Sarita la Diosa
Sarah es una nena que sabe complazer hasta al nene mas pequeño.
Esto paso ya hace algunos años cuando tenía 13…
Yo era un joven atleta, practicaba la natación en una escuela cercana a mi casa en la cual asistían niños y niñas de 8 a 14 años, por lo visto no importa mucho los rangos de edad ya que éramos muy pocos.
Un día llego una niña nueva a la clase, ella tenía 8 años iba en 3ro de primaria, ella se llamaba Sarahi, ella era una niña muy sexi, siempre usaba un traje de baño negro, dejando al descubierto su espalda, tan pronto pasaron uno días y ya le hablaba, era algo avanzada para su edad, así que nadaba en el carril conmigo. Pronto me empezó a llamar la atención cada que salía de la piscina para lanzarse un clavado, se pegaba su traje de baño mojado a su pequeño cuerpo, se le metía por su colita y se veían sus dos hermosas nalguitas y por delante también se metía, resaltando sus pequeños labios vaginales, a ella no parecía importarle que yo la viera, a veces pensé que lo hacía a propósito, a esta nena le gustaba mostrarse.
Así pasaron los días y ella cada vez era mas confianzuda conmigo, se me acercaba mucho, me abrazaba y repagaba su vagina a mi espalda y piernas, me pedía que la cargara dentro de la piscina, a todo esto, yo lo tomaba con mucha mesura ya que volteaba el entrenador a ver que estábamos haciendo y no quería que pensara mal y me la quitara de estar conmigo.
Ese día que se me estaba acercando se me paro, y ella lo noto y se acercaba mas y mas y en eso se me ocurre decirle como me tenía ya excitado, ella no entendió al inicio solo soltó una risita, y seguimos nadando, al final de esa clase ya solo quedábamos nosotros por estar terminado uno ejercicios extras que nos puso el entrenador, y ya cuando ella salía de la alberca vi como se marcaba todo su cuerpo y que le ayudo a sacar su traje de baño de entre sus nalgas y ella solo dio un grito como asustada por lo que había hecho, en ese instante me quede plasmado, me habían ganado las ganas y ahora no sabría cómo explicarle pero ella muy hábilmente me pidió que la ayudara a sacar también la parte de su vagina, yo ya estaba muy nervioso y no quería pero ella insistió y yo obedecí ante su petición. Cuando acerque mi mano a su entrepierna para sacarlo note su respiración entrecortada y me pidió hacer lo mimo conmigo, a lo cual accedí, ella saco mi calzón de mi trasero y noto que mi pene traía una erección fenomenal, a lo cual solo toco por encima del calzón y se rio, en eso vi que venia el entrenador y solo me puse mi bata y le di la suya a sara.
Al siguiente día de entrenamiento llegue temprano como Sara, su mama la dejo y nos esperamos a que iniciara la clase. Yo recordando lo del día anterior me acerque a ella y nos saludamos, ella llevaba un vestido y su traje de baño ya puesto, y unas sandalias que hacía ver sus pequeños pies. Le pregunte que si le había gustado que le sacara el calzón de entre sus nalguitas la clase pasada y ella solo sonreía, apenas iba a hacer la siguiente pregunta cuando de repente me interrumpe diciendo:
– Me enseñarías tu pipi
Ante esa pregunta le dije que yo encantado, pero para que quería verlo, a lo que ella respondió que una amiga del cole se lo había visto a un primo y que era muy grande y peludo y ella quería ver uno. Ante eso me aproveché de la ocasión, ella confiaba en mi así que le pedí algo a cambio, ella me pregunto qué quería yo y en eso le digo que nos bañáramos juntos, con esa petición se quedo pensando y solo afirmo.
Ese día nadamos, se me montaba como todos los días, pero esta vez ya pasaba mi mano muy descaradamente en su culito, ella no decía nada solo disfrutaba como nos tocábamos.
Al finalizar la clase éramos muy pocos ese día solo uno que otro niño y nosotros, salimos de la alberca y le pase su bata y caminamos hacia los vestidores, a medio camino me pide que la cargara, lo cual se me hizo muy erótico, ya que ambos nos veríamos desnudos por primera vez.
Una vez llegado al vestidor de hombres la pase, así en brazos como la llevaba hasta un cubículo para poder quitarle su traje de baño y que me mostrara ya su cuerpo. La puse en una banca y le quite su bata, ella estiro sus brazos para que saliera la parte de arriba de su traje y yo con mucha delicadeza se lo iba quitando, ese hermoso torso quedo al descubierto, a lo cual me centre en esos pequeños pezones como dos aureolas que me invitaban a chupar, se las lamí lentamente y ella reacciona quitándome ya que no era parte de lo que ella quería. Trate de convencerla que me dejara lamer sus pezones, que le gustaría y poco a poco se fue dejando. Ya me había aburrido de esas pequeñas tetas así que seguí bajando su traje de baño y por fin conocí esa hermosa vulva que tanto se me había repagar días atrás.
Le quite todo su trajecito, por fin estaba así sin nada, como dios la trajo al mundo, su puchita con dos labios gorditos, rosita y sin ningún solo pelito, así mojadita me acerque a chuparla, por instinto ella trato de pararme pero esta vez ya no lo deje y seguí en lo mío, enterré mi lengua en esa vagina, pasando entre sus labios y abriendo de a poco esa vagina, apenas se asomaba su pequeño clítoris de niña, así que me centre en este y ella ya gemía quedito, al parecer le gustaba ya no oponía resistencia, así quede un rato hasta que mejor decidí acostarla en la banca y que abriera mas sus piernitas para mí, ella accedió sin algún reproche.
Ya acostada y con las piernas bien abiertas, me entregaba su pequeña vagina a mi disposición, así que decidí seguir con mi sexo oral, ya en esa posición era más fácil y podía ver también su anito rosita y bien cerradito, ver eso me excito aun mas y le pase la lengua por este, su sabor era como a agua con cloro de la alberca, no sabia tanto a ella como hubiese querido pero eso no me detuvo a seguir chupándole el ano y comiéndome su vagina que ya tenia ciertos fluidos de tan excitada que ella estaba. Pronto empezó a gemir cada vez más fuerte y yo seguía en lo mío cuando de repente ella lanza un grito profundo y se orina, ella apenada me pide disculpas por haberme orinado pero yo estaba fascinado con ese Golden shower que me dio, ya pasado unos minutos esperando a que se recupere de tal excitación le dije que era hora de mostrarle mi pene, a lo cual la hizo entrar más rápido en razón, ella se levantó rápido, atenta a lo que le iba a mostrar, ya me estaba bajando el bóxer cuando escuchamos ruido que venían a los vestidores, así que le dije que corriera a las regaderas, que ahí la alcanzaría, así desnudita salió disparada corriendo, se veía lindísima. En eso entra un nene de unos 8 años que nunca había visto, era ya los de la siguiente clase, pero era un nene muy culonsito, y a el no pareció importarle nada de que estará ahí y se bajó su calzón y se puso su traje de baño tipo trusa, yo embobado me quede mirando mientras se cambiaba, el nene tenía un diminuto pene pero una gran erección y solo me dijo adiós cuando este termino de cambiarse. Al ver que se retiraba vi que el noto que había un traje de baño de niña tirado en el suelo, y a mi con el pene durísimo. Ya pasado eso, recordé que había dejado a mi princesa sola en la regadera. Cuando llegue a las regaderas que están justamente a un costado de los vestidores toque la puertita de la regadera y ella nerviosa pregunta que, si era yo, rápidamente le dije que sí y esta abrió la puerta al instante, ya dentro de la regadera le cumplí mi parte del trato, me baje mi trusa y por fin salió aquel pene que ella tanto quería ver. Ella se sorprendió mucho y yo muy curioso de empecé a hacer preguntas de que si le gustaba, que si había visto una antes… así cosas muy morbosas, y ella me respondió que la de su hermanito pero que era muy pequeño y ella quería conocer una mas grande. La invite a que la agarrara, se veía muy deseosa de querer hacerlo y en eso la acerco a su boquita para que la empezara a mamar y como si supiera lo que tiene que hacer la empezó a chupar poco a poco, lamia la cabeza, se la metía hasta donde su boquita pudiera, era muy rico sentir calidez en mi pene, ella seguía chupando, yo sentía que me venía, trataba de contenerme lo más que podía, hasta que explote en su boquita, era de mis primeras eyaculaciones pero satisfizo a mi nena. Sara al notar mi semen rápidamente pregunto que era a lo que hábilmente conteste que era lechita para nenas y solo su macho se las da.
Me puse a pensar en la hora y que ya era muy tarde y ella seguía ahí desnuda conmigo en la regadera, así que ya mas frio le dije que ya se cambiara que otro día seguiríamos, pero ella como un becerrito no se quería separar de mi pene, succionaba hasta la última gota de mi semen, al parecer le gusto mucho. Ya muy a fuerzas que, de ganas acepto, pero me pidió que la ayudara a vestirse. Ya estaba mas calmado y con esa petición que no podía rechazar, empiezo a secar su cuerpo primero, después le pido que alce los pies para que le pueda poner su calzón pero en eso me doy cuenta que era una tanguita de esas minis y le pregunte de donde la había sacado y me conto que su mama se las compraba para que se viera sexi, conocer ese dato fue sumamente revelador pero aun así me excito y cuando estaba a punto de cubrir su vulva, le doy un gran beso a esta. Por rapidez se puso su vestido que llevaba ya sin su pequeño top que usan las nenas, y salió corriendo de los vestidores, enseguida me vestí muy rápidamente y al salir vi como se acercaba ella con su mama. Yo congelado ante esa imagen, me presenta como su mejor amigo de natación y que era muy lindo con ella, su mama muy amable me trato, solo preguntaba mi nombre y mi edad a lo cual conteste, cuando de repente me sorprendió la petición de Saraí a su mama,
-Puedo invitarlo a nadar a casa el próximo sábado????…
Yo en ese momento me entere que sara tenia alberca en casa y que era de esas riquillas que todo le daban. A esa petición su mama solo contesto que lo que yo decidiera, que tal y no quería. (Yo dentro de mí no podía creer tal invitación de sara, jamás me había imaginado que tenía alberca en casa y además que usara diminutas tanguitas)
A eso solo respondí afirmativamente a esa invitación, pero tendría que pedir permiso a mi madre y yo le avisaba el viernes que era cuando teníamos nuestra próxima clase de natación, Sara feliz me decía que ojalá si pudiera.
Al llegar a casa pedí permiso a mi mama de poder ir a casa de Sara, ya que me había invitado a nadar, ante eso mi madre me dijo que, si pero que también llevara a mi hermanita conmigo, porque ella tendría que salir a una despedida de solteras. No me agrado la idea de tener que cargar con mi hermana, se arruinarían mis planes de estar solo con Sarah y pues luego recordé que ella tenia un hermanito y seria buena idea dejarlos juntos.
Esta historia Continuara…
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