Poseer una buena verga, suele traer problemas – Parte I

Es cierto, no todas las mujeres se bancan una pija contundente como la mía, y eso me trajo un problemón. Primero se entusiasman, se hacen toda la película y cuando se la estás metiendo ya no les parece tan buena idea..
Esto que voy a contar, no es ficción. Es la triste realidad de lo que me pasó desde que tengo 15 años, y que hoy me genera vuelta a vuelta algún problema. Gracias a Dios ninguno legal. Pero siguen siendo problemas que acompañan y a veces preocupan demás.

Nací y me crié en un pequeño pueblo de montaña, hoy en día tiene unos 4000 habitantes, por lo que generalmente nos conocemos todos. Y si llega un nuevo habitante a la semana ya se conoce la historia del mismo y que vino a hacer. Digo esto para que entiendan la magnitud de mis problemas. Alguno lo tomará a risa, o sentirá algo de envidia, pero realmente es bastante incordioso.

Ya de pequeño se notaba la gran diferencia de tamaño de pene entre mi hermano y yo. El es cuatro años mayor que yo, por lo que la debería tener mas grande, pero no. A mis 10 años ya le llevaba como 8 cms de largo, y ni hablar del grosor. Hoy a mis 22 años, tengo un miembro que mide 28cms de largo por 8,5 de lomo, llegando a 10cms en la base del tronco. De hecho los profilácticos tamaño extra-extra grandes apenas me cubren 3/4 partes del miembro, y apenas pasan por sobre la cabeza de mi falo.

Algunos dirán, que mentiroso, les puedo asegurar que es cierto y que esas son las medidas de mi miembro. Mi primer experiencia sexual no fue precisamente con una mujer, si no con un compañero de colegio a los 12 años, en un campamento que hicimos en la montaña, descubrió el tamaño de mi verga, y a la noche se vino a mi carpa, me agarró medio dormido y cuando me desperté me estaba dando una mamada genial, luego sacó un tubo de lubricante, se embadurnó el culo, llenó mi palo de gel y me pidió que se la metiera, y que si el pedía que se la sacara, no le hiciera caso, que lo cojiera con fuerza y se la metiera toda. La calentura pudo más, me puse detrás de El que estaba en cuatro patas y sin miramientos y sin experiencia previa se la empecé a meter, el empezó a gemir, su culo apretaba mi pija tremendamente, el gemía y pedía más, iba por la mitad de la verga dentro suyo y empezó a pedir que se la sacara, que era muy gruesa, yo nada, seguí empujando hasta que mis huevos tocaron sus cachetes, para eso tenía toda la pija enterrada en ese caliente túnel, El lloraba, no se podía mover de lo empalado que estaba, de a poquito comenzó a moverse, lentamente a ir y venir por mi pija, su culo estaba totalmente estirado, el se abría las nalgas para permitir mejor que le entrara, estuvimos así como 15 minutos, ya después de un ratito, su culo relajado y adaptado al grosor de mi verga, era una delicia, se movía sacándolo todo y enterrándosela toda, de repente se agitó y de su miembro erectado comenzaron a salir chorros de semen, al ver eso yo me excité más y le llené el culo de leche, tremenda acabada. No me dejaba sacársela, al fin mi pija perdió tamaño y el lentamente se la sacó, el agujero de su culo parecía un caño de cloaca, es más, había algunos hilitos de sangre en mi verga, señal de que lo había lastimado, pero el sonreía feliz, me da un beso y me dice, cuando quieras, aquí tienes carnecita disponible, y se fue medio rengueando para su carpa.

A partir de ese día, no me lo podía sacar de encima, quería a toda costa que lo volviéramos a hacer. Yo no me sentía cómodo con eso. Y el drama comenzó cuando por desdén, mi amiguito puto le contó a todo el mundo que yo lo había cojido y que tengo una verga como un caballo.