Regresa la vecinita
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por SilverRain.
Después de unos días, desde que le quite la virginidad a mi vecina he estado realizando actividades conforme a mi carrera universitaria.
Habían pasado 2 semanas exactamente, estaba ocupado en mi PC realizando una labor, en ese momento tocaban el portón, me levante de mi asiento para ver por la ventana y vi a mi vecina.
-Hola Carmen.
– le dije acercándome al portón.
-¿Estas muy ocupado? Es que quiero hablar contigo de algo urgente.
– se miraba en su rostro claras señas de preocupación.
-Claro.
Entra.
– la deje entrar: Apenas entramos a la casa ella me abrazo.
Nos sentamos en uno de los sofás que tengo en la sala.
-¿Que sucede?- pregunte viéndola a la cara.
-Quería decirte que desde que estuvimos juntos me he sentido bien rara.
desde tener calor en mi vagina, hasta soñar que cogemos has estado en mi mente todo el rato.
De día imagino que llegas a mi colegio y me sacas de mi clase para coger en el mismo.
–
-¿No crees que estas dejando que tu mente vuele mucho?-
-No se, creo que me encanto tener sexo contigo ese día.
Es mas, es tantas las ganas de volver a coger que me metí con un chico de mi edad, pero.
– en ese momento ella bajo la cabeza.
-¿Que paso?- pregunte tomando su barbilla y viéndola a los ojos.
-No me hizo sentir ni lo mas mínimo lo que tu me hiciste sentir, es mas, su pene era mas pequeño que el tuyo.
–
-Eso es normal, es menor que yo.
–
-Aun así no me sentí satisfecha, me tuve que masturbar después de que el se vino en el condón.
– dijo ella.
-Dime que fue frente a el.
–
-No, cuando vine a casa lo hice, estaba sola.
– dijo ella moviendo sus manos de manera nerviosa.
-¿Acaso quieres que cojamos ahora?- le pregunte.
-La verdad si, pero me gustaría que fuéramos novios.
–
-Carmen yo.
–
-Se que no se puede, me llevas 10 años y muchos pensaran que tu me obligaste o algo así a tener una relación contigo, y no quiero que por querer coger contigo te vayan hacer algo.
así que por ahora solamente quiero ser tu amiga con derecho o como dicen los españoles, follamigos.
– dijo ella con una sonrisa.
-¿Acaso quieres coger hoy Carmencita?- le pregunte.
-Me gustaría, tengo muchas ganas.
pero, hoy ando con el periodo.
– me dijo ella tocándome la pierna.
-¿Has oído hablar de sexo anal?- le pregunte tocándole los pechos sobre su blusa.
Ella saco un gemido ante mi tacto.
-Si, pero dicen que es algo doloroso.
–
-Vamos a intentarlo.
-sugerí mientras comenzaba a desvestirle en el sofá.
Le quite la blusa mientras la besaba en la boca, desde que mis labios se posaron en su cuello un largo gemido salio de su boca, baje lentamente y sobre su sostén comencé a besar con delicadeza sus pechos.
Ella desabrocho el sostén y con mi boca extraje el mismo con mis dientes.
Luego ella me quito mi camiseta y nos besamos con fuerza.
Su boca y la mía jugaban en un eterno encuentro de pasión.
Comencé a abrirle el pantalón y se lo baje, ese día andaba una tanga de encaje.
-¿Es nueva?-
-La compre solo para usarla contigo- dijo ella.
Ella sin perder tiempo me comenzó a abrir el pantalón y me lo quito, masajeo mi pene sobre mi bóxer buscando como sacarlo del mismo sin bajármelo.
Yo le ahorre el trabajo y me saque el bóxer de golpe dejando mi pene a nivel de su rostro.
-¿Puedo chuparte como en las pornos?- no conteste y le metí mi pene en su boca.
Comenzó lento, y algo torpe, casi me lastima con sus dientes, pero lo estaba intentando, chupaba fuerte, como querer sacarme la vida por mi pene.
Yo mismo le tocaba el cabello mientras me chupaba, después de unos minutos ella misma comenzó a chupar mas suave, ella saco mi pene y comenzó a lamerlo como paleta.
Me miraba arrodillada desde el suelo, una mirada llena de lujuria.
En eso tome su cabeza y le metí de golpe mi pene golpeando su garganta.
Ella se quejo un poco pero continué, su garganta estaba bien húmeda y caliente.
No se cuanto tiempo pasamos, pero estuve a punto de ahogarla varias veces, hasta que saque mi pene de su garganta y estaba bien llena de saliva.
Ella sonreía ante ver como me dejo mi pene.
– Se ve delicioso.
– dijo ella dándole besos en la punta.
La puse de pie y rápidamente la puse en el sofá, ahí le quite su tanga, la cual venia con su toalla sanitaria.
En esa posición comencé a tocarle el ano.
moje dos dedos con saliva y se los metí con fuerza.
Ella gimió al momento que realice eso, con mis dedos buscaba abrirle el ano.
Ella ponía algo de fuerza pero yo mismo con mis dedos le abría el ano, con mis dedos sentía como salia algo de calor de ahí, y me di cuenta que desde su vagina ella comenzaba a salir liquido acompañado de algo de sangre.
Después de unos minutos puse mi pene en su ano, y lentamente fue entrando, ella misma apretó la cadera pero logre seguir metiendo mi pene en ella.
-¡DUELE!- grito ella cuando llevaba la mitad de mi pene, pero no le preste atención, continué metiendo le hasta que tocara la base.
Una vez metido mi pene en su ano ella estaba llorando pero no me dio importancia, comencé a penetrarla con fuerza, lloraba y gemía al mismo tiempo.
Pasamos un buen rato ahí, en ese momento vi como salia sangre tanto de su ano, como de su vagina, y sus gritos de dolor ahora eran mas fuertes y no de dolor sino de placer.
Parecía poseída cada vez que se venia.
Se vino tantas veces que no las conté, y estaba dentro de su ano, sin condón, así que estaba también deseando venirme dentro de ella.
-Carmen, me voy a venir.
– le dije dando ya mis ultimas estocadas.
-¡Dentro! ¡Que por ahí no puedo quedar embarazada!- grito.
Cuando dijo eso seguí penetrándola mas rápido y fuerte cuando sentí que me vine dentro de su ano.
Todo el contenido de mis testículos fue a su ano.
Quedamos pegados un rato mientras mi pene dejaba de estar erecto.
A los minutos ya vestidos me despedí de ella y otra vez salio de mi casa caminando raro, pero esta vez se notaba humedo su trasero, de seguro por el semen y la sangre que salio de su ano.
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