Silencio comprado

Un error me volvió un delincuente .
Mi vecino trataba de mantener una imagen amable con todos pero por alguna razón siempre me dió mala espina. Aún si nunca había tenido un solo conflicto conmigo me costaba creer que fuera lo que aparentaba.

Hasta que durante la madrugada vi llegar a varios hombres a su casa, parecían narcos pero no estaba seguro. El vecino abrió la puerta y de reojo alcanzo a verme asomado en la ventana, alterado, intenté esconderme pero ya era muy tarde

De repente oí como tocaban mi puerta, a los pocos segundos escuché a mi vecino decir:

Vecino: escuchen, puedo encargarme de esto, no es necesario ponerse violento

Hombre q: bien, pero si no funciona, lo haremos a nuestro modo

Atemorizado abrí la puerta, y pregunté:

Yo: ¿Necesita algo?

Vecino: yo, nada, pero si me permites pasar me gustaría sugerirte un trato

Solo me dijó que la siguiente semana fuera así casa, acepte más por miedo que otra cosa, sabía cuál era la consecuencia de negarme

Aún asustado me resigne pues difícilmente podría cambiar la situación, al tocar mi vecino abrió y me dijó:

Vecino: me alegra que nos visites, muchachos, saluden

La situación era incómoda pero ¿que se supone que hiciera? Ya estaba ahí

Al seguir caminando llegamos a una habitación, una niña nos abrió, era bastante flaca y usaba lentes

Vecino: ella es mi hija Marisol. Se que estará feliz en ayudar a su padre, después de lleva 12 años de mantenida jaja. Has lo que quieras con ella

Nos dejó solos y quedé en shock, este hombre andaba dispuesto a dejar que alguien cogiera a su niña, solo la usaba como moneda de cambió

Pero peor fue mi sorpresa cuando note mi erección, la posibilidad de cogerse a una menor estaba a mi alcance, no sé si era un deseo reprimido o algo así pero era curioso

Marisol solo me seguía viendo sin decir nada, lógicamente también estaba incómoda pero viendo que los riesgos de ser penalizado por esta acción eran casi nulos me convencieron de disfrutar el momento.

Saque mi pene erecto para sorpresa de la pobre niña, la cuál sabía lo que ocurriría a continuación. Empezó dándole un masaje a mi verga pero recordando las palabras de mi vecino tome la iniciativa

La cargué hasta la cama y poco a poco comenzé a quitarle la ropa, la nena comenzó a llorar pero no me importaba.

Saboree su inocente coño hasta que soltó sus jugos, la sensación de dominación era adictiva, podría acostumbrarme a esto, me dije

Note que habían dejado condones en la cama, así que me puse uno y seguí con lo mío

Solo veía la cara aterrada de Marisol, pues sabía que nadie la salvaría. Me sentí un poco mal por ella pero ya estaba demasiado caliente como para ser empático

Fue hermoso, lo apretada que estaba, su lágrimas y gemidos de dolor puro, los cuáles silencie metiendole su calzón en la boca

Al terminar quedamos acostados en la misma cama, abrazando a la desvirgada niña con un brazo. Su cara lo reflejaba todo

Finalmente el vecino volvió

Vecino: esto garantiza tu silencio?

Solo conteste con un sí y me despedí del culito del coñito que acaba de destrozar y del vecino

¿Parte 2?