Sexo casual

Les comentaré sobre uno de mis encuentro con un chico de Badoo.
Para presentarme, tengo 31 años y amo el sexo. Soy delgada, castaña, mido 1,70m y mis pechos son pequeños, pero tengo una gran cola, teniendo en cuenta que soy muy delgada.

Tenía ansias de conocer gente nueva, chatear, ratonearme con desconocidos así que cree un perfil en Badoo. Cierta vez hice match con un pibe un par de años más chicos que yo (no sé porque pero me calientan los mayores, hasta he estado con alguien 15 años mas grande que yo), buena onda así que quedamos para vernos en un shopping, cerca de la casa de él y de uno de mis trabajos. No tenia mucha esperanza, pero quería ver que onda.

La cuestión es que nos encontramos un sábado, fuimos a tomar algo y estuvimos dando vueltas por el shopping hasta que no había más para ver. Fue en ese momento que me agarró y comenzó a besarme apasionadamente… Obviamente respondí de la misma forma, besaba tan bien que todo mi cuerpo comenzó a calentarse y si no hubiera habido nadie, seguro terminábamos revolcándonos en el piso.

Yo: vayamos a un lugar solos.

R: Vamos a mi depto; te llevo en la moto.

Yo: dale.

Me llevó a su casa y mientras estábamos en viaje, se largó a llover con intensidad. Llegamos empapados. Debo admitir que siempre odié la lluvia, los días nublados, pero esta experiencia cambio mi cabeza.

Como llegamos empapados me ofreció una toalla..

R: Sacate la ropa así se seca

Yo: Sacámela vos.

La tensión sexual flotaba en el aire. Comenzó a desvestirme y yo a él. Nos trenzamos en besos apasionados como si se acabara el mundo. Terminamos en la cama hechos una maraña de deseo y lujuria. Su pene era increíblemente enorme, no pensé que cabría en mí!! Pero para mi sorpresa (y para mi placer) entró completo, con cada galope golpeteaba mi útero.

No podía parar de gemir y gritar como una perra en celo. Cuando terminó de llenarme de semen, me encargué de limpiarle el falo con mi boca. Pero esto no había terminado.

Me dediqué especialmente a practicarle el mejor sexo oral que pudiera (debo reconocer que dicen que lo hago muy bien), y me acabó en la boca y me tomé toda su lechita caliente… sin desperdiciar ni una gota.

Nos quedamos reposando un rato para recuperar energía. Cuando me sentí recuperada, comencé de nuevo a besarlo, tocarlo, yo quería más… Faltaba que me llenara de leche la colita…

Cuando tuvo todo su falo a pleno, me puse en cuatro:

Yo: Rompeme toda, haceme tuya. Esta colita quiere sentirte…

No me dejó terminar de hablar e ya me estaba montando como un desaforado… Logró meter toda su virilidad por mi ano también!!

Cuando nos recuperamos y terminamos me llevó a casa y nos despedimos con un beso apasionado. Nunca lo volví a ver.

Desde ese encuentro busco pollas grandes, que me llenen, y cuando llueve me trae buenos recuerdos (que aún me calientan…).

Espero que les haya gustado… Luego les contaré otras aventuras…