Si, me paso con Dayana 2
Subsecuencia. Sucesos previos a mi relación con Dayana… .
Parecía que Joana hubiese visto claramente cómo alcance a ver las partes íntimas de su hermana menor en aquel descuido, yo no sabía que decir ni como empezar a disculparme por haberme notado claramente excitado por la pequeña Dayana, sin mencionar el horrible sentido de moral atormentando mi conciencia. Fue entonces que Joana, sin yo pedirlo, aclaró:
Joana: Ya te veo derretido de ganas por esto…- Dijo moviéndome su trasero dejándome entender que no se había percatado de lo mucho que me calenté y así asumiendo que la causante fue de mi erección era ella y no Dayana.
Yo: ¡Claro! No sabes las ganas que tengo de comerte nena, más bien por qué no nos apuramos en dejar a las niñas en tu casa …tengo que deshacerme de esta erección y que mejor que tu cola. – Dije siguiéndole la corriente y poniéndole la mano en su trasero apretando su nalga derecha, ella mordiendo su labio inferior mientras ingresaba en mi vehículo. Una vez dentro retomo la cordura y su mueca de molestia hacia las niñas.
Dayana: Mana no queremos irnos a casa. – Decía refiriéndose a su prima.
Daniela: Ya no te haremos renegar, pero por favor déjanos jugar un poco más. Aun no queremos volvernos a la casa.
Joana: Estamos en público niñas, ¿Qué va a decir la gente si se siguen bajando la ropa y mostrando todo? Podemos tener problemas con los vecinos, así que lo siento, pero están castigadas.
Recuerdo verlas por el espejo ahí sentadas en el asiento trasero con sus piernas cruzadas y mirada de frustración, si bien aún tenía bien marcada la erección y muchas ganas de desfogarme con Joana, preferí intentar convencerla de por lo menos entretener a las niñas con el celular, de todas maneras, teníamos suficiente tiempo antes de que llegasen sus padres y tenía una nueva app de juego de palabras en mi celular que seguro las tendría entretenidas, conduje de vuelta a su casa y estacione a unos metros de la puerta, fue ahí que le dije a Joana:
Yo: Oye mi amor que te parece si hacemos jugar a las niñas un poco acá dentro del coche no importa, me da pena que no las entretuvimos mucho…
Joana: ¿Sí? ¿Pero acaso no quieres cogerme? – Dijo susurrando para que las niñas no escuchasen tal grado de cachondes. – Además ¿qué podrían jugar aquí dentro del auto?
Yo: Descuida amor tengo un juego que seguro las mantendrá ocupadas, serán solo unos minutos. – Procedí a sacar mi celular y mostrarle dicho juego, era bastante sencillo por lo que no me costó explicar cómo se lo jugaba, mientras lo hacía, llamo la atención de las niñas que sin perder tiempo se acercaron a rogarnos para poder jugar.
Dayana y Daniela: ¡¡¡Si mana, queremos jugar!!! – Repitieron en coro y tono clásico de niñas consentidas. Sabían muy bien que lograrían convencer a Joana.
Termino aceptando al ver los ánimos de las pequeñas, así que les pase mi teléfono explicándoles la mecánica del juego, no hace falta decir que también a Joana le llamo la atención dicho juego (Era bastante divertida su mecánica de juego). No paso mucho antes de que todas le pusieran su atención al juego, yo también tenía toda la intención de jugar con ellas en los interminables niveles de aquella app pero me vi bastante distraído por una bella imagen que me estaba proporcionando Joana. Ella estaba en el asiento de copiloto y para poder participar del juego tenía que darse modos e hincarse de rodillas sobre el asiento en dirección a los asientos traseros donde estaban las niñas con mi celular, dejándome ver así una invitadora pose con su trasero a media altura que se veía delicioso con ese buso tipo calza ajustadísimo a su cuerpo y perfectamente fuera de la vista de las niñas por lo que, se me ocurrió poner mi mano allí sin previo aviso. Joana dio un pequeño brinco y sin decirme nada me vio con un claro gesto de sorpresa mezclada con excitación y un notorio tono ruborizado en sus mejillas, retomo la cordura por un instante y alejo mi mano empujándola con la suya sin que lo notase su hermana que por el ángulo en el que estaba sentada podría haber visto dicha acción. Yo sin la más mínima intención de dejar de acariciar tan rico culito le volví a pasar la mano por allí, esta vez mientras les decía a las niñas en tono de reto:
Yo: Apuesto a que no lograran pasar este nivel niñas
Daniela: Yo te apuesto a que sí. De hecho, ya la hubiésemos encontrado si Dayana me ayudase …
Dayana: Ok déjame ayudarte, sé que les ganaremos.
Joana incomoda por como la estaba tocando no alcanzo a decir nada y solo asentir con la cabeza mientras aguantaba gemir. No era para menos, mi reto a las niñas no era casual sino para concentrarlas en el juego y poder meter mi mano ya no por encima de la calza de mi novia sino por dentro de su ropa interior… Su vagina la podía sentir empezando a humedecerse mientras le pasaba mis dedos justo por la entrada. Ella estaba en un trance que yo disfrutaba, por un lado, sabia lo arriesgado de jugar así con las niñas tan cerca, a solo una mirada desviada de ser descubierta siendo manoseada por mí, todo esto a su vez, la excitaba porque no podía hacer nada al respecto, estaba a disposición mía. Podía dedearle el coño sin ella poder ni detenerme ni gemir ante mis embestidas, primero fue mi dedo índice que se lo metí entero, a medida que sus jugos iban haciéndose más notorios pude meter sin dificultad alguna mi dedo medio y con ambos dedos en lo profundo de su concha empecé un movimiento suave pero constante y lo más profundo que podía.
Joana: Oigan ni… niñas… eh ..deb… deberíamos entrar a ca… sa …casa, papá y mamá no tardan en llegar… – Dijo a penas, intentando deshacerse de las niñas para poder al fin entregarme la cola a solas en su despensa.
Dayana: Pero mana aun no terminamos este nivel del juego, déjanos terminar. – Respondió con la mirada clavada en el juego para fortuna de Joana.
Yo: Si mi amor, deja que terminen… Ellas no evitaran que tú lo hagas…
Estaba decidido a dedearla hasta que termine en mi mano. Me permitía darle indirectas tal cual, el hecho de tener a las niñas ahí tan cerca viéndola a la cara de tan cerca sin saber que su hermana mayor estaba a punto de venirse solo me excitaba más, pero ellas pronto empezaron a sentir la rareza del momento evidentemente, y con mucha razón pues el ambiente en el auto que tenía las ventanas cerradas se puso cargado, un ligero aroma se iba haciendo presente, pero para mí era como un leve perfume resultado de la humedad genital de Joana con una mezcla de orina y sudor, que muy al contrario de resultarme desagradable me tenía con una erección terrible en los shorts y luchaba por ocultarla de la mirada de las niñas, ellas por su parte percibieron pronto dicho aroma sumado a una sospechosa actitud de Joana.
Daniela: Mana, ¿Qué ocurre? estas toda sudada y pareciera que te dio fiebre…
Dayana: Si, ¿Qué acaso está muy difícil el juego? – preguntó la pequeña con un tono de reto infantil hacia su hermana mayor.
Joana: Mmm… si la verdad… no me esperaba que …ah …estuviese tan difícil. – A penas respondía mi chica, la tenía al borde del orgasmo y yo disfrutaba viéndola perdida en deseo, pero con esa mirada que me daba como rogando que no le obligue a venirse frente a su hermana menor y su prima. Yo le respondía igual con un gesto, pero de perversión por verla en tan cachonda situación, cuidando que no sea tan evidente en frente de las niñas, fue entonces que Joana no pudo aguantar y sucumbió ante el delirio y la elictrificante sensación de su sexo liberando un orgasmo como una tormenta por todo su cuerpo, sus piernas a penas podían mantener la posición y yo pude ver cómo le temblaban, dicha acción también llamó la atención de las niñas pues era evidente en el rostro de Joana, el aroma cargado que emanaba de su vagina penetrada por mis dedos, los cuales al momento de venirse sumado al movimiento del que la tenía presa produjeron un sonido como de chapoteo liquido tan delicioso para mí, pero totalmente desconocido para las niñas.
Joana: ¡Aaaaahh! no …no puedo más… niñas ustedes ganan …uuuff definitivamente ganaron ustedes. – Exclamó apenas disimulando el orgasmo que la acababa de someter. Para que las niñas no sospechasen decidió simular un dolor en el estómago para reponerse y sentarse apropiadamente en el asiento que ocupaba, yo saque mis dedos en medio de dicha acción y salieron totalmente empapados, estaba sorprendido por la cantidad pues prácticamente se había orinado en mi mano, pronto tanto Joana como yo nos dimos cuenta de que el resultado de nuestra travesura resulto mucho más que satisfactoria…
Dayana: Mana, ¡¿qué te paso?! te hiciste pipi …
Daniela: Cierto, traes todas tus partes mojadas jejeje. – Agregó la niña ya que al darse la vuelta Joana dejo entrever toda la humedad de su entrepierna.
Ambas pequeñas reían sin imaginarse el motivo, sin si quiera tener idea de que habían presenciado el orgasmo de Joana, para ellas resultaba extraño, pero sin tener nada de malicia como para sospechar que fuese algo referente a cosas que hacen los adultos.
Joana reía suavemente solo acompañando el humor de las niñas para no provocarles más preguntas y se bajó del auto a abrir su puerta mientras pude verla darme un gesto de vergüenza y culpabilidad. Yo no daba crédito a lo que terminaba de pasar, una vez más no atine a decir ni una sola palabra y quería bajar también del auto, pero no me lo permitía la erección que de a poco tuve que esperar que se pasase, además las niñas aun tenían mi teléfono en sus manos quise pedírselos, pero antes limpiando mis dedos con mi polera la cual quedo con una mancha entre transparentosa y un poco blanquecina. Tenía un olor fuerte a los genitales de su hermana mayor.
Dayana: Huele raro. – Comentaba mientras con su nariz intentaba percibir de donde podría emanar el curioso olor, revisaba sus axilas y la ropa de su prima que reaccionaba cubriéndose y empujándola. ellas aun inocentes ante todo lo sucedido solo siendo las mismas niñas juguetonas de siempre.
Daniela: Aléjate de mí, jajaj … No fui yo quien se hizo pipi, dile a tu hermana
Dayana: No te metas con la mana, seguro solo era sudor
Daniela: Si claro, pues te hare sudar haber si huele igual …- Empezó a hacerle cosquillas a su prima mientras dejaba mi celular a un lado dándome la oportunidad de tomarlo sin tener que acercar mi mano mucho a ellas, y alcance a ver como Daniela atacaba a su prima encimándosele y dejando una imagen más que agradable por la ropa apretada que llevaban, eso sumado a que cuando estábamos en la cancha todos pudimos percatarnos que no llevaba ropa interior me pareció muy atractivo. De nuevo me veía atrapado por una menor solo que al tratarse de la prima sentí que debía controlarme y definitivamente apartar dichas ideas de mi cabeza, era totalmente inaceptable…
Mientras lidiaba con mi conciencia pude ver como Dayana lograba tomar la iniciativa en su juego con Daniela pues ahora era ella quien tenía a su prima acorralada en el costado derecho del asiento trasero, su polerita levantada por la pelea de cosquillas y como se iba acomodando como podía, su calza se le metía en su rayita, hasta que quedo totalmente encima de Daniela y esta tenía si pierna justo en medio de las piernas de Dayana, era una bella escena: las manos de Daniela buscando entrometerse entre los brazos y el torso de su prima mientras esta se defendía y contraatacaba dándole como pellizcos en sus antebrazos, cuello e incluso en los pechos aun casi inexistentes de la niña, toda la contienda acompañada de sus risas y gemidos por el esfuerzo que hacían, la imagen que me tenía hipnotizado: las caderitas de Dayana moviéndose encima de la pierna de Daniela que sin malicia alguna la movía para intentar hacer que perdiese el equilibrio, las dos pequeñas nalgas redondas y canositas de Dayana que temblaban y aprisionaban la rodilla izquierda de Daniela que no paraba de moverse para librarse de su prima. Disfrutaba de tan maravillosa escena totalmente sumido en un mundo nuevo de atracción sexual que apenas estaba comenzando a experimentar, por alguna razón una gran parte de dicha atracción se canalizaba específicamente hacia Dayana y en mucha menor medida a su prima, que sin dudas también iba desarrollando en una muy linda chica.
Mi miembro volvió a retomar su tamaño, fue entonces que Joana abrió la puerta del coche.
Joana: Vamos niñas, ya basta de juegos y entremos a la casa, que seguro ya llegan papá y mamá. – Dijo mientras yo retomaba la cordura.
Yo: Dayana tú ganas, deja a tu prima y entremos a casa
Dayana: Ok. Viste tonta jaja te di tu merecido. – Insistía con los retillos la nena mientras Daniela aceptaba la derrota.
Yo: Seguro tendrá su revancha Dayana, no seas sobradora jeje
Daniela: Si babosa no te hagas ilusiones, la próxima te agarro …
Joana: Ahora vayan a ducharse y cámbiense de ropa. – Decía la hermana mayor con vos de mando mientras arriaba a las niñas para que se apurasen, una vez dentro se dirigió a mí. Yo tenía aun mi pene parado y unas ganas terribles por desahogarme una tarde llena de nuevas sensaciones, abrí las ventanas del coche un poco antes de cerrarlo e ingresé con Joana a su casa.
Yo: ¿Cómo estas zorrita? aun puedo ver la humedad ahí abajito…
Joana: Cállate tonto, me vieron las niñas todo esto, no sabía que había sido tanto. – Dijo mientras se miraba la entrepierna y tocaba con su mano para comprobar si seguía mojado.
Yo: Me sorprendiste nena, acabaste como nunca. Se nota que te gusta el riesgo de ser pillada…
Joana: ¡Verdad! no sé qué me paso, talvez porque nunca me habían hurgado tan rico aquí. – Se tocaba la vagina mientras se me acercaba para que la abrace mientras ingresábamos a su sala.
Yo: Ojalá que las niñas no se hayan percatado de la corrida que tuviste…
Joana: No creo amor. Estaban ocupadas con sus juegos y niñerías, de todas maneras, perdóname por hacerte tolerar todo aquello. – No tenía idea que más bien la había pasado muy bien.
Yo: No te preocupes cielo, a veces son así. Sabes, a mí me interesa más hacerte el amor ahora. Quiero llenarte ahora mismo de leche.
Joana: Uf si… ya me imagino, pobre estuviste aguantando las ganas toda esta tarde…
No hace falta decir que después de todo lo acontecido no me falto nada de ganas y la penetre durísimo en la despensa aprovechando que las niñas estarían ocupadas bañándose y poniéndose ropa limpia, Joana fiel a su ya asumido estilo gimió como perra en celo sin inhibición alguna por lo reservado de aquel cuarto, sabía que nadie nos escucharía allí.
Poco después de que termináramos, Joana también aprovecho en irse a bañar por lo «sucia» que quedo, en eso bajaron las pequeñas, casi junto con ellas llegaron los padres.
Padre y madre: Hola niñas, ¿Cómo han estado eh? ¿se divirtieron?
Dayana: Si papi la pasamos bien, nos llevaron a jugar a la cancha. uf mami no sabes lo que me hizo Daniela…
Daniela: Hola tío, tía… cualquier cosa que diga no es cierto, ella fue quien se portó mal. – Dijo la pequeña sin ánimo de ocasionarle problemas, sino más bien continuando con el constante juego infantil con su prima.
Dayana: Jaja No, y fue culpa tuya que nos regresáramos antes a casa.
Madre: ¿Por qué? ¿Qué paso mi bebe?, díganme que no hicieron renegar a su hermana …
Yo: Señor, señora ¿cómo están? Buenas tardes. – Me apresure a saludar antes que Dayana diera detalles, prefería que no fuese tan evidente los descuidos que tuvimos esa tarde.
Justo también entro Joana y gracias a una mirada mía que la puso alerta me siguió la corriente cambiando de tema. Saludo a sus papás y nos dispusimos a preparar la cena, una vez que dejamos todo listo para servir Joana entro al baño y yo me quede esperando con Dayana y Daniela en la sala hablando para pasar el rato y entre comentarios sobre su tiempo libre y algunos géneros de música que les gustaba surgió el comentario sobre cómo les gustaría aprender a hablar en inglés, pues muchas de las canciones que les gustaba estaban en ese idioma, sobre todo Dayana a lo que sin pensarlo sugerí que talvez sería una buena idea que aprenda inglés y se metiera a unas clases, le intentaba convencer de que no le tomaría mucho aprender ya que con las canciones que le gustaba podía practicar, ella con algo de timidez totalmente contraria a su actitud previa en aquella tarde, asentía con la cabeza mientras se podía notar en los gestos que la idea de verdad le gustaba. Fue así que una vez en la cena y con sus padres sentados a lado lo comentó.
Dayana: Papi sabes muy bien que mucha música de la que escucho está en inglés y me gustaría saber lo que dicen, ya que tenemos tiempo por las tardes Daniela y yo estábamos pensando si podíamos inscribirnos a unas clases…
Padre: Pues me parece una buena idea nena, supongo que tendría que hablar con los padres de Daniela, talvez hay algún descuento en algún instituto si inscribimos a ambas.
Joana: Pa, no olvides que las niñas ya pidieron clases de ballet el año pasado y no las terminaron…
Madre: Es verdad bebe, te dimos todo lo necesario, pero no las terminaste. No podemos gastar dinero si no estas seguras de terminar con los cursos completos.
Dayana: Esta vez si las acabaré mami lo prometo.
Daniela: Sé que también se puede aprender con apps en el celular. Me parece mejor…
Madre: ¡Cierto! ¿Qué te parece si te conseguimos un teléfono nena? – No era difícil darse cuenta de que la madre de Joana y Dayana gustaba de consentir a sus hijas.
Dayana: Si mami ¡me gustaría! – Decía super animada por tener un nuevo teléfono
Joana: Puede que sea buena idea ma, pero seguro se la pasara con el teléfono todo el día y tampoco queremos eso …
Padre: Bueno nena seguro que con alguna guía adicional podrás aprender inglés.
Dayana: Ok. ¿Cómo cuál? – No se mostraba muy convencida, además no le había gustado para nada que Joana interviniera.
Joana: Tú amor sabes ingles ¿verdad? – Dijo dirigiéndose a mí, yo que estaba solo escuchando de pronto me vi en la situación de tener que decidir entre tener sexo con Joana o pasar ese mismo tiempo enseñándoles el idioma a las niñas, pues cada visita a casa de mi novia seria sin duda interrumpido por dichas «clases».
Yo: Si cielo, pero a un nivel medio. – Intente no dar muchas esperanzas.
Padre: Es perfecto muchacho. ¿Te importaría darnos una mano con las niñas? nos seria de mucha ayuda…
Yo: Supongo que si me hago espacio los días que vengo a visitar a Joana… – No tenía muchas ganas de hacerlo, pero sentí que debía colaborar con los papas de mi chica.
Madre: Yo creo que te podemos pagar si hace falta, tendrás como herramienta la app en el celular que le conseguiremos a Dayana, Danielita ya tiene el suyo, así que ¿Qué dices?…
Joana: Dale mi amor puede ser buena excusa para vernos por más tiempo. – Intentaba animarme, seguramente imaginando que podríamos aprovechar en hacer más «cosas» juntos.
En ese momento se me quedaron viendo las niñas como esperando una respuesta positiva, yo no lo sabía en ese momento pues para nada pasaba por mi mente las sensaciones que me había ocasionado Dayana, frente a sus padres me era imposible pensar en ello, estaba razonando como un chico que prefiere estar con su enamorada en vez de enseñando a dos niñas un idioma del que solo sabia lo mínimo, incluso me daba pereza…
Ahora que lo pienso estaba totalmente cegado, ese sería un momento clave en la posterior relación que evolucionaria entre Dayana y yo …
Próxima parte: Mi alumna
Uff la historia promete mucho. Espero pronto la continuación
excelente relato, me gustaría hablar contigo por telegram, Okam
Excelente relato, hablemos por telegram, el mio es Okam756