Tatiana y su madre, ambas sexualmente sometidas
Tatiana tiene 15 años y su madre 35. Ambas son de tez café con leche claro, de pelo enrulado, y ambas tienen un cuerpo infartante. la diferencia es que Tatiana es jovencita y tiene la frescura de una ninfa. Su madre con el paso de los años es como el vino de guarda, cuanto más años, más cálida. e.
Como dije Tatiana es una joven de muy buen cuerpo, podría ser modelo sin mucho esfuerzo. Y su madre Antonia está para el infarto. No hace falta aclarar mucho más. Yo tengo 30 años, soy soltero por elección. Vivimos en el mismo edificio, un complejo que cuenta con gimnasio (el cual uso a diario), una piscina olímpica, donde tres veces a la semana voy a nadar y donde siempre me cruzo a Tatiana y a su madre, ambas en bikini. Cada vez que las veo termino con la verga dura. Ambas son muy sociables, viven solas, ya que el marido de Antonia trabaja en una empresa de buques mercantes y suele pasar mucho tiempo navegando. A veces hasta seis meses. Obviamente que esta mujer tiene ciertas necesidades físicas que hay que ayudar a satisfacer. pero esto me enteré luego de lo que pasó ese domingo. Quiero comentar que yo tengo lo mío, soy un flaco alto, bastante bien conformado muscularmente sin ser un manojo de músculos. Rubio de ojos grises. pero mi mayor rasgo, por lo que suelo sobresalir, es mi amigo. Tengo una espada de carne y venas de 23×6.5cms. Lo que se dificulta ocultar cuando vas a la pileta a nadar. El problema no es el short de baño, si no cuando me pongo mi sleep de competición. No hay donde ocultar tamaño pedazo de carne cuando se pone dura.
Este domingo en cuestión, voy a la pileta a nadar como todos los domingos, y descubro en el agua a Tatiana y su madre, ambas nadando y por lo que pude apreciar hay cierta competencia en el agua entre ambas. Yo me meto al agua y comienzo a nadar, cuando nos cruzamos ambas me saludan sonriendo. Yo continúo nadando hasta completar mis 10 largos. Ya agitado salgo del agua y me siento en el borde de la pileta, madre e hija están un poco más alejadas en unas reposeras. Las observo disimuladamente y la verdad es que ambas están como para disfrutarlas un rato largo. Ese pensamiento ya hizo que mi verga comenzara a engordar. En ese momento Tatiana, se levanta y se dirige al baño, al pasar a mi lado no deja de sonreir, me observa descaradamente, y la pícara muchachita dirige la mirada hacia mi bulto, lo cual le hace abrir un poco de más sus hermosos ojazos negros. Continúa caminando hacia los baños pero puedo notar como contonea sus caderas moviendo en demasía su hermoso culo.
Pasado unos minutos está de vuelta, la noto que viene con una hermosa sonrisa en la boca y en sus ojos. Pasa a mi lado y sin decir palabra continúa hasta donde está su madre. Yo la seguí con la mirada asimilando que la piba está muy buena y que me gustaría partirla al medio. Pero es una menor. Podría haber problemas luego. Pasado un rato madre e hija se vuelven a meter al agua y a nadar vigorosamente. De pronto observo que la madre se hunde y le cuesta un poco salir a flote, luego se vuelve a hundir. Tatiana sigue nadando sin darse cuenta. Al ver eso inmediatamente me tiro al agua, nado con fuerza y finalmente llego hasta la madre que está sumergida en el fondo de la pileta. Me sumerjo, la tomo por las axilas y la saco a flote. Nadando con esfuerzo la llevo hasta el borde de la pileta donde y ayudo a salir a Antonia que todavía tose y está medio ahogada. Finalmente se recompone, se normaliza su respiración y ya estamos todos más tranquilos. Luego de asegurarme que está bien, y no necesita más ayuda me vuelvo a mi lugar. Luego pasado el rato me voy a mi departamento a ver un poco de deporte dejando a madre e hija en la pileta.
Como unas dos horas después suena el portero, me fijo en la cámara y veo que es Tatiana y trae algo en sus manos. Abro y descubro a esta morocha de labios gruesos y hermosa que me sonríe, y me pregunta si puede pasar. Obviamente me hago a un lado y al entrar camino detrás de la niña. Guauuuu, que lindo cuerpo y ni hablar de su hermoso culo. Finalmente se da vuelta y me obsequia una torta de hojaldre y dulce de leche. La que me gusta con locura. Como lo supo, ni idea. La niña se me acerca, me entrega el presente y sonriendo más con los ojos que con la boca me dice que me lo envía su madre, agradecida por haberle salvado la vida en la pileta. Tomo de sus manos la fuente y voy a la cocina. Cuando vuelvo, agradecido por el regalo, me acerco a la niña y esta me sorprende echándome los brazos al cuello, me aprieta fuerte contra sus tetas y para mi sorpresa con su pubis busca el roce con mi pelvis. No fue un abrazo normal, estaba cargado de sexualidad. Obviamente que inmediatamente mi pija comenzó a ponerse dura y a crecer, y la pendeja no se separaba de mí, es más, con su pelvis buscaba montarse a mi pija. Esto hizo que creciera hasta su máximo tamaño. Luego la niña me da un beso de lengua, sedienta de sexo. La abrazo y siento sus tetitas contra mi pecho, bajo mis manos y tomo con mis manos sus nalgas, la elevo un poquito y la subo a caballito de mi verga, ella se deja hacer, yo ya estoy excitado y a la mierda con las consecuencias. Tengo la pija como un caño, y la pendeja está a caballito de la misma, se esta frotando con unas ganas terribles. De pronto Tatiana se suelta de mi, se arrodilla frente a mi y sin permiso alguno desata mi pantalón, me lo baja junto a mi sleep y libera mi poronga. Se sorprende un poco al ver el tamaño, la verdad es que es un considerable pedazo de carne en barra llena de nervios y venas, bastante cabezona por cierto. La piba sin inmutarse mucho, la toma por el tronco, la observa un poco y abriendo grande su boca se mete una tercera parte de la pija. Comenzó a mamarme la verga, la verdad es que no tiene mucha práctica y menos con un tronco de este tamaño. Pero se esfuerza, yo acaricio su espalda, bajo mis manos y me acerco a su culo, meto mis manos por debajo de su calza y encuentro su agujero trasero el que invado con un dedo. Ella medio se paraliza pero luego sigue mamando. Al final de carne uno es, y con tanto entusiasmo por parte de la niña, le lleno la boca de semen con potentes chorros que Tatiana traga contenta sin derramar una sola gota. Limpia mi verga con la lengua dejándola bien brillosa. Sonriendo se levanta y me dice, mi mamá te mandó la torta, pero este regalo es de mi parte por haberle salvado la vida. Y sin mas se fue moviendo su culo con muchas ganas. Me quedé con la calentura de garcharme a la pendeja. Pero obviamente que esto no termina acá.
No se pierdan la parte II
Quiero leer la segunda parte
Buen relato veremos qué tan fogosa es la mamita