Recuerdo familiar II
Rememorándome anécdotas de mi adolescencia con mi mádre .
Bueno al recordar todo lo que les relate, me volvió a excitar como cuando lo viví. No puedo dejar de contarles los sucesos después de eso.
Como mi vieja no tenía mucha plata para salir o hacer sus actividades, solía quedarse en casa cuando llegaba del trabajo, una que otra vez salía con alguien pero no pasaba más de una salías hasta donde yo sabía. Pero los fines de semana si se quedaba en casa, y se ponía a tomar sola.
Una tarde regresé del colegio, ya para ese momento me movía solo tenía ya 12 años, y era bastante independiente.
Como les decía regrese tipo 5 de la tarde, mi mamá solía llegar más temprano. Y por lo general estaba mi abuela también en casa, pero esa tarde estaba ella sola, tomando mates mientras miraba la tele.
Como siempre la saludé, con un beso en el cachete y me fui a dejar las cosas en la habitación.
Al pasar por la cama de ella vi que sobre su cama había dejado una tanga abollada, color roja, con un su corpiño que hacía juego. Seguramente se había cambiado la ropa interior, nose pero noté ese detalle y me calenté. Vi que seguís mirando la tele, así que rápidamente la tomé y me dirigí al baño.
Me senté en el inodoro, y la olí, todavía tenía su aroma, ese aroma a mujer que me calentaban tanto. Con la tanga suya en mi cara, no hice más que masturbarme para bajar la calentura. Pero que podía hacer estaba en plena edad, lo hacía dos o tres veces al día.
Pero ese día cuando salí del baño y regresé a la habitación vi que estaba ella en mi cama sentada.
No sabía qué hacer, creí que me había descubierto, yo todavía tenía su tanga abollada en mi bolsillo.
Ella me miró y me dijiste que se la entregara, me hice el tonto al principio pero era obvio que me había descubierto.
— ya lo sé hijo.. no es para avergonzarte.. pero no me gusta que hagas eso.. si lo querías me pedía y listo..
Yo me quede helado, como en una a decir eso. No lo podía creer.
Me hizo seña para que me sentara a su lado.
— dale veni.. vamos a hablar..
Con mucho miedo y timidez, hice lo que me pidio.
Estiró su mano para pedirme que le devuelva su tanga, y lo hice.
Con vergüenza, metí la mano en mi bolsillo y se la di.
— ay bebe.. sé que estás en la edad.. pero esto asi.. no me gusta.. prefiero que sea honesto conmigo y no te esté ocultando.. yo quiero un hombre echo y derecho..
— si perdón ma..
— está bien hijito.. pero teníamos que hablarlo y como no hay un hombre acá para que pueda hablarlo aca estoy yo..
— ok ma..
Estiró sus brazos y me abrazó acercándome a ella.
— no quier que te sientas mal por esto.. es normal.. y lo entiendo.. voy a hacer todo lo que pueda para que no te sientas culpable por esto..
Luego me alejo, y me acaricio las mejillas, mirándome fijamente. Para sin previo aviso, inclinarse y darme un suave beso en los labios.
— sos tan lindo hijo..
Yo me puse colorado, no me lo esperaba y ella lo noto.
— que? Es tu primer beso?
Si, le dije asintiendo con la cabeza. Ella se rio y me dijo.
-/ bueno entonces hagámoslo bien.. mamá te enseña..
Volviendo a inclinarse sobre mi y dándome otro beso más prologando con los labios cerrado. Nose cuanto duro pero estuvimos un rato asi besándonos, hasta que finalmente decidío abrir la boca y meterme la lengua. Ahi la situación se tornó más caliente, mi pija se comenzó a hinchar, mientras ella seguía metiéndome la lengua.
Yo tomé más confianza y me incliné sobre ella, tratando de acostarme sobre ella, y ella se reclinó sobre mi almohada. Pero cuando nos estábamos descontrolando, escuchamos que llegó la abuela con mi hermano y nos tuvimos que separar.
— depuse seguimos.. llegó la abuela..
Me dijo haciéndome a un lado y dándome un beso corto antes de irse de la habitación, yo me quedé ahí con la pija dura, no podía salir así. Por lo que me quedé ahí en la habitación esperando que se me bajara.
Durante los días siguientes no podía sacarme de la cabeza esa situación, e imaginaba cuándo volvería a repetirse, pero no hubo suerte, siempre estaba la abuela, asi que no estábamos solos.
Un domingo por la tarde estábamos los tres acostarnos en su cama mirando una películas, como hacía frío estábamos tapados, mi mamá en el medio de nosotros, mi mano apoyada en su muslo y mi hermano recostado sobre su hombro.
En medio de la película siento una caricia en mi pierna, yo estaba en short. Sentía la mano de mi madre acariciando mi pierna, con discreción y subiendo cada vez más y mas. Mi pija se comenzó a poner dura y mi atención se desvió de la película, pero ella seguía con la mirada fija en la pantalla.
De pronto escuchó a mi hermano reírse.
— jajaja me haces cosquillas..
Y se levantó de la cama y se fue al baño, él estaba en calzoncillos. También noté un erección en el. Mi madre siguió conmigo y sin discreción, subió su mano hasta mi short y empezó a masajearme la entrepierna. Todo por encima de la ropa, ya no le importa, yo cerré los ojos y la deje, mientras aceleraba sus movimientos.
Me mira dé reojo, y ve mi cara de placer. Y sin previo aviso, acomoda de lado apoyando su cabeza en mi pecho y mete su mano en mi short. Sentí su mano caliente atrapando todo mi pito y mis bolas, mientras me seguía masajeando debajo de las sábanas.
Cuando regresa mi hermano, se mete debajo de la sabana y se pone detrás de ella, de cucharita. Y se queda ahí mirando la película. Mientras ella seguía tocándome.
En un momento ella le dice a mi hermano que se acomode bien para o caerse de la cama y lo hace que se pegue a ella. Mi hermano le hace caso y veo como la mano de mi hermano va hacia su pecho. Pero ella no le dice nada.
Me mira de reojo y me pregunta si estoy bien y le digo que sí.
Mientras siento sus dedos envolviendo mi pito, y comienzan un suave y sutil sube y baja.
Mi ojos se abrieron de par en par, mientras ella aumentaba el movimiento de su mano. También veia a mi hermano amasarle la tetas como si nada.
No resistí mucho, y solté un suave gemido, mi mamá me había echo acabar, pero no se detuvo, siguió tocándome hasta que perdio firmeza.
— bueno vamos a dormir? Mañana tienen que ir al colegio..
Mamam se giró y quedo dándome la espalda, abrazando a mi hermano.
Le hice caso e intente dormir. Pero al rato empecé a sentir un movimiento de su lado. Mamá abrazaba a mi hermanito. Pero también los estaba pajeando, los movimientos era. Menos discreto, se sabía lo que estaba haciendo. Hasta que finalmente se detuvo después de un rato. Y un silencio se hizo en la habitación.
Este tipo de “juegos” se repitieron dos veces más hasta que llego algo que cambió todo.
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