sexus vita
la típica vida sexual que pocos afortunados logran.
Antes de conocer mi mujer yo ya era una persona bastante morbosa por varios motivos. Tuve una sexualidad prematura y en la adolescencia aprendí mucho gracias a una tía y las pocas chicas con las que estuve no fueron la gran cosa en la parte sexual pero una vez tuve algo de suerte a mis 28 años, un día que fui a la playa con unos primos y uno que otros amigos que vivían cerca y entre ellos estaba Tatiana, era una joven morena delgada de 19 años con cabello lacio que vivía cerca de la casa hubo un tiempo que incluso me la pasaba en su casa cuando jugaba en la consola con su hermano obviamente ella era mucho menor en ese entonces y aunque la vi crecer a lo largo de los años no manteníamos una amistad cercana pero de alguna manera cambió ese día en la playa, hablamos como si fuéramos muy amigos llevándonos al coqueteo al punto que al horas después y diría yo que gracias a la bebida ya nos estábamos besando y mientras más pasaba el tiempo más confianza había con los toqueteos, los demás una que otras veces bromeaban sobre nosotros luego que nos vieron besándonos. más tarde cuando faltaba poco para irnos y habíamos quedado solos dentro del agua aprovechamos de besarnos un poco más la cosa era que ya yo me había calentado con tanto tacto, su manera de besar y por cómo me abrazaban sus piernas iban hacer que mi Leviatán rompiera mis shores y por un momento evité que sintiera mi erección, pero en un desliz había tocado su vientre y mis manos ya andaban acariciando sus pequeñas nalgas en ese instante pausamos por un momento y nos miramos brevemente a los ojos y una sonrisa acompañada con una breve mordida en su labio inferior se marcó en su rostro en ese instante tomo mi mano y la llevó a su entre pierna a la vez que con la otra se había hecho a un lado su bikini, en el momento que la toque vi cómo se mordía su labio inferior. Una vez que sentí que mi verga estaba en todo su coño procedí a metérselo, escucharla como tomó aire justo cuando se la metí fue muy excitante, sentir la diferencia de temperaturas era lo máximo con ese mete y saca dentro del agua.
—que sucia eres, Tati—, mientras continuaba penetrándola muy despacio, —Hacerlo aquí donde nos podrían descubrir o quizá ya alguien nos descubrió y simplemente nos están viendo—, ella mira repentinamente a su alrededor y al mismo tiempo su coño había apretado, —uf… sí, sigue apretando así—.
—ha, ha. Si eres malo—, decía con suaves jadeos a la vez que continuábamos besándonos.
Minuto después la aparto y procedo a masturbarme y Tatiana en vez de solo mirar o ayudarme con sus manos terminó haciendo algo mucho mejor, se metió bajo el agua y me la comenzó a chupar en ese instante casi se me escapa un gemido por lo que metí mi cara en el agua mientras veía borroso el como ella me chupaba el miembro, poco después sentí que ya no aguantaba así que le di unas palmaditas en la cabeza avisándole que ya me venía aun así ella continuó mamándola e incluso chupo más fuerte a la vez que con su mano me ordeñaba.
—ya está—, dice ella con un tono alegre, aunque la cara de pervertida que reflejaba justo en ese momento nadie se lo quitaba.
—maldición sí que eres buena, creí que me quedaría eunuco—, y nos echamos a reír.
Tras descansar un poco salimos del agua, luego de un rato mientras esperamos el bus alguien termina abriendo el tema sexual en la conversación y justo en ese instante por un breve instante Tatiana y yo cruzamos miradas y allí comenzaron hablando de sus locas fantasías o de las que ya habían hecho pero la que a mí me intereso y también me provocó una erección fue cuando escuché a Tatiana decir que ya había practicado anal con sus ex, mi corazón dio una fuerte palpitada y mi verga también, ese tema lo decidió, la quería para mí.
Al día siguiente al pasarme por su casa hablamos normal pero cuando tuvimos la oportunidad de quedarnos solos ella me aclaro que lo sucedido el día anterior fue solo cosas del momento que no significaba nada, eso me dolió un poco y traté de no reflejarlo en el rostro aun así comencé a tratar más con ella y cada vez que hablaba con ella conocía más y más, mi intensión la mayoría de las veces quería sacarle sobre sus experiencias sexuales, pero abrir ese tema de manera sutil no era tan simple luego de un tiempo las veces que estábamos solos siempre buscaba de robarle un beso hasta que al acostumbrarse ella misma ofrecía sus labios y una vez que aproveche que andaba sola no fueron solo sus labios superiores los que fui a probar, esa vez sí que me dediqué completamente a complacerla: besé, lamí, recorrí con mi lengua cada rincón de su cuerpo, me abstuve de penetrarla hasta que por fin vi que tuvo un orgasmo, no fue una lluvia lo que soltó como lo hacía mi tía pero por lo menos sus temblores eran más que suficiente, luego de dejar que descansara un poco procedí a que su coño saboreara mi verga o más bien el condón y luego era ella la que ella estaba sobre mí hasta que al momento en el que me iba a venir ella me quita el condón y me lo chupa hasta que me vengo en su boca, sentir semejante mamada y confirmar que se lo tragaba hacía que la deseara más para mí, pero ella rechazó las veces que le propuse una relación más estable pero todo cambio tras una salida entre amigos y al ver que un familiar de unos del grupo le andaba coqueteando no aguanté, la tomé de la mano y la jalé hacia mi —ella es mía, así que busca por otro lado—, dicho acto puso tensión apenas por unos segundo para cuando ya los demás ya estaban haciendo escandalo bromeando sobre nosotros “—verga, hasta que por fin—”, y todos se reían mientras que por lo menos a mí me avergonzaba un poco y de ese modo dimos inicio a una relación más profunda, figurativa y literalmente, ella era más pervertida de lo que yo creía era toda una exhibicionista, le encantaba no usar pantys cuando tenía faldas cortas o el sexo en lugares públicos e incluso algunas veces lo hacíamos con sus papas en casa.
Ya tras casi año y medio de nuestra relación había días que me queda en su casa y viceversa, nuestra relación dentro de lo que cabe era sana. Éramos una simple pareja que disfrutaba mucho del sexo, aunque tampoco era tan seguido por el hecho de que no teníamos casa propia, pero un día sucedió algo inesperado cuando fui a su casa y al llamar desde el portón nadie salió pero la puerta del frente estaba abierta regrese a la mía a buscar la llave de repuesto que ella había dejado, subí nuevamente porque ellos no solían dejar la puerta abierta si salían o cuando dormían en la tarde y al entrar escucho el indiscutible gemido de Tatiana, mi corazón latía muy rápido pensar que me estaba engañando y antes de abrir la puerta de su cuarto tomo un buche de aire y abro un poco con suma delicadeza y miro, pero lo que vi supero toda expectativa su sobrino Miguel de 9 años estaba enterrado en la entrepierna de Tatiana mientras ella gemía y tenía un vibrados sobre su clítoris. Por lo general alguien al ver esa clase de actos fuera entrado de golpe y reprenderlos por esa clase de cosas, pero yo tenía una erección descomunal así que me con cuidado fui a cerrar la puerta del frente y regrese para continuar viendo, entretanto yo me estaba manoseando mi dura verga hasta que no pude más y entré, el cagazo que se llevaron fue brutal ella se pegó contra la pared y poniendo su mano palma abierta frente a mi como tratándome decir que me detuviera, sus rostros de asombro no tenían igual y Tatiana tartamudeaba, pero yo solo tenía en mente una cosa, su coño. Así que la jale por una de sus piernas me baje los pantalones y se lo metí de golpe, su cuerpo se contrajo totalmente pero aun así continué dándole duro escuchando los chapoteos de su coño “plash, plash, plash”, —buen trabajo miguelito, dejaste toda mojada a tu tía, ahora mira cómo se le hace a una mujer—, el que alguien la mirara hacía que se desenvolviera más una vez que se puso sobre mi ella tomó todo el control, que su sobrino la viera la tenía muy caliente, los sentones que daba eran más brusco y le temblaba por dentro, luego la puse en cuatro para terminar hasta que le acabe dentro aun así le continué dando hasta que se me puso todo flácido y sale por sí solo del coño.
—bueno miguel, ahora limpia a tu tía—, él se negaba porque le daba asco y Tatiana tampoco quería aun así yo insistí, —¿o quieres que se enteren de lo que hiciste? —, obviamente que no quería y con mucho asco comenzó a chuparle la leche del coño de su tía mientras la puta de mi mujer aguantaba los gemidos, pero llego un punto que Miguel tenía la boca llena de leche y se le veía las intenciones de escupirlo —no lo vayas a botar—, le digo yo, pero aun así se le veía el desespero por escupirlo, Tatiana lo tomó por la cabeza y lo dirigió a su boca dándole a entender que se lo pasara a la suya y este soltó todo, ella le deja ver por un instante la blanca leche dentro de su boca y en un instante se lo traga, la cara de asco que mostró Miguel me dio risa.
—bueno vete a bañar rápido antes de que alguien llegue—, rápidamente él se fue al baño mientras nosotros continuamos morboseando un poco más. —eres una puta Tati, hacerlo con un niño pequeño. Sabía lo pervertida que eras, pero no que llegaras a ese punto—. Ella mamaba mi babosa verga, pero se detiene por un momento, —por algo estás conmigo, nadie en su sano juicio fuera dejado que un niño lo viera teniendo sexo y sobre todo que lo pusiera a que chupara tu leche desde mi coño, eres un puerco—, tras esa breve charla me comencé a coger su boca hasta que escuchamos que Miguel sale del baño así que rápidamente tomamos nuestras toallas y nos metimos en la ducha, la abrimos y mientras nos caía el agua la puse contra la pared, me eche aceite para bebé en la verga y comencé a puntearle el culo una y otra vez y poco a poco entraba más, ya para cuando recibía la mitad le empecé a dar con ritmo y al poco tiempo ya mi verga desaparecía en su culo.
—ah… tu culo extrañaba mi verga—, los constante chapoteos se escuchaban en el baño acompañados por nuestros jadeos, mientras usaba el jabón para lavar y recorrer su cuerpo y ella aprieta fuerte su culo al momento que me corro, ya luego de tanto coger nos lavamos rápido y salimos, luego más tarde tras hablar para que este no divulgara nada y estaba más seguro de que no lo haría luego de que me enteré de que Tatiana mantenía esa relación desde hace cuatro años a pesar de todo eso no me sorprendió más bien vi oportunidades para darle más sabor a nuestra actividad sexual.
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