Pitufina conoce una verga, la prueba y le gusta – Parte II
Siguiendo con lo acontecido con la Pitufina, la hija de la amiga de mi hija, vuelco aquí la continuación de lo que fue toda una revelación con esta niña. Ya había demostrado saber cerrar la boca y que en lo sexual estaba dispuesta a experimentar..
Luego de esa noche en que la Pitufina no solo probó la puntita de mi verga en su colita, y que me mamó la verga hasta sacarme la leche, pasaron como dos meses en que no volví a ver a la niña. Tampoco a su madre. Para mi suerte, mi hija llegó de viaje camino al sur y obviamente esa noche se realizó juntada en casa. Llegó su amiga con la Pitufina. Realmente se la ve más grande, pegó un lindo estirón, no solo está más alta si no que también más rellenita. Al verla entrar ya la verga comenzó a ponerse dura. Es que me atraen sobre manera las nenas de entre 8 a 10 años. Están en una edad en donde la inocencia todavía no la perdieron pero ya sus hormonas de mujercita comienzan a manifestarse, y son presa fácil de quienes se le acerquen con no tan buenas intenciones. Como por ejemplo, yo.
La nena al verme corrió a mi encuentro y saltó literalmente a mis brazos subiéndose a upa mío. Mis manos cayeron justo sobre sus nalguitas, que ya se notaban más rellenitas que la otra vez. Ella pícaramente sonrió y se apretó a mi cuello. Luego de los saludos inmediatamente Pitufina solicitó que quería jugar en la compu. Como ya la otra vez había estado conmigo, la madre le dijo que si el abuelo quería, que podía ir. Yo no me negué, al contrario, enseguida subimos a la planta alta con la nena mientras mi hija, con la madre de la Pitu y mi esposa se fueron a la cocina a charlar cosas de mujeres.
Ni bien me senté frente a la compu la nena se sentó sobre mi falda, lo bueno es que la madre siempre la viste con polleritas con lo cual facilita las cosas. AL venir a sentarse la nena aproveché y me bajé el jogging y el calzoncillo sin que la chiquita me viera hacerlo, pero cuando se sentó mi verga a cuero pelado le quedó bien incrustada entre las nalgas. La Pitufina rápidamente identificó que era lo duro que tenía en su trasero, por lo que estiró la mano hacia atrás y tomó el tronco de mi verga y comenzó a apretarlo y a acariciarlo, mientras movía su culito de un lado a otro. Si bien la pollerita la tenía prácticamente a la altura de la cintura todavía tenía su calzón puesto, lo que no permitía el contacto directo con sus carnes íntimas. Por lo que procedí a corrérselo hacia un lado y ahí sí ya la verga quedó en contacto con su ano. Debo reconocer que la tipa muy fresca se acomodó con la punta de la pija en la puerta de su culito, con mis manos abrí un poco sus nalgas para darle lugar a mi pija y untando con saliva un par de dedos, comencé a dedearle su arito trasero, ella se quedaba quietecita ,mientras miraba una película de dibujitos en la PC. Pronto ya tenía dos dedos dentro de su ano. Se la notaba suspirar fuerte, su piel tenía un tono rosado, propio de la excitación que la nena estaba sobre llevando producto de mi verga y los dedos en el culito. De a ratos se da vuelta y me sonríe, cómplice Ella. Le gusta lo que le hago y eso me pone más caliente todavía. Tengo la pija dura como un riel de ferrocarril. Unto saliva en la cabeza de mi poronga y le pongo mucha saliva a su arito. Le apoyo la punta y tomándola de la cadera fuerzo el contacto y comienzo a meter la cabeza de mi verga en su culito, ella gime despacito pero no se sale de encima, todo esto con el miedo de que alguna de las mujeres subiera a ver como estamos. Cuesta mucho, su agujerito es muy estrecho, en realidad es chiquito para permitir que mi verga entre, pero de a poquito desaparece media cabeza, un calor intenso abraza el glande, le abro bien los cachetes e insisto con la presión y de pronto su esfínter permite que toda la cabeza entre a su túnel trasero, se le escapa un gemido más fuerte, se mueve un poquito y se sale la tripa, queda justo acomodada entre sus piernas, lo que la ubica bien centrada a su vagina. Le abro las piernas y con las manos separo sus labios vaginales, su conchita está babosa por la excitación, le ubico la pija en medio de sus pequeños labios y la obligo a sentarse un poco mejor con lo que la tripa comienza a entrarle, obviamente que no quiero romper su himen, ni lastimarla pero el morbo de tener la verga en una vagina tan pequeña y sin uso, es tremendo, estoy tan excitado que estoy por acabar, se la saco y hago que la Pitufina se baje de encima mío, se arrodille entre mis piernas y con sus manitos tome mi badajo y proceda a darme una buena mamada, como la otra vez, pero esta vez ya lo hace mejor y sabe que esperar, mama y chupa hasta que no aguanto más y le lleno la boca de semen, el cual la nena traga todo. Luego sonríe, y con los calzones a media pierna se va caminando al baño a lavarse y vestirse. Todo esto sin emitir palabra alguna. Ya llegará el momento de poseer todos sus orificios completamente. Por lo pronto vuelve la Pitu sonriente y me dice que le gusta mucho cuando jugamos, que las cosquillas que siente cuando la toco nunca las siente en otro momento. Y sin volver a hablar, se vuelve a subir a mi falda y se pone a jugar en la PC. A los cinco minutos sentimos los pasos de mi esposa que viene a ver que estamos haciendo. La nena sonríe y le dice que el abuelo la ayuda a jugar. Mi esposa se va convencida que soy el mejor abuelo del mundo. Si supiera la verdad.
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