Por necesidad IV

Seguimo con las anécdotas .

A medida que iba pasando los días, mi tío y mi hermana iban siendo más apegado, pero discretos. No pude volver a verlo y confirmar si se la estaba cogiendo. Pero algo me decía que si, sabían mantener el

Secreto para que no yo ni

Mamá nos enteremos o los descubramos.

Pero un día llegue del colegio, y mi tío y mi vieja discutian en la habitación de ella, mi hermana no estaba, se había ido al colegio. al parecer mamá no había ido a trabajar ese día, se  escuchaban los gritos, mi vieja le reclamaba algo a

Mi tio. Nose si lo estaba acusando de robarle plata o nose que pero la pelea se estaba tornando caliente.

De pronto escuché como golpeaban la pared, me asomé con miedo y mi tio la tenía a mí vieja aplastándole la cara contra la pared.

Mi tio estaba sin remera con un shot de futbol, y mi vieja con una cslza y musculosas.  Él la insultaba y le decía que era una puta, una yegua por acusarlo de robarle. Y mi vieja lo amenazaba con denunciarlos para que vuelva a la cárcel.

Ese le repetía en la cara que era un hija de puta, si era capaz de hacer eso a su propio hermano.

La empujó contra la cama, mi vieja cayó boca a abajo, con el culo en parado. Mi tío se quedó ahi parado viendo la pose en la cual mi vieja estaba.

— así que me vas a denunciar por algo que no hice!? Hija de puta.. ahora vas a ver… si me denuncias ahora..

Le agarro el elástico de la calza y se lo bajo de un tirón, dejando el culo de mi vieja a la vista.

— salí hijo d puta!!  Salio!!!

Le gritaba ella, moviéndose para safar de esa situación.

— ahora te voy a dar motivos para denúnciame forra…

Le dijo mientras pelaba su verga y se le metía por la cocnha. Mi mamá pataleaba pero poco podía hacer a te el sometimiento de él.

Su culo aplaudía, mientras él entraba y salía de su hermana. Mama mordió la sábana, tratando de aguantar esas embestidas que venían en seco.

— toma hija d puta.. tomas esto querías no puta de mierda… ahhh tomaaa…

Le repetía mientras se movía con más intensidad que antes. Su mano le apretaba la cabeza contra el colchón, casi como asfixiandola contra este. No dejo de moverse hasta que acabo.

Se quedó ahí quieto inmóvil, por unos instantes, hasta que la soltó.

Mamá quedó ahí con el culo al aire, rojo por las envestías y el forcejeo, con la concha escupiendo la leche de su hermano.

Mi tío se subió el short y salió disparado de la habitación, yo corrí a la mía para que no me viera.

Junto la poca ropa que tenía en un bolso viejo, se puso la remera y se fue con su moto.

Salí de la habitación y mi mamá estaba todavía tirada en la cama, con la calza abajo, llorando. No pude resistir verla así de rota, era la primera vez que la veía llorar.

Así que me acerqué y la abracé, ella primero se asustó pensando que era mi tío, pero cuando me vio nos fundimos en un abrazo como hacía tiempo no nos dábamos.

No tenía fuerza para seguir, así que nos acostamos abrazados, y ella se quedó dormida en mis brazos, hasta que llegó mi hermana.

Mi hermana al ver que las cosas del tío ya no estaba, le preguntó a mamá que había pasado, pero no dijo nada. Solo que el tío encontró un lugar para vivir y que no iba a regresar. Noté la mirada triste de mi hermana, al parecer algún tipo de vínculo se había desarrollado entre los dos. Pero que por ahora estaría en pausa.