problemillas de recien casados
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por 1renco1.
Otro pleito mas, ya eran mas de tres meses de pleito por la misma razón, el no entendía que mi pudor no me permitía aceptar sus proposiciones aunque fuese mi marido;
Y es que la formación que tenia al provenir de una familia altamente conservadora, había inculcado en mi ser algunas cosas de lo mas normales como si fuesen tabúes; él era un depravado sexual, (para mi suerte ) pues de no ser así no hubiera vivido los primeros cinco días mas felices de mi vida en mi matrimonio pues mi madre solo me vivía diciendo: ¡que si es malo esto¡ ….
Que lo otro no se debe hacer; en fin trataba de mantenerme alejada de todo lo que es sexo.
Y ya hasta me había hecho creer que el sexo es solo para procrear o sea para perpetuar la especie, por suerte conocí al depravado de mi marido.
Hasta pocas horas antes de mi boda mi madre me decía que no debía agarrársela, que nada de mamaditas, que solo era penetración y nada mas (ahora comprendo la razón porque papa se perdía de vez en cuando y venían rumores a la casa diciendo que andaba donde “las mujeres malas”) ayy pobre mama.
Fue una suerte que no solo contara con la información de mi madre, sino también de mis amiguitas que aunque no eran unas expertas manejaban información mas real de la vida; y fue gracias a esta información que no desperdicie mi noche de bodas.
la dichosa noche iba yo hecha un manojo de nervios (me había conservado virgen para ese día) pero como les conté mi marido es un depravado y supo manejar muy bien la situación ya una vez en la habitación de pie junto a la cama empezó a besarme tiernamente en los labios su lengua hurgaba todos los rincones de mi boca causándome deliciosas sensaciones sus manos recorrían mi cuerpo delicadamente por encima de la ropa, pasó de mi boca, al cuello provocándome un delicioso escalofrió que recorrió todo mi ser .
seguía los consejos de mis amigas de “dejarme hacer y hacer lo que me pida”, con no se que mano empezó a bajar el cierre del vestido que llegaba hasta donde empieza la raya de mi no tan pequeña colita, aprovechando esto para meter su mano por ahí, eso para mi era altamente morboso, pero también riquísimo esas expertas manos dándole un tratamiento especial a mi trasero directo piel con piel (había metido sus manos por debajo de mi prenda interior ) la dirigió entre mis dos solidas redondeces justo en el canal que forman estas y siguió en dirección de mi agujerito trasero, al sentir su dedo presionar y moverse en mi esfínter la planta de los pies me hormigueaba agradablemente, me abrace mas fuerte a él y aun mas cuando sentí su bulto a la altura de mis ingles, mi sexo estaba totalmente mojado sentía que me hervía, con la otra mano se ayudo para sacarme el vestido por completo, en esto deben reconocer mi abundante colaboración, me quite el sostén y se me pego como becerro hambriento a mis pechos esto hizo que otro temblor me recorriera de pies a cabeza mientras me chupaba los pechos no dejaba de magrearme las nalgas, las separaba trataba de meter su dedito por ahí, me desesperaba me volvía loca, por instinto apretaba el esfínter pero la verdad era que quería que me lo metiera, (de un solo tajo cayeron las enseñanzas de mama), esto que estaba sintiendo si que era vida, me terminó de quitar el calzón e inmediatamente me empujó a la cama donde caí boca arriba él se acercó besándome las rodillas subiendo con su boca por la parte interna de mis muslos mas y mas hacia arriba hacia mi ardiente cosita,
pasó toda la lengua desde mi ano hasta mi monte de venus para inmediatamente succionar mi botoncito del amor que ya estaba totalmente tieso, durísimo, esto me hizo temblar horrores provocándome un descomunal orgasmo que arranco un fuerte grito y un ligero y delicioso desvanecimiento, él no se detenía yo le sostenía de la cabeza como queriendo ahogarlo entre mis piernas, después de unos segundos se retiro y yo no se como hizo pero cuando me fije ya estaba completamente desnudo igual que yo, un pene enorme, brillante, venoso, palpitante, me apuntaba a la cara, esto casi me arranca otro orgasmo sentí mi vagina contraerse violentamente queriendo tenerlo adentro, el me tomo por la nuca halándome hacia su verga dude un poco le bese el ombligo tratando de esquivar la mamada que se avecinaba,
-vamos Julietita esto es lo mas normal del mundo – me dijo-
julieta: mira Alberto ….
Es que no .
no .
se.
Alberto: no tengas dudas esto lo hace todo el mundo y es parte de darnos placer mutuamente
Diciéndome esto ya la punta de su pene me estaba rozando los labios, lo sentía calientito duro pero terso era una tentación abrir la boca para saborearlo pero tenía miedo de que por la emoción me lo metiera hasta la garganta, así es que lo tome rodeándole con mi mano a la altura de la cintura que formaba su cabeza para que solo esta pudiera entrar, ay que delicia sentir un pene caliente y terso en mi boca, succionaba impúdicamente esa pieza caliente, seguí mamando con fruición moviendo la cabeza de atrás para adelante ayudada por Alberto cada vez con mas intensidad con una mano me apoyaba en la cama mientras que con la otra recorría toda la extensión de su aparato, con mi lengua apretaba su pene contra el cielo de mi boca lo exploraba todas la venas desde la mas gruesas hasta la mas delgaditas, las repasaba concienzudamente sin dejar de apoyarme en la cama con la otra mano sopesaba sus testículos, y los movimientos de mi cabeza se hacían mas extensos, ay que locura la tenía casi toda dentro de la boca eso me enervo aun mas
los chorros de líquidos que salían de mi vagina aumentaban exponencialmente , ya mi amor la enhiesta verga que tenía en mi boca empezó a hacerse mas grande, los gemidos de Alberto eran cada vez mas fuertes, yo quería seguir engullendo aquel caramelo cabezón pero el me lo retiró diciéndome ya estas completamente lista, en la medida que se acomodaba entre mis piernas con aquel ariete apuntando hacia la entrada de mi vagina que estaba completamente encharcada, la emoción, la calentura, el miedo de ver semejante aparato dispuesto a partirme en dos mi chochito, hizo ese el momento mas inolvidable, mas lindo, mas hermoso.
puso su cabeza sobres mis labios vaginales, con su mano me la restregaba de arriba para abajo a veces daba un empujoncito sobre mi ojete para después seguir sobres mis labios buscando mi clítoris y remeneándose sobre este.
esto me tenía ya casi a punto de tener mi enésimo orgasmo,
Se centró en la entrada de mi cuevita se reacomodo agarrándome de las nalgas halándome hacia su delicioso miembro la presión aumentaba sobre los labios de mi vagina logrando separarse para dar paso a menos de la mitad de la cabeza, yo resoplaba de deseo me temblaban las piernas, mas presión, mas entra la cabeza en mi y ay, ay ay un ligero dolor se apodera de mi sexo
-calmadita mi amor, calmadita esto solo es un momento para abrir las puertas de la felicidad completa
No atine a responder porque aunque había cierto dolor estaba mas interesada en el tremendo gozo que obtenía, un ligero jalón mas intenso y ayy aooooochhh la barrera de mi himen había desaparecido pero esto fue extremadamente fugaz porque al sentirme invadida por aquel trozo de carne un escalofrió recorrió todo mi cuerpo explotando en el centro de mi cerebro el orgasmo mas brutal experimentado hasta ese momento, se había apoderado de mi me sentí desmadejada de felicidad Alberto se dio cuenta de mi orgasmo y empezó a moverse al comienzo suavecito, lentamente para no hacerme daño y fui yo quien aumentó el ritmo de estos, al moverme buscando una penetración mas profunda en mí, chocaba deliciosamente contra su pubis a cada vez mas velocidad y ahora si me levantaba de las nalgas con mas violencia ensartándome completamente su poderosa herramienta en las entrañas mi cuerpo se convulsionaba en sacudidas descontroladas sentía vibrar mi esfínter mi vagina apretar como queriendo estrangular a su invasor y ooohjhhha aa aa guaaaaaauuumm otro orgasmo mas descomunal que el anterior exploto en mi mientras un potente chorro de leche invadía mi ser, Alberto arremetía con mas fuerza hasta que salió la última gotita de su elixir y bajo gradualmente el ritmo de sus movimientos
Me abrace a mi primer hombre, mi marido, tiernamente me había dado el regalo mas precioso que mujer alguna pueda recibir …la felicidad
Dos o tres minutos abrazados y el aparato de mi marido que había quedado flácido después de la corrida nuevamente se estaba levantando buscando guerra y ya sin esperar ordenes de Alberto me lance a hacerle los honores con mi boca dándole una apoteósica mamada, lo palpaba estaba totalmente tilinte lo apretaba con la yema de los dedos para sentir su poder mi marido me agarro me dio vuelta me puso boca abajo en la cama y sin previo aviso me separo la nalgas dejando expuesto mi hoyito, para después hundiendo su cara entre ellas atacarlo con la lengua y ay dios mío ay dios mío que cosa es esta los estertores de mi cuerpo anunciaron otro orgasmo no esperado
se acomodó me ensalivó todo el agujero trasero quiso meterme su lengua por ahí después metió un dedo después otro, yo estaba fascinada por la ricura que me causaban los dedo moviéndose rítmicamente en mi ano, retiro los dedos de mi culito puso la cabeza de su enorme verga en mi culito sentí pavor cuando en mi mente se recreaba la imagen de aquel descomunal aparato; me dije me lo reventar me lo va rajar me lo va a aflojar por completo y aaggggghhhh ayyyyyyyyyyy ay me estas partiendo ¡eso no alcanza ahí so cabrón,
apenas había entrado la cabeza estirando todos lo pliegues de mi ano, me ardía como si tuviera chile a pesar que estaba totalmente ensalivado, metió un trozo de caliente carne mas, el dolor era intenso ya la tenia clavada hasta la mitad se detuvo un poquito para que mi culito se acostumbrara
Julieta: sos un salvaje me partiste el culo
Alberto :no digas nada todo este tiempo que tuvimos de novios desee esto, es que tienes un trasero tan lindo que sería un pecado no cogerte por ahí
Julieta: si pero me hubieras avisado ese fue un ataque a traición con alevosía y ventaja el que me hiciste
Alberto: si mi amor todo eso, pero es de lo mas delicioso
El dolor y ardor estaban desapareciendo para dar paso a una mezcla de dolor placer que superaba todo la lógica porque quería sentirlo;
Hundió un poco mas su verga en mi culito (ya no tan culito en ese momento pues me lo imaginé como el brocal de un pozo).
Esta vez no proteste por lo que el depravado de mi marido que es un experto me pregunto estoy segura sabiendo la respuesta
Alberto: ¿amor si te duele mucho te la saco, querés que te la saque?
Juleta: desgraciado si me la sacas te mato y por favor métemela toda hasta los ¡huevos! ¡por favor partimelo¡ y las últimas pulgadas de ardiente carne se incrustaron totalmente en mi entrada trasera para inmediatamente moverse frenéticamente dentro de mi , hasta provocarme otro fenomenal orgasmo,
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