simplemente placer
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por blu.
Abres las piernas lentamente en tijera cuando me notas salivando tu ombligo y empujas mis sienes hacia abajo con fuerza, finjo resitencia y consigo esa sonrisa de niña perversa que tanto me gusta arrancarte.
Una miniscula braguita blanca cubre tu sexo, ansioso de caricias y mimos. Empujas las caderas ofreciendomelo,impaciente,retandome,jugando….tus juegos acaban cuando mi dedo índice recorre delicadamente el borde de tus abultados labios por encima de la fina tela, desde el pubis hasta el final de tu sexo. Respiras profundamente. El algodón de la braguita se pega a tu piel mostrandome el relieve de lo que oculta tras de si. A mi olfato empieza a llegar ese olor único de cada mujer y que nubla el juicio de cualquier hombre.
Cierras los ojos dejandote llevar por el ritmo que marco. Tus manos se enredan en mi pelo, lo acarician animandome y tiras de mi intentando recobrar el control sin conseguirlo. Te saboreo con glotoneria,con gula, con hambre….sabes a mar, a hembra, a dulce y rica miel, a sudor agrio. Te huelo, te disfruto,…tus gemidos y tus movimientos me excitan. Mi verga crece y se endurece aprisionada entre mi bajo vientre y la sábana. La misma sábana que recoje humildemente en un charquito mi saliva y los flujos que se deslizan por tus muslos.
Encuentro tu hinchado clítoris reclamando egoistamente mis atenciones. Tus roncas palabras y susurros guían tu placer a traves de mi lengua. Sigo tus ordenes. Enrosco mi lengua y mis labios como una boa estrangulando a su presa en tu clítoris. Lamo,beso,chupo,babeo,acaricio,…siempre siguiendo tus instrucciones, siempre siguiendo tus deseos.
Mi dedo coranzón tantea tu húmeda entrada moviendose en pequeños círculos, imitando a mi lengua. Un pequeño respingo te inunda cuando sientes mi dedo entrando en tu mojada cavidad, sin prisa pero sin pausa, centímetro a centímetro, dulcemente pero sin compasión. Siento las elásticas paredes envolviendome, calibrando el grosor del intruso invasor, quemándome con tu calor.
Noto tus contracciones preorgásmica, tus jadeos van creciendo en intensidad.
Paro. Te sorprendes. Dejas de gemir. Me miras enfadada. En tus ojos veo la lujuria insatisfecha y el orgullo herido.
Quiero hacerte sufrir, quiero que supliques por obtener tu propio placer.
Acarico superficialmente tu sexo para tenerte en vilo, para que no olvides que ahora soy yo quien mando. Sé que te vengarás, sé que me has lo mismo, que me harás sufrir de la misma manera y que disfrutarás con ello.
Un "por favor" casi inaudible escapa de tu garganta. Te oigo pero no es suficiente. A ese por favor le sigue otro y otro mas, cada vez mas alto, cada vez mas humilde.
Entierro mi lengua en tu sexo, separando los labios con mis dedos y dejandote a mi total merced, lamiendote agresivamente, en círculos concéntricos, penetrandote a ritmo vertiginoso con el afortunado dedo.
Gimes, te tensas poco a poco, me siento rodeado por tus gemidos, por tu olor, por tu ser. Aprietas tus pechos con fuerza, casi con violencia,..hasta que explotas. Levantas tus caderas empujando incontrolablemente y suaves espasmos te recorren, me ahogas y a la vez me das la vida. Te quiero.
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