San Valentín
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Sexy_Sarita_.
Analía aspiraba el suave aroma que emanaba el vapor. Estaba nerviosa, hoy era un día importante. Hoy era San Valentín.
Acariciaba su cuerpo jabonoso imaginando que eran las manos de él, de Sergio… imaginaba su boca cubriendola a besos…decidió salir del agua, no quería llegar más lejos.
Frente al espejo sonrió con ternura. Algunas pecas moteaban sus mejillas y los mechones mojados se pegaban a su cuello queriendo fundirse en él; se envolvió en una enorme toalla y se secó a modo de mimos.
Abrió un cajón y sacó un frasco con perfume de Sergio, recordó las risas de él cuando ella le pidió que le regalara su perfume "es para llevarte siempre conmigo".. unas gotas fueron suficientes para sentirlo a su lado.
Se había comprado un conjunto precioso para la ocasión, transparente, negro y rosa, se sentía bonita con él… aunque duraría poco puesto, merecía la pena.
Se fue a la habitación, comenzó a encender un montón de velas de distintos tamaños y olores que te transportaban y te evadían… colocó en la mesita aquel vibrador rosa que Sergio le había regalado con la nota "tan pijo como tú" no pudo evitar sonreir de nuevo.
Colocó una pierna encima de la cama y comenzó a masajearla dulcemente con la hidratante, la fricción era suave pero firme, subió lentamente hasta el muslo, hizo lo mismo con la otra pierna y siguió hasta arriba, el abdomen, sus pechos, en los cuales sus pezones, reaccionaron al momento al sentir la cremosidad resbalando por ellos, terminó en sus brazos, por un momento se mantuvo quieta, desnuda… oyendo el silencio, queriendo adueñarse de cada sensación.
Se puso el conjunto y echó una última ojeada a la habitación, todo estaba perfecto.
Se tumbó en la cama, cerró los ojos y poco a poco fue entrando como en un sueño… sintió unos labios besando cada dedo de sus pies, no quería abrir los ojos, quería seguir sintiendo aquellas cosquillas que subian por sus piernas, ella rió juguetona y arqueó su cuerpo, los labios, cada vez más húmedos seguían subiendo por su cuerpo, por su estómago, por su cuello, un susurro leve llegó a su oido; sintió la presión de su cuerpo sobre ella y deseó parar el tiempo…
Los pequeños jadeos de Analía, cada vez más acelerados, acompañaban al unísono el movimiento de sus manos.
Le deseaba, como si fuera la primera vez. Como aquella primera vez que le vió en la playa y deseó hacerle el amor allí mismo, sin importarle el resto del mundo, su cuerpo moreno, sus músculos levemente marcados y aquella sonrisa pícara cuando cayó el balón junto a ella… Cinco años despues, seguía deseándole como aquel día.
Sintió unos pellizcos en sus pezones, que la hizo ponerse alerta, pero lejos de quejarse, pidió más y sintió más dolor… su piel estaba erizada por el deseo, su clítoris reclamaba atención y la boca de su vagina palpitaba suplicando ser penetrada…
Abrió sus piernas, el culotte hacía tiempo que estaba tirado en el suelo. Su pubis rasurado invitaba a darse un festín. Sintió una lengua explorando entre los labios de su vagina, se posó en aquella bolita revoltosa y lo que antes eran jadeos dieron paso a pequeños grititos de placer, con una mano se llevó un pecho hasta su boca y mordisqueó un pezón rozando el dolor… el clítoris henchido cobró vida propia y parecía querer escaparse de su cuerpo… sintió la frialdad de su vibrador rosa abriéndose paso en su interior, agradeció ese cambio de temperatura momentánea… se clavó hasta el fondo, con furia, con deseo, con desesperación, el zumbido del motor del motor parecía decirle "córrete"…
seguía sintiendo aquellas lascivas caricias en su clítoris, ella seguía chupando sus pezones y el vibrador entraba y salía con una facilidad pasmosa gracias a sus jugos que lo impregnaban como si fuera miel… Analía se olvidó de quien era. Sólo sentía su coño lleno, a punto de explotar; su cuerpo estaba tenso, su piel erizada sus pulmones pedían más aire del que les llegaba… no podía retrasarlo, estaba a las puertas del orgasmo.. el vibrador casi se perdió dentro de ella, sentía el movimiento en lo más profundo.. las caricias del clítoris se aceleraron y un grito se escapó de su garganta dejándola sumida en la nada…
sintió como si se esfumara, como si solo el placer existiera en aquel mundo.. y levemente volvió a caer sobre su cama, volvió a recuperar el aliento y recuperó el control como pudo… con voz rasgada susurró un inaudible "te quiero" se apartó el pelo de la cara y el perfume de Sergio que llevaba en la muñeca le hizo sentir un "tambien te quiero". Sonrió.
Hacía tres años de su muerte. Sergio había muerto tres años atrás en un accidente, mientras se dirigía a casa de Analía para celebrar San Valentín. Aunque el resto del año ella hacía su vida con relativa normalidad, no había podido olvidarle y en memoria de él había decidido que en vez de ir al cementerio, en cada aniversario, haría el amor con él.
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(Nota: Sé que no debería ir en este apartado, sino en el de masturbación pero entonces no habría podido jugar con la idea de que era otra persona quien lo hacía)
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