Ser profesor de una escuela católica infantil tiene sus privilegios – Parte III
Ya los encuentros con Morita se repetían cada dos o tres días. La niña estaba obsesionada con mi verga, pero obviamente algo típico de su edad, no pudo mantener la boca cerrada.
Y si, era de esperarse. De pronto una tarde al sonar el timbre de salida, todas las niñas incluida Morita salieron del salón en busca de sus padres o de retirarse hacia su casa.
Para mi sorpresa Sofía, una de las amigas de Morita se queda retrasada, al salir todas las niñas solita cierra la puerta y se va hacia el armario biblioteca. Yo automáticamente me sobre salté. Morita había contado nuestros encuentros a su amiga. Y ahora? Fui intrigado detrás de la niña, para serles franco, estaba tan buena como su amiga Morita. Un poco más baja, pero sorprendentemente me impresionaron sus pechos, querían reventar los botones de la camisa. Hasta ese momento no le había prestado atención. Ahora no podía sacar los ojos de encima de esa niña.
Pero más sorprendente fue observar que Sofía se sube la falda, se sube a la banqueta y me espera con una gran sonrisa y las piernas abiertas, lo que me permite observar que la muy descarada ya se sacó el calzón en el recreo. O sea que ya tenía todo planificado. Bueno al menos estoy seguro que ninguna le contará a sus padres que el maestro les brinda verga cada vez que las niñas quieren. Me aproximo a ella y le pido que se saque la camisa, lo que libera sus hermosos y redondos pechos, eso ya hizo que la verga se me ponga muy dura. Tomo sus tetas en mis manos, se las acaricio y aprieto sus pezones, Sofía gime con los ojitos cerrados, bajo una mano y meto dos dedos en su conchita, que para mi sorpresa está muy lubricada y pareciera que ya alguien anduvo por esos terrenos.
Me arrodillo frente a ella entre sus piernas, y me dedico a comerle la conchita, la piba se retuerce de gusto, pasado un rato de darle lengua, me paro y le aproximo mi verga a su boca, la niña sin verguenza alguna la toma por el tronco y manejando con maestría los 19×5.5cms se la mete a la boca, me pajea con habilidad mientras chupa y lame. Lejos es mejor mamando que su amiga Morita. Ya pronto me tiene a punto de acabar, me aguanto y le saco la verga, la bajo de la banqueta y la pongo de panza lo que me brinda un hermoso espectáculo de su culito, le abro las nalgas y descubro su anillito que no está tan cerrado, otra prueba de que ya alguien anduvo por ese camino. Además la niña no se amilana, está muy dispuesta a coger. Ni siquiera el tamaño de mi verga la hizo asustar. Y recordar que tiene apenas 10 años.
Tomo mi badajo por el tronco se lo arrimo a la hendidura entre sus piernas y la niña lo toma por entre sus piernas y lo posiciona justo en el centro de sus labios vaginales, se hace para atrás y la cabeza comienza a entrar en su cuevita que ya está más que lubricada. Siento sus paredes vaginales estirarse mientras se amolda al grosor de mi tripa, ella gime suavemente y suspira fuerte, pero curiosamente ya no es virgen, por lo que la verga le entró hasta su útero, dejando una tercera parte afuera de su concha. Solita comienza a mecerse adelante y atrás, se está cogiendo solita, aprovecho su ímpetu y meto un dedo en su ano, me doy cuenta que le gusta ya que pone más frenesí en la cogida, meto un segundo dedo con bastante saliva y ella lo acepta con gusto, tomo la manteca del estante donde la tengo guardada y untando tres dedos con la misma se los meto en su ano, Cuesta un poquito, Sofía se queja pero entran, y eso hace que se desenfrene y acabe sonoramente con gemidos y suspiros. Saco mi tripa de su vagina, los fluidos corren por las piernas hacia abajo. Unto manteca en la cabeza de mi verga y se la pongo justito en el medio de sus nalgas, apuntando a su esfínter. Empujo un poquito y sin mucho esfuerzo me interno de a poco en el culo de mi nueva amante, La tripa le entró toda. Su aterciopelado túnel aprieta como los demonios, y ella se brinda por completo, comienzo a martillarle el culo con mis testículos, se la meto tan adentro que hasta me duele el pubis, finalmente en medio de gemidos, suspiros y grititos, acabamos los dos al mismo tiempo. Espero que la verga se ablande y se la saco. Ella se da la vuelta y golosamente me pregunta si me gustó. Como negarle que me gustó y mucho. Simplemente le digo que es una diosa del sexo y que me gustaría seguir teniendo sexo cada tanto con ella. Me dice, OK. Nos turnaremos con Morita. Debo reconocer que tienes la pija más grande que mi primo y coges mejor que mi papá. Quedé anodadado. O sea que la piba ya es toda una putita. Bien, otra carne para mi sable. Sigue parte IV
Tengo la dura con tus relatos escríbeme a mí Telegram arrow40ct
Uffff 😋