Sor Natividad 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Nos sentamos en un vagón donde casi no viajaba nadie.
Cuando el tren se puso en marcha se apagaron las luces, quedando solo unas de emergencia.
El chico, que me dijo que se llama Sergio, me empezó a pasar sus manos por mis tetas sobre mi ropa, lentamente me empezó a besar la cara, la boca, su mano levantaba mi Hábito y yo habría mis piernas , dejando que su mano llegue a mi coño, qué casi me hace gritar cuando mete dos de sus dedos.
«Me haces poner loca», le dije besando su boca y metiendo mi lengua buscando la suya.
Sergio sacó su polla y yo la acariciaba, saca sus dedos de mi coño, poniéndose de rodillas en el asiento, hace que la meta en mi boca, pasando sus manos por mi.
cabeza cubierta por el Velo mientras yo chupaba y lamia su polla, hasta que me coge de la cabeza y empezó a moverse como si me estuviera follando la boca.
Hasta que siento como empiezan a salir los chorros de leche de su polla y yo chupaba mas fuerte trgando a medida que no dejaba de chupar.
«Ahora me vas a dejar dormir un rato?», le dije limpiando su polla con mi lengua.
«Si, pero cuando lleguemos, quiero que vengas a mi casa», me dijo, «vale cuando lleguemos vamos a tu casa», le dije sacando las bragas del bolso y me las puse.
Nos dormimos los dos apoyados el uno contra el otro.
Cuando llegamos ya era día claro, nos despertamos, nos dimos un beso en los labios y al poco rato bajamos.
Desayunamos en un bar de la estación y tomamos un taxi a su casa, un viaje de no mas de cinco minutos.
Llegamos, subimos a su casa, dejamos las maletas en el suelo y Sergio me empezó a besar, a pasar sus manos por mi culo, yo pegaba bien mi cuerpo al suyo sintiendo en mi coño como su polla se ponía dura.
Me dijo que me desnude, pero que no me quite el Velo.
Nos fuimos a su habitación y bajo su mirada me empecé a desnudar.
Sergio ya me esperaba en la cama desnudo y con su polla bien dura.
Cuando quedé desnuda, que solo el Velo cubría mi cabeza, le fui besando las piernas, haciendo que mis tetas rocen sus piernas volviendo a meter su polla en mi boca, escuchando sus gemidos de placer cuando se la estaba chupando.
Junte mis tetas que son bastante grandes y puse su polla en medio, haciendo que me estaba follando las tetas.
Sergio gemia y pasaba sus manos por mis hombros, «sube Natividad, deja que ahora te bese toda yo», me.
dijo, haciendo que me acueste boca arriba en la cama, sintiendo como me empezaba a chupar las tetas, sus manos me acariciaban la tripa, bajando hasta mi coño,.
donde empezó a pasar sus dedos por mis bellos, sin dejar de lamer y chupar mis pezones.
Empezó a bajar besando mi cuerpo hasta que llego a mi entre piernas «es la primera vez que le voy a chupar el coño a una monja», me dijo haciendo que arquee mi cuerpo, cuando su lengua empezó a lamer mi clítoris.
Sentía su lengua meterse en mi coño, que yo lo abría con mis manos.
Me retorcia de placer con Segio comiendo mi coño.
Me escuchaba a mí misma dar ayes de placer, levantar mis caderas, metiendo mi coño mas contra su boca.
Sergio me estaba chupando el.
coño y siento como mete uno de sus dedos por mi ano, que entró sin ninguna dificultad, ya que seguía abierto.
«Segio, mete tú polla en mi coño, me estas matando, por lo que mas.
quieras, follame», le pedía moviendo mi cabeza para los costados.
Yo estaba con las piernas levantadas y abiertas todo lo que podía, él se sube sobre mí, haciendo que grite de placer al sentir como me entraba su polla.
«Sí, así, mete tu polla bien adentro de mi coño», le grité sintiendo tal placer al sentirme completamente penetrada por mi joven amante.
Yo estaba tan loca al sentir la polla de Sergio entrar y salir de mi coño, que le besaba la boca, empujaba su cabeza a mis tetas para que me las chupe mientras me.
seguía follando.
«No pares, no peres que ya llego, estoy llegando, me corroooooo», le grité explotando en un tremendo orgasmo, «sigue, sigue que me corro de nuevo», le grite, volviendo a correrme, hasta que siento como Sergio grita y se empieza a correr dentro de mi coño.
Sentía como su leche me llenaba el coño, pero estaba disfrutando tanto que no me importó nada, ni el riesgo de embarazo ni nada, solo disfrutaba de como esa joven polla me llenaba el coño con toda su leche.
«Como me haz echo disfrutar», le dije, haciendo que se acueste sobre mi, sin que saque su polla.
«Cuando nos volvemos a ver Natividad, o debo decirte Sor Natividad», me dijo besando mis tetas.
«Cuando solucione lo que me trajo a Madrid, antes de volver al orfanato te aviso y si quieres me quedo unos días contigo», le dije, haciendo que saque su polla de mi coño, sintiendo su leche salir y me fui a duchar para irme.
Y así quedamos con mi joven amante, que antes de volver a Asturias, me quedaria unos días con él.
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