REUNIÓN FAMILIAR
Llegamos a visitar a la abuela y resultó que follé a mi prima .
Todos los domingos nos vamos a casa de la abuela a tomar desayuno en familia, casi siempre vamos el mismo día muy temprano, pero está vez quedamos en ir un día antes y ayudar en algo a la abuela, ese sábado llegamos Pablo, Milagros y yo, la abuela estuvo muy contenta, ella siempre nos prepara lo que le pidamos, Pero ese día decidimos pedir una pizza y así no darle trabajo a la abuela, la pasamos muy bien, conversamos, reímos, la verdad que mi abuela es una más a la hora de las bromas.
Ya era un poco tarde y Pablo nos dijo que él iba a dormir con la abuela, milagros también quería, pero Pablo se salió con la suya, entonces subimos al segundo piso a dormir.
Milagros se fue al baño a cambiarse y lo que ví me gustó mucho, Milagros 1.65, ojos marrones claros, cabello largo, es llenita, no es gorda, Pero está demasiado buena, tenía puesto de pijama un polo corto y un short más corto aún, nunca había tenido una fijación por mi prima, pero esa noche cambió todo, entonces entre al baño y lo que ví me gustó mucho más, Milagros había dejado su calzoncito negro, no pude más con la tentación y comencé a olerlo, ese olor hizo que mi pinga se ponga dura al instante, mi mente comenzó a volar, me imaginé muchas cosas, pensaba si lo había dejado a propósito o por casualidad, tal vez era una señal, tal vez esa panocha estaba depilada, tal vez esa panocha estaba mojada, no pude con las ganas y comencé a hacerme una paja, me imaginé a mi prima gimiendo como loca, quería tenerla en 4 dándole de nalgadas, no pude más y después de ver en mi mente a mi prima cabalgar me vine, de verdad que fue una buena paja, en mi mente estaba mi prima y en mi nariz el olor de su calzoncito, delicioso.
Después de bañarme entré al cuarto y milagros estaba boca abajo y su culito paradito me hizo volar de nuevo, ella estaba escuchando música con su celular, me acosté a su lado y después de estar mudos ella me dijo:
Te bañaste
– Si, para dormir fresco
No tengo sueño aún
– Yo menos
Sería bueno unas chelitas
– O un vinito
Oye sí
– Pido por delivery?
Jajaja ya pues, dale
Después de hacer el pedido bajé por unos vasos y esperé que llegara el pedido, ya con el vino en la mano y unos piqueos subí al encuentro de mi prima.
Destapé el vino y la conversación fluyó, hablamos de todo, de sus problemas, de los míos, de la familia, de todo, el vino estaba haciendo su trabajo en los dos, pero había algo que no me dejaba tranquilo, milagros estaba sentada en la cama con las piernas cruzadas y como el short que traía puesto era pequeño se lograba ver parte de su panocha o al menos eso creía yo, en eso milagros se va al baño y cuando regresa la ví muy sonrojada, yo pensé que era por el vino, entonces ella dijo:
Qué vergüenza primo
– Que pasó?
No te hagas, porque no me avisaste
– Avisarte que
Lo que dejé en el baño
– Ah tu calzoncito
Si, disculpa, no fue mi intención, muero de vergüenza
– Vergüenza porque?
No sé pues, que roche que veas mis prendas íntimas
– No es nada del otro mundo
Apagaré la luz, no quiero que me veas
– Jajaja bueno, si te hará sentir mejor, dale
Ella apagó la luz y se sentó de nuevo con las piernas cruzadas, en eso le propuse un brindis
– Brindo por más noches así, SALUD
Brindo por no volver a olvidarme nada en el baño
Y enseguida nos reímos, pero al momento de reir ella accidentalmente derrama un poco de vino en su pijama, rápidamente prendí la luz y me fui al baño a traer papel higiénico, le dí un poco y pude ver ahora sí confirmado parte de su panocha, estaba sin calzón, mi pinga se puso dura automáticamente, seguimos con la risa, ay primo creo que ya estoy mareada, no acostumbro a tomar me dijo.
Faltaba muy poco para terminar el vino, seguimos conversando y cuando se acabó ella me pidió que apague la luz, me acosté a su lado, ella estaba boca abajo y yo de costado, mi pinga seguía dura y ya no pensaba en otra cosa que en hacerle el amor, en eso ella se acomoda y se pone de costado también muy pegada a mí, estábamos de cucharita, no lo dudé y puse mi mano en su cintura y escuché muy bajito casi susurrando ABRÁZAME, así lo hice, su cabello olía muy rico, en eso ella menea su culito y mi pinga le siguió el movimiento, después de escuchar un leve gemido ella se volteó y la lujuria se apoderó de nosotros, casi enseguida nos besamos muy rico, primero despacio luego más fuerte, nuestras lenguas se entregaron, ella se puso encima mío y mientras ella se quitaba el polo pude ver y masajear esos ricos senos, ya sin el polo ella me ayudó a quitarme el mío mientras le chupaba las tetas, sus gemidos eran cada vez más ricos, yo estaba embelesado con sus pezones
ASÍ, ASÍ, ASI MUERDEME LOS PEZONES
ASI, ASÍ DALE RICO
Milagros estaba muy arrecha, no sé si por el vino o porque ella es así, pero yo quería más, la puse boca abajo y lentamente sin dejar de pasar mi lengua por su cuerpo llegué a su panocha y lo olí, ese olor que me había vuelto loco hace rato ahora lo tenía cerca y lo podía saborear, puse a un lado y comencé a lamer toda su panocha, estaba mojadita, hice lo que quise con su clítoris, y cuando ella menos se lo esperaba pasé mi lengua por su hoyito y milagros gritó
QUE RICOOOOO!!!
ME VOY A VENIR
Y se vino a chorros, me tomé todo lo que salió de ella, absolutamente todo, ella gritaba
QUE RICO, QUE RICO, QUE RICO
Dale sigue no vayan a parar, le quité el short, la puse en cuatro y comencé a lamer ese culito tan rico, no sé cuántas veces se vino, pero yo estaba tan arrecho que no me importó mojar toda la cama, entonces decidí follar a mi prima, le pasé la pinga por toda su vagina y de un solo empujón comencé a bombear a mi prima, no era yo en ese momento, le di de alma, mis embestidas fueron de menos a más y cada vez que ella tenía un orgasmo me apretaba tan rico la pinga con su vagina que me volvía loco, yo ya estaba por venirme y la puse piernas al hombro para que sienta toda mi pinga entrar y también como la lleno de leche, no paré de follar a mi prima hasta que me vine y ella solo gemía, hasta que por fin me vine y milagros casi llorando me dijo
Que ricoooo, está caliente tu leche
No paré de follarla hasta que mi pene se puso flácida dentro de ella.
Ya después de la tremenda cogida que nos dimos nos preocupamos por la cama, milagros era tan arrecha que sus venidas eran a chorros, ese líquido caliente me gustaba mucho, casi enseguida nos quedamos dormidos hasta que sonó su alarma, eran las 5 de la mañana, hora en que ella se despierta para alistarse, no pudimos con la tentación y nuevamente follamos de lo más rico, pero lo mejor vino en la noche que le propuse que venga a mi casa, pero esa es otra historia ….. Continuará
Cuenta la siguiente parte
Woooooooooooooow deliciooosoooooo!