Terminando lo empezado 30 años antes
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por thorpe1948.
Hola amigos, esto que les voy a relatar ocurrió hace unos días, fue algo que me pilló por sorpresa. Estando en la oficina me llega una llamada al móvil, lógicamente la tomo, no conocía el número, así que conteste y del otro lado una voz de mujer me saluda y me pregunta, ¿Luis eres tú? , yo tan solo le digo sí, soy yo, ¿con quien hablo? Mira soy Raquel. ¿Te acuerdas de mí? Pues no se si no me das más datos no caigo. Me relato de donde era y donde había estudiado y añadió, recuerda un poco éramos amigos en tiempos del instituto, bueno diría que algo más que amigos y se echó a reír yo lo pensé unos segundos y le conteste, Hola guapa si te recuerdo , pero la verdad hace más de treinta años que perdimos el contacto; ella me relato que cuando yo me fui a estudiar fuera ella también se marchó con una tía a Italia y que había regresado hacia unos años tan solo, y hace unos días tu hermana me modo una invitación para una reunión de antiguos alumno, cosa que yo no tenía ni idea, lo que le comente y ella me contesto que le había pedido mi número de celular a mi hermana, que al final le había dado.
Espero que no te parezca mal pero me apetecía saber de ti después de tantos años y decidí llamarte para ver si podías asistir también a la reunión y así charlamos, ¿Qué te parece?; yo tan solo le conteste que si iba gente de mi promoción a lo que me dijo que iría gente de barias promociones y claro también de la mía, entonces le conteste que intentaría asistir, que cuando supiera fecha y hora que me lo hiciera saber, y así quedamos.
A los pocos días recibo un mensaje en el que detallaba fecha hora y lugar de la reunión y me reiteraba que le gustaría que fuera. Tan solo le conteste que lo intentaría. No era mucho problema porque coincidía en fin de semana.
Llegado ese fin de semana, el viernes prepare mi maleta de viaje con lo imprescindible, y emprendí ruta, me esperaban 400 Kms, por delante así que llegue ya casi oscureciendo me fui al hotel por cierto regentado por un compañero mío de promoción y me instale esperando al día siguiente que sería la reunión, a lo que mi compañero me adelantó que habían confirmado su asistencia 60 personas.
En este punto, les diré que en la época que yo conocí a mi amiga Raquel, ella tenía 14 años yo en ese entonces tenía 18, pero ella era una chica alta delgadita, con muy poquito pecho y una piernas largas, en aquel entonces era amiga de mi hermana, y claro nos veíamos muy a menudo debido a esto, cosa que ella aprovechaba para acercarse a mí, pues por la diferencia de edad tampoco me había fijado mucho en ella, pero parece ser que ella si lo había hecho en mí.
A la hora convenida me fue hacia el salón donde tendría lugar la reunión, con cena de fraternidad, baile después de la cena y bueno copas y charlas de los viejos tiempos, recordando nuestros años de estudiantes.
Poco tiempo después de llegar, estaba sentado en la barra del bar, y llego mi hermana y su marido, se acercaron nos saludamos charlamos un poco y ellos se fueron a saludar a otros compañeros de su promoción que ya había llegado y muy poquito después, me tocan en el hombro y me dijo tu hermana donde estabas, era Raquel, a la que por cierto no habría reconocido si me la encentro en la calle, lógicamente cuando habíamos dejado de vernos ella era aún una adolescente y hoy la que se acercó a mí era toda una mujer madura, que nada tenía que ver con aquella niña que yo conocía.
Yo,- hola ¿eres Raquel?
Raquel.- La misma, y se rio
Yo.- No te habría reconocido si nos encontramos en la calle.
Raquel.- Lógicamente hace muchos años, aunque, tú también estas muy
Cambiado, y con mirada picara añadió, sigues estando tan guapo como de aquella y se echó a reír.
Yo.- bueno ante eso yo también puedo decirte que tu estas mucho más guapa que en aquella época.
Después, seguimos, charlando y recordando aquellos años jóvenes, en los que acudíamos a reuniones de amigos en locales para bailar y tomar unos refrescos y si podíamos ligar un poco, cosa que no siempre ocurría.
Raquel me recordó las fiestas del estudiante, en el instituto, en una de esas fiestas fue donde nos aproximamos más y ella por fin se hizo notar más ante mí, para que me fijara en ella, y así fue en esa fiesta, había música de todo tipo, pero llegada una hora las luces del local se atenuaban y comenzaba la música lenta donde las parejas o los ligues se iban a las zonas más oscuras del local, donde era más fácil tener algo más de intimidad, y eso ocurrió con nosotros que Raquel en el momento que la música suave empezó a sonar se acercó a mí para bailar y cogiéndome de la mano tiro de mí para un rincón oscuro, donde nos pusimos a bailar, nada más agarrarnos se pegó a mí con fuerza pegando su cara con la mía, lo que provocó en mí una gran erección que por supuesto ella noto y no esquivo, por el contrario, al notarlo lo que hizo fue apretarse aún más y moviendo su cara hacia atrás para mirarme, dejo sus labios cerca de los míos lo que hizo que yo la besara, cosa que creo ella esperaba.
Recordándolo juntos ella me comento que aquel momento jamás se le había olvidado, y que cada vez que lo recordaba añoraba aquel momento que según me comento ella tantas veces había imaginado y me confeso que en aquel entonces estaba muy enamorada de mi aunque a mí nunca me dijo nada.
Llego la hora de la cena y nos sentamos juntos, cenamos entre charlas y risas entre nosotros y los que nos rodeaban, donde se habló de todo. Terminada la cena cada cual se fue alejando en grupos hacia la barra del bar y a diferentes mesas para tomar unas copas.
La mayoría había acudido con sus parejas, por lo que no tardamos en quedarnos Raquel y yo solos, ella ya me había comentado que nunca se había casado y ya sabía que yo estaba divorciado hacia años, asi que nos hicimos compañía mutuamente.
Comenzó la música y todo comenzaron a bailar en la pista, nosotros continuábamos charlando en una mesa un tanto apartada de la aglomeración, recordando nuestras vivencias y tomando un contacto más confidencial y cómplice, por lo que el contacto físico se hizo más íntimo y de nuevo la confianza de antaño se instalaba entre nosotros.
Raquel ahora era toda una mujer espigada como de joven pero su cuerpo había cambiado mucho, ya no era la niña lisa tipo tabla, ahora su cuerpo tenía unas curvas esplendías unos pechos no muy grandes pero si con presencia, sus piernas largas ahora eran dos hermosas piernas larguísimas y bien torneadas que junto que el vestido ajustado y corto que llevaba puesto resaltaban aún más en el conjunto, en su cara unos grandes ojos negros y unos labios carnosos y jugosos, vamos que a pesar de que ahora tenía 50 años era toda una hembra apetecible.
Entre copas, risas y fiesta fue transcurriendo la noche, de vez en cuando algún amigo se acercaba a saludarnos, mientras nosotros seguíamos recordando tiempos lejanos.
Pasada la media noche la música fue cambiando y de nuevo como antaño las luces se atenuaron hasta casi la penumbra, la música comenzó a sonar suave y lenta, en ese momento Raquel me comenta, ¿recordamos aquel último baile? Yo sonriendo no le contesté, tan solo la cogí de la mano y la arrastre a la pista, y de nuevo como hacía años nuestros cuerpos se juntaron como imanes que se atraen, pegándose con fuerza, y al igual que en aquel entonces mi verga no tardó en reaccionar, cosa que ella noto igual que en aquella ocasión, y separo su cara con una sonrisa y sin decir nada puso su boca cerca de la mía mientras sus ojos se clavaron en los míos, y la inercia de aquella vez se volvió a repetir, nuestras bocas se buscaron y se fundieron en un beso apasionado y sensual.
Los dos cuerpos fundidos casi en uno, se balanceaban suavemente al compás de la suave música y siguiendo ese ritmo lento y cadencioso cada vez la excitación iba subiendo. Ahora, ya no había nada que nos retuviera las caricias y besos se sucedían sin pudor, nuestras manos acariciaban el cuerpo del otro con ganas y lujuria, Raquel ya no era la niña tímida enamorada platónicamente de mí, ahora daba rienda suelta a sus impulsos y no se contenía. Cuando la erección estaba en su apogeo más alto, ella si despegarse de mi dejo resbalar su mano hasta meterla entre los dos y acariciar mi verga mientras nos besábamos. Y volviendo a poner sus brazos alrededor de mi cuello acerco su boca a mi oído y muy suave me comento. ¿Qué te parece si acabamos lo que en aquel ultimo baile dejamos sin concluir? Y me miro con cara de lujuria.
No le conteste, tan solo tomándola de la mano le comente al oído vamos al hotel. Ella tan solo dijo vamos y acto seguido salimos rápidamente y nos fuimos a la habitación del hotel donde yo tenía la maleta.
Durante el poco trayecto que había de la sala a la parte dedicada a hotel, entre besos y caricias Raquel me confeso que muchas veces había soñado con ese momento, desde aquel baile de adolescente en el que al final no pudimos hacer nada y que más tarde ya no hubo otra oportunidad, al perder el contacto.
Llegados a la estancia, nada se hizo esperar nada más cerrar la puerta tras nuestras espaldas, la excitación hizo que comiéndonos a besos fuimos dejando un reguero de ropas esparcidas por el suelo hasta llegar a la cama donde l caímos abrazados y sin dejar de besarnos.
La impaciencia y la excitación no dejaba resquicio que no tocáramos, besáramos o acariciásemos, nuestras manos trabajaban sin descanso acariciando sin parar, rodando en la cama de una lado al otro, nuestros cuerpos desnudos no se separaban mis manos recorrían desde su cuellos a sus nalgas resbalando por su espalda, mientras mis labios saltaban de su boca a su pechos, lamiendo sus pezones y mordisqueándolos poniéndolos duros y desafiantes.
Mi pene estaba que reventaba aprisionado, entre las piernas de Raquel, mientras sus pechos se apastaban contra mí, su boca una y otra vez comía la mía con avidez, dejando que nuestras lengua se enredaran en un baile de lujuria y sensualidad, de la vagina de Raquel manaba abundante flujo que denotaba la excitación que tenia.
Rodamos una vez más sobre la cama y la deje a ella de espadas al colchón, y sin dejar que se moviera me deslice sobro ella hacia abajo lamiendo sus tetas mordiendo sus pezones, besando su vientre , metiendo mi lengua en su ombligo y descendiendo hasta su monte de venus, y abriéndole las piernas, hundí mi cara entre ellas aplicando mi lengua entre sus labios vaginales, totalmente empapados de sus jugos y pasándola de abajo a riba terminando en su abultado clítoris que estaba enrojecido y que cada vez que mi lengua lo golpeaba o lamia hacia que Raquel se estremeciera de placer arrancando fuertes suspiros mezclados con su entrecortada respiración, no tardando en explotar en un fuerte orgasmo que hizo que su coñito se empapara aún más. Sus manos se fueron a mi cabeza apretando mi boca contra su sexo mientras mi lengua se clavaba en su vagina moviéndose en círculos mientras volvía a tener otro orgasmo casi encadenado con el anterior.
Cogiéndome del pelo tiro de mi hacia ella hasta que quede totalmente encima de ella con mi verga pegada a su vagina encharcada de flujos; sus manos se fueron a mis nalgas apretándolas con fuerza mientras su boca besaba la mía, hasta que casi gritando me decía, vamos métela tómame y hazme disfrutar de lo que hace años no pude, dámela toda por favor no esperes más.
Yo ya con gran excitación separe un poco mi pelvis para poder embocar mi polla en la entrada de su coñito, notando como en el momento en que la punta de mi verga tocaba sus labios vaginales su pelvis se alzaba, al tiempo que yo empujaba hasta que desapareció totalmente dentro de su vagina que la albergo por entero, la lubricación natural que tenia permitía que entrara con gran suavidad; aquella cavidad era fuego, cuando la tuvo toda dentro tuve que pararme porque de lo contrario me habría corrido sin remedio, asique mientras la besaba y le comía su pechos me relaje un poco y comencé el bombeo, lo que propicio que Raquel comenzase a jadear mientras sus manos pasaban de mi espalda a mis nalgas y viceversa, hasta que volvió a explotar en otro fuerte orgasmo que la hizo gritar con fuerza, tan solo repitiendo entrecortadamente, sigue por dios no te pares, métela toda…….. No pares ahora mientras sus uñas se clavando con fuerza en mis nalgas apretando con fuerza.
Cuando se relajó un poco se abrazó fuerte a mi mientras me comía a besos y yo aún seguía bombeando cada vez con más fuerza y más rápido lo que provoco de nuevo otro orgasmo en ella y al que yo ya no aguante más vaciándome por completo en lo más profundo de su ardiente vagina, quedando derribado sobre ella que no cesaba de besarme.
Al yo quedar así inerte encima de ella rodo quedando encima de mí, mirándome fijamente con sus ojos profundos que tenían un brillo que resaltaba su belleza y sin decir nada me besaba ahora con suavidad con ternura y apoyando su cabeza en mi hombro me susurro al oído no sabes cuantas veces soñé con este momento, cuantas veces imagen como habría sido en aquel momento, por eso en cuanto puede y sabiendo que estabas solo me puede en contacto contigo, no quería que lo que tenía que haber ocurrido en aquellos años de adolescencia, no tuviera su conclusión y ya ves, ahora no me arrepiento de nada, fue aún mejor de lo que yo esperaba.
Siempre estuve enamorada de ti, pero tú con casi 19 años tonteabas con chicas más de tu edad y a mi tan solo me veías como una amiga de tu hermana con la que te reías pero que nuca me tomaste muy en serio, a pesar de que siempre que podía, sobre todo en las reuniones que hacíamos cuando podía bailar contigo siempre me pegaba a ti para hacerte notar que me interesaba pero al final solo salíamos con buenos calentones, pero que al final por unas cosas u otras nunca pude terminar rematando y bien que me hubiera gustado. Pero bueno ya vez al final todo llega y esta vez multiplicado y dicho esto nuestras bocas se volvieron a juntar en un beso apasionado que denotaba las ganas, de que aquello no terminara. Y mientras descasábamos un momento, no dejaba de mirarme de recorrer mi cuerpo con sus manos, de restregar sus tetas contra mi pecho; ahora ya no decía nada, tan solo había caricias besos y gran complicidad.
No tardó mucho en que la excitación iniciara de nuevo una ascenso y eso hizo que ahora Raquel, tomara una actitud más activa y sin pensárselo se dedicó a acariciar mi pene hasta lograr que despertara de nuevo, en cuyo memento ella se bajó y comenzó lamer el glande despacio, metiéndolo entre sus carnosos labios succionándolo mientras con su mano lo masturbaba hasta que se puso duro de nuevo y sin más se lo metió directamente en la boca, engulléndolo lo más que pudo comenzando a meterlo y sacarlo con una cadencia tranquila, mientras de vez en cuando miraba hacia mi cara para ver la expresión que tenía mi cara.
Fue una gran mamada, que yo no le dejé continuar, porque estaba ya de nuevo al borde de la eyaculación. En ese momento la puse en cuatro y sin más colocándome entre sus piernas se la volví a meter hasta el fondo arrancándole nuevos suspiros de placer, y aferrándola de las caderas comencé el mete saca con fuerza, lo que hacía que los jadeos de ella fueran en aumento y no tardo en volver a tañer un orgasmo más haciendo que su vagina ya rebosara líquidos sin parar. En ese momento, se la saque, pues no quería correrme aun y dándole la vuelta la puse de espaldas a la cama, y poniendo sus largas piernas en mis hombros se la volví a meter esta vez debido a la postura más profundamente que antes. Raquel no tarde en cambiar sus piernas de posición poniéndolas esta vez entre cruzadas en mi cintura, mientras los dos continuábamos con los movimientos sincronizados de la copula que hacían que los dos jadeáramos con fuerza, mientras si apretaba sus tetas amasándolas con ganas, apretando su pezones entre mis dedos e inclinándome sobre ella uníamos nuestras bocas en grandes besos de excitación. Y no tardó en llegar a su climas y esta vez aun fue mejor porque ella empezó a gemir y mientras ella entraba en un fuerte orgasmo yo también explote en un fuerte orgasmo que se entrecruzo con el de ella haciendo que fuera aún más intenso para los dos.
Y así continuo la noche hasta que por agotamiento los dos nos quedamos dormidos.
A la mañana siguiente cuando me desperté, me la encontré ya despierta, con cara de satisfacción mirándome y me saludo con un beso y una sonrisa,
Ella.- Buenos días,
Yo.- Buenos días, ¿cómo has despertado?
Ella.- Muy bien ¿no se me ve en la cara? Echando una sonrisa. Y ¿tú? ¿Cómo te sientes?
Yo.- esbozando una sonrisa, yo en la gloria, deseando que esto se repita.
Ella.- eso no es problema, tan solo depende de ti, di que sí y se repetirá los veces que quieras.
Yo.- Gracias, eso está hecho, lo repetiremos cada vez que podamos, cuanta con ello siempre que quieras.
Y así seguimos la charla, entre algún beso y muchas caricias, hasta que terminamos de nuevo enredados en una nueva batalla sexual n la que los no escatimábamos nada para satisfacer nuestras ganas y tener de nevó sexo inmediato, y acto después, nos fuimos los dos a la ducha a refrescarnos y en ella debajo del agua caliente comenzó de nuevo al juego, nos dimos gel el uno al otro, nos enjabonamos mutuamente y sobre todo en las partes más íntimas lo que desembocó en que Raquel se colgara de mi cuello, y subiendo una pierna hasta mis caderas pego su vagina a mi pene ya duro, yo le agarre la pierna y si más, con su espalda pegada a la pared le incruste de nuevo la polla en su vagina rompiendo ella a gemir en cada envestida.
Ella en esa postura, se cansaba, con lo que cambiamos y se puso con las manos apoyadas en la pared sacando el culo hacia fuera, asique se la volví a meter, mientras por debajo con una mono acariciaba sus tetas, en un momento dado se la saque y comencé a pasar el glande por toda la raja de su culo, punteando con ella en su ano, asique me agache y sin más comencé a darle una buena mamada de culo metiendo la lengua en su esfínter reblandeciéndolo, poco a poco, y mientras mis dedos se entretenía en estimular su clítoris arrancando suspiros de placer, pronto comencé a meterle los dedos en el ano, girándolos para abrirlo, se los metía en la vagina y con sus jugos los volvía a meter en su culo para lubricarlo con sus propias secreciones, hasta ver que ya estaba bien abierto.
En ese momento, le metí la polla en la vagina y la bombee un par de veces sacándola toda empapada de jugos vaginales y sin pensarlo se la puse en la entrada de culo y conoce a empujar a lo que ella me dijo, por favor despacio, yo tan solo le conteste tranquila, relájate y dicho esto conoce a empujar de forma suave pero constante,, cuando entro la cabeza, ella dio un pequeño grito, yo me pare mientras acariciaba sus tetas y sus nalgas dando tiempo a que se acostumbrara y después poco a poco sin mucha fuerza se la fui metiendo hasta que quedo totalmente dentro volviendo a quedar quieto, mientras aprovechaba para besarla por toda la espalda e l cuello, girando ella la cabeza para besarnos en la boca.
Mientras eso sucedía, yo ya suavemente había comenzado el mete saca, hasta que note que ella empezaba a retroceder cada vez que yo apretaba, comenzando a disfrutar de la cogida asique comencé a bombear con más fuerza mientras con mis dedos se metían en su vagina y frotaban su clítoris, provocando grandes espasmos de placer en ella hasta que se volvió a correr con fuerza y de nuevo su flujo comenzó a gotear de su sexo y yo no tarde en vaciarme dentro de su recto donde descargue todas mis reservas desfalleciendo de placer.
Terminamos la ducha y ya en la habitación los dos comentábamos nuestra experiencia juntos y cuanto lamentábamos que esto no se hubiera producido muchos años antes y volviendo a reiterar que seguiríamos muy en contacto dejamos el hotel y nos fuimos despidiendo de nuestro amigos y yo emprendí el viaje de regreso mientras ella se iba a casa de su padre que aun Vivían en el mismo pueblo en que nos conocimos.
Bien amigos esto fue lo que este encuentro dio de sí aunque no fue el último, pues a partir de ese momento seguimos en contacto continuo.
Espero os haya gustado si fue así, dejen sus comentarios, coa que se agradece y estimula en seguir comentando muchas más experiencias vividas.
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