Si, Me paso con Dayana
La vi crecer desde sus 5 años, pasaron los años y sin saberlo ni haberlo pensado tuvimos sexo, mi novia aún no lo sabe pero su hermana aprendió rápido a tener sexo….
Inicios
Tengo una relación con Joana ya por muchos años, la conocí en el colegio es 3 años menor que yo, en casi una década ya que compartimos juntos hemos logrado consolidar una linda relación que ha tenido de todo, sin fin de cosas que nos han hecho muy unidos, tal como pasaría en una familia, pero ambos con diferentes padres (obviamente) y hace poco más de 6 años que conozco a Dayana. Aquella vez al verla me pareció una simpática niña, nada fuera de lo común, yo ya tenía una sólida relación con su hermana mayor y con ella ya experimentaba ese dulce y pasional inicio de la vida sexual, Dayana de inmediato paso a ser como una pequeña hermana para mí, no llegábamos a intimar ni compartir mucho juntos en un principio, fue con el pasar del tiempo que nos fuimos acercando.
Recuerdo todavía las primeras veces que hable con ella siendo tan pequeña. Por lo general no pasaba de un saludo y cuando si, solo casuales comentarios sobre caricaturas y canciones o nos la pasábamos haciéndonos bromas, debido a su corta edad con cualquier tipo de ocurrencias encontraba la manera de reírse y actuar tal como la niña que era, aunque siempre bien educada, siendo sus únicos descuidos la manera en que solía sentarse cuando llevaba puesta la falda del uniforme del colegio y como a veces sin darse cuenta porque algo le causaba un leve escozor solía rascarse la entrepierna justo por los bordes de sus calzoncitos, en más de una ocasión pude notar como al sentarse y acomodar sus piernas en el sillón, su pequeña falda se subía dejando entrever como su ropa interior (la mayoría de veces con diseños típicos infantiles de ositos y gatitos) se le metía entre las nalgas, con toda la inocencia que la caracteriza ella metía su mano buscando acomodar su ropa interior, una vez realizada dicha acción y sin darse cuenta llevaba su mano directo a su nariz como con la curiosidad más pura por saber a qué le olía esa parte de su cuerpito, quisa por sentir que ya era momento de una ducha, o quien sabe, pero sin duda todo un espectáculo ahora que lo pienso, para entonces pasaba desapercibido por mi pues no tenía interés alguno en ella, sin embargo solo recordarlo ahora me causa una endemoniada calentura, incontrolable deseo por lo prohibido, el detalle de sus piernitas morenas semi abiertas con los calzoncitos a veces muy marcados en su zona íntima y como se dibujaba atreves de esa delgada prenda la forma de su vagina, la forma en que descuidaba mostrar partes de su cuerpo por simple inocencia soltando leves risas cuando se encontraba sorprendida pasando sus manitas por la nariz después de tomar muestras de los rinconcitos de su cuerpo… En ella no existía la malicia porque era simplemente una niña siendo curiosa, ocurrente y tierna, además de ella se podía percibir un grado de timidez muy particular pues de a momentos era una nena muy extrovertida para poco después comportarse muy reservada y callada, como sumida en un mundo de ideas que seguro a ella le fascinaba imaginar, era yo quien a veces podía descifrar dichas ideas y me parece que fue motivo para su acercamiento conmigo mucho después, al menos como pude percibir fui el único que la logró entender o escuchar, acumulando ciertas coincidencias en nuestras opiniones y actitudes.
Pude haberla tomado cuando hubiese querido, pero tenía que pasar de un modo diferente sin duda. Joana su hermana mayor era quien me tenía ocupadísimo, ella es un mar de emociones y de todo tipo. la conocí a sus 14, bajita con un dulce rostro con una agradable sonrisa, piel morena y tersa que va de maravilla con la silueta sencilla pero atractiva, pechos pequeños de pezones bien marcados, cintura ligeramente entorpecida por un poco de panza, pero que sin duda nadie nota por tener los ojos inmersos en su cola, nalgas redonditas bien formadas con la raya de trasero que hace antojar separarlas, por delante se dibuja en su vientre bajo las hendiduras del final de sus piernas como dos caminos en dirección a su vagina que luce una bella simetría en sus labios mayora. Son detalles que ella mantuvo en todos estos años más allá de algunos otros detalles en los que se ha descuidado. A diferencia de su hermana menor, Joana siempre ha sido más despierta e incluso me hacía pensar que era una verdadera zorrita desde antes de conocerla, pero nunca me he enterado de algo fuera de lo común, primer beso a los 10, caminar de la mano con sus ex mientras se dan picos sencillos, beso con lengua después de los 12, siendo lo más intenso un par de veces que (según ella contó) un chico con el que salió por casi 8 meses, en un «arranque de pasión» le toco las nalgas por encima de la falda escolar, al calor de los besos ambos se excitaron alcanzando ella a acariciar el pene semi erecto del pendejo por encima del pantalón mientras él se las arregló para levantar su falda y pasar los dedos índice y del medio por la hendidura de su concha, teniendo como barrera simplemente su tanga (sí, la pequeña atrevida ya usaba tangas). Dicha historia tuvo varias versiones dadas por la misma Joana en diferentes etapas de nuestra relación siendo la más franca (a mi criterio) que fue con aquel mismo putito que se metió una noche a su casa y en la despensa a oscuras ella se levantó la falda e hizo su calzón a un lado mientras él bajo su bragueta para poder sacar su verga e intentar metérsela, logrando a penas a introducir la punta pues justo les interrumpió el abuelo Leo. Mas allá de aquellos sucesos a ella la quiero mucho, y es con quien aprendí a tener relaciones, con quien fui experimentando tanto el deseo animal por penetrar su culo, como el deseo de amarnos bien en la cama.
Dayana, desde luego, no sabía y ni se imaginaba las cosas que hacía con Joana aquellos primeros años de relación y vaya que hubo muchas oportunidades para que lo supiera incluso hasta hace pocos días, la vez que nos arriesgamos más con su hermana menor a punto de sospechar fue una vez cerca de su casa, recuerdo que sus padres nos habían encargado cuidar a Dayana y su prima Daniela que tiene la misma edad. Para distraerlas las llevamos a jugar primero al parque y después a una cancha de futsal siendo las niñas aún muy ingenuas para notar lo que iba pasando, Joana y yo aprovechábamos cada oportunidad para desfogar ese mar de hormonas explotando dentro de nosotros…
Joana: Amor ten cuidado, las niñas están viéndonos – me decía mientras le abrazaba por detrás cuando le intentaba quitar el balón con el que estábamos jugando, Dayana y yo estábamos jugando como pareja contra Joana y Daniela. Cada que podía le pasaba la mano por los pechos, por la cintura y con cuidado de que no fuese muy notorio para las niñas; le ponía a mano en su coño por encima de la calza, incluso lograba hacer que mi dedo se introdujera unos milímetros dentro de ella con la ropa de por medio, era excitante.
Yo: Tranquila ellas aun no tienen idea, seguro creen que es una manera chistosa de venir a quitarte el balón, además yo sé que te mueres de ganas porque te siga pasando la mano por allí – le susurraba al oído mientras la tenía pegada de espaldas a mí. Joana ya algo más caliente, pegaba su trasero contra mi pene que de a poco se ponía duro.
Joana: tienes que parar, no podrás disimular tu erección en esos shorts. Por qué mejor no te aguantas un poco, llevamos a las niñas de vuelta a mi casa y lo hacemos en tu auto, ¿te parece?
Yo: Me parece perfecto, terminemos esta ronda con las niñas y nos volvemos a tu casa – acepte su propuesta mientras le daba una nalgada que alcanzaron a ver las niñas que sin malicia tomaron como parte del juego.
Nos sorprendió ver que animadas por dicha escena Dayana y Daniela empezaron a molestarse de la misma manera que yo y Joana. mientras intentaban alcanzar la pelota se agarraban y se jalaban de las poleras, dejando entre ver sus pechos de ambas. Joana tuvo que intervenir porque al estar en público era imprudente dejarlas continuar.
Joana: ¡Niñas! basta que hay gente cerca. no se jalen así la ropa…
Dayana: Pero tu estabas haciendo lo mismo con él nana (así le decía la menor a Joana) – reía mientras que Daniela seguía jalándola y empezaba a pellizcarla en las piernas y la cintura
Daniela: Tramposa. tú me jalaste primero, Joana dile que no sea tramposa! – exclamaba la prima de Dayana mientras se acomodaba la calza que le quedo un poco jalada de un costado dejándonos notar que la niña estaba sin ropa interior.
Esto pronto llamó la atención de Dayana que procedió a burlarse y molestarla (sin mala intención, sino jugando y de manera burlesca)
Dayana: Uy mírate cochinota, no llevas calzón! – gritaba mientras perseguía a su prima con la intención de bajarle la calza, cosa que consiguió, pero no del todo. En respuesta y de manera muy rápida Daniela le bajo calza y ropa interior juntas, solo que Dayana alcanzó a sujetar la parte delantera pudiendo cubrir su vagina, no así la parte trasera que pudimos ver su hermana y yo por un par de segundos. Fue en ese momento que pude notar un muy leve tipo de atracción sexual por Dayana, mi mente desde luego procuraba pasar de largo dicha idea por tratarse de una niña y además hermana de mi novia, pero no olvidaré nunca esa imagen de Dayana a plena luz del día con la calza abajo y sus nalguitas justo enfrente de mí, a escaso metro y medio, redondas como las de su hermana solo que en menor tamaño y más paraditas, piel morena que contrastaba con el color de las prendas perfectamente, el ángulo de inclinación que adoptó para poder cubrirse de adelante dejo ver por atrás como ese par de cachetitos se separaba tan solo un poco dejando ver la parte de su coñito sin pelos y cerradito atrapado por dos carnosidades con un tono moreno más propio de una zona intima, por ultimo ese ligero rebotar de esas pequeñas masitas de carne mientras corría subiéndose como sea el calzón y su calza, riéndose tan ingenuamente con pureza que solo la niñez da, ella no lo sabía pero iba tomando forma ese delicioso instrumento de placer y se avizoraba el florecer de una bellísima mujercita.
Desde luego Joana se molestó con ambas, gritaba controlándose para no soltar palabrotas frente a las niñas, yo no tuve reacción, quedé anonadado con tal belleza y ternura, que me sumí por un ligero instante en mis pensamientos, había un corto circuito en mi razonar, todo lo había provocado esa niña de manera muy inesperada me encontraba por primera vez inmerso en un dilema ético y moral, pero definitivamente no podía apartar dicha hermosa imagen de mi cabeza.
Joana: ¡Daniela, Dayana compórtense! ¿Qué demonios les pasa?, acaso quieren que les diga a papá y mamá, ¡ya nos las traeremos a jugar más si se siguen comportando como un par de chiquitas malcriadas!
Dayana: Perdón nana, ella (Daniela) empezó, ¿no viste como me bajó la calza? por su culpa todos me miraron la cola…
Daniela: Fuiste tu primera rata, por lo menos llevas algo adentro, a mi casi me la bajas y no llevo nada…
Joana: Ya no importa, vámonos de vuelta a la casa. Amor trae nuestras cosas y el balón. las niñas ya se divirtieron lo suficiente. – dijo con tono de castigo para que las niñas escarmentaran.
Yo: Bueno niñas ya oyeron, vámonos
Joana empezó a verme, tenía la mirada como que sospechaba algo, yo pretendí estar relajado, nada más fuera de lo real, estaba asustadísimo de que se hubiera dado cuenta que me calenté viendo a su hermana. no sabía que decir y en lo que llegábamos al auto y se subían las niñas me detuvo un rato y preguntó:
Te gustó, ¿verdad? …pervertido
Me quedé helado …
Próximo capitulo: «Subsecuencia»
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