¡SÍ…! ¡ME FOLLO A MI PROPIO HIJO Y QUÉ…! (PRIMERA PARTE).
Fanny, una paisita candente, caprichosa y altamente morbosa, desea follar con su propio hijo y que este la preñe y sea su marido, y para lograr eso tiene un plan, el cual no dudará en ejecutar sin importarle absolutamente nada. .
ESCRITO POR SIREMIS.
NOTA: Las tildes mal puestas en algunas palabras de las conversaciones son puestas así a propósito para simular con mayor fidelidad el acento paisa.
Hola mis bebés. Me llamo Fanny, la paisita, tengo 38 años de edad, un precioso y atlético hijo de 22 años llamado Rubén, y dos hermosas hijitas, Natacha de 20 y Xiomara de 18. Nací en mi querida Medellín, pero vivo en Bogotá desde hace mucho tiempo.
Vivimos cómodamente, no nos hace falta dinero. No soy amargada, más bien soy muy positiva, descomplicada, risueña y jovial, no le veo problema a nada, disfruto lo que la vida me da, y generalmente me la paso en modalidad festiva, muy feliz como una lombriz… Jejejeje…
Soy muy extrovertida, despreocupada y atrevida, toda una alegrona… Jejejeje… Como buena paisa me le mido a todo y no me da miedo, asco, ni vergüenza de nada, seguramente por eso he obtenido todo lo que he deseado en la vida, o sea, cosas materiales, admiradores y muchos amantes.
Físicamente me considero muy bonita, bastante acuerpada y atractiva, soy blanca y de ojos cafés claros, mido 1 metro con 70 centímetros, tengo cabello liso, castaño y largo, senos grandes y naturales, trasero grande y redondo, piernas hermosas y gruesitas, cadera ancha, cinturita de avispa, abdomen plano, porte de reina y cara de picarona, arriesgada y lanzada, en mi rostro se me nota lo pilluelita que soy. Jejejeje…
Como soy una paisita tan fresca y descarada y no me da pena ninguna cosa y mucho menos lo relacionado con el sexo, ni más faltaba, debo decir que desde cierta ocasión en que accidentalmente vi cómo mi propio hijo se masturbaba lo más de rico su inmensa y deliciosa vergota comenzó en mí una terrible obsesión por mi divino niño y su gran cosota, y lo mejor es que no me arrepiento de ese sentimiento para nada.
No lo pensé mucho, y aprovechando que soy tan loba e impulsiva, me propuse la misión de provocar a mi Rubén, hasta que por fin obtuve lo que siempre había deseado, hacer el amor con él y quedar preñada de su semen.
No me importa que ustedes me llamen mala mamá, degenerada, pervertida, perra, zorra o puta, la verdad es que, sin ofender, eso me resbala y me tiene sin cuidado, le soy totalmente indiferente a las críticas. Lo único que me interesa en la vida es disfrutar del sexo con mi hijo, de chuparle la pinga, de tenerlo junto a mí, de gozar mutuamente y de narrar la historia de nuestra abierta y afamada relación, de la cual ya todo el barrio se ha enterado. No le hago caso a los reproches de mis vecinos y conocidos quienes juzgan mis acciones y las de mi hijo.
FANNY: ¡Mirá mi amor! ¡¿Cómo te parecé a vos este vestidito que me compré?!
Desvergonzadamente me le presenté a mi hijo en la sala de la casa con un vestidito súper ceñido al cuerpo, muy cortico y bien escotado.
Noté que a Rubén casi se le salen los ojos al verme vestida así, el joven se emocionó y se perturbó demasiado.
RUBÉN: ¡Eh Ave María, pues!… ¡Oohh!… ¡Dios santísimo, todo poderoso!… ¡Mamá, vos te ves más hermosa que nunca!…
FANNY: ¡Gracias, papi! ¡Te modelo un ratico, mi amor!…
Comencé a modelar mi sugerente vestidito como lo hacen las modelos profesionales. Rubén no sabía que decir, apenas me miraba todo el cuerpo, mientras yo trataba de contonearme de la manera más provocativa posible.
FANNY: ¡¿Te gusta? mi amor!…
RUBÉN: ¡Está bacano, mami!…
Coquetamente me di vuelta y empecé a caminar contoneando muy sensualmente mis esbeltas posaderas. Cuando de repente me devolví descubrí que Rubén me miraba con mucho morbo todo mi imponente trasero, eso me encantó y le dije:
FANNY: ¡¿De verdad si te parecé bonito? papi!…
RUBÉN: ¡Está encantador, mami! ¡¿Cuándo lo compraste?!
FANNY: ¡Esta mañana! ¡Compré varios! ¡Esperame vos y ya me pongo otras prendas un poquito más escotadas y mostronas para que vos me des tu opinión! ¡No te me vayás!…
Subí al dormitorio y me cambié de ropa, ahora traje un vestuario más atrevido que el anterior, una camisetica con mucho más escote y una falda de vuelo pequeñísima y bien putona. Me puse unas pantimedias veladas y unos zapatos de tacón alto, todo con la deliciosa intención de provocar a mi querido nene y de implantarle sucios pensamientos hacia su mamita.
FANNY: ¡Mira, mi niño!… ¡Este me parece precioso, mi amor!
RUBÉN: ¡Diablos, mami! ¡Te vez hermosa!… ¡Uuff!…
FANNY: ¡¿Te gustan mis medias?!
De manera muy sexy y provocadora levante mi rodilla a una gran altura dejándole ver todo mi llamativo muslo a mi perplejo hijo.
RUBÉN: ¡Mami!… ¡Uff!… ¡Diosito lindo!…
FANNY: ¡¿Te gustan?!
RUBÉN: ¡Wow!… ¡Están muy bonitas, mamá!…
Ver la cara de bobo que puso mi hijo apenas le mostré mi piernota era una completa dulzura. Estaba lelo mi pobre Rubén.
Le modelé a mi sorprendido hijo, y de repente, de manera audaz, me alcé la falda mostrándole la tanga entre la transparencia de las pantimedias.
FANNY: ¡Dios! ¡Creo que se me rompieron las medias por aquí! ¡¿Ves un huequito en mis medias por este lado? mi cielo!
Mi mano izquierda levantaba la faldita mientras la derecha apuntaba mi cuca. Rubén afanado, nervioso, tembloroso, colorado, sudado y apenado solo atinó a decir:
RUBÉN: ¡Ohh!… ¡Diablos!… ¡Mamá!…
Y el muy decente volteó a mirar a otro lado.
Me reí y lo dejé respirar y componerse. Al otro día volví a vestirme coquetamente, solo que esta vez mi vestido era totalmente transparente, se me notaban muy bien los cucos y el brasier. Como quería ir excitando a mi joven hijo con el fin de llegar a follármelo, no dude en llamarlo y lo invité a entrar a mi cuarto.
Rubén, al verme vestida así, desvió la mirada para otro lado.
FANNY: ¡Mirá pues! ¡Este es otro vestidito que me compré, mi vida!… ¡¿Qué te parece mi amor?!…
Rubén, muy alterado me observó al rostro con mucha educación, sin atreverse a mirarme y a morboseárme el cuerpo.
FANNY: ¡Pero tan bobo!… ¡Mirá mi cuerpo, pues!…
Mi hijo me miró con notorio nerviosismo, pasando saliva y sudando, pero, al ver que yo le modelaba mi vestidito sin tapujos, y que alegremente se lo exhibía dando vueltecitas frente a sus ojitos, fue calmándose poco a poco y mirando mi atractivo e hipnotizador cuerpazo con desenvoltura.
RUBÉN: ¡Mamá, estás muy pispa!
FANNY: ¡Gracias amor! ¡Pero seguí mirando a la mamá, ome!… ¡No seas tímido!…
Puse un estimulante reguetón en el equipo de sonido a todo volumen y bailé eróticamente esa cochina música un poco, me puse a perrear de forma muy vulgar para que el guevón de mi hijo se excitara.
RUBÉN: ¡Uuff!… ¡Santo Dios bendito!… ¡Oohh!…
Agaché un poco mi torso, saqué y le mostré mi culazo con toda la intención haciendo con las nalgas los movimientos más sensuales del baile y del perreo mientras la indecente y pequeñísima faldita se me subía dejando ver mis diminutos cucos.
RUBÉN: ¡Mamá!… ¡Uuff!… ¡Pero qué bien te mueves!… ¡Uuff!…
Mi nerviosito hijito me miraba de abajo arriba con la boca abierta y sus ojos salidos, a veces se echaba la bendición, era una dulzura ver su confusión, no obstante, se notaba que sí se estaba excitando bastante, pues el gran bulto dentro de su humedecida bragueta lo delataba.
Me acerqué a mi Rubén, y al ritmo de la vulgar y afrodisiaca musiquilla le puse todo mi culazo en la bragueta y con toda la intención se lo restregué de manera bastante obscena. Me moví de una forma endemoniadamente sexy sintiendo en mi trasero la excelente erección de mi hijo, sin embargo, el muy tonto no era capaz de atreverse a meterle mano a su lasciva mamita y se quedaba muy quieto y rígido.
FANNY: ¡¿No te parecé a vos que tu mamaíta está muy buenaza el día de hoy? papi!…
RUBÉN: ¡Pero por Dios, mamá!… ¡Qué mami más bella tengo aquí en la casa hoy y todos los días!… ¡Eh ave María, pues!…
FANNY: ¡Decime la verdad, Rubén! ¡¿A vos no te parecé que tu mami se ve muy vulgar vestida así y bailando como una zorra?!
RUBÉN: ¡Para nada, má!…
FANNY: ¡Se me están viendo los cucos, cariño! ¡¿No te parece que me veo muy zunguita?! ¡Decímelo con confianza!…
RUBÉN: ¡Pues sí, má, pero estás muy provocativa!… ¡A mi pá le gustará mucho verte así vestida!…
FANNY: ¡Si ese man me viera así no me dejaría ni respirar, papito!… ¡Menos mal está de viaje con tus hermanitas o si no estaría sobre mí haciéndome un hermanito u otra hermanita para vos, amor!…
Mi entusiasmado hijo sacó su celular y me tomó unas foticos y me hizo unos videítos mientras yo bailaba despampanantemente, de verdad parecía una puta. Rubén ya se había desinhibido un poco y hasta se atrevió a lanzarme piropos y silbidos de gusto.
Cuando vi a mi Rubén muy emocionado y erecto entre su pantalón, tuve una idea. Ese pensamiento fue que, para acrecentarle aún más su morbo, tenía que cortar mi numerito y dejarlo ganoso. Acepto que fui un poco mala y calientahuevas, pero es que cuando la presión se retiene y se acumula resulta mucho mejor porque en el momento preciso sale toda esa pasión y todo ese semen de manera incontrolada y voraz.
Le dije a mi atractivo hijito que iba a salir a comprar una ropita mucho más chiquita, atrevida y putona y que se la iba a mostrar de igual manera. Él se alegró en gran forma.
Salí del cuarto, me cambié y fui a comprarme esas prenditas tan sexys para mostrárselas por la noche a mi hijo y deleitarle el ojo. Yo ya estaba dispuesta a pasar a otro nivel con mi lujurioso muchacho esa misma noche pues no me aguataba las ganas de succionarle esa vergota y hacerlo mío en el acto sexual.
Cuando volví a casa ya era de noche, me apliqué un exquisito perfume cargado de intensas feromonas y me puse el impúdico picardías que había acabado de comprar, y sin dárseme ni un poquito de vergüenza me dirigí directamente para el cuarto de mi lindo y musculoso retoño.
Decidí ir más lejos, por eso me puse ese mini pijama transparente conocido como “picardías” sin brasier, prácticamente se me veían todas mis grandes y hermosas tetotas bajo la fina y negra telita de esa exótica prenda.
El picardías era tan cortito que se alcanzaba a ver la punta de mis cucos. Los pezones puntiagudos y las oscuras aureolas de mis tetas se me veían muy bien a través de la insinuante prenda.
La excitación me ganó, y aunque sabía que yo estaba actuando como una auténtica mujerzuela indecente y pervertida no me importó, me entré así al cuarto de mi querido hijo sin llamar a la puerta siquiera, mi misión era follármelo de una vez.
Para fortuna mía, preciso entré cuando él estaba desnudo sobre su cama, y lo descubrí haciéndose un soberbio pajazo mientras veía las fotos y videos que me había sacado en la tarde en su celular.
Al verse descubierto puso una cara de tragedia y agitada y rápidamente se cubrió con una cobija, se puso de todos los colores y empezó a sudar y a temblar como nunca.
Nuevamente le había visto esa cosota en toda su extensión y grosor, y era tremendamente divina, su vergota era la más hermosa, grande, babosa, cabezona y venosa que había visto en mi vida, eso me dejó sumamente excitada.
FANNY: ¡Mirálo, pues, ome!… Jejejeje… ¡Cómo te jalás de sabroso ese rico pipí!… Jejejeje…
RUBÉN: ¡Ohh!… ¡Demonios!… ¡Disculpa mamá, no sabía que ya habías llegado!… ¡No te escuché venir!…
FANNY: ¡Qué pipisote tan grande y delicioso te mandás, ome! ¡Dejálo ver, pues!… Jejeje… ¡No te lo tapés!… ¡No seas bobito!… ¡Mostráselo a tu má!…
RUBÉN: ¡No me molestés, mamá!… ¡Dejá la joda!… ¡Estoy muy avergonzado, ome!…
Después del sorpresivo susto el bobo de mi Rubén por fin se fijó en mis prominentes tetotas y se quedó mirándomelas con asombro. Se puso colorado y súper nervioso, no solo porque le había acabado de ver nuevamente esa suculenta vergota mientras se pajeaba con ahínco, sino también por verme las tetas y los cucos entre semejante pijama tan provocadora. Aun así, se atrevió a decir jocosamente lo siguiente:
RUBÉN: ¡Mami, tenemos que irnos ya por qué SENOS fue el avión!
FANNY: Jajaja… ¡Ya me sé ese chistecito sobre los senos, mi cielo!… Jejeje…
RUBÉN: ¡Disculpa otra vez, má!… ¡Es que estás muy buena, mami!
FANNY: Jejeje… ¡¿De verdad mijo?!… ¡Me acabé de comprar este picardías para mostrártelo a vos, papito!
RUBÉN: ¡Uuff!… ¡Mami!… ¡Te ves super sexi!…
En un descuido de parte de mi Rubén, me acerqué y tomé su celular, él trató de arrebatármelo, pero no pudo, lo miré y constaté que efectivamente mi precioso hijo se estaba pajeando viendo mis foticos y videítos, cosa que me agrado y me llenó de orgullo y esperanzas enormemente.
RUBÉN: ¡No es lo que parece, mami! ¡Puedo explicarlo!…
FANNY: ¡No te estoy exigiendo explicaciones, amor! ¡Vos no tenés nada que explicar! ¡Vos sos todo un hombre y los hombres se masturban a lo loco!
RUBÉN: ¡Gracias mami por ser tan comprensiva!
FANNY: ¡Más bien, decime vos qué tal te parece este picardías! ¡¿Estará muy vulgar?!
RUBÉN: ¡Mamá, me gusta mucho! ¡Está bonito!
FANNY: ¡¿Te gusta que se me vean las tetas?! ¡Parezco una puta!… Jejeje…
RUBÉN: ¡Uff!… ¡Mami!… ¡Pero qué palabras decís vos!… Jejeje…
FANNY: Jejeje… ¡Yo sé que te encanta, mi vida!… Jejeje… ¡Pero no te reprimas mi amor! ¡Tocá, tocá! ¡Tocale las tetas a tu jefa!…
Dominada por el terrible morbo me subí a su camita, abrí las piernas y me senté sobre mi erecto hijo Rubén elevando con mi torso mis tetas y tocándome el cabello de manera sensual con juntas manos.
Mijo estaba muy nervioso, tembloroso y alterado, pobrecillo, los veloces latidos de su corazón se alcanzaban a escuchar, era muy tierno y estimulante verlo así, pero al mismo tiempo mi muchacho estaba supremamente excitado, la parola que le sentía por encima de la cobija entre mis glúteos lo delataba por completo. Le tomé sus fuertes manos y se las puse sobre mis buenas y exuberantes tetazas.
FANNY: ¡Colaborá, ome! ¡Tocale las tetas a la mamá bonita! ¡No dejés que yo sola haga todo!…
RUBÉN: ¡Pero, mamá!… ¡Esto no es normal!… ¡Me siento extraño!…
FANNY: ¡Estoy caliente papi! ¡Tu papá no está y yo te deseo!
RUBÉN: ¡Esto no está bien, mamá! ¡Soy tu hijo!
FANNY: ¡¿Y eso qué tiene?!
RUBÉN: ¡Cómo así que eso qué tiene! ¡Pues que vos sos mi mamá y yo tu hijo y esto no se debe hacer entre nosotros!
FANNY: ¡Oye… qué te pasa!… ¡Claro que esto se debe hacer entre nosotros, tontito!…
RUBÉN: ¡Soy tu hijo! ¡Esto es raro!…
FANNY: ¡Pamplinas!… Jejeje… ¡Yo sé que vos sos mi hijo y eso qué importa, amor! ¡Lo que importa es que tengamos algo íntimo hoy!… ¡Te tengo ganas, y según veo vos a mí también! ¡Haz de cuenta que soy una putilla como aquellas que visitás vos!
RUBÉN: ¡No puedo!… ¡Esto no puede estar pasando, má!…
FANNY: ¡Te digo que me toques las putas tetas! ¡Tocáme! ¡Tocáme las tetas, so majadero!… ¡Manoséame al menos un ratico y ya, cariño!
Rubén no se aguantó más e inicio un continuo y delicioso toqueteo a mis tetas sobre el picardías, y, aunque al principio se mostraba muy renuente a hacerlo, después de unos minutos entró en plena confianza y comenzó a sobarme y a apretarme mis tetas en gran manera, yo hacía una cara de puta en gozo la tremenda, cerraba mis ojos y estiraba mi trompita como si le estuviera dando besos al aire.
FANNY: ¡¿Te gusta?, encanto!
RUBÉN: ¡A pesar de todo debo admitir que me fascina, mami!…
FANNY: ¡Tienes unas manotas grandotas y fuertes, cariño! ¡Unas manotas pajeadoras!
RUBÉN: ¡Y vos tenés unos senos grandes y bonitos!
FANNY: ¡De una vez te informo, hoy te voy a follar, amor! ¡Vos no te me vas a escapar, papá!
RUBÉN: ¡Dios mío!… ¡Pero qué dices!… ¡Esa son palabras mayores, má!…
FANNY: ¡A caso no me crees o qué!…
RUBÉN: ¡Pues la verdad no, mamá! ¡Es que esto es muy pasado de la raya!… ¡Es sexo entre madre e hijo! ¡Es algo inmoral!… ¡No creo que vos te atrevas a tanto!
FANNY: ¡Pues ya te demostraré a vos que soy capaz de eso y más, papito! ¡Yo siempre obtengo todo lo que quiero!… ¡Siempre satisfago todos mis caprichitos y vos no te me escaparás!… Jejeje…
Le retiré las manos de mis tetas y me despojé del obsceno picardías. Mi hijo estaba fascinado, tenía sus ojos clavados en mis exuberantes y desafiantes tetazas. Le puse nuevamente sus manotas sobre mis tetas desnudas y él comenzó a apretarlas y a soltarlas constantemente, como si estuviera comprobando unos mullidos cojines. Le puse las tetas en la cara, y mi niño, inmediatamente, comenzó a chuparme mis grandes y erectos pezones con gran destreza y pasión.
FANNY: ¡Chupá teta, cariño! ¡Chupá teta!… Jejeje…
Rubén como pudo, habló entre mis turgentes y excitadas tetotas.
RUBÉN: ¡Mamá, olés a rico!… ¡Feromonas!… ¡Eso también me excita y me pone como un toro! ¡Me gusta chuparte las tetorras!
FANNY: ¡Para abusar de tu mamacita no es necesario que saques la excusa de las feromonas! ¡Manoséame y chupame las tetorras bien fuerte, corazón! ¡Con confianza, amor! ¡Abusa de mi confianza!… Jejeje…
Con los pezones en su boca mi amado hijo dijo:
RUBÉN: ¡Por Dios santo!… ¡Qué ricas tetazas tenés, mamá!…
Le quité las tetas de su boca y en su lugar puse mis labios y comencé a darle tiernos e impetuosos piquitos en toda su boca y en toda su cara.
Él me correspondió de igual manera y luego nos trenzamos en un tremendo beso de lengua, tan apasionado que era como de estilo película.
Quité la cobija y me acosté con mi hijo. El me dio la vuelta mientras me besaba y se me puso encima.
FANNY: ¡Hazme el amor, mi vida!…
Mis brazos lo abrazaban fuertemente, mis manos acariciaban su varonil espalda y la parte posterior de su cabeza.
Seguimos besándonos. Sentía el peso del cuerpo de mi fornido muchacho sobre mi esbelto físico.
Le toqué las nalgas mientras le daba mordisquitos en la orejita, y acto seguido le volví a insistir, con tierna voz, que hiciéramos el amor.
FANNY: ¡Hazme el amor, mijo!
RUBÉN: ¡Mamá! ¡¿Hablas en serio?!
FANNY: ¡Nunca he hablado más en serio que hoy, papi! ¡Quiero que me penetrés!…
RUBÉN: ¡Pero mamá! ¡¿Te das cuenta de lo que me estás diciendo?!
FANNY: ¡Te lo pido, mi amor, hazme el amor! ¡Por lo que más quieras, dame pipí!
RUBÉN: ¡Eso se llama incesto, mamá! ¡No sé si lo sabes!…
FANNY: ¡Lo sé, amor! ¡Entonces cometamos incesto, pues! ¡Te da miedo o qué… paisita!
Mi inquieta mano, con gran destreza, buscó su erecto y gigantesco miembro, sentirlo entre mi ansiosa manita me hizo olvidar de cualquier ínfimo residuo moral que pudiera tener aun, y empecé a masturbarlo enérgicamente.
FANNY: ¡Aprovechá mijo! ¡Te lo estoy pidiendo! ¡Aprovechá que tu mamita te lo está dando! ¡Estoy loca por vos y tu cosota! ¡Si querés me arrodillo ante ti y te empiezo a hacer una buena mamada! ¡¿Qué decís vos?!… ¡Dame pipí!… ¡Por Dios, hazme tu mujer, Rubén!…
Mi hijo, al sentir la maravillosa pajota que mi pervertida mano le estaba propinando y al escuchar la magnífica propuesta que le estaba planteando, se dejó llevar y dijo:
RUBÉN: ¡Eh ave María, má!… ¡Claro que si mamá!… ¡Te voy a hacer el amor como nunca mi papá y ningún otro hombre te lo hizo! ¡Qué chimba! ¡Qué mami tan bacana tengo!
Al escuchar eso lo empujé, me incorporé y mientras mi mano derecha seguía haciéndole una esmerada paja la izquierda frotaba sus formidables testículos de toro, se notaba que estaban llenitos de leche hirviendo.
Mi hijo acostado miraba atentamente como ahora mi obscena y devoradora boquita se acercaba a su hermoso miembrote con la intención de practicarle una increíble felación.
Miré sonriente y complacida el gordo y largo pene, y, apenas le di el primer beso en toda la punta, mi hijo se estremeció y emitió un excitante ¡Uuff! sonido que repitió aún más intensamente cuando sintió mi lengua darle las primeras lamidas en el rosado y suave glande.
RUBÉN: ¡Oohh!… ¡Mamá!… ¡Eres única!… ¡Uuuufffff!… ¡Qué lengüita!…
La mamada que le hice fue brutal. Le lamí los testículos y toda su verga, mamé ese gigantesco genital con ahínco y ternura. El pene de mi hijo sabía a rico. ¡Qué pene tan delicioso! ¡Nunca había probado otro de esa calidad! ¡Dios mío!…
Noté que si seguía chupándole la verga de esa manera tan enérgica a mi hijo inevitablemente él se me iba a venir en mi boca, por eso dejé la mamada a un lado y me le eché encima para abejorrearnos un buen rato.
FANNY: ¡¿A vos te gustó la mamada que te hice? papi!…
RUBÉN: ¡Sos la mejor mamando! ¡Pero me toca a mí el turno, mamá!…
Rubén, con agresividad, me lanzó sobre la cama, me quitó los cucos, me abrió las piernas y me lamió la panocha… ¡Uff!… ¡Qué delicia!… Su poderosísima e inquieta lengüaza se introdujo en mi acalorada y palpitante vagina, se movía muchísimo y me la pasó por sobre toda la raja para después enfocarme en darme mordiditas y lametazos en el excitado clítoris. Me di cuenta que mi hijo era un experto haciendo gozar sexualmente a las mujeres y eso me entusiasmaba demasiado.
RUBÉN: ¡Qué rica panochota tenés, mamita!
FANNY: ¡Es toda tuya, cariñito! ¡Me tenés loca! ¡Quiero que me penetrés!…
Mi hijo se acostó sobre mí, nos seguimos besando muy rico, mis piernotas lo atenazaron fuertemente y él con su mano dirigió su hermoso chimbo a mi mojada y voraz vulva la cual recibió ese hercúleo pipí con gran deseo y pasión.
RUBÉN: ¡Mami!… ¡Mami!… ¡Ya entró!… ¡Mamá…! ¡Ya entró!…
FANNY: ¡Si, mi amor!… ¡Lo siento adentro!… ¡Es inmenso!… ¡Me infló toda la cuca!… ¡Qué rico!… ¡Dale con toda a tu mamita! ¡Dale como nunca le has dado a tus putillas, paisita hermoso y valiente!…
RUBÉN: ¡Entonces te voy a dar con mucha fuerza! ¡Siente esto, má!…
El gigantesco pene entró hasta el fin de mi útero y mi hijo comenzó a darme fuertes vergazos sin ninguna piedad ni compasión, me estaba desbaratando y eso me fascinaba.
FANNY: ¡Oohh!… ¡Qué delicia!… ¡Vaya manera tenés de hacerle el amor a tu mamá!… ¡Qué rudeza!… ¡Qué rico!… ¡Dame más!…
RUBÉN: ¡Oohh!… ¡Sí!… ¡Mamá!… ¡Qué cuca!… ¡Uff!…
FANNY: ¡Oohh!… ¡Qué preciosidad de verga tenés!… ¡Wow!… ¡Qué rico!… ¡Qué poderío!… ¡Me encanta!…¡Aaaaaggghhhh!…
RUBÉN: ¡Oohh!… ¡Te amo, má!… ¡Qué buena mujer sos!… ¡Qué rico es hacer el amor y sobre todo cuando te comes a tu propia madrecita!…
FANNY: ¡Te amo mi Rubencito! ¡Te prometo que este incesto será tan delicioso que jamás nos vamos a arrepentir de haberlo hecho! ¡Va a ser una excitante locura!… ¡Dame duro!…
RUBÉN: ¡Oohh!… ¡No pensé que comerse a la mamá fuera tan rico y tan fácil!… ¡Oohh!…
FANNY: ¡Uuff!… ¡Disfrútalo, papi!… ¡Uff! ¡Qué rico chimbo tenés, mijo!… ¡Mmmm!… ¡Me llena toda la cuca!…
Sentía como si ese inmenso falo se me entrara hasta las trompas de Falopio. Mi amado y sexy hijo, repitiendo las palabras que yo ya había dicho en un momento anterior, dijo:
RUBÉN: ¡Mmmm!… ¡Es todo tuyo, mamá!… ¡Mmmm!… ¡Oohh!… ¡Juemadre!… ¡Qué rico es esto!… ¡Qué lindo es llenarle de chimbo toda la caliente chochaza a la propia madre!…
FANNY: ¡Dale! ¡Dale! ¡Dale, cretino! ¡Dale con toda! ¡Dale verga a tu mamá!… Jejeje… ¡Mirá vos todo lo que puede ocurrir entre un hombre y una mujer vagos, ociosos, sin oficio y bien calentones!… Jejeje…
RUBÉN: ¡Uuff!… ¡Bacanísimo!… ¡Me estoy comiendo a mi propia mamita!… ¡Soy un toro!… ¡Uuff!… ¡Qué rico, jueputa!… ¡Uuff!… ¡Me encanta comerme a mi mamá! ¡Y es que está tan buena y tan acuerpadota! ¡Además es tan facilona la muy zunguita!… ¡Qué bacanería, ome!… ¡Adoro el incesto!…
FANNY: ¡Wow! ¡Papi, dale duro a la puta de tu mamita! ¡Revienta a la muy zunguita!
RUBÉN: ¡Uuff!… ¡Casi me haces venir al escucharte decir esas palabras tan soeces, mamá!
FANNY: ¡Dame un poco más de verga y te podrás venir en mi cuquita, amor!
RUBÉN: ¡Wow!… ¡Pero podría embarazarte, mamá!…
FANNY: ¡No me importa! ¡Pues doy a luz un hijo tuyo y ya! ¡¿Cuál es el problema?!…
RUBÉN: ¡Wow!… ¡Qué caliente sos!…
FANNY: ¡Cuando quiero verga suelo ser muy puta!… ¡Hasta contigo, mijo!… ¡Mmmm!…
RUBÉN: ¡Oohh!… ¡Casi me haces venir nuevamente, mamá!… ¡Eres muy morbosa!…
FANNY: ¡Dame toda la lechecita en la cuquita, cariño!… ¡Oohh!… ¡Suelta todo ese gran torrente de caliente y vigoroso semen dentro de la mami, mi vida! ¡Ya has aguantado y acumulado mucha esperma, es hora de que esa presión se libere violentamente dentro de mi panochaza! ¡Dale de tragar a mi cuca!… ¡Destrózame la raja!…
RUBÉN: ¡No! ¡Espera, mamá! ¡Quiero hacerte el amor por más tiempo para disfrutar más!
Esas palabras me gustaron, solté unos buenos chorros de líquidos en un poderoso orgasmo, el cual siguió repitiéndose varias veces. Definitivamente mi hijo era mi verdadero hombre y pensé en irnos a vivir los dos solitos como marido y mujer y así poder tener todo el sexo del mundo con él.
Estuvimos haciendo el amor como lo hacen los novios realmente enamorados, nos besamos, nos tocamos por toda parte, mi corpulento hijo no dejaba de sobarme ni de chuparme las grandes tetotas. Yo besaba sus inmensos hombros, su grueso cuello, su pecho de gladiador, sus manos recias y fuertes, sus musculosos brazos, mejor dicho, por toda parte lo besaba y él me besaba a mí como poseído.
Luego dimos la vuelta y seguimos follando a toda máquina, me senté sobre él, obviamente con su miembro entre mi chocha y nos tomamos de las manos entrelazando los dedos. Comencé a cabalgar a mi corpulento vástago con muchas ganas.
Me movía muy rico, tratando de meterme esa vergota hasta lo más profundo de mi palpitante vagina. Hacía sensuales movimientos en forma giratoria sobre su miembro. Mis juguetonas tetazas saltaban y palmoteaban libremente.
Realmente yo ansiaba quedar en embarazo, y capturar así a mi Rubén para tenerlo solo para mí.
Él soltó sus manazas de las mías y con ellas me dio estimulantes palmaditas en las tetas saltarinas y traviesas. Luego me cogió los pezones y me estiró las tetas de ellos.
Seguidamente, las manotas de mi Rubén se aferraron a mis traviesos e inmensos senos muy fuertemente, se me enrojecieron ese par de tetazas de tanto haberlas agarrado mi hijo. Yo comencé a saltar más duro sobre mi enérgico muchachote, lancé fuertes gritos y gemidos de puta de calle. Rubén también gimió y gritó. Lo besé y él me agarró las nalgas.
FANNY: ¡Oohh!… ¡Uuff!… ¡Qué hijo tan fuerte tengo!… ¡Mmmm!… ¡Qué vergota tiene este Sansón!… ¡Wow!…
RUBÉN: ¡Uuff!… ¡Qué madre tan caliente y hermosa tengo!… ¡Qué nalgotas las de esta Dalila!…
FANNY: ¡Uuff!… ¡Qué madre tan puta tenés, papi!… Jejejeje… ¡Soy Dalila emputecida por el morbo del incesto!…
RUBÉN: ¡Mmmm!… ¡Siii!… Jejeje… ¡Lo eres!…
FANNY: ¡Oohh…! ¡Eh ave María! ¡Qué incesto tan hermoso estamos cometiendo!… ¡Qué forma de culiar tenemos!… ¡¿No te parece papito?!…
RUBÉN: ¡Somos salvajes mami!… ¡Uuff!… ¡Qué culote tenés!…
FANNY: ¡Oohh!… ¡Me gusta mucho tu verga, mi amor!… ¡Es la mejor que me he comido en toda mi vida y eso que han sido muchísimas!… ¡Aahh!… ¡Auhh!…
Mi bello hombre, ágilmente me puso en cuatro sobre la cama, levanté mis nalgas y él puso sus grandes manotas sobre mis caderas y con su potente verga siguió la excitante penetración vaginal. Mi Rubén me penetraba con gran fuerza y agilidad, y no dejábamos de gemir y aullar como locos, fue un momento inolvidable de absoluto placer.
Mi hijo se desbocó en la penetración, me dio verga muy duro y sus poderosas manotas me daban sonoras nalgadas.
FANNY: ¡Auhh!… ¡Aahh!… ¡Oohh!… Auhh!… ¡Eso papi!… ¡Así!… ¡Me gusta!… ¡Hazme daño!… ¡Auhh!… ¡Así es!… ¡Oohh!… ¡Dale duro pipí a esta puta, mijo!…
RUBÉN: ¡Si sigues hablando así voy a eyacular!
FANNY: ¡Uuff!… ¡Mmmm!… ¡Qué gustillo!… ¡Echa el semen en mi útero!… ¡Llénale la cuca de semen caliente a esta puta! ¡Préñame! ¡Sin miedo, mi amor!… ¡Preña a esta perra!…
Rubén me hizo cambiar de posición, nos pusimos en misionero y nos abrazamos y besamos. Dimos vueltas como locos sobre la revolcada camita, la cual rechinaba sin descanso.
Los movimientos de penetración que hicimos fueron poderosos, me vine cien mil veces, la camita de mi hijo estaba echa todo un desastre y muy humedecida por nuestros fluidos, y como toda acción tiene una reacción, mi hombre eyaculó impresionantes cantidades de esperma a toda presión inundando mi encharcada y colorada chochaza.
RUBÉN: ¡Oooohhhhh!… ¡Jueputa!… ¡Qué rico!… ¡Aaaahhh!… ¡Qué explosión de esperma!… ¡Uuff!… ¡Es el estallido de una bomba termonuclear de semen!… ¡Aaaaagggghhhh!…
FANNY: ¡Aaaaauuuuuuhh!…
En serio fue como si de verdad hubiera estallado una bomba termonuclear de leche dentro de mi vagina, fue tanto semen el que mi poderoso hijo me inyectó en la chocha que este me inundó mi vulva y se empezó a salir por sus bordes en grandes cantidades, era muy caliente y blancuzco, sentí tan rico ese estallido de leche que también tuve orgasmo, así mismo mi cuca estalló. Tuvimos que esperar un rato mientras tomábamos aire y organizábamos ideas para poder hablar.
FANNY: ¡Uuff!… ¡Caracoles! ¡Mijo!… ¡Estuviste fenomenal!… ¡Me inundaste la cuca de semen!… ¡Mira cómo me sale a borbotones por entre los labios vaginales!… ¡Mira!… ¡Se me rebozó la chocha!… Jejejeje… ¡Más que un macho alfa eres un monstruo!… Jejejeje…
RUBÉN: ¡Uy, mamá!… ¡Deliciosísimo!… ¡Te sale semen hasta de las orejas! ¡Pero adentro de tu raja quedó mucho más!… ¡Creo que te embaracé!… ¡Qué pasados somos!… Jejeje… ¡Ahora a esperar bebé!… Jejeje… ¡Voy a ser papá!… ¡Qué delicia! ¡Eres la mejor, mamá! ¡No pensé que fueras tan candente y atrevida!
FANNY: ¡Ni siquiera yo misma pensé que yo fuera a ser tan extremadamente puta, papi! ¡Pero me di mucho gusto comiéndome a mi propio Hijo! ¡Eso es lo importante!… Jejeje… ¡De ahora en adelante voy a seguir follando contigo, te prometo que me convertiré en tu puta, amor mío!… Jejeje… ¡Podrás utilizarme cuando se te antoje!… Jejeje…
RUBÉN: ¡Mamá, y yo te prometo que procuraré estar siempre disponible para cuando vos estés muy arrecha y quieras hacer el amor y mi papá no esté para desfogarte!… Jejeje… ¡Ya sabes que siempre podrás contar con mi pipí y con mi leche cuando tu rica cucaza quiera rebosarse de placer!…
Juntos reímos en completa confianza y complicidad. Mi hijo me dedeaba la cuca sacándome más y más semen de adentro, y yo le jalaba ese lindo prepucio de su inmensa vergota una y otra vez, luego nos abrazamos, nos besamos, y después de unos minutos nos dio mucho sueño.
Dormimos abrazados tiernamente como marido y mujer.
Al otro día seguimos follando como locos, sin importarnos nada, aprovechando la soledad de la casa, pues mi marido y mis hijas llegaron un mes después, y para ese tiempo ya sabíamos mi hijo y yo que con tanto ajetreo y amor que habíamos tenido por esos días, sin condón ni protección alguna, había yo quedado más que preñadita.
Sin ninguna clase de vergüenza o miedo decidimos contarle toda la verdad de nuestra amorosa relación incestuosa a la familia, les confesamos que íbamos a tener un hijo y que mi Rubén y yo íbamos a convivir en mi dormitorio como marido y mujer y que pensábamos casarnos.
Aunque mi esposo quedó deshecho, mis hijas aceptaron con buena gana lo sucedido. Natasha y Xiomara nos felicitaron por ser tan sinceros y nos motivaron a continuar con nuestra hermosa, morbosa e incestuosa relación e incluso a tener muchos más hijitos.
Mis vecinos metiches se enteraron, pues mi hijo y yo no hemos guardado el secreto, más bien nos atrevemos a salir de la casa tomados de la mano y dándonos besitos, sin ocultarle a nadie nuestro amor, y cuando nos ven ellos nos inquieren y nos juzgan, yo les he tenido que contestar enérgicamente lo mismo que le digo al bobo de mi esposo cuando me reprocha: ¡Sí…! ¡Me follo a mi propio hijo, y qué…!
Ahora, como si nada, me atrevo a dormir con mi verdadero macho, o sea, con mi musculoso y apetitoso hijo Rubén, compartimos cama en pleno cuarto matrimonial, donde continuamente hacemos el amor, su buena vergota me tiene loca, y mi marido, con una gran ira, se tuvo que instalar en el cuarto que mi niño tenía anteriormente.
Aunque Dagoberto, mi esposo, sigue de mal genio, aún mantengo esporádicas relaciones sexuales con él, sin importar mi embarazo, y ahora hasta ya me hace mejor el amor, pero prefiero el suculento y sabrosísimo miembrote de mi Rubencito, quien, dentro de su gran misericordia, para consolar a su padre, nos ha propuesto conformar un buen trío donde los dos hombres me satisfagan, pero todo esto lo narraré en otra parte de esta linda y excitante historia.
CONTINUARÁ…
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ESCRITO POR SIREMIS.
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