Pubertad Corrupta 3
un ardiente día en la playa.
Pt 3
Una semana después ya debía prestarle mi dulce y pervertida hermanita a Luis ya que este me estuvo insistiendo mucho desde que por fin me chupa la verga, pero lo hice esperar un poco más porque como no teníamos un lugar y como Karina era muy rara las veces que llego a ir a la casa de Mariela sobre todo porque prácticamente las viejas chismosas vigilaban a todo lo que le pasara cerca pero un día Mariela tocó a la puerta de la casa e invito a Karina para ir a la playa, mi mamá accedió solo si iba yo y obviamente dije que sí. Rápidamente vi cuales eran las intenciones cuando vi que solo iríamos los cuatros, pero bueno no le di importancia.
De camino ellas hablaban de sus cosas, una vez en la playa ambas niñas mostraron sus trajes de baño en el caso de Karina vestía un one piece de rayas blanco y negro, para Luis fue ligeramente decepcionante, pero para mí estaba bastante bien porque era casi como verla vestida en su leotardo exhibiendo sus lindas piernas en cambio Mariela mostró un sexi bikini totalmente negro.
—¿no crees que es demasiado? —, le dije a Luis mientras veía como el hilo desaparecía entre las nalguitas de Mariela.
—que va, así es mejor no sé por qué te quejas si ya la has visto—, menciona Luis con un tono burlón.
—ok, no diré nada—, estaba ligeramente disgustado por su respuesta. Obviamente me gustaba mucho verla en ese bikini y hacerle de todo, pero por su respuesta no me sorprendería que si alguien le ofreciera dinero por su hermana él se la rentaría sin problemas.
En fin, el tiempo avanzó y las niñas se había bronceado bastante. Luego de un rato le dijimos para explorar la playa aprovechando que no había nadie cerca, tras 5 minutos caminando llegamos a una pequeña playita entre los manglares, al imaginar el motivo de habernos movido a ese sitio alimentó mi cochina mente. Las niñas se meten al agua y nosotros luego de una pequeña conversa Luis llama a Mary:
—¿podrías? —, haciendo un ligero movimiento con la cabeza hacia abajo.
Mary se zambulle y con verle la cara a Luis era más que obvio lo que hacía entretanto viene Karina y me dice al oído, —¿Qué está haciendo? —. —ay, no seas bobita sabes lo que está haciendo—, tomo su mano y lo llevo a mi verga que ya estaba afuera, —¿y si también le damos? —, pero ella se negó, le daba vergüenza que la vieran.
—mejor párate, que me canso de aguantar la respiración—, dice Mariela tras salir del agua.
Luis se levanta y se apoya en un mangle mientras muestra su verga con orgullo.
Yo ya no aguantaba así que me levanté y puse mi verga frente de la cara de Karina —no quiero—, —pero ellos ya saben—, y mientras le punteaba la boca hasta que esta por fin abrió y comenzó a darme una tímida mamada la cual mientras más lo mamaba se le iba pasando la vergüenza haciendo que mejorara. Luego nos Luis y yo nos sentamos en la orilla mientras las niñas lo mamaban un lado de la otra, —así Karina—, le decía Mariela mostrándole sus habilidades. De repente Luis pregunta —¿cambiamos? —, yo afirmé con el hombro, pero Karina pelo los ojos y vi como Mariela la toma del brazo y la lleva frente —adelante chúpala como lo haces con tu hermano—, mientras que Karina casi no ponía resistencia y termino mamándosela a Luis —uy, si niña. No lo haces nada mal—, veía como movía su cabeza de arriba abajo una y otra vez al mismo tiempo que recibía instrucciones de Mariela hasta que Luis no pudo más y se vino en la boca de Karina haciendo que se ahogara un poco.
—ah…, eso no estuvo mal para el tiempo que tiene de mamadora—, menciona Luis todo relajado.
Karina se levanta y se aleja un poco haciéndose bolita, me acerco preguntándole que le sucedía, pero esta me rechaza diciéndome que no le hablara, lamentablemente se había molestado pero lo bueno es que no lloraba así que eso me calmó un poco de repente escucho los jadeos de Mariela.
—¡ajá!, se supone que cambiaríamos un rato y ya te estas cogiendo a tu hermana—.
—no es culpa mía, en ningún momento vi que llamaras—, Luis sonreía de satisfacción, —dale con confianza ahí tiene su boca libre y me harías un favor si se la llenas ahora mismo—. sin esperar me pongo frente de Mariela y estaba con apenas ver mi verga la absorbe, poco después Luis intensifica sus embestidas a su vez los jadeos de Mariela eran más fuertes.
—¡ah…! —, le estaba soltando todo en su boca.
—¿Qué ya? —, Luis me mira mientras continúa bombeando el coño de su puta hermana.
—yo no me había corrido hace rato, pendejo—, entretanto Mariela continuaba jugueteando con mi flácida verga en su boca hasta que se endureció, —la boca de tu hermana es grandiosa, sin mucho esfuerzo me la puso dura otra vez—.
—ay. ya viene, ya viene—, este me echa a un lado toma por la cabeza de Mariela como si fuera un simple juguete masturbador, ver como ella era usada me excito más y sin decir nada la tomo por la cadera y la penetro una y otra vez, su coñito lubricado en su totalidad succionaba mi verga, cada vez que tocaba su útero provocaba empujar más hasta perforarla de pronto sus jadeos se ligaron con el gruñido de Luis, —tsss…., vamos puta trágatelo— hasta que por fin se echa en la arena y teniendo a Mariela solo para mí la pongo en cuatro cara a cara con Karina para que viera la cara de puta extasiada que mostraba su amiga.
En ese momento sentí como Mariela apretó más, —con que te gusta pedazo de perra—.
—ah, ah. Si me encanta, me encanta—, mientras continuaba jadeándole.
—aquí viene—, y rápidamente Luis me dice que no me corra dentro así que lo saco al mismo tiempo le suelto el lechazo en su espalda y hago que me chupe el resto luego se abalanza sobre Karina y la besa en la boca mientras veía como la leche escurría de sus bocas.
—creí que no ibas a querer—, le dice a Karina.
—es que me sorprendiste —.
—no mientas, te lo tragaste con gusto —, y se ríe Mariela, —se lo trago, incluso me chupo la lengua—, nos dice con mientras sonreía.
Luego nos bañamos un poco más hasta que decidimos regresar a casa, ambas estaban exhausta que se quedaron dormidas en todo el recorrido de regreso. Ya en casa Karina comenzó a evitarme que incluso mis padres me preguntaron que sucedía, pero yo le respondí que se molestó porque la estuve fastidiando con una baba y desde entonces no me ha querido hablar —ya luego lo solucionaré, mejor dejemos que se le pase—, para cuando me fui a dormir me puse a pensar un poco de todo lo que he estado haciendo de alguien como yo que le gustaban mayores terminó con niñas muchos menores e incluso a cometer esos actos con mi hermana pero el recordar sus bocas y la pequeña vagina devoradora de Mariela no me dejaría rendirme a probar el fruto de mi hermanita.
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