Saliendo del trabajo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Roxana.encalzada100.
Hola.
Me llamo Roxana y soy de Bienos Aires.
Mido 1.
70 rubia de ojos negros pelo largo y lacio por la cintura estrecha buena cola.
Mis medidas son 100 60 105.
Trabajo en una estación de servicio por mi trabajo me obligan a usar calzas ajustadas.
Así que se imaginarán que todos los días escucho rios de los hombres que vienen a cargar combustible.
Un día había salido de trabajar y la verdad no tenía ganas de pasar a cambiarme Así que sale directamente con el uniforme de trabajo el cual es una calza Blanca ajustada y una remera ajustada.
Tuve que caminar 5 cuadras hasta la estación para tomarme el tren y mientras tanto soportar los bocinazos comentarios de los hombres que pasaban.
En un momento me encaró uno que tendría unos 24 ó 25 años.
Yo no le di importancia y seguí caminando hasta la estación y cuando me doy vuelta él también tomaba el mismo tren que yo.
Cuando me ve me mira y me dice:
-Parece que viajamos juntos rubia.
Sólo miré un minuto y no le dije nada.
el tren venía re lleno y cuando subo el subió justo detrás mío y al estar tan lleno el quedó presionado contra mí.
Yo no dije nada pero sentí como me rozaba.
Lo miré de reojo y me sonrío pero nada más yo le di vuelta la cara.
En la siguiente estación subió mucha más gente y la apoyada ya era evidente.
Yo traté de moverme Pero lo único que logre fue acomodarme más contra su pelvis.
Y para peor de todo Noté que se le estaba endureciendo y me estaba haciendo presión contra mi cola.
Cuando sea pasamos dos estaciones estamos apretados y sentía como me clavaba su bulto entre los cachetes de mi cola.
Me asombré de que tenía un buen tamaño y encima lo sentía bastante grande contra la calzá que al ser fina era como una segunda piel.
Cuando llegué a la estación de Moreno tuve que bajar y cuando me bajo él se baja detrás mío y me dice
– ¿te molesta si te acompaño?
– No.
No hay problema.
Empezamos a charlar y él me dice
– cómo te gustó lo del tren no Rubia?
– nada que ver – le dije
– Dale rubia No te hagas que sé que te gustó me llamo Pablo
– yo Roxana.
– ¿ No querés que vayamos a otro lado?
– Bueno dale.
Fuimos a un hotel cerca de ahí y apenas entramos me empezó a besar y manosear por todos lados.
Yo me arrodillo y le bajé la bragueta del jean y cuando metí la mano tenía su bulto durísimo.
La agarre y la saqué y me quedé asombrada con el grosor y el largo se me escapó:
– Mierda!!! Es enorme!!
Entonces él puso su mano en mi nuca y quería que se la chupara.
Empecé a pasarle la lengua desde la base hasta la punta y empecé a meterla.
Llegaba hasta la mitad y sentía que me ahogaba Entonces él puso su mano en mi nuca y presionó y me la metió hasta la garganta.
Me la saqué tosiendo y me dice que quería que me acostara en la cama.
Él se subió encima mío y la puso entre mis pechos.
Y empezó a masturbarse con ellos haciéndome una turca.
Para peor de todo no me avisó acabó en mis pechos y parte de mi cara.
Yo me limpié y entonces él se puso un preservativo y estaba acostado boca arriba yo me subí encima y empecé a montarlo.
Cuándo empezó a meterme la se me escapó un gemido.
– Huuu me partis!!!
– bájate rubia y ponete en cuatro en la cama que quiero disfrutar de esa cola.
Yo me puse en cuatro pero me asustó un poco el tamaño Pero él empezó a hacerlo despacio
Apenas empezó a meterla sentí que me estaba partiendo al medio.
Pero él me tenía firmemente agarrada de las caderas hasta que ya había metido la mitad él empezó a moverse sin parar haciéndolo duro.
Yo gemía con cada embestida más de una vez me tuve que morder los labios para no gritar.
En un momento él empezó hacerlo demasiado duro y yo ya no he podido aguantar los gemidos hasta que le dije que parará que me estaba viniendo.
– todavía me falta rubia- me dijo
Estuvo como 5 minutos más hasta que siento que el acabó.
Después de salir del hotel Nos pasamos los teléfonos y quizás más adelante nos encontremos de vuelta
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