Ricitos y los tres leñadores
Ricitos huye al bosque dónde es utilizada y violentada por tres hermanos leñadores .
RICITOS DE ORO y LOS TRES LEÑADORES.
Erase una vez una familia que vivía cómodamente en una pequeña cabaña en las Tierras Altas de Escocia, el padre un hombre alto y fuerte de nombre Blake, la madre una mujer hermosa y rubia de nombre Emily y la pequeña Ricitos de Oro.
Ricitos era una niña hermosa, cabellos rubios, tenía una piel de porcelana, ojos azules profundos, a pesar de su corta edad tenía unas piernas y glúteos bien formados. ( y una boca que hacía maravillas ).
Corría el año de 1837 en la época conocida como Victoriana en dónde tanto hombres, mujeres y niños trabajaban arduamente para conseguir un miserable sueldo.
En esa choza ocurrían sucesos que se deberían quedar en secreto debido a los castigos que podían enfrentarse por parte de la corona inglesa. El hecho generalizado de cultivar una fachada de dignidad y recato junto a la prevaleción de fenómenos sociales como la prostitución de Emily y el secreto más guardado el romance que mantenía Blake con su pequeña hija.
Ricitos era una pequeña niña traviesa, perspicaz y muy despierta a su edad, siempre vestía un vestido corto con un diminuto delantal, zapatos de charol y no usaba calzoncillos.
Cuando la madre se encontraba prostituyéndose con los soldados, Blake se quedaba con Ricitos en su choza, él sacaba su verga de sus pantalones y se la daba a mamar a su hija, esto ocurría una y otra vez, cada que la madre se ausentaba. Blake era lo único que hacía y al parecer Ricitos disfrutaba inmensamente.
Cierto día un vecino chismoso se enteró de lo que hacía Emily y fue corriendo a la casa de Blake, pero cuál fue su sorpresa al asomarse por una ventana, vio a la pequeña Ricitos dándole unas mamadas descomunales a su progenitor.
Rápido se corrió esos chismes y la gente enardecida decidió incendiar la casa de Blake con toda la familia dentro, Emily corrió hacia atrás de su casa y por una rendija sacó a su hija.
-(Emily)… Corre! Corre! No mires hacía atrás.
-(Ricitos )… Mami! Snif Snif ( la niña lloraba )
-(Emily )… Huye hacía el bosque, ve en busca de ayuda.
Ricitos corrió lo más fuerte que pudo, mientras su casa seguía ardiendo en llamas.
La niña corrió, corrió y corrió nunca supo la dirección que había tomado, solo el impulso de huir le hizo cruzar gran parte del bosque montañoso al igual que parte de un río.
Ya caía la noche y la pequeña vio a lo lejos una cabaña, estaba muerta de miedo y frío, y decidió meterse por una ventana a dicha cabaña.
Tenía tanta hambre y cansancio que comió de un plato que estaba sobre la mesa, lo devoró al instante, sus ojos azules se le cerraban de sueño, caminó hacia una habitación se acostó en una catre y no le agrado, buscó otro y tampoco, fue hasta que vio un colchón viejo sobre el suelo y ahí decidió echarse a dormir. Fue tanto el cansancio y sueño que tenía que nunca escuchó los ruidos de los tres hermanos leñadores que habían llegado a la choza. Los hombres eran altos, robustos, fuertes y muy varoniles, ellos vivían en las entrañas del bosque puesto que la guardia de la reina los había desterrado del pueblo ya hacía varios años debido a su mal comportamiento, pues estaban acusados de robo, conspiración y hasta de violacion.
-( James )… Oigan alguien se comió mi sopa! ¿Quién fue?
-( Oliver )… También alguien se acostó en mi catre.
-(Harri ).. y alguien está acostada en mi colchón.
Ricitos estaba boca abajo, su diminuto vestido no le cubría más que la espalda y dejaba al descubierto su redondo y rubio trasero. Los tres hermanos leñadores quedaron con los ojos desorbitados al ver a Ricitos tan inocente y en esa posición, sus miradas se cruzaron y al mismo tiempo los tres caminaron despacio hacía el colchón viejo donde yacía la niña. Su hambre de sexo despertó inmediatamente, pues hacía varios años que no follaba y sólo se pajeaban sus descomunales vergas.
Uno de los tres hermanos se agachó y tocó suavemente el culo de la niña, al observar que dormía profundamente, acercó su nariz a las nalgas de Ricitos y comenzó a olfatear, en ese momento los dos hermanos ya habían sacado sus grandes pitos y los masajeaba de arriba hacia abajo, sin perder la vista en esa pequeña. Otro de los hermanos se inclinó, separó las nalgas de la pequeña y pasó su lengua áspera sobre el esfínter infantil.
Ricitos despertó, trató de moverse, pero le fue imposible, ya que la tenían bien sostenida con sus brazos robustos y fuertes.
-(Oliver ).. ¿Quién eres? Pequeña, ¿acaso eres una hermosa hada?
-(James )… ¿Qué haces dentro de nuestra cabaña?
La pequeña comenzó a llorar, se puso de pie y corrió a abrazar al tercer hermano, su cuerpo se apegó al del hombre y su rostro quedó a escasos centímetros de la polla de ese macho. Ricitos abrió sus ojos y quedó su mirada fija en el miembro erecto del leñador.( tal vez porque recordó lo que hacía con su padre )
-(James )… Al parecer le gustó tu polla hermano, mira como se le queda viendo.
-(Harri )… ¿Tú lo crees? Entonces veremos si tiene antojó de verga o no.
En seguida dirigió su miembro a la boca de Ricitos e hizo que lo engullera. La pequeña entre sollozos lo hacía y tragaba parte de esa polla morcillona.
-(Oliver )… Es cierto, tiene hambre de verga la pequeña hada. Yo también quiero sentir su boca en mi verga.
-(James )… Pues si tú lo haces yo también voy a participar.
Los tres hermanos estaban de pie y en medio la pequeña Ricitos de Oro, chupaba una verga, después otra y otra, sólo se escuchaban chasquidos y las arqueadas que hacía la niña.
-(James )… Que rico chupas pequeña, ya se me había olvidado esa sensación tan placentera y maravillosa. Ahh ahh sigue así.
-(Oliver )… Es una experta en el sexo oral, su lengua es tan cálida y su boca tan húmeda que me gustaría dejar mi verga en su boquita. Uff uff
-(Harri )… De dónde saldría esta pequeña diosa, miren sus ojos, siento que me pierdo en ese azul profundo. Anda pequeña chupame los guevos. Augh, Augh que delicia.
Ricitos de Oro engullía las tres vergas de los leñadores, al mismo tiempo que pasaba su lengua por las bolas que les colgaban. Tragaba una, otra y otra. Los hermanos la tomaban por la nuca y trataron de sepultar toda la inmensidad de sus pollas dentro de la cavidad bucal de la niña
Cada embestida que le hacían en la boca de la pequeña hacía que le brotaran lágrimas de sus hermosos ojos azules, pero Ricitos era fiel a su arduo trabajo y no se quejaba. Ahora lo disfrutaba tres veces más.
(James )… Me imagino pequeña que al parecer tú te comiste mi sopa y por eso me voy a quedar sin comer. Ahora tú serás mi cena y te devoraré enterita.
-(Harri)… Oye hermano, yo también quiero ese suculento culito, mi verga está tan ansiosa de coger a esa hermosa niña que sigue creciendo y creciendo.
-(Oliver )… ¿Y yo dónde quedo ? Mis bolas están que revientan de lo caliente que estoy. Vamos a cogerla entre los tres.¡ Vamos a jugarla a la suerte, a ver quien es el primero!
-(Harri)… ¿ y cómo lo hacemos?
-(James )… Fácil y sencillo, veamos quién tiene la polla más grande y ese será el primero.
-(Oliver )… Eres un hijo de puta, hermano, pues nosotros ya sabemos que tienes un mega pito que te cuelga.
-(James )… Entonces ya está, yo primero y después ustedes.
James tomó a la pequeña Ricitos de Oro y la llevó a su catre, ahí se desnudo completamente y rompió el vestido de la niña, Ricitos sólo observaba con miedo a ese hombre. James pasaba sus ásperas manos sobre todos los rincones de ese cuerpo. Besaba a Ricitos e introducía su lengua en la boca infantil. Los otro dos hermanos sólo veían el gran espectáculo que se presentaba ante sus ojos llenos de lujuria.
-(Harri )… Ya cogetela, ¡cogetela!
-(James )…¡ Dime! hermosa princesa. ¿Cuál es tu nombre?
-(Ricitos )… Snif, snif, Ricitos de Oro, así me dicen.
-(James )… ¿Ricitos de Oro? Serás nuestro tesoro más valioso. Ahora te meteré mi verga en tu cosita y serás mi mujercita.
Acto seguido James colocó la punta de su gran verga venosa en la entrada de la vagina de Ricitos, trató de meter el glande, pero la virginidad de la niña se lo impedía, el hombre solo jugaba con su nuevo juguete antes de penetrarla por completo. Escupió una gran cantidad de saliva en su miembro y nuevamente trató de meterlo, meterlo y meterlo. La sensación de sentir como su verga iba abriendo poco a poco los labios de la vagina de Ricitos era tan sublime que no se percató que sus dos hermanos se encontraban tan cerca de ellos que hasta se podía escuchar sus latidos del corazón. Oliver tan desesperado que estaba de que James todavía no comenzará a follarla, decidió empujar las caderas de su hermano hacía el cuerpo de la pequeña. Lo que ocasionó que su hermano no sólo metiera la punta, sino también casi la mitad de sus 22 cm dentro. La pequeña al sentir que algo le estaba destruyendo, gritó.
-(Ricitos )…, ¡Me duele! por favor señor saquelo. Me duele, auch.
-(James )… Yo quería que fuera lento, pero estos pendejos no dejaron. Ahora solo disfruta, te va doler un poco, pero hasta me vas a pedir más y más fuerte.
Con cada metida de verga la pequeña gritaba de dolor y lloraba amargamente, su respiración se entrecortaba y jadeaba fuertemente, esos sonidos que emanaban de la boca de Ricitos, junto con los gritos de dolor, eran oro molido para James, pues disfrutaba escuchar como se quejaba la niña al ser cogida por semejante polla. Él no era el hombre más tierno sino por el contrario era rudo y salvaje y de esa misma forma cogía, cogía y cogía a Ricitos, no le importaba en absoluto si desgarraba o lastimaba la vagina de la pequeña. Él lo único que deseaba era sentir ese cuerpo diminuto y correrse dentro de sus entrañas.
-(James )…. Llora pequeña, llora más fuerte eso me hace calentarme más, grita, grita todo lo que puedas que en este lugar nadie te va a escuchar.
Ricitos sólo se movía como un muñeco de trapo, sus lágrimas no paraban de brotar de sus hermosos ojos azules. Cuando el leñador sintió el momento de éxtasis, clavó toda su pija casi con todo y bolas para poder echar todo su semen dentro de Ricitos.
-(James )… Agh, Agh¡ ahí te van! Disfrútalos pequeña hada.
Apenas si el hombre leñador de James había dejado de moverse su hermano Harri le quitó a la infanta, la llevó a su colchón viejo, la arrojó sobre él y se abalanzó sobre ella, aún la concha de la niña tenía los residuos de semen de su hermano James, cuando éste hermano el más joven introdujo su verga hambrienta en la concha de Ricitos de un solo movimiento, y debido a que ya se encontraba dilatada y sobre todo bien lubricada por el esperma del primer afortunado , no hubo impedimento por parte de la vagina de la niña.
Los movimientos de Harri eran cada vez más rápidos y profundos, casi se podría palpar la cabeza de la verga sobre el vientre de la pequeña, cada que la embestida era intensa, brutal y firme.
Los lamentos de Ricitos de Oro poco a poco eran débiles e inaudibles, eran más enérgicos los gemidos de aquel hombre leñador que se podían escuchar por fuera de la choza.
Para ese momento el pequeño coño de Ricitos de Oro estaba de color rojo debido a las metidas de verga que le habían propiciado y por la sangre que le escurría.
Harri le hablaba de forma sucia y vulgar a la niña tratandola cual si fuera una vil zorra.
-(Harri )… Andale pequeña putita, trágate mi verga, abre bien ese delicioso coñito y recibe mi polla que está ansiosa de seguir follándote. Huy preciosa zorrita estas bien rica. Bendito los dioses que nos enviaron a esta mujercita para satisfacer nuestras necesidades.
Cada que el hermano más joven introducía su miembro la respiración de Ricitos era muy aguda, ya la niña estaba al borde de desvanecerse por completo y llegar hasta el desmayo. El sufrimiento que pasaba la pequeña aún no podía terminar, seguía siendo el juguete sexual de los tres leñadores.
Mientras más avanzaba el tiempo el hombre trataba de no terminar su gran faena, pero la fricción que mantenía su glande con el interior de la pequeña, hizo que sintiera un gran orgasmo y vaciar todos los mecos que pudo expulsar su gigantesca y gorda verga.
-(Harri )… ¡Huy ! Me vengo auch. Que delicia de coño, es un sabroso manjar.
-(Oliver )… Bueno creo que ahora me toca a mí, deleitarme con esta preciosa rubia. Ven pequeña Ricitos ahora vas a probar mi verga.
Oliver cargó a Ricitos y para ese momento ya estaba totalmente desmayada y no tenía control de sí misma. Su cuerpo inerte escurría los fluidos de los dos hermanos leñadores que anteriormente habían perpetrado el cuerpo inocente de la niña. Oliver un hombre alto y fuerte como sus hermanos llevó a la pequeña a su catre, la recostó suavemente y de forma sutil, a pesar que Oliver aparentaba rudeza, su comportamiento para con Ricitos fue lo contrario.
Cuando Ricitos estaba sobre el catre comenzó a besarla suavemente y acariciaba el pequeño cuerpo, este acto duró unos minutos para posteriormente acariciar con su mano áspera la concha de la pequeña, introducía un dedo para luego sacarlo y chupar su propio dedo. A estas alturas le no importaba que de la vagina de la niña escurriera los fluidos de sus propios hermanos , él lo disfrutaba demasiado.
De pronto acomodó la cabeza de su verga en la entrada de la vagina y comenzó a introducirla lentamente, suavemente, delicadamente, el movimiento del vaivén era sutil. En cada ocasión besaba la boca de Ricitos y seguía con sus movimientos de cadera livianos. Lo hacía con extrema ternura y cortesía.
-(Oliver )… Hermosa princesa, eres una pequeña diosa.
Oliver en su anhelo de seguir disfrutando de ese placer que le daba el copular con la niña que cada vez lo hacía más y más pausado. Se complacía de escuchar los diminutos lamentos de Ricitos.
-(Oliver )… Ahora te voy a perforar tu delicioso y hambriento recto.
El joven acomodó de espaldas a Ricitos y emprendió a comer con su lengua el esfínter de la pequeña hada, le estaba dando uno de los primeros besos negros a la pequeña, aunque ella se encontraba inconsciente.
Oliver escupió una gran cantidad de baba en el esfínter rosado de Ricitos y otra poca sobre la base y cabeza de su miembro viril. Lo situó en el fundillo de la niña y trató de perforarlo, pero como no estaba dilatado le costó mucho esfuerzo el poder introducir la cabeza de su verga. El culo de Ricitos se aferraba a mantenerse cerrado e impedía que fuera penetrado, pero Oliver con esa emoción de estrenar ese culito, se aferró a follar y penetrar ese pequeño culito.
El hombre al sentir que su verga había podido entrar en el esfínter de la niña, trató de meter más parte de su pito, que de unos cuantos movimientos entró por completo. Lo que hizo que Ricitos despertará por el dolor que sentía al tener una verga de esas dimensiones dentro de su culito. Su gritó fue de un dolor inmenso.
-(Oliver )…¡ Cálmate pequeña, no llores!, mejor disfrútalo como yo lo hago.
Nuevamente los movimientos del vaivén de Oliver eran suaves, pero lo apretado del esfínter de Ricitos hacía que con cada movimiento la verga del leñador hiciera fricción y lo que aconteció fue que se corriera dentro de los intestinos de la pequeña.
Desde ese momento RICITOS DE ORO Y LOS TRES LEÑADORES vivieron momentos de sexo y lujuria.
Y cada noche la pequeña niña sería usada y penetrada por los tres hermanos leñadores.
Menos el anal, me gustó