre mí, iniciando por simples piquitos hasta que le dije que metiera la lengua y yo hacía lo mismo, inevitablemente empecé a recorrerle todo el cuerpo con mis manos y después de un par de minutos ambos nos quedamos mirando el techo un rato y ella me pregunta.
— ¿quieres que te la mame? — me sorprendió ese ofrecimiento, pero también se me paró.
Sin pensarlo le dije que sí y me bajo un poco el pantalón dejando descubierto mi pequeño mástil, aunque para ella era más que suficiente porque a la primera que se lo metió hasta el fondo le toque la garganta — ¡uf!, sí que sabes — mientras chupaba hasta el fondo una y otra vez, me pasaba la lengua justo en la punta provocando que se me escapara un poco la voz.
— ¿Cómo aprendiste? — pregunto intrigado.
—una película que mama tiene guardada y también se lo hacía a un primo que vino de vacaciones incluso me echaba algo en la boca hasta que se le ponía chiquito otra vez—
—entonces ya viste ese tipo de videos, ¿quieres probar otra cosa? — y asiente con la cabeza, impacientemente la sujeto por la cadera la bajo de la cama y hago que se incline hacia esta posteriormente le bajo su pantaloncito y sus pantys dejando al descubierto su tierno culito y jugosita vulvita negra, pero al abrirla contrastaba un lindo rosa aun tocándola y pasándole mis babosas manos ella se mantenía callada pero cuando siente mi verga en su vulvita rápidamente se voltea.
—¡no así no, por ahí duele! —
—vamos no seas así, solo duele una vez — y la coloco nuevamente en posición, al principio solo metía un poco, pero sentir como apretaba y lo calientito que estaba me hiso darle una buena embestida que instantáneamente se puso a llorar. —vamos, no llores —, le decía todo asustado aun así no sacaba mi pene de ella, es que se sentía mejor que la de su madre ya que a diferencia a la de Ana la de Auris apretaba mi pequeña verga. Sin poderla calmar salgo de ella y para mi sorpresa es que había sangre, en ese momento Ana entra de golpe.
—¡muchacho del coño que mierda has hecho! — rápidamente me subo el pantalón y me voy corriendo.
Horas después Ana me busca a la casa y me habla en privado.
—¿no te podías aguantar?, que terminaste cogiendo a mi hija —
—es que ella empezó —
—por dios Marcos es una niña de 6 años, es muy pequeña y aun así le quitaste su virginidad—
—pensé que ya no lo era —
—¿Cómo pudiste pensar eso? —, pero no pude responder nada.
—bueno lo hecho hecho esta, pero no vuelvas a tocarla, en cuanto a tu castigo mañana te diré — luego se fue, lo del castigo me tenía ansioso, pero era mejor a que mi papa se enterara.
Uff Rico relato me calentó espero tengas más historias con ellas saludos