Romita… Mi dulce niña.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Es de piel blanca, y por herencia de su madre su piel de sus hombros es adornada por unas pequitas; de senos grandes como mama también y piernas lindas, Tiene unos preciosos ojos marrones claros que iluminan también algunas pecas sobre sus rosadas mejillas… una carita de niña celestial. Romita solía llegar hacia las 3 de la tarde de la escuela, pero aquella tarde por una bendita circunstancia se presentó en casa hacia las 12 del día.
Romita: Hola Papi.
Papa: Hola amor….por que llegaste temprano?
Romita: Lo que pasa es que como estamos en olimpiadas, tenemos la tarde libre, y en lugar de quedarme mejor vine a casa.
Papa: Ok hija…comiste??
Romita : No, pero ahora lo hago, primero quiero bañarme que me muero de calor…. Mi mama??
Papa: Salió amor….fue a casa de tu abuela que está mal, seguro viene por la noche.
Romita : ok…papi. Voy a cambiarme ya vengo.
Cuando romita regreso, vestía una faldita liviana de algodón corta, que dejaba adivinar la forma de sus lindas piernas y una blusita escotada que permitía ver la delicia de pechos en desarrollo.
Romita : Papa…puedo ver tele??
Papa: Si amor…pero te dejaron tareas??
Romita : Si papa, pero es viernes y ya las hago mañana.
Papa: Ok…siéntate si quieres.
Se sentó a mi lado y pude sentir como aquella niña rozaba sus piernas con las mías de forma casual.
Romita : Papa….te acuerdas cuando era chica?
Papa: Si amor …claro.
Romita: Antes me engreías más, eras más cariñoso conmigo, jugabas conmigo… ya no me engríes como antes. O acaso ya no me quieres?
Papa: Bebita…claro que si te quiero….como se te ocurren esas cosas.
Romita: Entonces porque ya no me abrazas como antes?
Papa: Claro que si amor… Ven princesa.
Le extendí los brazos y automáticamente se sentó sobre mis rodillas te forma transversal y me abrazo muy fuerte, como hacía mucho tiempo no lo hacía, permitiéndome sentir el roce de sus senos contra mi pecho….es allí que me di cuenta que el cuerpo de mi hija estaba cambiando.
Me dio un beso en la mejilla….pero casi al borde de la comisura de mis labios al cual yo correspondí. Pero esa situación me provoco una extraña sensación….que aún no podía describir.
Romita: Papa…la verdad extrañaba mucho que me abrazaras así fuerte… hacía tiempo que no lo hacías.
Papa: Es verdad hijita…es que como ya no estoy mucho en casa no ha habido ocasión.
Romita: Papito quiero decirte algo
Papa: Que mi amor.
Romita: Te acuerdas cuando era chica y tenía 8 años y me sentaba en tus piernas, tú las movías y jugaba al caballito… te acuerdas papito??
Papa: Si amor…claro que si
Romita: Porque no jugamos así… anda… porfa papa.
Papa: Romita…ya no tienes 8 años….además ahora pesas más y ya no estas para esos juegos hija.
Romita: Por favor papa….mira que me dijiste que me quieres igual que antes.
Papa: Bueno amor….está bien.
De pronto aquella nena inocente me pareció que hacía esto con cierta malicia…..me rodeo de pronto con sus piernas sentándose sobre mí, entregándome una preciosa vista de su escote y su carita de niña inocente….
Cuando hizo esto….levanto su falda…de tal manera que mi entrepierna casi podía rozar su vulva…cuando hizo esto….fue inevitable que sus piernas rozaran mis brazos que caían extendidos a mis lados sin saber qué hacer.
Romita: Papa…extrañaba jugar así…. me decía mientras era inevitable para mi sentir una tremenda erección provocada por la situación…por la visión de su escote, su carita de niña inocente y el roce de sus suaves y duras piernas.
Papa: La verdad yo también te extrañé bebita…es bueno que pasemos juntos un tiempo de vez en cuando.
Mientras me decía esto…no dejaba de saltar ligeramente sobre mí de tal forma que al hacerlo era inevitable que su vulva frotara de arriba abajo mi entrepierna….a lo que no pude disimular más mi erección. Parecía que Romita realmente notaba lo que me pasaba… entre sus movimientos trataba de exponer mi miembro ya erecto al roce con su vagina.
Romita: Papa…sabes??…. siento así como cosquillas en mi estómago….me gusta sentirme así papito… me decía esto con voy casi temblorosa.
Yo no sabía qué hacer…me estaba excitando con mi propia hija…..me sentía confundido…pero mi instinto dominaba a la cordura…decidí continuar el juego.
Romita: Papito…jugar a esto me dio calor otra vez. Me voy a quitar la blusa…. Mientras me decía esto, Romita se terminaba de desabotonar la blusa y tenia de pronto ante mí a mi hija semi desnuda…..la vista era delicioso… su escote… las pecas de sus senos ante mis ojos.
Romita: Papa…que tienes allí???…me dijo refiriéndose a mi pene erecto que trataba de escapar de mi pantalón e ir a la boca de esa hermosa niña…. Mientras me decía esto y casi sin darme cuenta tuve a Romita arrodillada delante de mí mirándome el bulto de mi pene en mi entrepierna y veía sus manitos casi tocándolo sobre el pantalón.
Romita: Papa…puedo tocarlo…me da curiosidad.
Antes de poderle decir que no… de pronto ya sentía con sus manitos la dureza dentro de mi pantalón…. Luego Romita abrió torpemente el cierre de mi pantalón y permitió que asomara mi glande que por la situación se mostraba hinchado y de un casi rojo brillante… Romita lo miro con sorpresa y curiosidad.
De pronto pude sentir sus blancas manitos de uñas cortas que empezaba a deslizarse de arriba hacia abajo… tenía sus manitos casi empuñando mi pene.
Romita: Papa…me siento rara…como que tengo ganas que me acaricies…de sentir que me quieres mucho.
Papa: Es que te quiero amor…quisiera demostrártelo… le dije casi como convencido que lo que me estaba pasando era un delicioso sueño…. Sentía una carga de amor por mi hija, pasión, ternura y excitación que no podía controlar.
Romita: Ya sé cómo papa…. acaríciame mis piernas.
De pronto tenia a mi hija recostada a mi lado….dejándome sentir la suavidad de sus piernas lampiñas…. acariciándola y al mismo tiempo ella acariciando mil pene.
Romita: Papá… (Me decía, dejándome sentir su respiración agitada)…te quiero mucho….quisiera darte un besito…..para no subir…te lo puedo dar aquí?… me decía señalándome con su mirada mi pene… Mirándola muy excitado le dije…. Hazlo mi princesita.
Esta niña inocente, tomó mi pene entre sus tiernas manos… y lo que empezó como un piquito inocente….fue evolucionando a ligeros mordisquitos sobre mi glande que por segundos dejaba sentir su tibia y húmeda lengua en la punta de mi pene…y de allí a caricias con su lengua. De pronto Romita tenía el pene de su papa en su boca….todo fue tan tierno y natural.
Mientras Romita hacia esto, yo iba subiendo por sus muslos….cuando mis manos se acercaron a su vulva Romita me sorprendió abriendo sus piernas y permitiéndome rozar mis dedos con su vagina……aquella niña estaba empapada de sus jugos….la rocé y de pronto dejo escapar un gemidito acompañado de un temblorcillo de su cuerpo….papa…te quiero…me dijo.
No pude resistir tal sobrecarga de excitación…. me acerque a saborear la vagina de mi hijita.
Romita era deliciosa…. de pronto nos encontramos haciendo un perfecto 69 ….el sabor de mi hija tenía la dulzura de la más deliciosa miel…varias veces estuve a punto de eyacular en su boca cada vez que escuchaba ese gemido de niña despertando al placer que decía…. Papa….que rico me haces…. Me encantan tus besitos papito… siento que me quieres más cuando me besas asi papa….. te quiero papa.
De pronto decidí que era necesario aclarar las cosas….Coloque a Romita frente a mi… sentada sobre mi entrepierna… el glande de mi pene casi rozaba los labios de su húmeda vagina de la que casi goteaban sus fluidos…. Casi a punto de tener un coito.. La mire a los ojos y le dije casi con desesperación…. Romita.. Hijita …no puedo más…..sabes que esto no debemos hacerlo….esto es incesto hija..
Romi me miro a los ojos muy tiernamente y a la vez con los ojos inyectados de lujuria y me dijo… Papa…lo sé…pero la verdad es que quería que tu fueras mi primer hombre….pienso en ti desde que jugábamos al caballito en la sala… desde que tenía 8 años….y me sentía con ganas de que me acaricies, que me abraces y me beses… que me hicieras esto…..hazlo papito … quiero sentirme solo tuya….. Te amo papa
Entonces nos unimos en un beso lleno de amor y deseo, mientras mi pene penetraba aquella vagina que dejaba ya de ser la de una niña…..Dejo escapar un gemidillo ahogado señal de que su himen cedía a mi embestida…..Mi hija de había convertido en mi mujer.
Mi princesita se movía suavemente….pronunciando una y otra vez…. Papito….sigue papa…te quiero…. Me encanta esas cosas ricas que me haces… papa… siento que me quieres más papa……ahhhhh…. Papa…… que cosas ricas me haces….. No te detengas papa… Quiero que me hagas esto siempre que mama salga papa….. que sea nuestro secreto.
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