PRIMERA VEZ CON MUJER CASADA – Videollamada

Hola! empezaré a contar mis experiencias vividas con mujeres casada y solteras 🙂 .
Hola, me llamo Alejandro, tengo actualmente 33 años y me considero un chico amante del café, de una buena conversación y lógicamente de gustos por las mujeres. Soy peruano, mido 1.75 y soy de contextura gruesa, piel trigueña, mirada profunda y sonrisa cálida. Hace unos años, comencé una etapa de mi vida en la que he disfrutado con algunas chicas solteras y casadas J es por eso que me animé a subir contenido y escribir las experiencias vividas.

Una de las primeras probadas a este mundo, fue con una mujer mayor que yo, por unos 10 años, casada, piel trigueña, ojos grandes, una cintura delgada, cuerpo cuidado en gym, carita delicada y fina (guapa), con unos senos medianos (no eran de otro mundo) pero con una colita muy linda, moldeada en forma de corazón, sobresalía de forma contundente y bajando por unos muslos gruesos producto también del gimnasio, es decir, un cuerpo muy estético y bella… en ese entonces yo tenía 24, así que María (nombre cambiado) bordeaba los 35, con un aspecto de esas mujeres que llevan la sensualidad innata.

Su hijo era uno de mis alumnos, es por eso que nos conocíamos; salíamos a hacer deporte cada fin de semana, siempre iba a recogerlo y aprovechaba en conversar con su mama; al inicio con un “buenos días, ¿Cómo esta?” muy formal, pero poco a poco íbamos teniendo mas tiempo para conversar (aprovechaba en ir 30 min antes y ahí fue contándome su día a día), a veces en la sala de la casa nos poníamos a conversar o sino dentro de mi carro, siempre con una intención amical, hasta que tocábamos temas interesantes como que se sentía sola (porque su marido trabajaba lejos) y muchas veces necesitaba alguien que la escuche o alguien con quien salir a despejar su mente…

Un viernes por la noche, recibo un mensaje por parte de María contándome que su hijo iba a estar fuera el fin de semana y que ella iba a viajar fuera de la ciudad, así que se postergaban las clases (lamentablemente para mi), le respondí agradeciendo el aviso y aproveché en preguntarle como estaba, era ya pasadas las 11pm y justo había salido de la ducha, le comenté eso y ella me respondió que justamente estaba entrando a la ducha y que por favor le espere porque quería seguir conversando conmigo. Solo el decirme eso, ya había generado una ligera erección imaginándola desnuda como yo… Pasaron unos 20 minutos y me escribe, diciéndome que terminó de ducharse, yo ya no quería perder tiempo y le escribí el típico mensaje que “no le creía” y me mando una primera foto; en que estaba con toalla en el marco de la ducha (diciéndome, que si debería creerle), yo ya tenía mi erección notable entre mi sabanas ya que la estuve esperando; y mandé el siguiente mensaje “que bien se te ve”; y ella respondió agradecida y diciéndome que si quería ver mas, solo teníamos que  hacer una videollamada.

Mi pene ya estaba palpitando de la erección que tenía en ese momento, y empecé a recordar que su presencia siempre lograba capturar mi atención, ya fuera cuando iba a recoger a su hijo, siempre se presentaba con sus leggins ceñidos o esas faldas deportivas que dejaban entrever la curvatura perfecta de sus muslos. Había algo en su figura, en la forma en que se movía, que despertaba una chispa en mí.

No aguante mas y empezamos la videollamada, ella tapada con su toalla aun, pero intentando sacar otro tema de conversación que no sea el sexo; no podíamos aguantar hasta que ella me dijo que quería ver que tenía puesto, le dije: igual que ella, y así empezamos a mostrarnos nuestras partes íntimas, ella me pedía que me masturbe imaginando que ella era la que lo hacía, y empezó a masturbarse también, estábamos haciéndolo a la misma vez.

Le confesé que la pensaba cada fin de semana, que su imagen se había quedado grabada en mi mente, y cómo me atraía su forma de ser, tan sexy. Ella, con una sonrisa traviesa, me confesó que sentía lo mismo, que había momentos en que se imaginaba cerca de mí, compartiendo algo más allá de nuestras palabras. A través de la pantalla, la vi acomodarse, su figura quedando perfectamente iluminada por la luz tenue, sus movimientos lentos, como si quisiera que cada gesto quedara grabado en mi memoria. La distancia entre nosotros, a pesar de ser física, no hacía sino aumentar la carga de deseo que ambos sentíamos, creando una atmósfera cargada de morbo.

Ella ya estaba metiéndose los dedos en su vagina lubricada, alternando entre 2 y 3 dedos que mojados entraban y salían de una manera más ruda cada vez, se veía que estaba muy caliente al igual que yo; que sin quedarme atrás seguía jalando mi miembro, mostrándole el glande y después ocultándolo mientras me daba una paja magistral en plena videollamada, ella paro y me enseñó una señal, que el primero que se venía tenía que dar aviso para venirse juntos… volvimos a lo “nuestro” y a los minutos ella empezó a gemir con más fuerza, arqueando la espalda en esa silla que estoy seguro que en unos minutos más, parecía romperse; e hizo la señal que se venía y llegaba al éxtasis completo; sin dudarlo me empecé a jalar con más fuerza y lo hice unos segundos después derramando mi leche por todas mis sabanas, exhausto de tanto placer.

Ella con esa piel trigueña, con sudor entre los senos y muy agitada, me agradeció y sin dudarlo me dijo que necesitaba hacerlo y desahogarse; reconoció que era muy activa sexualmente, pero teniendo a su marido lejos no le es fácil… así que le dije que yo estaba dispuesto a complacerla cuando ella quiera, que me encantaba su cuerpo y todo de ella…

María agradecida me mandó un beso y quedamos en descansar esa noche muy agitaba que tuvimos.

Así fue el inicio de hacerlo con una mujer casada con muchas ganas de tener sexo… espero que haya sido de su agrado la lectura, fue una confesión verídica; y espero recibir comentarios positivos al respecto, puedes mandarme notas para mejorar, podemos charlar y lógicamente evidencias. (alejo.lizarraga80 en gmail)

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