Queríamos hacer cosas nuevas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos los lectores, somos un matrimonio ya con muchos años de casados, toda una vida juntos, nos conocemos con mi mujer desde que ella tenía 12 años y yo 14.
Manuela, como se llama mi mujer, tiene ahora 58 años, y yo me llamo Francisco, pero me dicen Paco, y tengo 60 años.
Toda una vida juntos nos ha echo entrar en la monotonía de la rutina, ya con Manuela casi ni follamos, nos conocemos del derecho y del revés.
Una noche hablando con mi mujer, le dije que sentiría ella si me viera follando con otra mujer, "lo mismo que tú si me vez a mi follar con otro hombre", me dijo, sin mostrar entusiasmo ninguno.
"Oye, si probamos metiéndonos los cuernos y viendo como tú follas con otro hombre y después tú me vez follar con otra mujer?", le dije, "y para que coño quieres hacer eso?", me dijo, con cara de sorpresa, "para darle vida a esto, que ya no es matrimonio ni nada", le dije, "pero y con quien follarías tú y con quien follaría yo", me dijo Manuela, "no lo se, yo creo que si le decimos a Eduardo, ese hombre que anda con las motos, que varias veces hemos ido a tomar unas cañas con él, yo creo que él no tendría problemas en follarte", le decía a mi mujer, "si, podría ser, pero yo no quiero que me haga esas guarradas que tú me has contado que él te contó que hace con las mujeres, como que me meta la polla por el culo o por la boca, que ni tú, que eres mi marido lo has echo", me decía Manuela, mi mujer, "pero joder, si te dejas follar con él, tienes que follar bien, y dejarte hacer lo que tengan que hacer", le dije un poco mosqueado, "pero y si me duele cuando me la quiera meter en el culo?", me dijo Manuela, "bueno, esperemos a ver que pasa si llega el caso de que te la quiera meter en el culo, tal vez te guste y después me dejes a mi meterla también por el culo", le dije, "eres tan guarro como tu amigo Eduardo", me dijo Manuela, dándome la espalda como para dormir, "estoy deseando verte follar con Eduardo y como te mete la polla por el culo", le dije riendo a mi mujer pasando mi mano por su culo, que la aparto de un manotazo.
Al otro día nos levantamos y mientras tomábamos desayuno, le dije que si seguíamos adelante con la idea, "pero si me la mete por el culo y me duele que la saque, encima que me va a follar me va a hacer doler mi culo", me dijo Manuela, "y si quiere que se la chupes?", le dije, queriendo saber hasta donde podía llegar mi amigo sin que se arme la bronca con mi mujer, "bueno, se la chupo y que agradezca que no se la muerda", me dijo Manuela, recogiendo el servicio del desayuno y yo fui a ver si veía al chaval, que no es tan chaval, ya tiene 55 años, hasta que lo encuentro en la costa del río, ya que nosotros vivimos en un pueblo con muchos montes y ríos.
Nos saludamos y le contaba lo que habíamos hablado con mi mujer y lo que queríamos hacer, "pero Paco, estas seguro que quieres que me folle a tu mujer delante tuyo?", me dijo, "si, y quiero que le metas la polla en la boca y por el culo también", le explicaba a mi amigo.
Eduardo accedió y quedamos para esa misma noche, en casa.
Cuando se lo comenté a mi mujer, vi que se puso nerviosa, vio que no estaba jugando con lo que le había dicho, "y como lo espero, desnuda ya, o dejo que él me desnude?", me preguntaba Manuela, con la voz temblorosa de los nervios, "joder Manuela, como lo vas a esperara desnuda, ponte algo insinuante", le dije, y seguimos hablando y a medida que hablamos ella era como que se relajaba mas, y quedamos que iba a estar con una camisa mía que le queda larga y grande y sin mas nada debajo.
A las siete de la tarde mi mujer se había duchado, y estaba descalza y con mi camisa puesta, sin mas nada debajo, caminando de un lado a otro, yo también estaba nervioso, no sabía como me iba a sentir viendo como otro hombre me follaba la mujer delante mío, pero quería salir de la rutina.
A las siete y media llega Eduardo a casa, se saludan con Manuela con dos besos, cuando yo pensé que Eduardo le iba a besar los morros del principio, Manuela traía bebidas y caminaba delante de mi amigo, agachándose para que le pueda ver sus piernas que para una mujer de sus edad, esta muy buena todavía, yo estaba impaciente a ver que pasaba, hasta que en un momento en que Manuela se agacha, Eduardo mete su mano debajo de la camisa y le acaricia el culo, escuchando el gemido de sorpresa que dio mi mujer cuando sintió la mano del chaval en su culo, pero logrando dominarse siguió así dejando que Eduardo siga con su caricia en sus nalgas, "que hermoso culo tiene tu mujer, Paco", me dijo, levantando la camisa y dejando a Manuela con su culo al aire, que tenía la cara roja de vergüenza digo yo, o de rabia, no lo se, solo se que Manuela seguía agachada dejando que Eduardo le acaricie las nalgas, se las apriete, se las abra, si gimió de gusto cuando Eduardo le hace abrir un poco sus piernas y empezó a jugar con un dedo en el coño de mi mujer, metiéndolo despacio.
Manuela se enderezó, pero no hizo nada por sacar el dedo de mi amigo de su coño, por el contrario, seguía con sus piernas abiertas dejando que Eduardo le meta otro dedo y gimiendo de gusto.
Eduardo se pone de pie y la abraza, quedando la espalda de mi mujer pegada a su pecho, él seguía moviendo sus dedos dentro del coño de Manuela y metió la otra mano dentro de la camisa y empezó a sobarle las tetas, Manuela ya estaba relajada, suspiraba con lo que Eduardo le hacía, le gustaba, a mi se me empezó aponer dura la polla viendo como magreaban a mi mujer y como le gustaba que lo hicieran, "acaricia mi polla", le dijo Eduardo a mi mujer y esta echo la mano para atrás enseguida y se la empezó a acariciar por sobre el pantalón, yo veía la cara de Manuela de como disfrutaba de los dedos metidos en el coño y como le magreaban las tetas, Eduardo le saca los dedos del coño y se veían que estaban muy mojados y me quedé de boca abierta cuando se los mete en su boca y Manuela los chupaba, dejando ahora que mi amigo le empiece a quitar la camisa dejando a mi mujer completamente desnuda frente a nosotros, como empezaron a morrearse, como gemía mi mujer con las manos de Eduardo recorriendo todo su cuerpo, como ella seguía acariciando la polla de mi amigo, como ella sola, sin que nadie se lo pida se fue poniendo de rodillas y le saca la polla del pantalón a Eduardo y veo como la descabeza y se la mete en la boca chupando con deleite, con gusto, con placer, mientras Eduardo movía su cintura y su polla entraba y salía de la boca de mi mujer, los gemidos de Manuela chupando la polla de Eduardo como se sentaba en sus talones para estar mas cómoda, como Eduardo se sentaba en el sillón, y ella lo seguía como perrita sin sacar la polla de su boca y se la siguió chupando, con su culo parado, ya que estaba en cuatro patas, "vamos al dormitorio así la follas", le dije, con mi polla en mi mano acariciándola viendo como mi mujer disfrutaba de la polla de otro hombre.
Manuela se puso en pie y le beso la boca a Eduardo y sin soltar su polla con la mano nos fuimos los tres al dormitorio, donde Manuela se acostó boca arriba de piernas abiertas, dejando que le veamos el coño peludo que tiene, mojado de sus propios jugos vaginales de lo cachonda que estaba y dando un grito de placer cuando Eduardo, sacándose la ropa le empezó a comer el coño con la boca a mi mujer, veía como retorcía su cuerpo de placer a medida que Eduardo le chupaba el coño, "súbete sobre mí y fóllame, mete toda tu polla en mi coño", escucho que Manuela le pedía a mi amigo de lo cachonda que estaba.
Eduardo se termino de quitar la ropa, mientras mi mujer lo esperaba de piernas abierta y levantadas para que le metan la polla y la follen.
La escuchaba gritar de placer a medida que Eduardo metía su polla en el coño de mi mujer y la empezaba a follar, "la quiero toda adentro, bien adentro", le decía mi mujer a Eduardo, envolviendo su cintura con sus piernas para que se la meta toda, yo no podía creer lo que estaba viendo, esa no era mi mujer, esa no era la Manuela que yo siempre conocí, escuchar como gritaba de placer a medida que Eduardo metía y sacaba su polla de su coño, como estaba disfrutando de como la follaba otro hombre, "prueba meterla por el culo, es la primera vez que lo voy a hacer, Paco, cariño, alcánzame la crema de manos por favor", yo no podía creer como mi mujer le pedía a otro hombre que le rompa el culo, como ella misma se lo había ofrecido, como estaba ya en cuatro patas esperando que le lleve la crema, abriendo sus nalgas dejando que mi amigo le unte crema en el ojete y ella solo gemía, yo me ubiqué al costado de Eduardo para ver como le iba a romper el culo a Manuela, "Paco, mi amor, deja que Eduardo me rompa el culo y luego va a ser tuyo siempre que quieras", me dijo con una vez tan dulce, pero se notaba que estaba tan caliente que no le hubiera importado quien se lo fuera a romper, yo estaba viendo el ojete bien apretado de mi Manuela, como Eduardo acomoda la cabeza de su polla contra el ojete de mi mujer y como Mauela empezó a gemir de placer a medida que Eduardo le metía la polla por el culo, estaba viendo como le estaban rompiendo el culo a mi mujer, delante mio, y como la polla de mi amigo desaparecía dentro del culo de Manuela, hasta que sus nalgas quedaron pegadas al cuerpo de Eduardo, el gemido de placer que dio Manuela cuando Eduardo le había metido toda la polla en el culo fue increíble, jamás pensé ni ver ni oír a mi mujer disfrutar dejando que le rompan el culo, "haaaaa, que bien se siente, jamás pensé que se podía disfrutar tanto follando por el culo", decía Manuela con sus nalgas bien abiertas, que ella mismo se estaba abriendo, yo veía la polla de Eduardo entrar y salir del ojete de mi mujer y como Manuela gemía de placer al estar siendo follada por el culo, "ven cariño que si quieres te la chupo a ti, mientras Eduardo me folla el culo", me dijo Manuela viendo como me acariciaba la polla, "haz visto como Eduardo me rompió el culo?, nunca me imagine que me iba a gustar tanto follar por el culo", me dijo Manuela, metiendo mi polla en su boca y mientras Eduardo seguía follando el culo de mi mujer, ella me chupaba la polla a mi, yo veía como Eduardo tenía sus manos apoyadas en las nalgas de mi mujer y se movía para los costados, para adelante y para atrás, Manuela gemía de placer y seguía chupando mi polla.
Esa no era mi Manuela, esa mujer recatada, que todo le parecía mal, que apenas se medio desnudaba para follar conmigo, y ahora estaba completamente desnuda y follando con dos hombres, chupando la polla de su marido y con un amigo follando su culo que recién se lo había roto.
"Eduardo, deja que me folle el culo un poco Paco, y ven que te chupo la polla a ti", le dijo mi mujer a mi amigo, viendo como dejaba de chupar mi polla y como Eduardo sacaba su polla del culo de mi mujer, que estaba un poco manchada de sangre, al igual que el ojete de mi Manuela, y así yo le seguí follando el culo a Manuela mientras Eduardo metía su polla en la boca de mi mujer, que gemía como loca a medida que la seguíamos follando y ella acariciando su coño como loca, gimiendo y pidiendo que nos corramos dentro de ella, mientras ella explotaba en el orgasmo mas grande que le he visto tener, hasta que yo sin poder aguantar mas me empiezo a correr dentro del culo de mi Manuela y Eduardo a llenar su boca de leche, que yo pensé que iba a hacer un escándalo pero no, quedé sorprendido de ver como Eduardo se corría en la boca de mi mujer y ella seguía chupando con mas fuerza, la escuchaba tragar y no lo podía creer, mi mujer tragando semen, la leche de otro hombre y estaba disfrutando.
Caímos los tres rendidos sobre la cama, que casi se rompe por el peso, cansados, y yo veía lo feliz que estaba mi mujer, sonriendo, "esto tenemos que hacerlo mas seguido", nos dijo lamiendo la polla de mi amigo como si fuera un polo.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!