Sexo en el transporte publico (primera parte)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por _raul_.
Lo que estoy por contarles me ocurrió en la línea 3 del metro (universidad-indios verdes). Soy un estudiante de la UNAM y vivo en el estado de México por lo que te tengo que recorrer diariamente esta línea y como bien sabrán en plena hora pico los arrimones están al por mayor, y precisamente mi historia ocurrió un día de estos:
Iba saliendo del metro universidad con una amiga ella bajaba en zapata para transbordar. Todo ocurría normal subimos, la típica conversación entre dos estudiantes, el vagón empezaba a llenarse y llegamos a zapata mi amiga se despide y me quedo solo en el vagón. Volteo y en la puerta veo una señora realmente apetitosa. Venia de espaldas hacia mí, vestía con un pantalón de vestir negro se veía un culo ENORME muy gordo y ancho, le quedaba muy apretado tanto es así que remarcaba perfectamente su calzoncito, en la parte de arriba llevaba puesta una blusa roja, es un poco rellenita pero para nada gorda, su piel es clara pero no wera.
No dejaba de ver ese tremendo culo no me animaba siquiera a acercarme, entonces volteo al espejo de la puerta y veo su mirada como si me estuviera viendo como le veía el culo, me espante mucho y rápidamente le quite la mirada, para mi fortuna comenzó a ingresar mucha gente, yo no me atrevía a acercarme, ella se despegó de la puerta y fue acercando más a mí, yo seguía espantado no sabía si era casualidad o venía a reclamarme entonces retrocedí hasta la otra puerta y ella se quedó en mi antiguo lugar, a unos pasos de donde estaba yo.
Estaba muy nervioso tal vez no me había visto como la veía o tal vez quería algo, pensaba en todas estas tonterías cuando llegamos a: centro médico el vagón se empezó a llenar, entonces iban empujando más y más, la señora se acercaba cada vez más a mí, la gente se subió por completo y el tren cerro las puertas. Estábamos juntos pero nuestros cuerpos no estaban pegados, entonces el tren se para, y me empiezo a calentar al ver la espalda de esta mujer, mi verga comenzaba a crecer entonces decido acercarme un poco a ella, no se movió nada entonces decido acercarme más pero ahora a tal modo que mi verga choque con su culo, me acerco y choco con esa maza gorda y firme, entonces comienzo a respirar más duro, el metro reanuda su marcha, inmediatamente mi verga se pega completamente con su culo, me da miedo, pienso que se va a enojar, pero ella hace como si nada, mi verga estaba que estallaba, llegamos a la otra estación y seguía mi verga pegada a su culo, sube más gente de la que desciende, esto logra que esté completamente unido mi trozo con sus nalgas.
Estoy del todo excitado, en mi mente solo pensaba en poseerla, tenía mucho miedo de que si me movía y ella se sentía incomoda me acusaría de acosador y todo se lanzarían contra mí. Finalmente pudo más mi excitación que el miedo, entonces decido moverme lentamente atrás y adelante, como un pequeño mete y saca improvisado, lento y despacio, yo estaba que estallaba sus nalgas chocaban en mis muslos dejando de por medio mi trozo. Resuelvo en llevar acabo mi otro paso, aún seguía temiendo su reproche, pues era una señora de unos 40 o 45 y yo solo un jovenzuelo de 19.Dirijo mi mano hacia mis bolsillos como si estuviera buscando mi celular, en este momento aprovecho para rozar su culo con mis nudillos, hago como si no pudiese meter mis manos en mis bolsillos para poder estar más tiempo en esas nalgas colosales, mis nudillos chocan con ese trasero por fin meto mi mano en mis bolsillos y saco mi celular, lo dirijo a mi cara para hacer como si estuviera escribiendo un mensaje, solo en ese momento me doy cuenta que me tiemblan las manos, respiro profundo, agarro valor y decido que; si ella ya no dijo nada por los arrimones ni mucho menos nada por lo de la mano, ella está deseando lo mismo que yo.
Bajo mi mano para volver a meter mi celular en mis bolsillos, meto mi celular rápidamente y nuevamente saco mi mano del pantalón, pero esta vez dejo mi mano postrada en su trasero, por más que quiera dejar de temblar no lo consigo, mis nudillos se mueven una y otra vez en esos globos, entonces me doy cuenta que estoy sudando, volteo y veo a un señor que observa desde su asiento: mi mano y el culo de la señora , el señor no dice nada solo se queda viendo este cuadro, volteo hacia la nuca de la señora y veo que su cabeza esta hacia la dirección del señor este me excita más y ocasiona que decida ejecutar mi siguiente paso; volteo mi mano, para posar descaradamente mis palmas en esos glúteos, la mujer al sentir mis manos se repega más hacia mí, yo loco de la excitación empiezo a apretar sus nalgas, a acariciarla, ella no dice nada volteo y sigue viendo al señor que no despega su mirada, esto me da mucho más valor y subo un poco mi mano para tocar el comienzo de su pantalón en su cintura, primero introduzco un dedo debajo del pantalón, siento una piel caliente, a loquesco, empiezo a intentar meter más dedos solo logro meter el segundo debido a lo apretado de su pantalón, pero estos están más en la espalda que en su culo por lo que decido sacarlos. Guiado plenamente por la excitación la tomo del estómago y la aprieto hacia mi pene, que ya está completamente erecto, la aprieto lo más que puedo ella no dice, ni hace nada, solo entonces me doy cuenta de lo descarado de la escena y quito mi mano de su estómago y la coloco normal; sin tocarla.
Estoy muy excitado, a mi pene se le escapan chorritos pre seminales, entonces veo su brazo que se dobla hacia atrás para tocar mi estómago, lo tienta, entonces mueve la mano mas hacia atrás hasta dar con mi espalda, ahí la toma y la empuja hacia su espalda, sin miedo y sin penas entiendo perfectamente lo que pide, entonces nuevamente pongo mi mano en su estómago y comienzo a darle un arrimones tremendos, ella me dirige una y otra vez como si estuviéramos en un mete y saca, volteo y señor se remoja los labios, la mujer solo lo ve a él y yo, yo volteo y llegamos a la siguiente estación, mucha gente baja: ¡¡¡ES HIDALGO!! ¡ el señor saca la lengua, se muerde los labios y desciende del metro. El metro está mucho más vacío con espacio suficiente para no estar tan junto ella , pero ella se niega a soltar mi espalda que hace que estemos más apretados, como si estuviéramos ya cogiendo y pidiera que se la meta hasta el fondo, me aprieta mas solo entonces gira un poco la cabeza y veo su mirada postrada en mis ojos se muerde los labios, y en esta posición: ella quita su mano de mi espalda, la dobla más y busca mi miembro , encuentra mi entrepierna ella suspira y se muerde los labios, yo por mi parte desciendo mi mano de su estómago hasta topar con su sexo. Ambos regresamos a la realidad y volteamos al vagón, casi toda la gente nos veo unos con asco, jóvenes con excitación y señoras con repulsión. Ella quita su mano de mí, y me quita mi mano de ella y se despega por completo de mí.
Empiezo a pensar que todo acabo, llegamos a: Tlatelolco, se cierran las puertas y sigue la marcha, ella no mueve un musculo.
No hago nada por intentar poseerla, pienso que no podía exigir más, veo su cabeza que niega una y otra vez, entonces se voltea: quedamos frente a frente, dirige sus ojos hacia mis labios y con su lengua empieza a remojar sus labios entonces, me toma de mi cintura y me dice
-Eres apenas un niño amor.
Sin que me dé tiempo para que conteste , se dirige hacia mis labios y nos comenzamos a besar, mesclamos nuestras lenguas, ambos respiramos aceleradamente, dirijo mis manos no hacia su cintura sino directo hacia sus nalgas, seguimos besándonos, se despega me toma una de mis manos la aprieta y dice:
-No digas nada, no digas nada
Su voz se escucha temblorosa y excitada, no comprendo del todo lo último que me dice. Llegamos a la ‘‘Raza’’ y ella toma con mi mano junto a la suya y me dirige hacia el descenso.
Salimos del vagón, tomados de la mano, yo obedezco y no digo nada, nos dirigimos hacia los vagones de salida, ella me dirige muy rápido, casi trotando. La gente que nos vio podría pensar que éramos madre e hijo, por la diferencia de edades, pero nadie sabía que pronto seria mi amante. Cruzamos los torniquetes de salida y ella rompe el silencio:
-No te preocupes hijo, vamos a un hotel, yo pago todo
Después me susurra en el oído:
-No digas nada de sexo mientras llegamos, pueden pensar que te estoy secuestrando o algo asi.
-Y cómo te llamas- Me dice, ya sin susurrarme
-Raúl y usted?- Respondo
-Adriana mi niño.
Seguimos conociéndonos, mientras salíamos del metro y nos dirigíamos a tomar un taxi hacia el hotel ´´Brasilia´´. En la plática que teníamos me entere que era una mujer casada con 2 hijos, efectivamente tenía la edad más o menos que estimaba: tenía 47.
Tomamos una taxi, y es aquí donde la calentura se apodero de ambos, subimos en la parte trasera, ella indico el lugar del hotel, y sin más ni más comenzó a besarme, yo correspondí a sus besos, eran ardientes, llenos de calentura, se mesclaban nuestras lenguas como 2 serpientes que pelean entres si, veo al chofer que nos mira desde el espejo retrovisor, entonces me decido a tocar su sexo ella suspira y comienza a temblarle la boca mientras nos besamos, le voy acariciando su conchita y ella comienza gemir, empiezo a desabotonar su pantalón, entonces ella me para con su manos y me dice:
-Ya llegamos
La mujer paga y salimos del taxi, yo temblaba, nunca había estado con una mujer tan mayor, ella solo me miraba de reojo, íbamos tomados de las manos. Ingresamos a la habitación y aquí comienza una de las relaciones sexuales más calientes que he tenido .
Entramos, ahora yo soy quien empieza a besarla, ella acepta mis labios, ambos llenos de calentura, nuestros labios parece que luchan para tragarse uno al otro, ella comienza a tocar mi paquete suspira de nuevo. Ya estamos en la cama, me desabrocho mi pantalón, sin dejar de separar nuestras bocas, me separo de ella y me quito rápidamente mi playera, ella por su parte desabotona su blusa, queda solo en bra y con pantalón, y yo solo en bóxer, se podía notar que estaba del todo erecto, ella comienza a besarme, como si tratara de devorarme toda la boca, me quita el bóxer, comienza a masajearlo, se separa de mi boca y se agacha.
-Que rica esta –me dice mientras se muerde los labios-te la voy a mamar como nadie niño, no me hubieras calentado en el metro.
Al terminar de decir la última frase me excito más y la tomo del pelo.
-No se diga más- le contesto torpemente
Ella se mete toda mi verga en su boca comienza a tragarse mi trozo una y otra vez, yo en mi mente pienso : si el paraíso existe seguro es muy parecido a esto. Con mis manos la despego y le digo:
-69
Ella entiende rápidamente se quita su bra, rojo, yo me masturbo mientras veo como se quita su pantalón y queda con su calzoncito blanco de señora muy sexi, entonces ella, se baja su calzón y queda como una diosa, desnuda, su sexo recubierto por mucho, mucho bello, yo no tenía mucho que acababa de rasúrame, entonces nos acostamos nos damos un últimos beso y comenzamos. Le daba unos tremendo lengüetazos a su papayita llena de pelos, con más olor a sexo que a orín, ella gemía y lamia lentamente mi pene y con su otra mano jugaba con mis bolas, yo por mi parte con mi mano le trataba de alcanzar sus senos, ella gemia, entonces en mi boca siento su primer orgasmo, ella deja de lamer mi miembro, se voltea y queda boca arriba con sus piernas cruzadas y los ojos en blanco, yo sin perder un momento, me subo en ella y comienzo a devorar esos senos grandes, cansados, agachados. Ella comienza a gemir de nuevo, con mis dedos empiezo a jugar nuevamente en esa cueva, mi compañera está paralizada, solo gime una y otra vez, le doy pequeños mordiscos en sus pezones lo que provoca que de pequeños grititos, despega mi cara de sus tetas y me dirige a su boca, siento sus labios temblorosos, yo estoy arriba de ella y dice:
– Mmmmm qu ee riicoo- toma aliento y me dice- y yy ya ya métemelo métemel.
Me alzo un poco volteo mi cabeza hacia abajo, dirijo mi pene a su vagina, lo meto poco, ella me toma de mis nalgas y me empuja hacia ella, entonces entra toda, ella comienza a gemir como loca grita, comienzo una mete y saca duro, no rápido, si no que cada vez que choco con su vagina lo hago hasta el fondo, ella no deja de gritar con sus manos aprieta fuertemente mis nalgas.
– Aaaaaah aaaaaah mas mas adentro aah ah ah ah aaaaa mas
Saco mi verga y comienzo a besarle, se despega, me quita de encima, y se pone de perro en la cama.
– Ya niño dame más, no más besos: no somos novios
La tomo con mis dos manos , veo este cuadro precioso de su vagina y su ano, paraditos esperando mi verga. Inclino mi cabeza y comienzo a lamer como perro desesperado que no ha tomado agua en días, ella se estremece, entonces me paro y dirijo mi verga hacia esa linda cueva repleta de hierbas, de un golpe la meto toda, ella gime como loca y empieza a moverse, para propiciar el mete y saca, yo la tomo de sus nalgas las acaricio, las aprieto, me siento en el edén.
– Ah ah aaa sacc sacala SACALA, rompe eeel cuuu cuulo.
Mi verga esta por reventar así que bajo la intensidad de las envestidas y con mi dedo comienzo a hurgar en su ano, meto uno y empieza a gritar como loca, lo saco y me hecho saliva, lo vuelvo a meter y comienzo a dedear su ano, ella no para de gemir y estremecerse, parando mas el culito, entonces saco mi verga, con mis manos abro mas sus nalgas y la meto poco a poco, primero la puntita y grita:
– ¡¡¡TODA, TODA!!!
Sin decir nada la meto toda y ella grita o chilla, como un perro que acaban de pisar, con su otra mano se mete los dedos en la vagina, yo no me acostumbro a lo apretado de su ano, me muevo torpemente, pronto agarro ritmo y la embisto, haciendo que choquen mis huevos con sus nalgas, no aguanto más, mi miembro esta que explota, se da cuenta y me dice:
– Adentro noo
Entonces la saco, la coloco en su espalda y me doy 4 o 5 jalones y me corro. Mis ojos quedan en blanco, me recuesto rendido a un lado de ella, ella se para, va al baño, y regresa solo con sus calzones puestos, yo estoy exhausto, se recuesta en mi pecho. Platicamos más sobre ambos y quedamos de acuerdo en nuestra próxima cita, se para, se viste y me dice que me puedo quedar lo que quiera; ella al fin y al cabo tiene familia y ya es muy tarde.
Esto en realidad sucedió, lo narre lo mejor que pude y como dice el título, solo es la primera parte de los 2 sucesos que me ocurrieron en transporte público. Me gustaría leer sus comentarios, de igual forma, si una chica, le gusta el sexo en transportes públicos, pero le da pena, contácteme, nos conocemos y acordamos algo, por otra parte chicos, si ven una muestra de insinuación de una chica, no lo duden muchas mujer les excita eso.
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