Sobrinita y un tio | Parte I
La curiosa realidad de una pendejita que vive con su familia y de a poco es manipulada por su tio. .
Quiero contarles como fui siendo manipulada, de a poco, por mi tío para convertirme en su sobrinita favorita. Con la edad de 12 años, vivo en un duplex (casa con muchos ambientes y patio) ubicado en el barrio de Liniers. Provincia de buenos aires, Argentina. El dúplex, fue heredado por la familia de papá y hermano (mi tio).
Mi familia se conforma de mi papá; con quien apenas tengo trato porque es camionero y viaja mucho, mi mami; que la adoro y me cuida mucho, mi tío; que vendría a cumplir un rol de papá en la familia cuando él no está.
Matias es el hermano menor de mi viejo, tiene unos 26 años y es muy vago. Como no paga alquiler ni tiene obligaciones, vive contento haciendo changas y agarrando algún que otro laburo que encuentra por ahí. Mamá se va por las tardes y vuelve en la madrugada, trabaja en una empresa de limpieza, y nunca se va a trabajar sin que yo tenga la ropa limpia y el almuerzo preparado.
Cuando llego del cole, siempre comemos los tres. Éramos una familia humilde, no faltaba la comida pero tampoco teníamos lujo alguno.
Mi nombre es Valentina y ahora que más o menos se dan una idea del contexto en el que vivo, quizá pueda contarles cómo empezó todo. O al menos desde que yo me di cuenta.
Muerta por las exigencias del cole desperté 19.30 de una siesta, me saqué la ropita del cole, me puse una calcita para sacarme la bombachita y arriba una remerita gastada que tenía por ahí, como para dormir. Yo no tengo habitación en la casa, así que duermo en el living y también me cambió ahí.
Podía escuchar que alguien se estaba bañando, me preguntaba si sería mamá o Matias.
Planta baja: cocina comedor, una esquina donde duermo yo… y el patio.
Segundo piso: habitación de mis viejos y la habitación de Matías, y el baño.
Quería saber si mamá aún estaba en casa para preguntarle algo sobre lo que me había pasado en el cole. Un temita de ¨mujeres¨.
Al llegar me di cuenta de que en el baño estaba Matias, mi mamá se había ido a trabajar, porque se dejó la puerta del cuarto como entreabierta y me dio curiosidad, entonces simplemente me acerque a la puerta. Note enseguida que el ambiente estaba caldeado, y el sucio y vago de mi tío, tenía un par de boxers (aparentemente sucios) tirados a los pies de la cama deshecha. La notebook abierta y aparentemente reproduciendo porno. Decido entrar, y de verdad, había un olor a encierro fuerte pero a algo más también. Mi naricita iba de a poco tratando de entender de qué se trataba todo esto, y mientras más me acerco, puedo ver mejor el video porno que estaba en play pero con la notebook en silencio.
Todas esas imágenes que mi campo visual captaba, todo eso, más el olor, los boxers, y esa pija que clavaba sin parar a la chica del video… Lograron generar en mi cuerpito algo mágico, un escalofrío recorrió mi cuerpo desde mi entrepierna. El choque eléctrico me provocó que las piernas se me cruzaran solas, y yo con la respiración agitada y sintiendo como los pezones de mis tetitas se endurecen por debajo de la remerita, escuche que el agua del baño se cortó. Mi tío iba a salir pronto, y para que no me descubra, fui despacio hasta la puerta del baño y jugué el papel de víctima.
Valentina: Che tio, te faltaaaaa….?
Matias: Pendeja no rompas las bolas… (Se escuchaba como se estaba secando, frenetico, bruto como el solo)
Valentina: Dale…
Matias: Que ondaaaa sobri? Muchas ganas? Se te escapan las gotitas?
(Inmediatamente después de escuchar esa provocación seguida de su risa burlona, mis mejillas se enrojecieron y no podía evitar pensar algo así como…¨Si vos supieras¨. Porque sentía un fueguito en la zona de mi rajita)
Matias: Tranqui que ya salgo…
La puerta del baño por fin se abrió y ahí estaba mi tío, con una toalla cubriendo la parte baja de su cintura. Morenito de piel, ojos oscuros, morocho. No es muy alto: 1,74 aprox. De contextura delgada pero definida. El vello corporal lo poseía en los brazos, piernas y desde el abdomen para abajo. Siempre afeitado, le daba una imagen más juvenil.
Lo miré de arriba a abajo y finalmente le solté.
Valentina: Dale, correte que no me aguanto.
Se corre para darme el paso y cuando voy entrando, aprovecha para hacerme cosquillitas. Me rindo y me reí, negando con la cabeza mientras veo su sonrisa cuando voy cerrando la puerta.
Trate de hacer pis y no podía, no podía y no pude. No entendía porque sentía algo ahí abajo y no podía hacer pis, ni nada. Habrían pasado unos largos minutos desde que dejé de intentar.
Fue ahí cuando me levanté del inodoro, busqué una bombachita nueva y me la puse. me acomodé la ropa y estaba dispuesta a bajar. Salí del baño y…
Matias: Uff… que rico olorcito…
Mi tío se expresó en voz baja, con ese tono de voz grueso que tenía por fumar casi todo el día, al tener cerca de su cara la bombachita sucia que deje sin querer ahí tirada en el living. Me latía el corazón a mil, los pezones amenazaban con ponerse rígidos y el choque eléctrico en todo mi cuerpo se hizo presente. Se me ocurrió rápido, como una idea torpe, abrir y cerrar la puerta del baño nuevamente simulando que nada de esto lo vi.
Mi tío dejó tirada la bombachita enseguida y se fue para la cocina.
Baje y fue ahí entonces cuando me frenó mi tío en el último escalón de la escalera.
Matias: Che, fijate que dejas las bombachitas por ahí tiradas, boludita… No quiero tener que levantarlas del piso para que mamá no te rete. si?
Trague saliva y por dentro me preguntaba cómo se podía ser tan caradura, encima él tenía dos boxers sucios ahí y a mi me retaba solo por un delis…
Valentina: Disculpa tío, no lo vuelvo a hacer…
Continuará…
(Espero que les haya gustado, es el primer relato de una larga serie que quiero escribir.
Si alguien esta interesado en dejarme su opinión, o charlar, o rolear…
Telegram: Ddani93)
Se quedó interesante, espero y continúes con el relato!
Me puso a mil!!!! Mi morbo crece a full…… segui escribiendo! Espero el segundo relato!!!
ufffrico
Promete mucho tu historia
Está muy rico Dani! Me gusta como lo estás escribiendo!