Sexo en el subterraneo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por RAMIRO100.
, Hola a todos, ! Acá les vengo a contar algo lindo que me sucedió en Argentina cuando vivía allá! Aclaro esto, porque no todos saben que hoy vivo en Israel. Como de costumbre viajaba en subte en los horarios en que la mayoría salían de sus trabajos, Fue en una muy calurosa primavera, y como a todas las mujeres me gusta usar ropa acorde a esa temperatura. Máxime teniendo, tantas curvas para lucir. Vestía ropa llamativa: una remera escotada hermosa , que dejaba ver una buena parte de mis nenas, realzadas por un corpiño que las levantaba generosamente. Una calza rosa lo más ajustada posible ,que me encajaba bien adentro de la cola y solo con el hilo blanco que usaba debajo ! No te tengo que decir que la primera impresión para cualquiera que me miraba, era que no tenía nada puesto, y de como esto levantaba pijas por donde pasaba. (y supongo que humedecían las conchis de muchas tortis) Me tenía que bajar del subte en donde hace las combinaciones de líneas. Serian las 17:30 cuando me dirigí hacia el subte de la línea C, la peor de todas para muchos: pero no para mí ni para unas cuantas mas como yo que, la consideramos la mejor-Pronto vas a entender porqué. Entre tanta gente y tanto ruido yo vestida así super llamativa, me fui adelantando hacia donde estaciona el primer vagón que llega a Constitución, Yo no iba para ese lado, pero siempre hacia lo mismo : bajarme ahí , cruzarme y tomar el de regreso. El andén se lleno de gente y yo en el medio , veía venir mas y mas. Muchos hombres al lado mío y otros que intentaban acercarse a donde yo estaba haciéndome la distraída, sabiendo que me veían las calzas y el escote que llevaba puesto. Una vez que vino el subte y abrió sus puertas todos nos amontonamos para entrar. Sentí muchas manos en mi cola y tetas. Los más atrevidos disfrutaban de mis redondeces, justificados o amparados por los empujones inevitables que se necesitaban para entrar. Todo aquello conocido por mí , deseado por mí, como aperitivo del plato principal. Un poco bastante calentita por lo que esperaba sucediera, casi me caí. Por suerte encontré la baranda de donde pude agarrarme, mientras seguían entrando. Por fin me sostuve fuerte y viaje así quietita, parada, sin abrir la boca. Algún tipo, de caballero o para poder ver más a sus anchas mis pomelos, me ofreció su asiento. Yo lo rechace con la mejor de mis sonrisas, porque no estaba en mis planes renunciar al intenso franeleo que sucedía con mi generosa colaboración. Siempre es parecido, pero nunca igual, como cualquier acto sexual. Para mí eso es una forma de sexo colectivo. Una rara mezcla de orgia y paja, un poco limitada, disimulada, pero con gran calentura. Estábamos todos apretujados, varios con los ojos enrojecidos, seguían manoteándome la cola sin parar y me apretaban. La pellizcaban con evidente deseo. A las lolas sola las campaneaban, para disimular ante la mirada del resto de los pasajeros. Aunque no sé hasta qué punto estos no se daban cuenta de lo que sucedía-En procura de la mejor ubicación justo detrás de mis nalgas, el forcejeo era bastante evidente. Se empujaban a caderazos tratando ser cada uno , el favorecido por el mejor lugar, detrás del tajo. Máxime cuando ya estaban seguros que ese minón de locura, yo, se dejaba. Por fin la disputa ceso. Sentí ese algo lindo entre mis nalgas , ese calor de hombre detrás de mí, esa cosa tan dura y flexible , queriendo encajarse , mientras yo ignoraba quien era, que edad tenia, que facha… tenia el tipo que arremetía y arremetía. Gire mi cabeza para ver a las señoras que nos miraban mal, pero sin atinar a nada. No por ellas,o tal vez si, para molestarlas sin dejar de colaborar echando hacia atrás mi colita le dije: “te gusto, lindo?” El se quedo medio helado y me respondió: “si… me encanto”, “Bueno… agárrate fuerte. mi amor ,que te podes caer” – agregue., el me agarro de la cintura abrazándome y apoyándome fuerte tocándome la pierna con la otra mano. “si ,así bien fuerte agarrate así no te caes, mi amor”. Las señoras ya no nos miraban, pero el tipo seguía agarrándome y apoyando su cabeza en mi hombro, repetia: “ayy mi amor… gracias, porque si no me caía” y luego de un rato , pero esta vez al oído:- “nena, que buenas gomas que tenes!” Para su sorpresa le conteste con un tono de voz : “Si? Bueeeno—entonces tengo una sorpresita para darte… vos seguime, amor” y bajando el tono- : “ahora cuando bajemos, pensa si queres ir a algún lado antes o derecho buscamos un telo?” Me miro entre sorprendido y feliz,,, asintiendo con la cabeza y yo le sonreí porque un sí , todavía no me decía nada . El tipo seguía agarrándome y sentía su pija queriendo entrar entre mis nalgas , mas los empujones y sus caricias en mi cintura ,demostraba lo calentito que estaba el pobre! (pobre?) Yo estaba remojada por mis fluidos. Ansiosa de verdadera acción, decidí bajar en la próxima estación, y él me siguió sin titubear. Cuando llegamos , salimos del vagón juntos ,apuradísimos- Lo agarre de la mano y nos fuimos arriba hacia la calle. Ya habiéndole visto la pinta, mi calentura, si era posible se hizo mayor. El bulto en su bragueta se veía prometedor. Empezamos a caminar, el me seguía hablando y repitiéndome que estaba re-excitado y yo le conteste que por culpa suya yo también me estaba muriendo de las ganas de comer un buen pedazo de carne! No encontrábamos ningún telo y nadie nos ayudaba diciéndonos donde había uno., Un pibe que no dejaba de morfarme con sus ojos, nos recomendó que tomáramos el colectivo para ir a otro lado. Un consejo al pedo, porque al tipo se le complicaba la cosa para retomar su camino. A mí no, porque lo que yo tenía que hacer era buscar sexo y mas sexo. Como los dos queríamos estar juntos un ratito mas y no separarnos con las ganas insatisfechas, le propuse ir al baño de algún bar o del subte. Volvimos a bajar a la estación del tren y nos pusimos a buscar un baño. Lo encontramos y el entro a ver si había algúna cabina libre. Por suerte había varios baños desocupados. Rápido como en los dibujos animados, entramos los dos. El se sentó sobre la tapa del inodoro, al tiempo que yo me arrodillaba para ubicarme frente a él, entre sus rodillas, cuando veo el piso mojado de pis. Sin pensarlo mucho, agarre todo el papel higiénico que había e improvise una alfombrita. No era muy cómodo, pero como repito siempre, ‘para una hembra caliente no hay pija blandengue.’ Baje el cierre de su bragueta y le baje el bóxer que tenia puesto. Sin esperar metí mis dos manitos y saque su banana caliente, húmeda y olorosa como a mi me encantan. Vi que era bastante larga y ancha y que la tenía bastante durita. La lamí unos instantes como para probar el gusto , y me la metí en la boca mientras los miraba .A la chota y a su dueño- Comencé a deslizar mi boca sobre su tronco para llenarla de baba y seguí, seguí, hasta dejársela durita muy durita. Cuando considere que estaba bien bien dura, mire lo cabezona que lucía una preciosa circuncisión .Puse mis manos sobre sus muslos, sin dejar de mirar su pija que estaba rica y algo brillosa por la baba que le deje, y los líquidos lubricantes que ya había echado. Seguía chupándosela continuando con mi cabeceo, mientras el tipo gemía suavemente- De pronto empezamos a escuchar de fondo las voces de hombres que estaban entrando al baño, – La puta que lo pario –se quejo mi macho- tendríamos que habernos metido en el baño de mujeres! Era evidente que los tipos se conocían porque hablaban entre ellos haciendo todo tipo de comentarios .Pronto también se escucho un concierto de pedos que me hizo reír Me tape la boca para evitar que me escucharan. Mi macho de turno también estaba tentado y eso lo desconcentro, haciendo que la pija se le aflojara un poco. Eso lo llevo a pedirme con un hilo de voz que se la siguiera mamando .Reconozco que estaba algo distraída al saber de la presencia de por lo menos tres machos muy cerca y tuvo que insistir para que siguiera chupándosela, mientras el aprovechaba para manosearme las tetas, apretandolas con deseo, hasta que después de una buena mamada, sin acabar, me dice: “quiero tu cola!” Me incorpore apoyándome en sus muslos, para cambiar de posición. ahí mismo, me arrodille arriba del inodoro, así en cuclillas, ofreciéndole lo que tanto deseaba. Ya con el falo durísimo, como a mi tanto me gusta, bajo mis calzas . Vio como el hilo estaba tan metido en mi cola, que metió un dedo para poder agarrarlo y correrlo y ya que estaba, me empezó a meter los dedos en el agujero del culo. El jueguito con los dedos solo me hizo desear sentir la pija, así que, sin tanta vuelta le dije:-‘Hacelo, papi…enchúfamela de una vez!’ Creo que se lo dije en voz baja, en un susurro que seguro sonó muy sexy. El fulano se me acerco más y sin dejarme respirar me la empezó a meter despacio. Mi cola ya llevaba las señales de anteriores profanaciones. No está como para meterle la mano asi nomas, pero tampoco es tan difícil hundir en ella una buena pija hasta los huevos, Te imaginas, vos , lector, en esa situación? El fulano lo estaba viviendo. La hundía un poco y la volvia a sacar…por gusto, no porque algo le impidiera seguir…adentro y afuera…cada vez mas rápido y mas centímetros en mi ano abriéndose paso. Yo colaboraba contrayendo mis músculos, como cuando te queres aguantar para no cagarte, pero aquí solo para aumentar mi placer y el suyo. El aferro mi cintura con sus manos agarrándome fuerte, yo hice otro tanto del tanque que estaba sobre el inodoro y me deje coger por ese macho – de quien desconocía todo, ni el nombre ,- del modo en que pocas esposas se dejan de sus maridos. Como te estaba contando. le entregaba mi cola, que sin duda le gustaba mucho, muchísimo, como delataban sus exclamaciones de placer. Me empezó a dar fuerte, se escuchaban los cachetazos de su vientre contra mis nalgas, eran fuertes y dados con ganas .La fuertes penetración que sentía en mi cola , me hacia gritar y cerrar los ojos . Por un momento pensé que su miembro era mas largo que mi túnel, pero igual me seguí dejando. Tanto me gustaba que no me di cuenta que la puerta del cubículo se entreabría, pendiente de nuestro goce…de mi goce, cuando el paraba y descansaba apoyándose sobre mi espalda y me daba suavecito y rico era casi tan lindo como cuando me la sacudía. Hasta que escuchámos que golpeaban a la puerta de nuestro baño – Queremos entrar..dijo una voz de macho. – Esta ocupado-dijo mi cogedor con candidez. –anda a otro baño… – No, queremos entrar a este …! Mi fulano tardo en darse cuenta que ‘querían’ asi, en plural. – La puertita estaba abierta y varios tipos miraban hacia dentro con evidente placer. Veian en que posición estaba yo y a mi no me costó entender, que para ellos ‘entrar’, era entrar en mi…penetrarme. Lo pensé un instante y viendo a los tipos me dije que por mi, para mi… no había problemas. Casi se me hizo agua en la boca con solo pensarlo. Pero mi fulano, no sé como hizo, logro hacerlos desistir. Evidentemente no eran atorrantes o parte de una patota…se encontraron con una situación curiosa, curiosearon,,,probaron tímidamente ,pero como no se les dio, no tenían la intención de propasarse .Cuando recularon mi macho cerró la puerta, esta vez asegurándose que el pestillo estuviera corrido. Apenas oímos que se marchaban, el macho anónimo, volvió a dármela por la cola ;ya sin interferencias, me la daba toda y me la sacaba para verme el ano abierto por su pija… hasta que después de un rico tiempo de dura penetración en mi pobre cola me dice al oído: “en donde puedo acabarte?” me baje del inodoro y lo empuje a él para que se sentara- Me volví a arrodillar frente a él y me metí la pija en la boca sin importarme lo sucia que pudiera estar. La sentía suave a esa pija y comencé a chupársela lentamente. Se la chupe despacio para saborearla un rato mas, después de un ratito empecé a chupársela mas rapidito , mirándolo a él, que me pasaba su mano sobre mi nuca acariciándome el pelo. Seguí chupándosela mas y mas rápido hasta que mi baba en su pija me dejaba deslizarme por todo su tronco y llegar con mis labios hasta el fondo del todo, Me la pude meter sin problema cosa que me gustaba mucho, porque . como te lo puedo explicar?… me daba la posibilidad de chupársela sin parar cejándola entrar hasta el fondo, o sea hasta mi garganta y cojerle la pija hasta que acabe, hasta que eyacule, tan bien, tan rápido se la estaba chupando que el tipo me decía que estaba en el paraíso, que aquel era mejor momento de su vida. Su respiración se escuchaba cada vez más fuerte y yo sin parar seguí cogiéndole la pija hasta que sentí ese hermoso chorro de su rica y calentita leche en mi boca. Tuve que parar de chupársela porque los gritos de placer , no me dejaban chupársela hasta la última gota como quería. El me acompaño con su venida, sin sacar la pija de mi boca ,,hasta que las contracciones del falo no cesaron. Solo la retiro cuando salían las ultimas gotitas de su leche y yo con la boca abierta y mirándolo, le mostraba que tenía su leche y como me la tomaba… – – Otra vez en el subte, ya sola, lamente no haber cojido con esos tipos. Porque yo estaba dispuesta. Te aseguro…Parafraseando ‘no me importa cuantas garchas son, pero que vayan entrando’ – Queres saber si al final supe el nombre del suertudo ?No se lo pregunte, ni el el mio. No me dejo ni un mango, ni para el taxi…Boludo con suerte, yo le iba dar el número de mi móvil, con vistas a otro – encuentro caliente. Perdió. – Por roñoso se lo perdió. – Y a vos…?Te gusto? Te conmovió? – Te la moviste? – Hasta cualquier momento, te dejo los besos que no use en esta aventura. Chau!
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