Retrasados y mongolitos sabrosos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Elyzabeth_Kane.
Hola, me llamo Elliot, soy un chico soltero de 24 años y trabajo en el C.R.A.P (Centros de Rehabilitación de Abusos Pedófilos, parodia del conocido Centro en México que cada año hace colectas para abrir nuevos centros que ocuparan hijos de personas adineradas, me consta…esto no es broma) que como todos saben, es un organismo de la M.I.E.R.D.A (Manutención para Idiotas Estupidos Retrasados Down Atrasados)
Veo necesario comentarles de mi anterior trabajo, a pesar de que estudié Medicina, no había vacantes en ningún lado, por lo que decidí trabajar en una fábrica, la paga era poca y el horario amplio, pero no había mucho trabajo en esa época.
Aunado a eso, el dueño de la empresa, un hombre con rasgos horribles, bajo de estatura, calculo 1.52m, panzón, prieto, incluso una chica atinó en decir alguna vez que preferiría un gorila antes que “eso”, nos trataba muy mal, yo no había tenido problemas con el hasta el día que conocí a su hermosa esposa y sus singulares hijas.
Que les cuento de la señora, medía al menos 1.80m, rubia de ojos azules, busto enorme y erguido, gluteos grandísimos, unas piernas infinitas y un rostro que en conjunto harían palidecer a cualquier modelo, a veces me pregunto si lo era.
Sus hijas, una chiquilla de 7 años que era muy bonita pero no se parecía a la señora, la otra solo era rubia pero tenían un detalle, gemelas que nacieron con retraso mental y Síndrome Down, eso si, muy desagradable esta última, igual al padre.
A su corta edad las niñas poseían un cuerpo que hasta chicas de 15 años envidiarían, todo un monumento las niñas, resulta que un día fueron a la fábrica y su madre, en un momento de descuido, perdió de vista a una que fue a mi lado sin tomar en cuenta lo peligrosa que era la máquina, sucedió lo que tenía que pasar, la niña se accidentó rompiéndose un brazo dejando el hueso expuesto, todos estabamos en shock debido a la imagen, yo al haber estudiado medicina y haber tenido lo necesario para ser enfermero o paramédico le dí los primeros auxilios, el padre, que no estaba lejos de allí, corrió para ver que sucedía, al ver que yo estaba a su lado, inmediatamente se acercó solo para aventarme, lo que provocó que la niña cayera y se lastimara más el brazo y sin dudar me despidió en ese mismo momento, la señora, muy amable le intentó explicar que yo no había tenido la culpa y que al contrario, estaba ayudando a su hija, este la abofeteo frente a todos, en su intento de volver a golpearla le detuve el brazo, y lo empuje al grado de que cayó, se sintió humillado pero no hizo nada por defenderse el muy cobarde, llamó a seguridad, honestamente me asusté y quedé petrificado sin hacer nada, a lo que su esposa en gesto de agradecimiento me jaló bruscamente diciéndome que escapara por la parte trasera, afortunadamente estaba la puerta abierta y por ese lado no había guardias, solo el chofer que esperaba a la señora pero que no tenía idea de lo sucedido.
Entablé una demanda tiempo después por abuso, despido injustificado y adeudo de salario pero perdí, el tipo tenía muchas influencias y el caso fue totalmente arreglado, pues el juez no paraba de reírse a mis costillas, lo cual alegraba al que fuera mi jefe que también se burlaba de mí.
Traté de conseguir otro trabajo pero no salía nada, hasta parece que se contactó con varios para que no me contrataran, hasta un día que llegué a una empresa, no solicitaban nada pero quise probar suerte, cual fue mi sorpresa de ver a la esposa del tipo ese, apenas la ví y me di la vuelta pero me detuvo diciéndome que ya no tenía nada que ver con el, le comenté que me alegraba por ella, esperó a que saliera después de pedir trabajo, lamentablemente no requerían personal.
A mi salida la señora me pregunto que si buscaba trabajo y le dije que si, me invitó a subir a su auto y que me iría platicando donde podría encontrar.
Apenas subí al auto y empezó a llorar, me dijo que lamentaba que hubiera perdido el trabajo, le dije que no fue su culpa, que estuviese tranquila.
Me comentó que se divorció del patán aquel y que, al haber conocido muchas personas y haberse ganado a la gente de su esposo, logró ganarle la demanda de divorcio quedándose con la mitad de sus bienes, me alegro de que haya pagado ese bastardo, le pregunté por sus hijas y me dijo que el las tenía, en realidad ella era la madrastra, estuvimos platicando muy bien, tenía intenciones de seducirla pero veía muy precipitado hacerlo teniendo poco tiempo de su divorcio, aunado a que llegamos con un doctor, me lo presentó y me dijo que si me podía ayudar con trabajo, el trabajaba en el C.R.A.P y la señora le mencionó que tenía conocimientos de Medicina, el señor dijo “no se hable más, necesitamos gente y caíste del cielo”
Llegué a la M.I.E.R.D.A y quedé facinado, siempre quise ayudar a la gente y que mejor en ese centro, sin importarme que las estadías prácticamente fueron compradas.
Estuve como un mes cuando veo pasar por la puerta a mi antiguo jefe ¡no puede ser! El me reconoció inmediatamente y con prepotencia gritaba ¡quién me atiende, muévanse! Me acerqué amablemente pidiéndole que no gritara y solo me respondió ¿o que, me demandas? y hecho a reírse, no se como me contuve de no golpearlo, pues una enfermera que estaba conmigo vió mi enojo y rato de calmarme.
Nos dijo que llevaba a sus hijas y que debíamos darles mejor trato que a todo esa bola de “mongoles” que estaban allí, el director salió y le pidió que se tranquilizara, quiso desprestigiarme pero el director dijo que lo vió todo y que no sintió en algún momento que me hay faltado al respeto, dijo “bueno, bueno ¿me atienden o no?” su hija, la más bonita, había cambiado, era más educada, sin embargo la otra era más fastidiosa, llegó molestando a todos por lo cual tuvimos que calmarla.
Hicieron los trámites para integrarlas y al retirarse burlonamente me dijo ¿quién diría que ahora sería mi niñera? Tuve toda la noche para pensar en como desquitarme de ese canalla, a lo cual llegó a mi mente una idea excelente ¡su hija! de la bonita sentí compasión, pues como que su padre no le hacía caso, posiblemente porque no era malvada como su hermana y él.
Llegó el día en que ingresaron y el señor no me pudo hacer favor más grande que llevar a su hija con ropa que resaltaba la figura de la niña, como pude disimule la erección que tuve al verla y les dí la bienvenida.
El señor llevaba prisa y las dejo como sin nada para partir inmediatamente sin dar instrucciones o algún detalle que pudiera ayudar, la que era bonita también era un amor, se ganó a todos los que trabajábamos ahí desde el primer día, caso contrario su hermana, todos la evitaron inmediatamente.
Yo me ofrecí para tratarla, vaya que recibiría un trato especial, desde el primer día ya tenía planeado que hacer, con el pretexto de aislarla para que se relaje, me la llevé a la parte trasera donde apenas estaban construyendo, ahí no pasaba nadie y sería la oportunidad perfecta para mi venganza.
Llegamos a la parte de atrás e inmediatamente me le quedé viendo en su rajita que se le notaba perfectamente a través de esas licras color rosa que llevaba ¡ya me la quería hechar!
Enseguida comencé con el lavado de cerebro ¿quieres jugar? Emocionada me dijo que sí.
“Bueno, vamos a jugar a los novios” no objeto nada y la senté en mis piernas a la altura de mi pene erecto.
Le empecé a decir “estas bien bonita” (cosa que no era cierto pero tenía que convencerla) ”¡vamos a casarnos!” me dijo que si y me abrazó, le dije que así no se jugaba, que si no lo hacía bien, no la iba a dejar jugar con nadie y que la encerraba sola en “la casa del monstruo” pude ver su reacción de espanto, enseguida pensé “¡uh! ya se de donde agarrarme” le dije que no le dijera a nadie de nuestro juego, pues luego todos iban a querer jugar y no iba a tener tiempo para ella, solo asentaba la cabeza muy atenta a lo que decía, también le comenté que yo no quería jugar así con nadie más porque ella estaba más bonita que todas y solo quería jugar así con ella, eso le gustó mucho y me abrazo diciéndome “te quiero mucho” solo pensé “¡soy un cabrón!”
Le dije que comenzáramos, le dije que me besara y lo hizo en la mejilla, de nuevo la volví a reprimir, que lo hiciera bien y la besé en la boca, besos de piquito al inicio para terminar enseñándole el beso fránces.
Al mismo tiempo que la besaba no dude en acariciarle esas nalguitas y frotarle su vagina, ella como que se contorsionaba, señal de que le estaba gustando, lo pude comprobar cuando intenté quitar mi mano y ella me dijo mientras gemía “hazle más, se siente bien rico, mira” ¡y que me agarra el bulto, yo estaba que explotaba!
Proseguí diciéndole que nos quitáramos la ropa para acostarnos como los esposos, le empecé a bajar la licra para descubrir una piernas totalmente perfectas para su edad, no me pude aguantar más y me bajé el pantalón para empezar a masturbarme frente a ella, parece que le dio mucha curiosidad ver mi miembro a lo cual empezó a imitar mi movimiento sujetándome del miembro, le dije que no parara, que continuará ¡esa niña nació para el sexo! Le subí la blusa y le empecé a chupar sus areolas, pues aún no tenía nada de busto a esa edad, también le gustaba, decidí ir por todo bajándole su pantaletita mostrándome ese manjar rosadito ¡lo más hermoso que he visto en mi vida!
Sabiendo que le gustaba que le frotar mis dedos sobre la vagina lo empecé a hacer cada vez más rápido, quise penetrarla pero me contuve, ya que, a pesar de conocer muchos secretos para ocultar que perdió la virginidad, no podría disimular su incomodidad al caminar pero me dí cuenta que era torpe para caminar ¡que afortunado soy! Para no hecharlo a perder, aún así me contuve y empecé a estimularle la vagina y el ano al mismo tiempo, primero serían los dedos y son el tiempo sería el pene.
Cuando mi suerte no parecía ser mayor, la niña aceptaba mis dedos fácilmente, eso si, la primera si lloró, hasta gritaba que me detuviera por el dolor, no me preocuparon los gritos, pues la construcción, al estar retirada de los otros edificios y amortiguar el sonido, nadie la escucharía, aparte esos gritos se convertirían en gemidos de placer ese mismo día.
Le comenté que no le dijera a nadie de lo que pasó, ni siquiera a su papa, me gané el cariño de la niña ese mismo día, tanto que quería repetir y como estaba acostumbrada a que se haga su voluntad ¡le tuve que hacer caso! Que sacrificio ¿no creen?
A la fecha han pasado 3 años y sigo dándole su “terapia” especial a mi mongolita preciosa, aunado a que la desgraciada cada día se pone más buena y hasta se le esta quitando lo fea, a muchos ya les llama la atención, más que nada por el cuerpo, su padre sigue siendo un imbécil pero si vieran que ya no me importa ni me molesta eso.
¡Ah! Pero ahí no termina la venganza, después les comentaré de cómo hice que otro hijo que tiene (no tiene capacidades diferentes, es “normal”) lo hice mariconcito al grado de vestirlo de nenita, pero esa ya es otra historia.
PD: por la otra niña ni se preocupen, a ella si la trato bien, nada de abusos y nada, se me hace suficiente (pero injustificable) el desprecio de su padre.
Menuda basura.