Sobrinita y un tio | Parte I I
La historia de una sobrina pervertida por el tio..
Pasaron tan solo un par de semanas y los exámenes de fin de año empezaron a llegar sobre Valentina. Era lunes, su padre había estado el fin de semana acompañando a la familia pero ya había emprendido otro viaje pero no sin antes dejar un aire acondicionado.
Lo mejor de todo, es que estaba en el living. Ideal para Valentina y las olas de calor que empiezan apareciendo en diciembre, lo que no contaba ella es que su tío dejaría de estar tanto en su habitación por culpa de esto.
El living por la noche quedó todo ordenado, pero cuando Valentina llegó del colegio, había un par de latas de cervezas abiertas. Coletas de cigarrillos en la mesita ratona. El volumen de un partido de fútbol a todo lo que daba, y el agua del baño corriendo, Matias dejó todo asi nomas y se metió en el baño.
Suspiré agotada por el desorden y me fui a mi rincón a cambiarme. Deje la ropa del cole doblada en el borde de la cama, finalmente tome una bombachita limpia pero…
Valentina: Y esto? (Dijo extrañada notando un leve desorden en sus prendas, quizás había sido ella. Le resto importancia porque se tenía que poner a limpiar y era un montón)
Aprovecho que el tío estaba en el baño y dejó en los pies de la cama sobre el piso, la bombachita que había usado toda la noche y hoy en el cole. Desnudita se empezó a vestir y se puso una bombachita nueva, rosadita con bordes blancos. Le quedaba tan apretada a tal punto que se le marcaba la boca de la conchita. Con el calor, solo se puso un vestido celeste a cuadritos que tenía por ahí, que no era tan largo. Me pongo los auriculares para escuchar música, tranqui.
Empiezo por bajar el volumen y apagar la tele, ordenó el living, barro y antes de empezar a calentar algo de comer… ¡Siento que me pellizcan el cachete de la cola! Salte del susto que me pegue.
Valentina: TÍO! Dale, sos un boludo… Me hiciste asu-
Matias: BUEEENO, tanto lío me vas a hacer por un pellizquito.
Me corto la palabra haciéndose el malo para luego regalarme una sonrisa, pero no sin antes, volverme a pellizcar. Y grité! Porque me dolió.
Matias: Ah no, que maricona que sos… Bueno, escuchame. Hoy a la tarde va a venir Luquitas a casa, y onda… Vamos a estar acá viendo el partido de River-Boca. (señalando el living como punto de reunión)
Valentina: Primero que nada… Sos un desordenado, tienes que ser así en tu pieza. Este es mi espacio, así que no quiero ver más estas cosas. (Le señalo con el dedo las latas de cerveza y los cigarrillos de la basura)
Y segundo… NO! No vas a ver el partido acá, váyanse arriba.
Matias: Dale pendeja, no seas así. Te hago el favor que quieras pero dejanos ver el partido acá. Por qué no te vas a la casa de una amig-
Valentina: NO! (Le corte la palabra ahí nomás) Me haces el favor que yo quiera, pero solo miran el partido. Ni un minuto más ni un minuto menos. Si?
Matias: Ya me vas a venir a pedir algo que no sea el favor que te debo… Y vas a ver, pendeja. Sos una forra. De 19 a 21 no te quiero ver en el living. Te encerras en alguna habitación y no jodes.
Valentina: Soy tu esclava yo? Dios… Sali de aca vos! Ya!
Él levantó las manos como si fuera inocente, se fue riendose mientras que una mano bajo para agarrarse la pija y tirarme un besito con los labios. Que significaba algo así como ¨chupamela¨.
Por fin iba a tener paz hasta que llegara Lucas, el amigo de mi tío.
Sin mucho más, la tarde fue terminando y parece que me quedé dormida porque mi tío me llamó la atención un par de veces. Todo resonaba en mi cabeza, abrí los ojos y lo veía desesperado.
Matias: Dale, daleeeee que Lucas está afuera. Borrate de aca pendeja, faltan 5 minutos para que empiece el partido!!!
Valentina: Aaaaaaaay…
Grité sintiéndome despojada de mi tranquilidad, arrastrada por su brazo hasta caer al piso de culo y quedando abierta de piernas. Mi tío pareció calmarse, como de repente nada más existía… ni el fútbol, ni el partido y menos Lucas. Tenía los ojos de mi tío clavados en lo que había abajo del vestido y mi entrepierna, me estaba mirando, y me miraba muy interesado.
Parecía que su boca se abría con cada milisegundo, su cuerpo quedó estático, su mirada se apartó solo un segundo para mirarme a los ojos y volvió a mirarme ahí abajo como si fuera lo más normal del mundo. Cuando me percate de eso, cerré mis piernas y sentía una humedad cálida cuando la bombachita me apretaba toda la vulva.
Me pare y subí al cuarto de mis padres fastidiada y con sueño.
Matias: Che Valen, nada de salir del cuarto de tus viejos eh… Quédate ahí calladita, si?
Lo miré fijo, con odio y me di vuelta para terminar de subir las escaleras.
Cuando más o menos me había cansado ya de escuchar música me quite los auriculares, deje el celu a un costado y me dispuse a salir del cuarto. Parece que la tele estaba en un volumen más bajo, sin dejar de estar a los gritos. Abrí la puerta sin tanto cuidado y los chicos parecían no haberse dado cuenta que salí del cuarto porque, por lo que escuchaba, mantenían una conversación como si nada. Tuve curiosidad y me acerque a las escaleras, allí estaba arrodillada en el primer escalón con la cabeza estirada para ver con media vista de que se trataba y cuando observe la escena… Un escalofrío recorrió mi cuerpo al ver lo que pasaba. No lo podía creer!!
Mi tío y su amigo parecían estar tocandose el bulto del short de river, parecía que había dos carpas blancas sobre el sofá, pero eso no era lo grave. Lo grave era que mi tío le hizo oler la bombachita mía al amigo, mientras que aspiraba el olor, Lucas no dejaba de tocarse la carpa del short y lo único que hizo fue hacer crecer el tamaño de la misma.
Matias: ¿Sentís el olor a mina que hay en esta bombachita? Y es solo el olor de una conchita de 12…
Lucas: Boludo, igual hay un olorcito diferente, es como un orín, suavecito… de nena. ¡Está mal que me está agarrando la chota con la bombachita de tu sobrina!
Matias: Una concha es una concha no importa la edad, la pija reacciona igual con el agujero de las hembras.
Lucas: Sos un enfermo, pero mira como se me pone la pija…
Matias: Hoy le vi los labios de la concha a la pendeja, se le marcaba todo en la bombachita, pero no era esta bombachita. Creo que le voy a dar un regalito hoy…
Lucas: Y alguna vez la viste sin la bombachita?
Matías: Nunca, pero me volvería loco si pasa alguna vez. La pendeja se está desarrollando de lo lindo, y yo soy muy, pero muy pajero.
Lucas: Me estas dando ganas de tener una sobri… Che y tangas usa? ¿O no le pinta ser putita todavía?
Matias: La mama la tiene re bien educada, ni sabe lo que es una tanga, ni lo que es una pija seguro. Nunca puedo hablar así delante de la mama, aprende algunas palabras pero bueno…
Lucas: Si con el tio no se anima, capaz con el amigo si, si la agarro la lleno de leche dos o 3 veces…
Matias: Anda y cogete a tu novia, bobo.
Mi tío no aguanto que hablara así de mi y le pego un saque, segundos después rieron y mi tio se guardó debajo del boxer la bombachita.
Matias: Bueno, yo ahora tengo que hacer algo… Así que, te tengo que invitar a que te tomes el palo.
Lucas: Te quedas solo con la pendeja?
Matias: ¿Qué te importa a vos?
Se levantaron del sofá y se fueron riendo hacia la puerta que es donde se despidieron, del lado de afuera para hablar tranquilos de algún asunto. Enseguida me arme de valor y baje, estaba colorada de vergüenza ¡no entendía nada! Apagué la tele, estaba furiosa y cuando sentí que mi tío se acercaba en vez de encararlo…
Valentina: ¿Terminaron? Quiero estar acá sola…
Matias: Bue, tranquilita eh. Subo porque ya no me interesa nada mas aca…
Me quedé boquiabierta sin saber que decirle, me comian la cabeza miles de pensamientos. Cerré los ojos y me tumbé en la cama. Estaba tan harta de pensar y maquinar mi cabeza que de un momento a otro desperté. Era la madrugada tarde, seguro mamá ya habrá venido de trabajar. Estaba todo apagado. Desbloquee el celular para alumbrar un poco y veo que una bombachita mia a los pies de la cama pero estaba… Casi irreconocible. Manchada, húmeda y apestaba a… a… mi tio.
Era el mismo olor que sentí en su habitación, en sus sábanas, en sus boxer. Había algo jugoso, algo que olía raro y me erizaba la piel… la bombachita estaba sucia y no me molestaba. Me acerqué la prenda para oler mejor y el escalofrío que recorrió mi cuerpo encendió un fueguito mil vientre. Era tan pero tan pesado el olor, y por alguna razón, me atraía, no quería parar de oler eso.
Valentina: Ay dios, que rico…
Continuará…
(Espero que les haya gustado. El relato no es verídico.
Si alguien está interesado en dejarme su opinión, o charlar, o rolear…
Telegram: Ddani93)
Muy buenos los dos relatos, me encantan. Sigue.
Escribes muy bien, haces que me imaginé perfectamente la escena, aunque me gustaría que fueran más largas
Esta re-bueno Dani… lo tendrías que seguir escribiendo, pero cuando estés bien caliente…. vos me entendés!
Me pajeé chorreando como si fuera la sobrina viviendo eso, pero hoy me chuparia y cojeria a mis sobrinos. Estuvo super arrecho.