SOLUCION A UN PROBLEMA DE INTIMIDAD

Cuando me casé mi esposa tenía veinte años y yo cuarenta y dos, ella me confeso que era estéril y yo le manifesté que no deseaba tener hijos a mi edad. Durante más de veinte años disfrutamos la vida con todo lo que se nos antojó, viajes, fiestas, autos, etc. .
Cuando me casé mi esposa tenía veinte años y yo cuarenta y dos, ella me confeso que era estéril y yo le manifesté que no deseaba tener hijos a mi edad. Durante más de veinte años disfrutamos la vida con todo lo que se nos antojó, viajes, fiestas, autos, etc. Todo gracias a contar con una buena empresa que me produce suficiente y más.

Pero el tiempo pasó y ahora tengo sesenta y dos años. En el año anterior se me presento problemas con la próstata, pero con una cirugía y medicamentos el asunto se pudo solucionar, no obstante, tres meses después comencé a notar disfunción eréctil, al punto que hace seis meses, la última vez que traté de tener intimidad con mi esposa fue imposible. Ella muy comprensiva me dijo que no era problema, que ya habíamos tenido una vida sexual muy activa, y que ahora no sería ningún problema.

Pero yo consciente que ella apenas cumplió cuarenta años está en la primavera de su sexualidad, además, le han sentado tan bien los años que ahora tiene un cuerpo más atractivo que cuando nos casamos. Yo desde luego ahora en estas circunstancias he notado como muchos hombres se le quedan mirando con ojos de deseo, incluso amigos y familiares.

Días después que note mi deficiencia, una noche conversando con un amigo de toda la vida, compañero de colegio con quien tengo mucha confianza le comenté el asunto y lo lamento mucho, no solo por mi sino por mi esposa. Le conté lo que ella había dicho cuando se presentó la imposibilidad de tener una erección, ella muy comprensiva trato de animarme, siendo ella la más afectada a su edad.

Mi amigo me comprendió y dijo… Si es muy cierto considerando la edad de tu esposa, no obstante que ella trate de comprender la situación, pero las hormonas actúan, se activan y puede resultar complicado controlarlas.

Pasado un par de meses me volví a encontrar con mi amigo Roberto, ese es su nombre, y hablamos de todo, pero él no toco mi tema de salud, no obstante, yo si quería hablar abiertamente con él aprovechando que es la única persona con quien he compartido mi problema. Y esperé me preguntara sobre mi esposa, pero como no lo hizo, le conté que a veces la notaba un poco impaciente, pero controlada, algo que antes no sucedió y esto me ha hecho entender que la falta de sexo tarde o temprano iba a salir a flote, si ella no lo buscaba por fuera de casa.

Y Roberto me preguntó… ¿y qué has pensado al respecto? como hallar una solución, esto me dio pie a soltar mi idea. Le dije… tú has participado con Sofía, mi esposa, y conmigo, en fiestas, paseos, a veces los tres solos, otras veces con tu pareja de turno, conoces nuestros gustos y Sofía es muy especial contigo.

Si eso es cierto, ella siempre ha sido muy amable y detallista conmigo. Y yo agregue… Y tú con ella.

Entonces he pensado que como tú y ella se entienden bien, podrían compartir la intimidad que yo no le puedo dar.

Mi amigo se sorprendió y no sabía que decir. Movía las manos y los brazos, pero no le salía ni una palabra, solo gesticulaciones.

Le dije… Cálmate Roberto no te afanes, entiendo tu situación frente a una amistad de tantos años, pero las cosas hay que verlas y tratarlas como son en su momento y abiertamente.

Finalmente dijo… Noooo y que pensara Sofía.

Yo ya le mencioné el tema y ella no fue ajena a la idea, confesándome que jamás saldría a buscar un hombre desconocido que le diera lo que le hace falta. Así, que el asunto no es tan complicado. Buscaremos la forma que se dé el primer paso y pronto seguramente lo veremos con mucha normalidad.

Dos semanas después invitamos a Roberto a casa y le pedí a Sofía que se vistiera lo más sensual posible para motivar a nuestro amigo, y ella que bien lo hizo, en otros tiempos me hubiera generado de inmediato una tremenda erección.

Cuando a la nueve de la noche llego nuestro amigo, muy bien presentado, con loción que aprecie en el saludo, me saludo y luego se dirigió a Sofía, resaltando su belleza y ella le correspondió con una coqueta sonrisa. Pasamos al estudio, un lugar acogedor, con luces controladas, que generaban mucha intimidad.

Después de una conversación abierta le pregunte a Roberto que le podía ofrecer y él muy cortes dijo… Lo que ustedes quieran beber

Le respondí que Sofía prefería vino, … entonces dijo… yo me sumo al gusto de ella.

Cuando ya todos teníamos varias copas encima y el ambiente estaba distensionado gracias a los apuntes graciosos, que siempre tiene Roberto, yo estaba el sofá doble, y ellos acomodados a mis lados, derecho e izquierdo, en sofás sencillos, quedando enfrentados. En esas circunstancias, Sofía desplegó su coquetería haciendo cruce de piernas muy insinuantes, ayudados por su minifalda, lo cual para Roberto no pasaba desapercibido, y seguro imaginando lo que podía venir no disimuló en disfrutar la preciosa vista que tenía frente a él.

Les comenté que en meses pasados había estado leyendo y viendo videos sobre casos similares a nuestro matrimonio y me había encontrado con la historia de Brett and Agnes seleccionando algunos videos para presentárselos a ellos para romper el hielo y así fue que los hice sentar en el sofá doble donde yo estaba y sin más preámbulo les dije… quiero ambientarlos para los siguientes minutos y comencé a rodar el video.

En el video aparecen la pareja de esposos y su amigo, hablando, disfrutando un wisky y mientras el esposo permanece sentado observando a su esposa y a su amigo, estos comienzan a besarse apasionadamente y poco a poco en medio de caricias, se van despojando de algunas prendas que estorbaban, dejándolas tiradas tiradas en cualquier parte, el ambiente se calienta, con las  caricias y los besos en los senos de Agnes de parte del amigo y más tarde él le ofrece su verga para que ella le de sexo oral.

Luego, el amigo cambia de posición se arrodilla frente a ella, sube su falda, y después de admirarle el panty de encaje, le da un par de besos y se lo quita apareciendo la hermosa concha depilada de Agnes. A continuación, el amigo se concentra en derrochar en ella una sesión intensa de sexo oral, al tiempo que abre la blusa y le suelta el sujetador apareciendo sus senos, los que él comienza a apretar con sus dedos en los pezones, esto sin descuidar el sexo oral, que a ella la va llevando a un clímax más intenso, contorsionando su hermoso cuerpo, al tiempo que sus gemidos crecen en intensidad y volumen.

Mientras yo miraba a la pantalla, Roberto y mi esposa entendieron el mensaje y estaban compartiendo besos, caricias y sexo oral de parte de él, que la llevó a dejar salir sus primeros gemidos. Ante este espectáculo, verlos semidesnudos compartiendo sexo, baje el cierre de mi pantalón saque mi verga y empecé a masajearla, no logre una erección, pero al menos comencé a disfrutar una sensación de placer al ver a mi esposa follar con mi amigo.

Cambie mi vista de la pantalla hacia Roberto y mi esposa y me alegro que se estuvieran entendiendo tan bien en compartir besos caricias, primero él sexo oral y luego lo hizo ella.

Pero llegó el momento crucial en que mi esposa se levanto y tomando de la mano a Roberto, lo llevó nuestra habitación, se desnudaron totalmente, ella se acostó y él separándole las piernas se acomodo sobre mi esposa. Comenzó besando intensamente los senos de ella, parte de su cuerpo que la excita al igual que los besos en el cuello.

Cuando los dos estaban muy motivados Roberto subió su cuerpo sobre mi esposa, quedando enfrentados sus sexos. Ese momento para mi lo considere crucial y no me aguante, saque mi celular y empecé a grabar un video que se prolongo por mas de veinte minutos en los cuales primero disfrutaron en la posición de misionero, luego cambiaron y mi esposa sobre él comenzó a cabalgarlo y en esta posición podía observar cada entrada y salida de la verga de Roberto en la concha de mi esposa. Ella se emocionó mucho y el movimiento de su cuerpo se aceleró logrando su orgasmo y de paso la corrida de Roberto, quedando los dos extenuados. Cuando la verga de Roberto se contrajo, comenzó a fluir el semen que él le acababa de dejar dentro.

Me retire para dejarlos recuperar del esfuerzo y minutos después ellos vinieron al estudio vistiendo solo ropa interior. Roberto primero que ella entró, me dio la mano y me dijo… no creo que esto sea una ayuda para ustedes, para mi fue maravilloso y cuando lo desees podemos parar.

Luego vino mi esposa, me dio un prolongado beso y me dio las gracias, preguntándome como estaba. Le respondí, como dice la gente, agua que no has de beber, déjala correr.

Esa noche fue muy emotiva para los tres, Roberto a la madrugada se fue para su departamento y yo con mi esposa nos fuimos a descansar. Antes de dormirnos, mi esposa me preguntó… no estas arrepentido de lo que paso esta noche. Le respondí… siempre haré lo que sea por verte feliz, nos abrazamos y a dormir.

De esa noche han pasado ya cuatro meses y cuando mi esposa siente deseos me lo comenta y convidamos a Roberto para satisfacción de los tres.