Posición de [Alas de Hadas] y [el cuerno del unicornio] – con Erika de 5 años, la hijita de un amigo.

Anécdotas de Balizas – Erika, la hijita de 5 años de un amigo con la que comenzamos a descubrir nuevos juegos. Intento que la podrás sentir al leer este relato. ¿Te explico como?.
 Erika, la hijita de un amigo

Era una mañana previa al verano muy calurosa, en las costas uruguayas de Balizas, la temporada de turismo aún no comenzaba. Esos días estaba el mar con mucho viento y el romper de las olas era algo furioso con un rugir constante.

Erika de 5 años  y yo estábamos pasando unos días de verano en casa de su padre, Carlos, mi mejor amigo en su casita de playa.

Cuatro o seis veces al año voy a llevarle dinero de las ventas de su trabajo. El es algo ermitaño, un artista, pintor, dibujante, escritor, escultor.

Llegue a visitarlo como casi todos los veranos en su humilde cabañita escondida entre las dunas y junto al borde de un arroyo que desemboca al mar. Pero me encontré que estaba también con su pequeña hija.

Es más, ni sabía que tenía una hijita. Esta mañana, estaba cuidando de Erika, estábamos ella y yo solos.

Ella descansaba en su camita improvisada dentro de la pequeña cabaña, yo me estaba preparando el desayuno.
Mientras, Carlos había salido muy temprano en cuatriciclo por las dunas acortando camino para llegar a la parada del bus en la ruta, así hacer las compras hasta el Chuí, una ciudad fronteriza con Brasil donde los precios son muy bajos.

Era muy erótico para mi, ver a Eríka despatarrada en la cama solo en braguitas llena de redondeces sensuales.

La pija se me puso a mil, mis recuerdos con otras nenas comenzaron a venir a mi mente.Creo que saber que estábamos solos, en una duna algo apartada de todos, junto al mar, me erotizaba aún más.

Hacía muchos años que no estaba a solas con una nena, en esta condición, ya habrían pasado algo más de 8 años que había podido interactuar con alguna nena.

Solos, casi desnudita.

Me parecía ver alguna manchita de flujito húmedo de su conchita atravesándole los calzoncitos.

Me fui acercando sin hacer ruido para ver de cerca.

Me arrodille junto a su camita para mirarle la braguita en la zona de su conchita.

Fue inevitable sacar la verga para pajearme por ella a su lado.

Ella dormía boca abajo con una pierna casi flexionada.

Podía ver perfecto el área de su tajito. Arrimaba mi nariz y me inundaba sus feromonas sexuales infantiles que emanaban de su conchita.

Con cuidado de despertarla pasaba el dedo sobre sus bragas tocando el surco de su vulva. Con mucho cuidado tomé El elástico de la entrepierna de sus calzoncitos.

Pude verle ese hermoso surco que desbordaba de sexualidad infantil, estéticamente perfecto, hermoso.

Habían pasado mas de unos 10 minutos de pajearme a su lado mientras ella dormía.

No me había dado cuenta que mi verga babeante estaba haciendo ruido mientras me pajeaba a su lado. Ella se da vuelta diciéndome
¿que estas haciendo?
Apenas alcanzo a esconder mi verga, pero creo que ella supo que era lo que hacía. y se hizo la distraída y como que no entendió.

Tampoco creo que haya estado dormida y supo desde un principio que estuve a su lado pajeandome.

Enseguida ese evento quedó en la nada y ella salió de su camita.

Erika me acompañaba por toda la cabaña en braguitas mientras ella buscaba su bañador, yo trataba de no mirarla, me giré y vi a Erika de espalda, en braguitas, tuve una vez más una erección instantánea al ver sus nalguitas y su espalda angelical desnudita.

Me acerque suavemente por detrás a ella, diciendo que la ayudaría.

Puse mis manos sobre sus hombros, y apoyé suavemente mi verga muy parada en su espalda.

Le pregunté arbitrariamente que color era el bañador que buscábamos, mientras, apoyaba  mejor su espalda sobre mi verga tomándola de los hombros.

«Celeste», dijo ella.

después de algunos segundos  me preguntó:

«que me estás haciendo?»
«Nada»
«¿Porqué te apoyas así en mi espalda?»
«Es solo un juego secreto para hacer una nena con un hombre… Se llama (Alas de Hada), aquí donde te apoyo, si sientes agradable es como se siente tener alas de hadas. ¿Lo sientes agradable? «
«Sí, un poco agradable se siente»

Nos quedamos en silencio por algunos segundos y quietos en esa posición  con mi verga totalmente parada haciéndola palpitar para que la sienta. Cuando preguntó:

¿Donde está papá?
Le dije que había salido para viajar hasta el Chuí…

Ella enseguida dijo:

Ahhh… Estará todo el día fuera.

Me dí cuenta que ella se estaba asegurando que el padre no esté por ahí.

«Quien te enseño este juego»
«Me lo enseñó una amiguita que también tiene 5 años como tú. Cuando nos quedamos solos ella viene a mi lado para que yo me apoye y le haga crecer alas de Hadas… A ella también le gusta que le haga esto….»

Baje suavemente mis manos dejandolas sobre sus pezoncitos infantiles.

Se los acariciaba suavemente cuando  le empecé a decir que sus tetitas eran hermosas,  no dijo nada, después de un largo rato le pregunté si le gustaba que le haga eso en las tetitas.

Ella solo sonrió picara y me dijo:

«No voy a decirte si me gusta que me hagas eso»

Me dí cuenta que ella mentalmente estaba predispuesta al contacto físico, y al estímulo.

Flexione mis rodillas para poder apoyar mi verga en sus nalguitas, le di un abrazo desde atrás oliendo su pelo y a la vez besando su cuello y su nuca, mientras le acariciaba su pancita y su caderita, apretándola sus nalguitas sobre mi verga.

Ella estaba relajada y se dejaba hacer como si eso no fuera nada que la incomodara, por lo contrario, su respiración me estaba dando un claro mensaje que se estaba calentando.

Me animé cada vez más a hacerle microtocamientos, algo como apenas tocar, casi por descuido, dejar la mano o la punta de un dedo casi tocando sin que sea un tocamiento.

Cuando noté que su respiración cada ves era más intensa y rítmica, sincronicé mi respiración  con la de ella, entrando en una suave y sutil ondulación de nuestros cuerpos moviéndose al unísono de la respiración.

Mi mano ya estaba sobre su pubis, con sutiles movimientos acompasados, mi verga se frotaba sutilmente en sus nalguitas.

Le dije que mi amiguita me había enseñado un juego de Hadas y princesas que cabalgaban en unicornios.

Quieres cabalgar sobre un unicornio que tiene un cuerno mágico que te hace sentir muchas mariposas por todo tu cuerpito, principalmente por aquí le dije tocandole con toda la palma de mi mano y pasándosela por el abdomen bajando y metiéndose entre las piernitas y buscando hacerle algo de presión sobre su clítoris.

Ella sintió como una electricidad en todo su cuerpo y se retorció riendo un poco diciendo que le hice cosquillas.
Sin esperar respuesta le pregunté si quería jugar a cabalgar sobre mis piernas, pero ya estaba tomándola en mis brazos para hacerlo.

Ella dijo que sí.

La cargue en mis brazos y la lleve con migo hasta el sofá, me senté y la guié para que se sentara sobre mis piernas a caballito mirándome.

Ella tenía al aire sus pequeños y preciosos pezoncitos infantiles. Le decía que ella era hermosa.

acariciaba con mis manos sus pezoncitos infantiles, recorría todo su torso desnudo, mientras ya me movía sinuosamente.entre sus piernitas. Aun su conchita no había hecho contacto con mi verga.

Dirigí mis manos hacia su pequeño pero respingón trasero,lo acariciaba tomandola de la caderíta e invitandola venir más juntos para juntar su conchita con mi verga.

Ella entendió muy rápido mi intención y colaboró, su conchita y mi verga quedaron en la posición justa.

Haciéndole un relato que ella era una princesa que cabalgaba en un hermoso unicornio.

Tomándola de su caderita comenzamos a movernos.

Ella encontraba muy divertido ese movimiento.

Pero no tardó en que su carita demostrara que estaba empezando a gozar mi verga frotarse en su conchita.

Fui improvisando relatos al borde de lo  erótico si ser explícitos, llenos de dobles sentidos, relatos de hadas y princesas que todas querían sentarse en el cuerno del unicornio, que en algunos forcejeos el cuerno se le metía adentro de sus vaginitas.

Después de un buen rato de frotarnos ella ya estaba muy caliente y disfrutando de mi verga en su conchita, su orgasmo ya no estaba lejos.

Era el momento oportuno, me paré con ella en mis brazos, la dejé paradita en el sofá.

Tomé de ambos lados el elástico de su braguita y le pregunté si quería que se la saque para ponerse su traje de baño que aun no habíamos encontrado.

La intención era desnudarle.

Ella solo se encogió de hombros, y yo tomé eso como una autorización de dejarla desnudita por completo.

pero mientras se la sacaba, ella dijo:

«Vamos a seguir jugando a la princesa»
«¡que buena idea!» le dije «Vamos a jugar un poquito más y después buscamos el traje de baño»

La dejé totalmente desnudita y pude ver que había lubricado mucho su conchita. había mojado toda la telita de la entrepierna de las bragas.

Le dije que yo jugaría en bóxer mientras me sacaba el short de jean cortado porque le podía hacer doler con ese short que tenía la tela muy dura.

Sus ojos se clavaron en ver mi verga parada en mi bóxer.

Me estaba por sentar y ella ya estaba buscando montarse sobre mí

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Ella solita comenzó a frotar furiosamente su conchita sobre mi verga y sus ojitos miraban mi verga debajo de mi bóxer.

Le dije que me acomodaría un poco y metí mi mano dentro de mi boxer dejandole ver que me acomodaba mi verga diciendo que acomodaríamos el cuerno del unicornio para que ella pueda cabalgar mejor.

Después le enseñe a ella a montarse bien sobre mi verga para que sienta mas rico dejando mi verga a lo largo de su tajito, le dije que se abra con las manitos sus labios mayores para que mi verga  estimule mejor en el juego.

Como la vi muy caliente frotando su conchita sobre mi verga. me di cuenta que ella ya estaba lista mental y sexualmente para jugar desnudos.

Igualmente le pregunté si ella quería sentir mas rico el juego yo me podía sacar mis bóxer.

Ella esta vez ansiosamente me pidió que me saque todo.

La senté en el sofá y le hice un lindo juego o show con ayuda de sus manitos, sacándome el bóxer y haciendo que descubra mi verga.

Le enseñe a tocarme la verga y pajearme, pero ella estaba muy ansiosa por seguir frotando su conchita en mi verga.

Tomé una toalla y la llevé hasta su camita, me acosté y le dije que me montara sobre el cuerno del unicornio repitiendo lo del cuento.

Cuando mentalmente entró en su fantasía sexual, realmente estaba ella cogiendo tan rico que fue una delicia verla coger, disfrutar tanto de la verga que el solo echo de intentar ponerlo en palabras no haría justicia con el nivel de estética erótica, capaz de ser desarrollada por el hedonismo de una niña de solo 5 años, que gemía con voz de niña y cogía como gata en celo retorciéndose buscando placer en mi verga con actitud de saber que hacía y que quería.

Ponía todo el ímpetu para unir su conchita con mi verga, disfrutarla de una forma tan intensa, que seguramente la energía de la sexualidad de Erika logra entrar como un hechizo a tu mente, mientras lees,  ella te posee y la sientes en tu mente si la dejas entrar, la sentirás que tu imaginación puede superar la realidad.

Sientes que su conchita se plasma en tu mano, que forma un estrecho canal vaginal como el de Erika. Es tan estrecho que no deja entrar tu verga en ese estrecho canal que no quieres dañar, esa conchita estaba tan cerrada que lo más parecido se sentiría como si presionaras  tu glande con tu palma de la mano. Por mas que presionaras y moviese tu mano, no atravesaría tu verga a la palma de tu mano. se sentía igual.

Algún movimiento hace que tu blande quede entre sus labios mayores, pero sus isquiones te impide entrar a su vagina. Se parece mucho a caer desde la palma de tu mano al tajito que forma si unes tu pulgar con tu indice. Inténtalo y la sentirás a ella.

Sí, se ve y se siente como un tajito infantil.

Inténtalo penetrar pero no lo dejes entrar. Es lo más parecido a sentir su tajito cuando ella intentaba meterse mi verga. se que estás sintiendo la intensidad que tenía la energía sexual de Erika, intenta sentirla y verás sus hermosos ojos verdes, cada peca, de su nariz y pómulos,  sus labios carnosos muy rozados al igual que sus pezones, siente que no puedes entrar los isquiones son pu pulgar y tu indice, siente lo estrecho que es y podrás ver su hermoso pelo rizado color naranja intenso.

Aunque no había entrado mi verga en su vagina. En su mente mi verga,  ella se mentalizaba que la tenía totalmente adentro. Tocaba su pansita como si sintiera mi verga totalmente adentro, sus manítos tocaban sus pezoncitos. Sin que le enseñe ella apretaba mi verga con sus dos manítos para frotársela, y formaba una falsa vagina entre su tajo y  sus manos que se sentía como si estuviera dentro de su vagina.

Estábamos en lo mas rico cuando quiso ir a hacer pis.

Regresó y retomamos el juego. pero no tardó en sentir una vez más ganas de mear.Me di cuenta que ella tenía un orgasmo en puerta que no sabía llegar a él y lo confundía con ganas de mear.

Le enseñe a tomarme la verga y que se la ponga en la entradita de la vagina.

y se intente sentar para que le entre mi verga.

Ella descubrió una nueva sensación de placer, a pesar que mi verga no le entraba disfrutaba mucho también de intentar penetrarse con mi verga.

Alternaba frotar su conchita a lo largo de mi verga e intentar meterse la verga adentro.

cuando la vi muy caliente intentándose metér la verga, le enseñe a pedir:

«Cógeme la conchita… méteme la verga….» y cosas así mientras con su manito me agarraba la verga e intentaba meterse.

Ella entró en un estado de mucha calentura y estuvo a punto de tener un orgasmo con la punta de mi verga casi entrando a su vaginita.

Pero al verla tan caliente me hizo eyacular antes a mí.

Toda la leche le estaba entrando en la vaginita.

Ella se sorprendió al sentirse inundada de leche. Todo fue muy rápido, al principio siguió muy intenso queriendo mas verga.

Llevó su manito a su vientre, seguramente sentía mi esperma inundarla, quedó un instante quieta mientras mi verga palpitante seguía eyaculando dentro de ella.

Se paró un poco separando mi verga de su conchita como para ver, cuando unos de los últimos chorros de leche saltó de mi verga y el resto solo chorreaba.

Ella se sorprendió aun más y juntos pudimos ver un tremendo borbotó de leche que le salio de su vaginita infantil y cayó sobre mis huevos.

Al tocar mi eyaculación le dio un poco de asco, y me pidió que la limpie.

Tomé la toalla y nos limpiamos.

Aproveche para verle la vaginita, era muy infantil, aunque tenia una hermosa dilatación vaginal, no era suficiente para que entre mi verga aún.

Su clítoris estaba hermosamente erecto y al tocarlo ella se reía pero gozaba.

Me di cuenta que ella seguía muy caliente y aun yo no había sabido provocar su orgasmo.

Comencé a chuparle la conchita, y sus pezoncitos como si no hubiera mañana.

Por primera vez pude llevarla a un estado de éxtasis muy intenso.

Ella me pedía que parara que se estaba por mear, pero le dije que si quería podía mearse en mi boca porque eran las mariposas y hadas que estaban volando ai adentro y querían salir. pero entre tanto placer en ves de salir minuto a minuto, mi dedo fue entrando con mucha paciencia dentro de su vaginita.

Esto continuó por largo rato hasta que ella pudo dejar de reprimir su orgasmo y estallo en espasmos muy intensos con mi dedo totalmente adentro.

Como la veía muy caliente aun seguí. pase casi toda la mañana chupándole la conchita sacando  uno tras otro orgasmo y mi dedo ya entraba y salia con facilidad.

Ella quedó muy extenuada y decía que quería dormir.

El calor era muy intenso así que le puse una vez mas su braguitas y la llevé hasta el arroyo para refrescarla y nos quedamos en el agua en la sombra de un gran sauce.

Ella se durmió en mis brazos y yo la contuve como si fuera un ángel.

Fue inevitable besarla y chuparle los pezoncitos.

Pasamos largas horas ahí en el agua y ella durmiendo, ese era el mejor lugar para estar en ese día intenso de calor.
Carlos llegó un poco antes de lo que yo estimaba.

Me encontró con su hija dormida en mis brazos casi desnudita, solo en braguitas. pareció no sorprenderle.
Me pidió que me quede así como estaba con ella. El hizo algunos bocetos de dibujos e hizo unos cuantos dibujos y comenzó un cuadro esa tarde. Sin duda le dije tiempo después que ese cuadro había logrado muy buen precio.  Pero no le dije que lo había comprado yo.