Recuerdos Sexuales
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Aquel año, entró un chico nuevo de otra parte de la ciudad al instituto, llamado Oscar y todos le recibimos muy bien porque era simpático, abierto y divertido. Era un chico muy deportista y tenia un físico impresionante para tener 17 años solamente: Hombros anchos y redondeados, brazos grandes, espalda ancha, pectorales marcados, que se le notaban un poco a través de la camiseta ajustada y no le faltaba la tableta de abdominales. Tenia el pelo castaño y ojos color miel.
A medida que pasaba el tiempo se veía que era un poco creidillo, porque siempre estaba tirando los tejos claramente a las chicas, y era muy chulito, pero por lo demás era un cielo. Estos aires de presumido, hicieron que cayera mal a algunos chicos.
Empezó a gustarme cerca del fin de curso, pero yo era algo tímida en esa época, todo lo contrario que el, así que no se lo dije. Me intimidaba por su enorme don de gentes y su personalidad abierta, siempre estaba relacionándose, siempre hablando con todos y todas, riendo.
La verdad es que era un chico muy sensible, me contó que su forma de ser era una tapadera porque por dentro estaba muy dolido por la muerte de su madre y su tía en un accidente de coche y aparte el deporte le ayudaba a descargar tensión.
La verdad es que teníamos buena relación.
Al final de curso quedamos algunos de la clase para ir a la piscina y luego salir de marcha. Oscar también vino.
Yo deseaba llegar a la piscina para que se quitase la camiseta y ver su cuerpazo.
Efectivamente en cuanto se quitó la camiseta, la mayoría de las chica que había se giraron a mirarle.
Tenia un vientre que se podía rayar queso en el. No le faltaban sus oblicuos tampoco.
Solía decir que tenia muchísima facilidad para coger músculo.
Tras la piscina, ya en la discoteca yo me moría por bailar con el
Casi se me sale el corazón cuando se acerca y me dice, agarrándome del brazo: Buscaba a la chica mas guapa de la discoteca para bailar un poco con ella ¿Te apetece?. Yo respondí que si, ilusionada, ¡Me ha sacado a bailar el tio bueno de la clase! pensaba.
Después de un rato bailando normal, al son de la música, me condujo a una parte retirada, fura de la mirada de la mayoría de la gente de la pista de baile.
Ahí, me cogió por la cintura, haciéndome bailar como si pusieran música lenta. Yo rodeándole el cuello con los brazos le pregunte que era lo que hacía
-Te he traído aquí para estar tranquilos y a solas, porque quiero hablar contigo.
-Que quieres decirme.
-Quiero que sepas que me pareces una chica muy guapa e interesante y me gustas mucho desde hace un tiempo
-Me encanta saberlo- dije hundiendo la cabeza en su pecho.
Cuando subí la mirada, me besó, fue un beso largo. Oscar besaba muy bien.
Al salir, me acompaño a casa y tirandome un beso con la mano dijo:
Estés interesada o no en lo que te he dicho llamamé, guapisma.
A partir de ahí, me enamore de el y empezamos a salir.
Al mes y medio de estar saliendo, el empezó a insinuar que quería ir mas allá del morreo, pero yo no estaba muy segura de mi misma y le rechace algunas veces, pero no le importaba me decía que nos tenía que gustar a los dos y si yo estaba incomoda, el también lo estaría.
Cuando estuve preparada, lo planeó todo para llevarme a su casa sin que estuvieran sus padres.
Ya en su habitación empezó a besarme el cuello y fue bajando poco a poco, quitándome la camiseta, y la suya
Metía la mano en mis braguitas, yo estaba nerviosa. Se quito los pantalones y el calzoncillo y sin saber por que, me agache y empecé a chuparle el pene, suavemente…Cada vez estaba mas húmeda
-Tumbaté boca arriba en la cama, preciosa, decía mientras se ponía el condón
Se puso encima de mi y me la metió en mi chorreante vagina.
La ventana esteba cerrada, pero creía que se iban a enterar todos los vecinos de los gritos que pegué
Me chupaba el clítoris, húmedo del calentón.
Luego quiso cambiar de postura y se tumbo en la cama y dijo riendose y señalando su pene recto y firme: Sientate aquí. Me puse encima de el y agarrandosela, me la introduje con mucho gusto.
-Venga, ahora te tienes que mover tú- dijo
Comencé a cabalgarle, y el miraba mi gesto de gusto, con sus manos en mis caderas, que se balanceaban, para sentir el roce de nuestros genitales. Las tetas me botaban de lo lindo.
Al culminar con un orgasmo intenso esa postura, dijo: Ahora contra la pared
Me cogió en brazos y apoyo mi espalda contra la puerta del armario empotrado.
-Pues si que pesas, dijo
-¿No eras tan fuerte musculitos?
-Te vas a enterar tu ahora…
En esa postura tenia que abrazarle la espalda y tuve tales orgasmos que tenia que hacer esfuerzos para no pellizcarle o rozarle con las uñas.
Mi pelo castaño esteba alborotado, de los movimientos.
El ultimo polvo lo echamos otra vez en la cama , de lado, abrazados.
Notaba los pelitos que le acababan de salir en el pecho, rozando mis tetitas, redonditas.
Al acabar, nos qudámos tumbados, agarraditos.
-Te quiero preciosa
-Y yo a ti cariño
Estuvimos poco más de una hora dándole al sexo, eran las diez de la noche y aun teníamos mas de 3 horas hasta que llegasen sus padres.
Encargamos unas pizzas y nos pusimos a ver una pelicula de miedo.
-Se te van a tapar los cuadraditos con la pizza, dije en bromas
-Sí y tu vas a coger barriguita, ¿eh bonita? pero me seguiras gustando- dijo besandome en la mejilla.
Despues de la peli me acompaño a casa.
Esa noche me masturbé imaginandome que era su pene y no mis dedos los que me arrancaron un orgasmo que casi me hace gritar y espertar a los vecinos.
Y hasta aqui, el relato de como perdí la virginidad.
FIN
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