Tan jovencito y tan regalón
Joaquín tiene 10 añitos, es un rubiecito de ojos verdes, muy simpático, es el hermanito de una amiga de la escuela con la cual suelo tener sexo, hasta que le tocó también a El.
Joaquín, ojitos verdes, rubiecito, de cuerpo mediano y resalta su culito, redondito, firme, bien armadito. Al igual que su hermana. Y destaca que es muy suave en su forma de ser, cariñoso, y la verdad que bastante femenino al caminar. Todo pasó a partir de que Joaquín nos descubrió a su hermana y a mi teniendo sexo en la cochera de su casa, yo tenía a Martita en posición de perrito y le estaba penetrando por el culito, Ella gemía fuerte y algún que otro gritito, yo tengo 18 años, Martita 16, y Joaquín 10.
Tanto ajetreo hizo que su hermanito bajara a la cochera y viera ese tremendo espectáculo, es que gracias a Dios, la naturaleza me ha dotado de una buena verga, son 21 x 7cms. Bastante gruesa y venosa, lo bueno es que la cabeza es puntuda, por lo que al principio para entrar no cuesta tanto, pero mi pija se engrosa del glande para atrás hasta el tronco donde se hace sentir. Y Martita estaba totalmente entregada con mis 21 cms enterrados en su precioso culito, al vernos en esa situación Joaquín no atinó a otra cosa más que abrir los ojos, y con sus hermosos, gruesos y tiernos labios dibujó una gran «O». Martita no se dio cuenta de que su hermano estaba mirando, y seguía ensartándose ella solita, iba y venía por mi pija con unas enormes ganas hasta que de repente con un gran gemido llegó a obtener un gran orgasmo, y eso hizo que yo descargara toda una tremenda acabada en ese apretado y sedoso túnel, fueron cuatro espesos chorros de semen que fueron a parar a sus intestinos. Cuando Joaquín vio que yo lo había descubierto mirándonos salió corriendo, dejándonos solos nuevamente. Finalizada la sesión, subimos como si nada con Martita hacia el living, allí estaba el niño, sentado mirando los dibujitos pero estaba todo sonrosado. Y al acercarme no sacaba la vista de mi entrepierna.
Su hermana preparó la merienda y en ese momento suena el teléfono, atiende Martita y era su madre, que le pedía por favor buscara en su estudio unos documentos y se los acercara a su oficina que está a unas cinco cuadras. Ella solícita me pide que cuide a Joaquín que ella enseguida viene. Yo dije que sí, Ella se fue y quedamos solos con Joaquín, sentados mirando una película, y se me ocurrió preguntarle qué había visto en la cochera. El se puso colorado, tartamudeando me comenta que vio como yo le metía el pito en el culo a su hermana. Y que mi pito parecía muy grande. Eso me dió pié para preguntarle si quería verlo. Con cierta timidez aceptó, me paré, me bajé el short y el canzoncillo y deje al aire libre mi badajo, que por esas cuestiones de la parte animal depredador que tenemos y la acción de mi líbido ya había comenzado a ponerse algo morcillona, Joaquín abrió grande los ojos, me acerqué a El y le dije si quería tocarla, el no dijo nada, solo extendió su mano y me agarró la verga desde el tronco, casi no la podía abarcar con su manita. Lo tomé de la cabeza y le digo, chupala, como hace tu hermana. Y el obediente abre bien la boca y se traga la cabeza toda. Claro que no sabía que hacer, entonces le indico que tiene que chuparla como cuando come un chupetín, solo con los labios. Toma mi palo con las dos manos, ya que estaba totalmente erecto y sin proponérselo comienza a darme una rica mamada, yo para esto ya lanzado me propuse hacerle el culito. Y tomándolo desde los glúteos lo acaricio, el se deja hacer mientras chupa, le busco el agujerito del culo con mis dedos, y lentamente le meto la punta de un dedo, el no se queja, es más, está totalmente entregado y relajado, se nota por la poca presión de su esfínter. Metí dos dedos y el ni hay dijo. Le pedí que se sacara el pantalón y se siente en el sillón, fuí hasta la cocina y traje el pan de manteca, el intrigado no preguntó nada, solo miraba. Suavemente lo tome de la cintura y lo hice ponerse arrodillado de panza al sillón con lo que su culito quedaba bien cómodo, le dije que se la iba a meter como a su hermana, si me dejaba. El solo movió la cabeza afirmativamente, yo estaba muy cachondo, embadurné su agujerito con un montón de manteca mientras metía dos dedos, luego de un ratito de masajes le metí un tercer dedo, el niño no se quejaba, ni siquiera volteaba a ver que le estaba haciendo, tomé la decisión final, unté manteca al por mayor en la cabeza y tronco de mi pija, se la apoyé en el ano mientras le pedía que se abra los glúteos con ambas manos, Joaquín muy participativo hacía todo lo que le pedía, y suavemente presioné su anito y la mitad del glande entró sin esfuerzo, otro pechón y la cabeza se perdió completa dentro de su culo. Lentamente pero sostenido fuí entrando en ese túnel de placer, tan apretado, tan suave, latía como un volcán, y el pibe ni un quejido, hasta que llegamos a la mitad de la verga, ahí se puso bravo, con la parte más gruesa de mi palo, comenzó a quejarse suavemente, yo no quería lastimarlo, por lo que me quedé quietito por un minuto hasta que se acostumbró al tamaño de la pija, luego de repente el niño comenzó el solito a empujar haciendo entrar la totalidad de la tripa en su canal trasero, era maravilloso sentir como su esfínter apretaba mi poronga, ya pronto se movía como todo un putito recibiendo unos trancazos de mi parte, el Joaquín tenía también su verga dura, y no era nada despreciable para su edad, se la tomé desde atrás mientras lo seguía cogiendo y comencé a masturbarlo, y así con la poronga totalmente enterrada hasta los testículos en ese hermoso y juvenil culo se lo llené de semen, y mientras yo acababa, Joaquín lanzó tres o cuatro chorritos de su verga. Y se derrumbó sobre el sofá. Cuando mi verga se ablandó lentamente se la saqué, y su ano presentaba una gran dilatación con algunos rastros de sangre. Me apuré a llevarlo al baño donde nos bañamos. Le pregunté si le había gustado, Joaquín con una gran sonrisa me dice que sí, y que si ahora lo voy a coger siempre como a su hermana. Obviamente que tras sacarle la promesa de que no cuente absolutamente nada, lo convencí de que seríamos novios secretos. Es que el pendejo tiene mejor culo que su hermana, y le gusta tanto o más que lo cojan.
como sigue
Que buen relato, nada más rico que el culito de un niño virgen a esa edad.
Te equivocaste de categoría, crack!
Felicidades por tan complaciente putito
Me encantaría tener a ese nene😎