Reencuentro con Julia
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Yo llevaba todo ese tiempo trabajando fuera y ella muy desconectada de Internet pero no había pasado ni un solo día de esos 2 años sin acordarme de Julia, aquella hermosa y sexy chica con la que había estado saliendo antes de irme. Nuestra relación era puramente carnal, nos llevabamos muy bien pero ambos sabíamos que lo que daba éxito a nuestra pareja era el sexo, por eso cuando yo me fuí de Madrid aquello desapareció.
Al volver 2 años después no pude evitar llamarla, sabía que muy probablemente ella tuviera otra pareja, o que no quisiera saber de mi… pero no podía evitar la tentación de llamarla y decirla que nuevamente estaba en la ciudad.
– Hola ¿Julia? [yo había reconocido su dulce voz desde el primer segundo]
– Si soy yo ¿quién eres?
– Hola, soy Alberto que he vuelto a Madrid ¿ya no te acuerdas de mi?
– Sí, hola como estás…??? cuanto tiempo, ¿cómo te va? que alegría saber de ti.
– Pue me va bien Julia, la verdad es que me va bien. Te llamaba porque estaré este fin de semana por Madrid y he pensado que quizá te apetecía tomar una cerveza y ponernos al día.
– Pues la verdad es que me gustaría pero he quedado, es que ahora salgo con un chico y hemos quedado para cenar, que pena.. quizá en otra ocasión.
– Sí, seguro; en otra ocasión, yo cuando vuelva a estar por Madrid te llamo.
Aquella conversación me bajó un poco la moral, yo esperaba en lo más profundo de mi ser que Julia tuviera tiempo para una cerveza, sabía que pensar en tener sexo con ella no era realista, pero al menos una cerveza contemplando su belleza y unas risas juntos podría suceder. Era lógico que Julia tuviera pareja, es una chica hermosa y sexy con una personalidad genial… ¡que envidia tenía de su novio!
En vista de que Julia no podía quedar conmigo y yo estaba en Madrid, no estaba dispuesto a perderr el tiempo, rápidamente me puse a llamar a mis amigos para decirles que tocaba una noche de fiesta remember. Quería recordar la noche de Madrid y sus mujeres. En ausencia de Julia quería al menos pasar una noche divertida con mis viejos amigos.
Quedamos a las 21.00 en la Pza de Sta Ana. La idea era picar algo para cenar y luego salir a tomar unas copas sin rumbo fijo, sólo dejarnos llevar por los recuerdos, el alcohol, el momento… tenía muy buena pinta. Cuando llegué ya estaba allí mi amigo David y mi amigo Daniel, sólo faltaba Juan. Los primeros momentos fueron todo abrazos, apretones de manos, palabras de ensaltación de la amistad y ponernos al día de las pequeñas cosas… trabajo, familia, barrio…. Después nos sentamos en una terraza de la Pza Sta Ana a tomar una cerveza con unas tapas riquisimas. Cuando uno pasa tiempo fuera de esta ciudad, se llega a extrañar mucho su ausencia. Ponernos al día de las cosas, vacíar varios litros de cerveza y unos cuantos platos de tapas nos llevo un par de horas. Durante ese tiempo vi pasar por delante de la mesa de la terraza muchas madrileñas hermosas, con su andar, sus ropas, su forma de ser… al ver aquellas mujeres me di cuenta que no había un lugar como Madrid para vivir y además cada mujer que veía pasar me recordaba muy en el fondo que yo realmente hubiera preferido una cerveza con Julia (cosa que le había confesado a mis amigos y entendieron entre risas).
Terminada aquella etapa de cerveza y tapas decidimos poner rumbo a un lugar donde unas copas y un poco de música pudieran acercarnosa una madrileña con ganas de fiesta. Caminamos por la calle Huertas y en el tercer garito que vimos nos metimos. Teníamos la constumbre de no entrar nunca en los 2 primeros, daba igual la calle o la ciudad… jamás entres en los dos primeros bares que veas jajajaja no trae buena suerte.
Aquel garito estaba bastante bien, la música no era mala, las copas a un precio razonable y las mujeres a buen nivel y en claro aumento, cosa que siempre sucede según pasa la noche y aumenta el alcohol en sangre jajajaja.
La noche estaba siendo genial y mi estado de ánimo estaba en todo lo alto. Risas, copas, chicas guapas… la noche madrileña nunca decepciona. Cuando había terminado mi tercera copa e iba camino de la barra a pedir la cuarta mi teléfono se puso a sonar en el bolsillo. Al principio pensé en no hacer caso y sólo lo saqué un poco del bolsillo para comprobar quien me llamaba esperando poder olvidar la llamada sin problema, pero al ver en el display la palabra "Julia Movil" supe que no podía no contestar. Cambié mi rumbo y en un giro de 180º puse rumbo a la puerta de salida. Con gestos les hice entender a mis amigos que tenía una llamada y que en tres minutos volvía, que me pidieran ellos la copa.
Al salir a la calle, devolví la llamada a Julia con el corazón acelerado y el cerebro algo adormecido por el acohol
– Julia??
– Hola, sí soy yo. Te llamé pero no contestabas…
– Sí perdona, estaba en un local y no se escuchaba, he salido a la calle para llamarte
– Ay perdona, pensaba que estarías solo…. no te molesto, pasalo bien, perdona…
– No no no, dime… ¿qué querías?
– Pues…. jiji….era sólo porque… esto… que ya he terminado de cenar… y ….
– ¿todo bien? ¿cenaste rico?
– Sí sí.. todo estupendo, hemos cenado genial… pero bueno que…
– Sí dime…
– Era por si te apetecía tomarte una cerveza antes de acostarme y nos ponemos al día, pero ya veo que andas por ahí, otra vez será.
Mi cerebro algo lento por el alcohol estaba enloqueciendo, no sabía como contestar y dije lo primero que me vino a la cabeza
– Ok, acepto, en 15 minutos estoy en tu portal ¿vives en el mismo sitio?
– No dejalo, en serio… no quiero joderte la noche… era sólo por si estabas aburrido…
– No me jodes nada Julia, en 15 estoy en tu portal.
Al colgar el teléfono me entró un sudor frío… estaba medio borracho, tenía que decir a mis amigos que me iba y tenía que ir sin coche a casa de Julia en 15 minutos…. tiempo record para todo.
Entré en el garito directo a donde estaban mis amigos. Como un rayo, directo, rápido… llegué y con una sonrisa enorme les dije "chicos, soy un cabrón. Os abandono. Causa mayor jajjaja" Ellos entre risas y abrazos se despidieron de mi y así fue como salí del garito rumbo a la calle a buscar un taxi.
Buscar un taxi y llegar a casa de Julia me llevo casi media hora, lo cual era el doble de lo prometido… aquello me hizo llegar nerviso y acelerado. Acelerado por el retraso y nervioso por el reencuentro.
Al bajarme del taxi vi salir a Julia de su portal, me había esperado sin subir a su casa para evitar imagino que el ruido del telefonillo desperatara a su familia. Estaba tan guapa y tan sexy como siempre. Iba vestida con unos vaqueros ajustados, unas botas marrones de caña baja y una camiseta blanca de tela con algo de escote y mangas a medio brazo. Julia siempre ha sido una chica elegante y sexy, siempré disfruté al saber que la gente la miraba en la calle, es una de esas chicas que no siendo modelo tiene un aura fuerte.
Crucé la calle y nos dimos dos besos y un abrazo. Su perfume era dulce y justo como todo en ella. Nos pusimos a andar sin decir nada mientras que hablabamos de cosas sin importancia, el tiempo pasado, el trabajo, el clima… Sin darnos cuenta llegamos al bar donde solíamos tomar algo cuando empezamos a salir hace algunos años. En la puerta ambos nos dimos cuenta y sonreímos. Yo pedí una cerveza y ella como siempre un martini. Nos sentamos en una mesa y seguimos hablando de todo un poco.
En un momento Julia tras un sorbo prolongado de su Martini decidió darle algo de sustancia a la charla
– Alberto… ¿porqué me llamaste antes? ¿te aburrías mucho, te acordabas de mi? dime la verdad
Aquello dicho a si, sin previo aviso me agarró despevenido, pero la situación sólo pedía sinceridad
– La verdad es que estos dos años me he acordado mucho de ti, y siempre que pensaba volver a Madrid pensaba llamarte. Volví y te llamé. La verdad es que no esperaba que estuvieras esperándome jeje pero tenía la esperanza de vernos y charlar, como estamos haciendo ahora. Me dio bajón cuando dijiste que no podías pero al final hemos podido y está genial, te lo agradezco mucho.
– Alberto… se sincero… nuestra relación siempre fue muy carnal y al irte se apago porque no había más que eso, sexo… yo creo que si me has llamado es porque querías un polvo, pensabas que podías llamarme y echar un polvo conmigo esta noche, te ha jodido que tenga pareja y has venido a tomar algo conmigo para ser educado… ¿a que sí?
– Joder.. dicho así tia… cierto que lo nuestro se basaba en el sexo, cierto que sin sexo se apago en 24 horas pero… no se… no sólo te llamé por sexo.. en serio me apetecía verte y charlar, además del sexo nos llevábamos bien ¿no?
– Sí, yo lo pasaba bien contigo
– Y tú.. ¿para qué me has llamado? ¿para parecer educada? jajaja
– No, yo te he llamado porque me gustaba el sexo contigo y me sigue gustando… ¿no vas a decir nada?
Yo no sabía que decir… me había quedado helado. Julia tenía la capacidad de desconcertarme desde el primer día que la conocí y ahora años después lo volvía a hacer….
– ¿No dices nada? ¿Te ha comido la lengua un gato?
– No se que decirte…. no se muy bien que me estás proponiendo jajajaja Ando medio borracho y siempre me sorprendes
– Pues está claro Alberto… he cenado con mi pareja y hemos discutido un poco, hace tiempo que estamos regular, y me ha venido tu llamada a la cabeza y he dicho…. me apetece quitarme las penas esta noche, y aquí estamos… te estoy proponiendo lo de siempre, sexo.
Dicho aquello no había mucho más que pensar o negociar, los dos queríamos sexo. Por diferentes razones, yo por placer y ella por despecho pero ambos teníamos clara una cosa… el sexo entre los dos era muy bueno.
Nos terminamos la bebida y pagué. Me despedí del camarero que aún se acordaba de mi y salimos a la calle. No hacía mucho frío y en pocos minutos un taxí pasó por la calle. Propuse a Julia ir a un hotel, al mismo que habíamos ido muchas veces cuando salíamos juntos. Ella me dijo
– Alberto, la verdad es que no podemos estar toda la noche, alguien se daría cuenta y mi chico podría enterarse. Además ir a un hotel… podría vernos algún conocido…. lo siento pero no quiero estropear lo que tengo ahora, sólo quiero un poco de sexo contigo, sólo eso… ¿porqué no rememoramos la primera vez?
Aquellas palabras llegaron a mi cerebro llenas de fuego…. la primera vez que Julia y yo tuvimos sexo fue después de un concierto, yo la acompañé a casa y follamos en su portal. Fue brutal, morboso, inolvidable… Julia me estaba proponiendo ir a su portal y follar con ella en la escalera como hace unos años. La idea me desconcertaba un poco pero me llenó de excitación. Aquella primera vez fue brutal y hoy la cosa prometía…
Retrocedimos sobre nuestros pasos hasta su portal, ella sacó las llaves del bolsillo de su vaquero y abrió la puerta. Entramos en el portal como dos ladrones, como dos sombras protegidas por la noche y el momento. Atravesamos el portal sin dar la luz y fuimos hasta las escaleras. Julia vivía en el 3º piso de aquel bloque y la primera vez habíamos follado en el tramo de escaleras entre el 1º y el 2º…. esta vez debía ser igual.
Al llegar al rellano lo dos notamos el silencio de la escalera y la aceleración de nuestros corazones. Sin pensarmelo más comencé a besar a Julia sin perder tiempo. Siempre adoré sus besos, sus labios, su lengua… su manera de besar era única, llena de energía, como un animal salvaje. Mientras besaba a Julia ella deslizó una de sus manos dentro de mi pantalón y agarró mi pene, aquello me corto la respiración durante unos instantes…. ya casi había olvidado lo maravilloso que era sentir los dedos de Julia en mi pene. Yo para no quedarme atrás decidi que había llegado el momento de volver a disfrutar de sus hermosos pechos y mis manos hicieron desaparecer de su cuerpo su camisa blanca dejando a la luz un sujetador blanco con encajes muy hermoso. Julia siempre usaba sujetadores de los que se abren por alante, al recordarlo y comprobar que aquel también se abría por alante una sonrisa afloró en mis labios, nada había cambiado.
El pecho de Julia bajo aquel sujetador era tan sexy como siempre. Una 95 con pezones no muy grandes pero siempre muy duros. Mis dedos abrieron el cierre del sujetador y dejaron al descubierto en la penumbra de la escalera esos dos pechos de formas perfectas, redondeados, firmes y cálidos con sus dos pezones duros y oscuros. Mis manos jugaban con los pechos de Julia sin cesar, los acariciaba, los masajeaba, pellicaba delicadamente sus pezones…mmmmm… era maravilloso jugar nuevamente con aquellos pechos. Mientras mis manos recordaban el paraiso de los pechos de Julia, sus manos habiles y picaras como siempre habían bajado un poco mis pantalones y calzoncillos dejando al aire mi pene erecto. Julia jugaba con mi pene como una experta, una de sus manos en mi pene y la otra en mis testículos… maravilloso… mmmmmm…. Sin dejar de jugar con mi pene y acercando sus labios a mi oido me dijo "sigues teniendo el mejor paquete de Madrid" Aquellas palabras me aceleraron más la respiración y crearon en la penumbra de aquella escalera una subida de temperatura.
Sin saber como mis manos habían decidido compartir juego con mi boca en los pechos de Julia, mi lengua los rodeaba, mis labios besaban sus pecho… y mientras mis manos seguían recorriéndolos. Era maravilloso volver a conquistar aquel territorio salvaje de su cuerpo. El olor de perfume del pecho de Julia era algo celestial. la dureza de sus pezones sobre mis labios….mmmm.. adoraba que la punta de mi lengua jugara con sus pezones, era maravilloso…mmmmmmm…
Mientras yo jugaba con el pecho de Julia ella sin decir nada se había bajado sus vaqueros y se había quedado simplemente con un tanga. Julia siempre había cuidado mucho su ropa interior y seguía siendo igual. El tanga era blanco a juego con el sujetador y además de un ligero bordado tenía la parte delantera ligeramente transparente dejando que el vello de su sexo se insinuará levemente bajo la tela. Julia siempre se arreglaba mucho su vello púbico. La gustaba dejarse una fina línea de pelo cortito desde su bajo vientre hasta la entrada de su vagina, el resto siempre iba perfectamente rasurado, liso y suave….mmmmmmm…. que buenos recuerdos tengo de ese sexo.
Como decía… mientras yo jugaba con sus pechos Julia se había bajado los vaqueros y sin decirme nada agarrón mi pene con una de sus manos, retiro a un lado su tanga con la otra y se introdujo mi pene en su sexo. Maravilloso!!! no hay manera de definir aquella sensación…mmmmmmmm…. sin saber como estaba penetrando a Julia en el rellano de la escalera como la primera vez que habíamos follado hace algo más de 2 años. Con mucho cuidado, ya que el espacio era limitado y la oscuridad lo dificultaba todo empecé a penetrar a Julia con dulzura… sintiendo como mi pene entraba y salía de su sexo, disfrutando de cada centímetro de cada embestida, haciendo que mi pene entrara hasta el fondo, hasta que mis huevos rozaban con Julia y entonces volvía a salir…. que increible penetrarla…. Ambos estábamos follando y conteniendo las ganas de gritar mutuamente, sabiendo que no podíamos hacer ruido, conocedores del juego de follar en la escalera. Con mucho cuidado coloqué a Julia contra la pared y la penetraba mientras mis manos apretaban sus nalgas firmes y mi lengua y mis labios jugaban con los de Julia en un juego prohibido y salvaje.
Cuando llevaba un rato dentro de Julia se escuchó la puerta del portal y la luz de a escalera inundó todo como un extraño no deseado. Nuestra mirada de cruzó, nuestros ojos lo decían todo…. no sabíamos que hacer.. a que piso hiría ese vecino.. usaría escalera o ascensor… eran segundos de angustia…. yo dentro de Julia, nuestras bocas selladas la una contra la otra, ropas por el suelo…. El ruido del ascensor hizo que la tensión bajara un poco… supimos que el rellano era nuestro… el ascensor paso hacía la planta 5º y al poco tiempo la oscuridad volvió a inundar nuestro escondite. Esos breves segundos de luz habían sido una locura, nuestros dos cuerpos desnudos en mitad de la escalera, sudorosos de deseo, oliendo a sexo, mi pene dentro de Julia en todo momento, sus pezones contra mi pecho…. salvaje !!!!
Recuperada la oscuridad Julia volvia a mover su sexo con destreza sobre mi pene y todo volvió a donde lo habíamos dejado.. estaba disfrutando mucho de penetrar ese sexo una vez más… era maravilloso… Al poco rato de volver la oscuridad Julia aumento su presión contra mi pene y la fuerza de sus besos.. yo la conocía y sabía que iba a tener un orgasmo. La deje hacer hasta que sin hacer ruido y clavando sus manos en mi espalda noté como su vagina se contraía y ardía rodeando mi pene… por un segundo todo fue fuego… notaba las contracciones de su vagina y los espasmos de su puerpo contra la pared…
Sin dejar tiempo para que yo reaccionara Julia saco mi pene de su sexo y se agachó delante de mi para comenzar a chuparmelo… que visión tan hermosa, yo de pie viendo como Julia con el pecho al aire y en aquel rellano de la escalera me chupaba el pene y jugaba con mis huevos en sus manos…mmmmmmm…… que maravilla!!! Reconozco que no tardé mucho en correrme… después de sentir el orgasmo de Julia y la emoción de aquella escalera.. el ver sus labios recorriend mi pene y notar como su boca y su lengua succionaban mi sexo fue algo brutal…. sin decir nada me corrí en su boca como tantas otras veces antes y tuve un orgasmo genial. Julia se levanto despacio y hizo algo que ya casi no recordaba y que siempre me había enloquecido… mirándome a los ojos se trago mi semen, luego con un dedo de su mano derecha limpio el semen de las comisuras de su boca…se metió el dedo en la boca y lo limpio….mmmmmmmmmm…. siempre que hacía eso yo enloquecía.
Unos minutos después los dos teníamos la ropa puesta, Julia me besó y se despidió con un "llamame cuando estés otra vez en esta ciudad" y subió la escalera rumbo a su casa….. Yo volví a la noche de Madrid tras aquel furtivo momento de sexo que ha quedado grabado en mi mente para siempre.
Ya estoy planeando mi próxima visita a Madrid.
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