Rina, mi amiguita y su despertar al sexo – Parte I
Rina es mi amiguita, recién cumplido sus 10 años, ya era toda una mujercita. Sus pechos ya comenzaban a rellenarse. Y su culito atrae ya muchas miradas. Desde hace un par de semanas me sentía muy atraído por Ella.
Como dije al principio, Rina a sus diez años ya era toda una mujercita. Alta para su edad. Era una morocha de piel blanca como la leche y sus ojos verdes parecían dos faroles. Una preciosura por donde se la mire. Yo tenía en ese entonces 14 años, plena época de masturbarse a cada rato. Y mi amiguita había empezado a formar parte de mis fantasías sexuales. Yo nunca había estado con una chica, por lo que de sexo solamente sabía lo que aprendí viendo porno en internet. Pasaba horas encerrado en mi habitación pajeándome y viendo videos de sexo. Me atraían los videos donde hombres grandes tenían relaciones con niñas pequeñas o jovencitas. Y de como Ellas disfrutaban a pesar de que eran tan jóvenes.
Rina tomó la comunión y sus padres realizaron una fiesta en su casa. La niña me invitó por lo que me arreglé bien, bañado y perfumado y fui para la casa de mi amiga. Al llegar sus padres me recibieron muy contentos de que yo fuera. Es que Rina no tiene muchos amigos, tres o cuatro amigas y creo que el único varón era yo. Lo que me daba un gran status. Además de ser el mayor del grupo en la fiesta. Se bailó, se comió y nos divertimos, un par de veces no pude dejar de observar que Rina no me quitaba el ojo de encima. Cada vez que la miraba, Ella tenía sus ojos en mí. Sonreía y se sonrojaba. Se fue haciendo la tarde y algunas chicas se fueron ya que sus padres las vinieron a buscar, el asunto es que quedamos Rina, Alejandra, otra niña de su edad y yo.
En ese momento viene la mamá de Rina y le comunica que se van con el padre al supermercado, que demorarán un poco por que deben ir también a la carnicería. Por lo que nos recomienda que nos portemos bien y se van. Inmediatamente Rina echa llave a la puerta de entrada e invita a su amiga a su habitación dejándome a mi solo en el living viendo Tv. Pasado unos 10 minutos siento que las chicas me llaman, intrigado voy y al entrar en la habitación encuentro a las dos niñas totalmente desnudas. Una más linda que la otra. Y en la PC de Rina un video porno donde un tremendo hombre de color, con una tripa como para dos personas, estaba teniendo sexo con una niña que debía tener a lo sumo unos 14 o 15 años. La chica gemía y suspiraba fuerte cada vez que el negro la penetraba, de pronto le saca la verga de la concha y se la pone en la boca, la niña lo mama por un rato y finalmente le saca la leche a borbotones. Ver a mis amigas desnudas y ver el video hizo que mi poronga se ponga dura. Y creo que eso es lo que estaban esperando ya que Alejandra se me acercó y sonriendo pícaramente me pide que me saque la ropa, que quiere ver mi pene. Convengamos que para mi edad ya tenía el pene bastante desarrollado. Unos 17X5 cms. Los que al quedar al aire libre, resultó muy ilustrativo a las niñas. Rina extendió su mano y lo tomó por el tronco, sacudiéndolo y apretándolo, Alejandra más osada, acercó su boca y cerrando los ojitos se metió la cabeza y comenzó a mamarmela, lo hacía toscamente, de a ratos me hacía doler con los dientes. Luego fue Rina la que procedió a seguir con la mamada, no duré creo n cinco minutos y comencé a soltar chorros de leche que les llegó a la cara, a la boca, en los ojos, un derroche de semen. Ambas niñas exaltadas sonreían y festejaban. Mi verga se ablandó un poquito, entonces Alejandra se tira boca arriba en la cama ofreciéndome su hermosa vagina lampiña, gordita y muy apretada. Abrió bien sus piernas y yo me arrodillé en medio de ellas y comencé a mamarle su conchita, no sabía muy bien como hacerlo pero se ve que tan mal no lo hacía ya que en un minuto Alejandra gemía, suspiraba y tiraba de mis pelos hasta que de pronto siento en mi boca un sabor dulzón que invade mi boca. Eran sus flujos, la niña había tenido un orgasmo, quedó laxa y sin fuerzas. Entonces Rina que había estado observando hace lo mismo, se recuesta en la cama y permite que yo comience a mamarle su panocha, algo mas grande que la de su amiga, pero igual de lampiña, yo ya con un poquito más de experiencia le di una mamada colosal y pronto Rina gemía, gritaba, se retorcía y tuvo un orgasmo muy intenso, luego simplemente se quedó quietecita al lado de Alejandra. Para esto mi pija estaba ya otra vez dura, erecta y bien gorda. En la Pc el negro le untaba gel lubricante en el culo a la piba y luego se la iba metiendo en medio de los gemidos y grititos de la niña. Al final toda la tranca del negro estaba dentro del culo de esa chica. Tanto Rina como Alejandra estaban intrigadas, por lo que aprovechando el momento de calentura les pregunté si se animaban a que les meta la poronga en el culo para que sintieran lo que esa chica sentía, todo el placer de una pija en su ano. Al principio dudaron pero luego de común acuerdo aceptaron. Las hice poner arrodilladas al borde de la cama, una al lado de la otra. Sus culos eran una postal, si bien no tenía experiencia e iban a ser mis primeros culos, sabía que en seco la verga no le entraría fácil por lo que le pregunté a Rina si tenía alguna crema. Me dijo que fuera al baño y buscara en el botiquín, lo hice rápidamente antes de que se arrepintieran, volví con un tubo de gel lubricante, se ve que los padres de mi amiga tienen bastante sexo anal. Algo común el los matrimonios. Y la verdad es que el culo de la mamá de Rina está tan bueno como el de su hija.
Sin demorar utilizando mucho gel metí primero un dedo en el culo de ambas chicas, con más gel metí dos dedos, para esto las chicas estaban ya muy calientes, puse mucho gel sobre la cabeza de mi pija y haciendo que Alejandra se abriera las nalgas con ambas manos me ofreció su rosado anillito. Apoyé el glande e hice un poquito de presión, la cabeza entró sin mucha dificultad, a la niña se le escapó un gemido, esperé que su esfínter se acostumbre al grosor de la pija y recién allí la fui penetrando suavecito, Alejandra suspiraba fuerte, se quejaba un poquito, de pronto cuando ya tenía casi toda la verga adentro me dice, por favor sacala, es muy gorda, me duele. No le hice caso, volví a tener paciencia y después de unos instantes su culo aflojó un poco la presión y pude finalmente penetrarla hasta que mis huevos tocaron sus cachetes, para esto mi pija estaba dura e hinchada como riel de ferrocarril, la presión de su ano era fantástica, pero no me podía mover por que enseguida se quejaba. así es que despacito y suavemente se la fui sacando, suspiró aliviada cuando la cabeza se retiró de su ano dejando un túnel rosado y abierto. Para esto Rina se había estado dedeando, por lo que su calentura era extrema, estaba lista para recibir la verga por atrás, solita se abrió los cachetes, poniendo más gel en la cabeza de mi verga procedí a intentar penetrar ese virginal culito. Apoyé la cabeza y se fue solita para adentro, pasó la cabeza y una buena porción de tripa, Rina ni se quejó, seguí pechando y pronto la tuve totalmente penetrada, y la mayor sorpresa, es que la niña pronto comenzó ella a moverse adelante y atrás, se cogia solita, pronto agarramos ritmo, se la metía hasta el fondo y se la sacaba toda, y volvía a penetrarla, tanto le gustaba que pronto se vino en un fuerte orgasmo, su culo apretaba y soltaba, caliente y aterciopelado, seguí serruchándola y volvió a tener otro orgasmo y se derrumbó. Pero yo todavía tenía la verga dura, por lo que volví sobre Alejandra, unté mucho gel en su ano, y sin miramientos se la comencé a meter, fue más fácil y menos doloroso que la primera vez, esta vez entró toda en un solo tirón, la niña solo gemía y se relajó, entonces pude cogerla como se merecía ese culo, largo y fuerte. Y así pude llegar a una tremenda acabada, y Alejandra al sentir el calor de mi semen se retorció y logró un orgasmo muy contenido. Le saqué la verga y salió con un plop, como el descorchar de una botella de vino. Quedamos los tres tirados en la cama. Al ratito sentimos llegar el auto de los padres, nos vestimos rápidamente y bajamos al living, cuando los padres de Rina entraron estábamos viendo Tv. Y los tres teníamos en el rostro esa sonrisa cómplice de quienes hicieron una travesura. Esta fue la primera vez, pero también el inicio de muchas sesiones de sexo. No se pierdan la parte II
Wow!