Sobrinita y un tio | Parte 3
Continua la historia de Matias y su sobrina..
Las últimas semanas transcurrieron de forma normal. Me quede varias tardes en casa, y las que no, tenia doble turno en el cole. De todas esas tardes hubo algunas que coincidía con el tío Mati en casa y otras no, ya que estaba trabajando en changas.
Yo estaba acostada jugando con el celu, recordemos que no tengo habitación propia y mi cama es el sillón del living. Al ser grande no tengo problema en estar acostada, porque todavía hay lugar en el si se quieren sentar.
Ya era viernes, no tenía doble turno hoy y había terminado de rendir todo. Estaba lista para las vacaciones y me quede con el uniforme sin darme cuenta, tenías las piernas flexionadas sobre el sillón mientras jugaba con el celu. Era tal mi concentración que apenas escuché la puerta abrirse, había llegado mi tío, pero yo seguí jugando mientras me saludaba con un…
» Hola pendeja… « – Matias, el tío.
» Hola. « – Valentina, la sobrina. Respondí sin mirarlo, me estaban por ganar la partida.
Escuche un ruido y a los segundos, él se había sentado en la punta del sillón separándose 2 centímetros de mis pies.
» Que onda? No me das bola… « – Matias, el tío. Puso como un tono dulce, obvio que era en burla. El no es asi, para nada.
Acerco una se sus manos a mis pies, luego los sostuvo y busco hacerme cosquillas.
» Paraaaaaa! « El enemigo se acercaba a mi base, no podia dejar que tiraran la última torre. Intente sacarme de encima la mano de mi tío, moviendo de un lado a otro el pie hasta movía la pierna…
Matias se empezó a reír bajito y acerco la otra mano hasta mi otro pie.
Estaba siendo distraída y ya me daba rabia, abría y cerraba las piernas tratando de concentrarme mientras esperaba que con eso me lo pueda sacar de encima.
» Daleeee Matias, sos un boludo. Me estás haciendo perder! « – Le dije, gritando con voz indignada.
» Shh… si perdes es porque sos malísima para esos jueguitos. « – Comento, como lavándose las manos por el resultado de mi partida.
Aproveche un segundo para levantar la vista, mi intension era darle una patada y quería calcular a donde.
Pero me quedé boquiabierta cuando lo vi, no podia creer lo cerca que estaba mío… Y como me estaba mirando abajo de la pollera, yo como una boluda nunca relaje mis piernas flexionadas y haciéndome cosquillas, me estaba mirando toda la bombacha. Y tenía una mirada perdida, deseaba ver más. Me moría de vergüenza, baje la vista y me fui para tras, bajando las piernas y dejando que el enemigo me destruyera el nexo.
» Pe- perdí por tu culpa! « – le tiré, no sabía ni que decirle después de lo de recién.
» Que haces aca que no estás trabajando? « Deje el celu de lado y me quede mirándolo, el medio que se reía aun y volvimos a tomar distancia. Se dio cuenta de mi abrupto alejamiento.
» Me echaron, justo para las vacaciones… Asique estoy contento, le dije a unos amigos que vengan a tomar algo en un ratito. Pense que tenías doble turno hoy. « -Me dijo el, tranquilo. Volviendo a ser el Matias de siempre.
» Te podes quedar en el cuarto? « – Termino con esa pregunta.
» Solo si me dejas usar la compu. « – Le respondí, pero no se lo tomo bien. Le cambio la cara.
» Pendeja… No rompas, encerrate con tu celu y no me jodas. «
» Entonces no me quedo en el cuarto. « – Le respondí con una sonrisa burlona, no me podia encerrar.
» Si, te vas a quedar en el cuarto, porque no quiero que mis amigos te vean…»
» Eh!?; ¿Por qué no? « – Le pregunte extrañadísima.
» Porque te estas poniendo linda y no quiero que te miren, ¿está mal que te cuide? Yo sé cómo lo miras a Luqi, no te quiero cerca de él. « – Me dio una respuesta severa.
Esa confesión me dio vuelta la cabeza, era mucho en una sola oración. No entendía, todo me parecía raro… Además… si, me encantaba Lucas. Era hermoso, pero ¿cómo sabía que me gustaba solo con cómo lo miraba?
Me quedé callada porque pensé (si le digo algo, le estoy dando la razon… y si se lo cuenta… me muero de vergüenza).
» Bueno… pero posta no me dejas usar la compu? « – Le insistí.
» Te la tengo que desbloquear, me haces ir arriba boluda… Te odio, dale. Camina, que voy atrás tuyo. »
Me incorpore del sillón, me pare y me estire un poco. Sentía sobre mi cuerpo la mirada de Mati encima mío, recorriéndome cada centímetro. ¿Era mi impresión o me estaba mirando mucho estos últimos días?
Empecé a subir las escaleras y él iba atrás mío, subía lento, tenía las medias puestas y podia resbalarme por el material de la escalera.
» No te vayas a caer, boludita… Subi despacito, a ver… eso… « me decía en tonito burlón, riéndose y de paso haciéndome reír solo un poco. Mientras yo subía pisando despacito, él no me seguía el ritmo, tardaba más y sentía su mirada atrás mío.
Me di vuelta para mirarlo, lo enganché de nuevo queriéndome ver lo que tenía puesto abajo de la pollera. Rapido subió la vista a verme.
» Subís o no? Dale…» Le tire mientras un fuego crecía en mis mejillas.
» Estoy viendo de que no te caigas… ahi subo. « subió un escalón mientras que yo subí dos.
» Anda despacito boluda, mira si te caes… A ver, subí ese último escaloncito. « Me hablaba como si fuera una bebita, accedí a hacerle caso, pero al prolongar el tiempo para dar el otro paso sé me dobló apenas un pie. Pense que me Caia y el me agarro las piernas por atrás, las sujeto por los costados con sus manos. Me las sostenía mientras que se adelantó otro escalón.
«Viste boluda? Cuidado…» me dijo hablando a la altura de mi cola casi, ejerciendo una minúscula caricia con la yema de sus dedos gordos justo donde me nacía la colita. La sensación me erizó la piel, casi ni se notaba esa caricia, ¡pero yo la sentía! Me puso aún más nerviosa. Qué momento, que sensación rara recorría mi cuerpo entero, sus manos cruzaban la pollera del cole. Fueron dos segundos eternos para mí, subí y a medida que avanzaba a llegar al segundo piso me fue soltando… y le costó soltar.
Atónita en mis pensamientos para cuando me quise dar cuenta, estaba en la puerta de su habitación intentando entrar. Senti su mano en mi hombro y como con delicadeza me tiro para atrás, terminando a un costado de la puerta.
» Paraa, paraaaa nena… Esta un desastre la habitación, pero zarpado. Dame un segundo, banca. « Lo escuché y asentí, quise ver qué onda adentro de la habitación pero no me dejo.
Tenia curiosidad si estaba como el otro dia.
Luego de un par de largos minutos, lo escuche llamarme de adentro del cuarto. La habitación olía casi igual… Abrió la ventana. Se ve que tiro todo adentro del placar o abajo de la cama.
Pasé y me fui a sentar al lado de el en la cama. Ya puso la contraseña cuando me acerque y me explico que no tenía que hacer, asentí con la cabeza y sonó el timbre.
«Uy… bueno, me tengo que ir.» Me entro a acariciar la pierna, me miro a los ojos y se quedo ahí.
Yo… me sentía rara, me gusto su caricia pero estaba tímida y solo asentí con la cabeza.
«Pórtate bien, cuando se van vuelvo a buscarte. No bajes… si?» Volví a asentir con la cabeza. Sono otra vez el timbre, justo cuando me anime a acercar mi mano a la suya… él la estaba quitando, pero hubo un roce. Y se levantó de la cama, se arregló el pantalón y sostuvo el picaporte. «AHI VOY, WACHOOO» gritó fuerte, yo cerré los ojos por lo alto del volumen y luego me rei.
«Bue… portate bien pendeja. Son unas horas no más.»
– C O N T I N U A R A –
Buena historia.pero algo corta
Interesante relato me gustaría platicar con tigo si tu gustas por telegram
Que hermosa imaginación que tenés. Extraño tus juegos como nadie. SOS única.
Ciro
hasta ahora nada interesante… mucho preámbulo!