Solo sucedió
Una inquietud, solo a una persona podía recurrir y eso lo cambio todo..
A lo largo de mi vida he mantenido un buen rendimiento académico, me destaque sobre los demás haciendo mi mayor esfuerzo. Pero todo el tiempo hubo algo que me dejo inconforme, y eso fue los comentarios que hacían mis amigos acerca de sus vidas sexuales.
Todos comentaban cada vez que podían las veces y chicas con las que habían tenido sexo, lo cual se volvía incomodo ya qué yo todavía no lo había hecho. Solo he tenido una pareja en mis 17 años de vida, pero nunca llegamos hasta ese punto.
Mi preocupación persistio por los siguientes días, hasta el punto en el qué mi mamá lo noto y pidió que habláramos en el sofá.
Martha: ¿Estas bien hijo?
Mi señora madre tiene 42 años, se conserva muy bien físicamente gracias a su genética, es algo de su familia, y es muy linda a mi gusto.
Daniel: Claro que si madre
Madre: Puedes contarme, se que mientes, se te nota en los ojos
Ella me conoce perfectamente, me crió desde que nací con ayuda de mis abuelos, debido a que mi padre trabaja en el extranjero para darnos la manutención.
Daniel: Es algo personal, te incomodara
Martha: Claro que no, soy tu madre, puedes hablar conmigo de lo que sea
Me sonrió tranquilamente, lo que me motivo a contarle, pero no sabia que esto cambiaría todo.
Daniel: Aun ni he tenido sexo
Lo solté, y su reacción fue la que menos esperaba, solo se me quedo mirando y después sonrió.
Martha: ¿Sexo?
Daniel: Si, todos mis amigos ya lo han hecho, dicen que se siente muy bien
Martha: ¿En serio?
Lo comento muy calmada, por lo que me fue imposible tomar su comentario como algo ofensivo.
Daniel: Si, perdón si te hice preocupar
Nos quedamos en silencio, yo me sentía con vergüenza al contarle este tipo de cosas a mi madre.
Martha: ¿Y no tienes a alguien para dejar de ser virgen?
Su comentario me dejo en shock, no creí que se involucraría más tras qué le contará.
Daniel: No, no tengo novia, ni tampoco ando quedando con nadie
Ella se puso de pie y se sentó enfrente de mi, en la mesa qué se encontraba en medio de la sala.
Martha: Esfuérzate por ello, nada cae del cielo
Ese comentario fue suficiente para saber que lo que diría, cambiaría la dinámica familiar.
Daniel: ¿Podrías tener sexos conmigo?
La pregunta fue directa, la mire a los ojos firmemente y ella me mantuvo la mirada.
Martha: ¿Quieres tener sexo con tu madre?
Respondió con una leve sonrisita qué se marcó inconscientemente en sus labios.
Daniel: Si
No hablamos, solo se puso de pie y se sentó en mis piernas.
Martha: No he tenido ninguna relación en años, ¿Y te estas insinuando conmigo?
Daniel: Si madre, quiero tener sexo contigo
Martha: No se – Se puso de pie mientras se acomodaba su blusa – Eso es incesto, todo por que no has tenido sexo aun
Ella tenía un punto, pero reaccionó muy bien a mi propuesta, otra situación hubiera sido reaccionar de manera evasiva y violenta.
Daniel: Se que lo es, pero… me encantaría perder mi virginidad contigo
La mire sin ninguna pizca de duda.
Dejo de mirarme y me dio la espalda, se acomodo sus pantalones, subiendolos lo suficiente como para marcar su trasero, dejandolo para apreciarlo sin taparlo con la blusa. Comenzó a caminar mientras meneaba sus caderas sutilmente.
Ese fue el primer paso de todo, y de las últimas veces con una convivencia normal en la casa.
Ansioso esperaré la continuación.