Secreto de una promoción de colegio
Es la historia de Pablo es invitado a la fiesta de un ex compañero de colegio en la cual se entera que sus ex compañeras no son unas santas y junto a Ernesto sacaran provechó de la situación..
Era el cumpleaños de unos de mis amigos más cercanos lo conocía desde el colegio y no tenía tanto efectivo para ir, aún era un practicante en la empresa en la cual había entrado y el día de pago aún estaba lejano. Ese día lo llame no iba a poder ir.
- Pablo que paso. –
- Ernesto, feliz cumpleaños, hermano espero que la estés pasando muy bien. –
- Gracias muchacho, si la estoy pasando bien y mejor lo pasaremos hoy en la noche. –
- Sobre eso Ernesto no voy a poder ir. –
- Porque muchacho tu eres uno de mis mejores amigos no me puedes fallar. –
- Si, lo siento es que estoy un poco corto de efectivo. –
- Hubieras comenzado por eso, tranquilo con tal que tengas para tus taxis por todo lo demás lo pongo yo. –
- ¿Estás seguro? –
- Si muchacho, que falta de confianza, cuando no he tenido tú también me la has puesto. –
- Está bien Ernesto voy. –
Esa noche me aliste y enrumbe a la discoteca donde iba a celebrar su cumpleaños Ernesto. A las afueras nos encontramos lo salude éramos un grupo de aproximada 12 personas algunos no los conocía que supuse eran sus amigos de universidad de las cuales entre ellos estaba una morena de cuerpo perfecto, con su cabello negro recogido en una cola alta, con unos ojos color caramelo, unas piernas bien marcadas en ese pantalón blanco ceñido y unas tetas enormes cubiertas con un escote que a cualquiera hacia que volteara a verla. Ernesto me la presento.
- Pablo te presento a Xoana.
Le di su respectivo besito en la mejilla, mientras Ernesto seguía hablando.
- Es amiga de Rebeca.
Ahí caí en cuenta que ella se encontraba entre los que si conocía eran del colegio entre ellos estaba Rebeca no la veía desde el colegio, era una chica hermosa, cabello negro suelto, una mirada alegre, una sonrisa que cautivaba a cualquiera y un cuerpo para saborear, sus pechos no eran tan grandes, pero tenía lo justo para hacer que me quede mirándola ya que se notaba que estaba bien paraditos, tenía un buen culito estaba bien formado. Traía un vestido ceñido negro, sus zapatos de tacón negros. Ella también se acercó estaba terminando su cigarro.
- Pablito a los años.
- Un gusto verte Rebequita.
Le di su respectivo beso, me la estaba comiendo con la mirada. Recuerdo que tuvimos clases juntos por varios años, pero nunca le pude estar con ella, ya que era la novia de un amigo y la chica de un amigo se respeta. Nunca pensé que me la volvería a encontrar y mucho menos de lo que me iba a enterar. Todos entramos a la discoteca Ernesto pidió un box para todos, los que nos conocíamos nos juntamos en el box. Se compraron varias botellas whisky. Todos comenzamos a tomar celebrando al cumpleañero no tardamos en acabar las primeras botellas las cuales eran remplazadas por otras. la salsa comenzó a sonar en la discoteca y cada uno se emparejaban, enseguida a rebeca sacándola a bailar.
- Siempre fuiste muy bueno con la salsa.
- Si es mi especialidad.
Le decía mientras le sonreía, pude ver en su rostro otra vez esa sonrisa cautivante. Saqué a relucir mis mejores pasos de baile, ella no lo hacía nada mal al contrario se movía muy sensual en la pista de bailé excitándome. Mi sexo se paró inmediatamente al tenerla a centímetros de mi moviendo deliciosamente ese culito que se manejaba. A un par de parejas vi como Ernesto había sacado a bailar a Xoana, verlos bailar fue todo un caso ya que un poco más y tiraban en la pista de baile, la morena ya estaba un poco mareada y le estaba poniendo todo el culo a disposición, la comenzó a sobar mientras que ella lo estaba disfrutando era todo un espectáculo. Los cuatro regresamos al Box. Todos nos servimos unas cuantas rondas de whisky. Hasta que comenzó a sonar buenas canciones de reguetón. Esta vez Ernesto saco a bailar a Rebeca y yo a su amiga Xoana, movía muy bien ese rico culito que tenía colocándolo en mi sexo comenzándolo a sobar, no era de piedra ya tenía mi sexo a mil, aunque mi mente quería que fuera Rebeca la que hiciera eso, ella estaba bailando con Ernesto se movía de manera sensual, suave, arrechante. Después de un par de canciones todos regresamos al box me serví whisky, justo ella se acercó su copa estaba vacía y le serví más whisky.
- Gracias Pablito.
Me decía mientras se iba con su amiga. Ernesto se me acerco, y estaba algo picado con todo el trago que estábamos tomando.
- Ya vez huevon lo que te ibas a perder si no venias.
- Si, tienes razón.
- y como esta Rebeca, ¿se ha puesto mejor que antes?
Los dos nos reímos.
- Bien como me gusta.
- Pero guarda ahí.
- ¿Qué? ¿por qué?
- Ya tiene su chibolo.
- ¡Y! No la quiero como mi novia, solo me quiero tirar.
- Eso te va a costar…
- ¿Cómo así?
- Porque y su amiga son PREPAGO.
La puta madre, no podía creer volteé a verlas, me sorprendía cualquier chica podía ser prepago hasta una amiga del colegio.
- Bueno esta noche no se va poder, no tengo dinero.
- Para que están los “hermanos” muchacho, a la que le tengo ganas es a la morena Xoana.
- Si la morena esta para comérsela.
La noche siguió las rondas cada vez eran más yo ya estaba algo mareado, pero aun así saque a bailar nuevamente a Rebeca otra vez una salsa y mientras se movía de manera sensual la acerque a mí y la bese en medio de la pista de baile, era delicioso probar por primera vez esos labios, una cosa menos en la lista. Ya cerca a las cuatro de la mañana varios se comenzaron a ir así que les propusimos a las chicas continuarla en un lugar más tranquilo con los tragos encima las dos aceptaron. Ernesto pago la cuenta y salimos de la discoteca. Tomamos un taxi los dos estábamos con nuestros culos besándonos mientras el taxista nos veía por el retrovisor. Llegamos a un hotel cercano, las chicas esperaron en la recepción mientras nosotros reservábamos las habitaciones, Ernesto las pagó y compro un par de six-pack de cerveza para cada uno y me dio 50 dólares para los taxis, nos dieron nuestras llaves y subimos. Ernesto entro con su morena mientras me decía.
- Buen provecho.
Yo entre con Rebeca.
Ella camino como pudo hacia la cama, se notaba que estaba bien mareada, puse las cervezas en la mesa, saque dos y me senté junto a ella.
- Sabes nunca pensé que esto se daría entre los dos, fuiste mi fantasía en el colegio.
- Nunca me hablaste en esa época.
- Eras la novia de mi amigo.
- Pero ya no estoy con él.
- Es cierto.
Abrí las cervezas y le di la suya.
- Salud por eso.
Los dos dimos un buen sorbo a nuestras cervezas las cuales no duraron mucho.
- Voy a ponerme cómoda.
Me decía mientras se sacaba sus zapatos, sin previo aviso la jale a mí y nos besamos en ese momento nuestras prendas comenzaron a volar por la habitación, a lo lejos pudimos escuchar algunos gemidos los cuales se escuchaban fuerte.
- Uy parece que se están comiendo a mi amiga.
- Y yo te voy a comer a ti.
Ella solo me sonrió mientras se metía mi sexo a la boca se había puesto en doggy-style como una perra para mamarlo tranquila, se notaba la experiencia como subía bajaba y se atragantaba con mi sexo. Cuando lo tenía todo adentro de su boca tome con fuerza su cabeza para que no pudiera escaparse que rico era sentir su baba derramándose por mi sexo su ojitos soltaban lágrimas, después de estar así unos segundos la solté tomando una bocanada de aire mientras me mostraba una sonrisita traviesa, tome su cabeza a cacharme esa rica boca metiendo mi sexo a toda velocidad hasta que se la metía toda y dejaba atrapada otra vez a Rebeca con todo mi sexo adentró su baba se derramaba por mi sexo y caía en la cama ella me miraba su ojos cada vez más rojos con lágrimas. Después varios segundos así la soltaba, ella trataba de recuperar el aliento.
- Como… me gusta… que me cachen así.
- Así te voy a cachar hoy.
Tomé su culo y lo traje donde yo estaba mostrándome todo su esplendor y sin pensar en lo que me había dicho Ernesto se lo metí en su sexo.
- Dame Papi dame duró.
Me decía la muy perra mientras la penetraba a toda velocidad. Ella cogía las sabanas mientras sentía todas las embestidas.
- Así me la querías meter en el colegio.
- Te quería como mi putita.
- Ahora lo soy.
Me decía mientras volteaba a verme con su rostro ruborizado por la excitación.
- Sigue amor sigue me voy a venir.
Me decía mientras había posado una de sus manos en su sexo y con desesperación la movía.
- ¡PAPI ME VEGO!
Sus gemidos se escuchaban en todo el piso mientras sus jugos se escurrían por mi sexo, sus espasmos aun continuaban, se liberó de mi sexo y se comenzó a masturbar mientras no paraba de gemir.
- Gracias amor que rico me he venido
Me decía mientras trataba de recuperar el aliento. Sin perder tiempo se la volví a meter y la tomé de los dos brazos suspendiendo su cuerpo en el aire mientras se la metía lo más fuerte que podía. Su cuerpo estaba totalmente entregado ya que la muy perra se volvió a venir al frente de la cama había un espejo la veía con la boca abierta gimiendo y botando la saliva a no más poder.
- ¡Me vengo papi me vengo otra vez!
Rebeca se quería volver a soltar, pero esta vez no la deje, pude disfrutar de esas ricas contracciones y espasmos que tenía al venirse.
- PAPI DESTROSAME MI CONCHITA, ¡CACHAME DURO!
Gritaba a todo pulmón mientras se volvía a venir. Esta vez la solté cayendo en la cama retorciéndose del placer. Me eché en la cama Rebeca no tardó mucho en querer más así que le dio una muy rápida chupada a mi sexo para después subirse, comenzó con suaves movimientos mientras iba acelerando sus movimientos hasta volverse toda una jinete gozando de su caballo. Otra vez los gemidos comenzaban a resonar por todas partes.
- Que rico papi, si hubiera sabido qué la tenías así hace tiempo ya te hubiera cachado.
- Podemos recuperar el tiempo.
Le decía mientras la jalaba y la besaba. Después de un buen rato así le pedí que se ponga a ranear como en el colegio ella se puso en posición tome su culo y la comencé a penetrar duro.
- ¡Papi me voy a venir otra vez…ME VOY A VENIR!
Me decía mientras salía de mi sexo y se comenzaba a masturbar con desesperación mojándome con sus jugos todo mi pecho y parte de la cama, ella cayó casi desmayada, pero con una sonrisa de oreja a oreja. Yo ya quería venirme así que la tome en misionero y se la metí le levante bien arriba las piernas colocándolas en mis hombros mientras con mis manos cogía sus brazos haciendo que mis embestidas más profundas. Rebeca ya había perdido el control gimiendo con desesperación yo estaba a punto de venirme, no aguante más saque mi sexo y la apunte en su rostro rojo bañándola, era toda una delicia verla así. Rebeca trataba de recuperar el aliento mientras se relamía algunas gotas de mi leche que le había caído en su boquita.
- Que rico me has cachado.
Le decía mientras le sonreía. Abrimos un par de cervezas mientras conversábamos hasta que ella se quedó dormida. Yo también estaba cansado así que me dormí junto a ella. Me despertó el ruido de la regadera la luz del sol se colaba entre las rendijas de la ventana, cojo mi celular y veo que son casi las siete de la mañana en ese momento salió Rebeca del baño se había terminado de bañar.
- Buenos días Pablito.
Me decía mientras se sentaba en su cama y comenzaba a vestirse.
- ¿Ya te tienes que ir?
- Si Pablito debo ir a ver a mi hijo.
- Te acompaño a tu casa.
Me vestí y salimos del hotel tomamos un taxi y la deje en la puerta de su casa antes de que se bajara me dio su número. Después se bajó y entro a su casa moviendo ese delicioso culo el cual sabía que volvería a ser mío.
Si quieren saber más sobre las aventuras de Pablo les dejo el link
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