Santa Claus y la pequeña niña.
Derek era un hombre apuesto y musculoso un día decidió vestirse de Santa Claus y ahí pudo satisfacer una necesidad sexual que nunca había imaginado…
Santa Claus y la pequeña niña.
En Appleton una ciudad en Wisconsin vivía Derek un joven amante de los deportes y especialmente el Rugby el cuál practicaba asiduamente, Derek tenía 28 años, era alto, rubio y con un cuerpo atlético y robusto. La mayoría de las chicas estaban enamoradas de él y no sólo las chicas sino uno que otro hombre.
A Derek le gustaba vestir un poco entallada la ropa para que se le marcara todo su cuerpo bien trabajado por el deporte ( rugby ) era demasiado mujeriego, le gustaba follarla para después buscar otra mujer dónde descargar toda su leche.
En la plaza principal de Appleton cada navidad se presenta el show de los Santas, siempre participaba un hombre gordo el cuál interpretaba a Santa Claus, pero días antes había enfermado y no podía participar. Derek sintió la curiosidad de vestirse como Santa y presentarse en la plaza.
Era el día 23 de diciembre cuando los Santas hacían presencia en la plaza, frente al pequeño centro comercial. Los hombres vestidos de rojo,con barba y demás se sentaban en una silla y los niños llegaban alegres a pedir sus regalos. Derek estaba sentado casi al fondo en una esquina, nadie se percataba que el nuevo Santa era el apuesto Derek, pasaron unos minutos y un pequeño lo vio, sonrió y corrió a su lado.
- Santa, santa
El niño se acercó y se sentó en su pierna de Derek, el pequeño comenzó a platicar y a platicar, le entregó su carta y se retiró.
En seguida llegó una pequeña.
- Santa,¿ me puedo sentar contigo?
- Por su puesto pequeña Jo, jo, jo ( reía santa ).
Derek cargó a la niña y la sentó sobre su pierna, la pequeña estaba muy emocionada y a cada rato daba pequeños brincos sobre la pierna de Santa, la pequeña de tanto movimiento se iba caer, pero estiró su mano y se apoyó en la entrepierna de santa y la niña se agarró fuertemente que hizo que Derek diera un leve grito.
- ¿Te pasa algo Santa?
La pequeña preguntó intrigada.
- Jo,jo,jo no pasa nada, ahora dime que escribiste en tu carta jo,jo,jo.
La niña comenzó a decirle que había escrito, pero nunca se soltó de la entrepierna de Santa y por obvias razones la polla de Derek se hincho y tuvo una mega erección.
Unos segundos más la madre de la pequeña la llamó y la niña se fue con ella.
Derek estaba aturdido, anonadado , perplejo y aún no se le bajaba la erección, trató de acomodarse la verga, cuando otra niña corrió y lo abrazó.
- ¿Ahora sí me vas a traer todos mis juguetes Santa?
- ¿Por qué lo dices pequeña? Jo,jo,jo
- ¡El otro año solo me trajiste la mitad!
- ¡Tal vez te portaste mal! Ya ves que solo a niños buenos les llevo todo lo que piden. Jo,jo,jo
- Por favor Santa.
- Está bien jo,jo,jo, y dime pequeña ¿dónde era tu mamá?
- No sé, estaba platicando con sus amigas.
- Jo,jo,jo bueno pequeña me puedes hacer un favor.
- Si, santa pídeme lo que quieras.
- ¿Puedes dar brincos sobre mi pierna? Jo,jo,jo.
- Si.
La pequeña daba brincos y Santa la acomodaba poco a poco sobre su entrepierna.
- Jo,jo,jo así es pequeña, lo haces bien,eres muy buena y obediente.
- Verdad que sí obedezco.
- Jo,jo,jo ¿alcanzas a ver a tú mamá o a alguien de tu familia?
- No, no los veo.
- Mira pequeña en mi trineo tengo mi bolsa de regalos, ¿quieres ir para que tú misma los escojas?, pero ningún niño debe saber por qué sino no va a alcanzar todos los juguetes.
- Si, yo quiero escoger.
- Y yo también te quiero coger jo,jo,jo.
Santa le señaló por dónde debería ir y la niña emocionada se fue, Derek estaba indeciso, pero quería aprovechar esta magnífica oportunidad navideña que le presentaba en charola de plata. Se levantó de su silla y caminó sigilosamente hacía donde se había ido la niña.
Afortunadamente para Santa la calle estaba vacía, al parecer todos estaban en la plaza disfrutando de la noche. Derek señaló una camioneta que estaba aparcada en un rincón oscuro de la calle.
- Ahí, ahí es pequeña.
- Pero ese no parece un trineo Santa.
- No, no parece y sabes porque, por que se darían cuenta y llevarían todos los presentes, antes de que yo los reparta. Por eso está camuflajeado mi trineo.
Recuerda que debes obedecer siempre y ser una niña muy linda conmigo.
Derek usó toda su fuerza y logró abrir la puerta trasera de la camioneta, adentro había basura y muchas cosas usadas y viejas, Derek llamó a la niña.
- Ven, pequeña subamos a mi trineo.
La niña subió, pero hizo cara de desagrado.
- Te dije pequeña que si ves con ojos de obediencia podrás ver exactamente mi trineo igual que yo lo veo.
- ¿Y cómo lo hago Santa? No puedo.
- Muy bien, vamos a ver si eres obediente. A ver brinca dos veces y después te inclinas al frente.
La pequeña brico y su cara reflejaba alegría , después se agachó dejando ver sus pequeños glúteos cubiertos por un delgado calzón.
- Aún no veo el trineo, Santa
- Vamos a seguir intentando, ahora ponte como un perrito y te bajas tu calzón.
- Mi calzón, no Santa ese no.
- Entonces no eres obediente y mejor voy por otros niños que quieran escoger sus juguetes.
- No, Santa yo hago todo lo que me digas y así seré muy obediente y podré ver tu trineo.
- Y no sólo el trineo podrás ver peque, sino también a mi gran amigo que tengo escondido entre mis pantalones. Jo,jo,jo
La pequeña se puso de perrito y se bajó su calzoncillo , mira Santa si obedezco. Todo lo que le decía Derek a la niña lo hacía.
- Todavía no veo, ¿qué más puedo hacer? Santa.
- Bueno hay algo más, pero recuerda que nadie debe saber porque si dices algo nunca más te traeré regalos.
- Si, Santa yo no diré nada y haré lo que me digas.
- Jo,jo,jo lo harás sin quejarte, ¿ni vas a hacer reproche alguno?
- SI
- Bueno, para poder entrar a la dimensión del polo norte debes quitarte toda tu ropa.
- Pero, hace frío.
- Que te dije¿ entonces no confías en Santa? Si no lo quieres hacer, bájate de mi trineo en este momento.
- No Santa.
La niña se desnudo completamente y Santa solo se bajó los pantalones y dejó ver su verga que estaba gruesa, gorda, venoza y babeante. La niña lo vio y fijó su mirada en la polla de Santa.
- Éste es mi amigo que te iba a presentar.( señalando su verga ). Es y será un nuevo juguete para ti, con él te divertirás y te emocionaras siempre. Jo,jo,jo.
Derek recostó a la pequeña sobre algunos trapos e hilachos que estaban dentro de esa vieja camioneta y se dispuso a frotar su miembro viril, sobre la diminuta vagina infantil. Pasaba su polla escurriendo de precum de un lado hacia otro, de arriba hacia abajo y dibujando círculos en la cuca de la pequeña. La niña estaba asustada y temerosa, pero las palabras insistentes de Santa las cuales eran » debes ser obediente conmigo, porque sino yo Santa Claus no te traeré nada en esta navidad.», sonaban en la cabecita de la niña y se clamaba.
- Lo que sigue pequeña es satisfacer las necesidades de Santa y cómo tú me amas y eres obediente, te voy a dar el mejor regalo que Nunca le he dado a ninguna pequeña. Tú serás la primera y espero que no seas la única.
Derek apuntó su verga en el orificio vaginal de la niña y de un movimiento sepultó su glande el cuál semejaba una cabeza grande de un hongo, era cabezona y estaba muy hinchada, debido a su calentura.
La pequeña gritó de dolor, pues poco a poco sus labios vaginales iban abriéndose para dejar entrar a ese intruso. Santa colocó gran parte de su peso sobre la niña ésto influyó y ayudó a que el miembro eréctil de Derek entrará casi por la mitad, lo que nuevamente provocó que la chiquilla gritar más fuerte, pero el grito fue ahogado a un beso apasionado que Santa le dio. El joven comenzó a realizar un vaivén lento sacaba su gran verga de la vagina y la introducía lentamente hasta la mitad y repetía esta misma acción varias ocasiones, poco a poco fue incrementando la fuerza y velocidad de sus caderas hasta que llegó el momento de enterrar por completo la morcillona verga.
- Uff pequeña es delicioso casi puedo sentir tus intestinos con la punta de mi verga, este es el mejor regalo para mi y espero que lo sea para ti también.
La niña pujaba y se retorcía del dolor inmenso que sentía en sus entrañas, los labios de la vagina de la pequeña se abrían al paso de la verga gorda, cabezona y larga que tenía Santa, pero para evitar que llorará más fuerte, Derek le seguía diciendo.
- Jo,jo,jo, eres muy obediente verdad, aguanta un poco más ya casi me vengo, y si escucho un grito más, te voy a borrar de mi lista de niños que se portan bien y te colocaré en dónde están niños a los que nunca les daré nada. Uff, uff, que deliciooooooooooosaa Agh, ahh.
Santa siguió profanado la virginidad de la pequeña, sus embestidas eran brutales y salvajes para la inocente criatura, el cuerpo de la niña se movía con cada empujón de verga que el joven le metía, la vagina de la niña estaba muy inflamada , lastimado y casi roja, pues la verga de Derek era aproximadamente de 18 cm los cuales eran demasiados para la pequeña.
El placer que sentía Santa era absoluto, excelso y muy placentero, con tanto movimiento Derek no se había percatado que la pequeña estaba inconsciente, pero al ver esto el joven no se inmutó, ni preocupó en absoluto, sino que lo alentó a violarla lo más fuerte que había hecho en toda su vida sexual, casi hasta le metía su verga con todo y guevos. Los ojos de Derek estaban cadí desorbitados, sintió como le recorría por todo su cuerpo una pequeña descarga eléctrica, la cuál era síntoma de que estaba a punto de correrse.
Sacó su verga lentamente por completó y se la enterró rápidamente, por segunda vez repitió ese movimiento, por tercera, por cuarta y a la quinta vez al enterrar toda polla, se corrió en las entrañas de la niña. Santa cansada y exhausto se colocó su pantalón, le puso la ropa a la pequeña, abrió la puerta de la camioneta y se cercioro de que nadie lo viera, cargó a la niña y la dejó recostada al lado de un árbol, cerca de la plaza, y él se fue a sentar en otro lado de la plaza a seguir platicando con los niños.
Un poco después la madre de la niña la buscaba y preguntaba a todos, incluidos a los Santas, pero como eran demasiados niños, nadie tenía idea de quién era.
Un vecino amigo de la niña gritó
- ¡Aquí está! ¡Aquí está!
La madre y los vecinos corrieron a ver incluido Santa el violador , observaron a la niña recostada y abrazada de un oso de peluche viejo. La madre tomó a la niña e intentaba despertarla, pero la pequeña abría poco sus ojos y los volvía a cerrar.
Es fue la mejor noche de Navidad que había tenía Derek y la recordaría por siempre.
Buena historia
Pinche Santa tan suertudo hermano, le dio el mejor regalo a la putita
😋