TODO INICIO ENTRE MI MADRE Y MI TIO
Mi deseo de ayudar a mi madre que disfrutara su vida intima me llevo a que sucediera lo que les contare.
Mi relato comienza cuando recién había cumplido los diez y ocho años y fuimos con mi madre a una fiesta familiar que se prolongó hasta media noche y hubo derroche de licor, por lo cual aproveche para disfrutar mis primeras copas. Aparte de una cena abundante y licor, hubo un espacio para que los mayores bailaran al compás de música muy alegre. Durante este tiempo observe un evidente acercamiento a mi madre con el menor de los hermanos de mi padre, ella desde cuando falleció mi padre hace diez años no volvió a tener pareja.
Cuando yo era pequeño, tendría unos siete u ocho años, muchas veces mis padres regresaban de sus fiestas habiéndose tomado sus copas, entonces escuchaba como disfrutaban del sexo. Quizás ellos no eran conscientes que lo que hacían yo lo escuchaba. El ruido que se producía con sus movimientos en la cama, los gemidos de mi madre, sus palabras entrecortadas en los momentos de mayor excitación y finalmente sus respiraciones agitadas cuando mi madre alcanzaba su orgasmo y mi padre explotaba dentro de ella.
Por eso desde muy temprana edad tuve conocimiento del sexo, en las relaciones de pareja, y lo acepté como algo muy normal, con el tiempo y cuando tuve acceso a internet amplié mi comprensión y descubrí que no solo los esposos disfrutaban del sexo, sino también las parejas que no lo eran, como novios o amigos.
Habiendo conocido lo ardiente que era mi madre en el sexo, al pasar el tiempo sentí tristeza por ella, ya que una vez mientras hacía tareas del colegio, la escuché hablando con una amiga comentándole que a ella le daba pena conmigo traer a otro hombre a casa, porque no sabía cuál sería mi reacción. Mas adelante en aquella conversación de seguro su amiga le preguntaba sobre sus deseos y ella le respondía… claro que siento deseos de compartir intimidad con alguien, pero mejor ni lo pienso.
Esta conversación me quedo sonando y sentí que debía hacer algo para que mi madre pudiera volver a disfrutar del sexo porque ella era libre para hacerlo y si se sentía condicionada por mí, yo debía facilitar las cosas.
Así que después de esta introducción puedo comenzar mi relato que inicio en una fiesta de familia donde mi tío mostro mucho acercamiento hacia mi madre y a ella no le resulto indiferente. A media noche cuando debíamos regresar a casa y nos estábamos despidiendo de mi tío en mención, él nos preguntó en que nos regresábamos, mi madre dijo que íbamos a pedir un transporte, pero él salió al paso y dijo… No, no, no, con mucho gusto yo los llevo a su casa y mi madre acepto. Tomamos camino y yo estaba sentado en el puesto de atrás y adelante mi madre con mi tío. Mi madre tenía una falda que le quedaba al menos una cuarta arriba de la rodilla y estando sentada en el auto por supuesto se le recogió más, dejando ver sus hermosas piernas, que de siempre han llamado la atención de los hombres.
Al llegar a casa y cuando estábamos por despedirnos se me ocurrió decir… Tío quieres pasar, hace tiempo que no nos visitas, mi madre me interrumpió diciendo… hijo tu tío de pronto tiene algo que hacer, no seamos pesados. Pero mi tío dijo… No, no, me parece buena idea poder compartir un rato ya que a veces por las ocupaciones diarias nos olvidamos de visitar los familiares, acepto. Él estaciono el auto, nos bajamos y entramos a la casa.
Yo como hombre de la casa le ofrecí una copa de vino y él de inmediato acepto, en consecuencia, serví dos copas, una para él y otra para mi madre y pasando el tiempo me ocupé de mantenerles las copas llenas y ellos entretenidos con la conversación y los apuntes graciosos de él bebían muy alegres. Cuando vi que los dos ya estaban bastante alicorados, dije que tenía que irme a dormir porque al día siguiente iba a un partido de futbol con mis amigos. Me despedí, subí a mi habitación y cuando entre cerré la puerta con fuerza con la intención que ellos lo escucharan.
Pasado un minuto, abrí la puerta, salí de mi habitación y me ubique en un lugar que me permitía verlos y note que aprovechando la música que sonaba en ese momento estaban bailando, al principio muy normal, pero poco a apoco sus cuerpos se acercaron, sus mejillas se pegaron y antes que pasaran un par de minutos se estaban besando, al principio fueron besos cortos mientras se movían al ritmo de la música pero de pronto se quedaron estáticos disfrutando de un beso apasionado que comenzó a ser acompañado de parte de mi tío con caricias en las nalgas de mi madre y a continuación sus senos, situación que fue interrumpida por ella cuando le hizo señas que entendí como que iba a revisar si yo dormía y esto me llevo a regresar a mi habitación y simular que estaba profundamente dormido.
Efectivamente unos minutos después la puerta de mi habitación se abría y mi madre se acercaba a mi cama para comprobar que estaba dormido y yo desde luego hice mi mejor simulación. Ella me acomodo las frazadas y salió cerrando con delicadeza la puerta. Deje pasar unos minutos y esperando que ella ya se hubiera reunido nuevamente con mi tío salí de mi habitación, y note que las luces estaban apagadas y solo la iluminación del jardín interior permitía ver algo.
Nuevamente los dos volvieron a besarse apasionadamente en medio de mutuas caricias, mi tío deslizo su mano por debajo de la ropa de mi madre, acariciándole los senos y más tarde su mano fue por debajo de su falda buscando su coño. Ver este espectáculo me excito y sentí como mi verga se puso dura como en los viejos tiempos cuando escuchaba a mis padres disfrutar del sexo.
Se despojaron de algunas prendas y estuvieron en condiciones para que mi tío hiciera girar a mi madre, acomodarse a su espalda y desde allí soltarle los botones de la blusa y comenzar a acariciarle los senos, al inicio por encima del sujetador y luego quedaron a la vista. Yo desde mi ubicación, observe esos hermosos senos que aún se conservaban paraditos y en su posición. Y gracias a las caricias que mi tío le prodigaba fue subiendo la excitación de ella, luego la volvió a girar quedando enfrentados, la beso en la boca largamente y a continuación se inclinó para besar, chupar y succionar sus senos, mientras tanto ella echaba la cabeza hacia atrás como abandonada a dejar que el hiciera de ella lo que quisiera.
Después de esta sesión de magreo, sentó a mi madre en el sofá le subió la falda, le quito el panty y se sumergió en medio de sus piernas para comenzar a darle besos por el lado interior de sus piernas, y luego fue subiendo hasta llegar a su coño y recorrer con su lengua cada uno de los pliegues del sexo de mi madre y más tarde concentrarse en su clítoris hasta arrancarle un maravilloso orgasmo, algo que seguramente no disfrutaba desde hacía mucho tiempo. En ese instante pude observar su coño totalmente depilado, lo que me hizo pensar que no había desechado la posibilidad de volver a disfrutar del sexo.
A continuación, mi tío se levantó, se quitó los pantalones y le ofreció su verga erguida, que ella tomo con su mano y después de masajeársela por un minuto, acerco su boca, le paso la lengua de la raíz a la punta y enseguida la deslizo en medio de sus labios para comenzar una mamada de antología, hasta que al parecer él estaba por explotar y la detuvo para arrodillarse en medio de las piernas de mi madre y halándola de las caderas la acerco hacia el borde del sofá, quedando lista para una penetración que no se hizo esperar.
En estas condiciones se inició un mete y saca durante varios minutos, escuchándose respiraciones agitadas, mi madre permanecía con los ojos cerrados disfrutando una y otra penetración, luego mi tío le propuso cambiar de posición y el se sentó con su verga erguida hacia el techo, mi madre se subió a horcadas sobre el y tomando su verga la dirigió a su coño y en ese instante pude ver perfectamente como ella disfrutaba una profunda penetración. A continuación, fue ella la que llevo el ritmo y levantándose sobre sus piernas se dejaba caer con fuerza para que la verga de mi tío se perdiera totalmente dentro de ella. Así disfrutaron, acompañado con besos eróticos unos buenos minutos de sexo.
Pero faltaba la cereza del postre, y esto lo propicio mi madre que se levantó, tomo la verga de mi tío, la puso a la entrada de su culo y aprovechando la lubricación de la zona se dejó caer suavemente, hasta tragarse ese miembro erecto que apuntaba hacia el techo. A continuación, empezó a subir y bajar su cuerpo para disfrutar esta penetración, y la presión que debía sentir mi tío en su verga y ella en su interior, los llevo al límite de excitación y en medio de respiraciones descontroladas, escuche perfectamente los gemidos de mi madre acompañados de unos ahh, ahh, ahh, uhmmm, uhmmm, uhmmm, eso, eso, así, así, más, más, más, auuchhh, hasta explotar en un ruidoso orgasmo y a continuación mi tío le dijo… no puedo mas me voy a correr y ella le respondió…córrete dentro que me fascina.
Para ese momento, ya eran más de las dos de la mañana, él considero prudente irse para su departamento y después de recomponer su ropa se despidieron con un fuerte beso y abrazo. A continuación, mi madre subió a su habitación y fue directo al baño para borrar las huellas que él había dejado en su cuerpo. Con lo acontecido, yo esperaba que ella hubiera calmado sus deseos reprimidos durante tantos años.
Al día siguiente, nos despertamos tarde, y cuando yo me levante, ella ya estaba en la cocina preparando el desayuno. Me acerque sin hacer ruido y la abrace por la espalda y después de darnos los buenos días, ella me pregunto… ¿Y qué paso, no ibas a ir a jugar futbol con tus amigos?
No le conteste su pregunta porque yo tenía la mía, que se la solté sin pensarlo dos veces… ¿Y cómo te fue anoche con mi tío? ¿Pudiste disfrutar del sexo, después de tantos años de abstinencia?
Ella se quedó muda y noté hasta rubor en sus mejillas, de seguro jamás esperó esto, por eso para ayudarla a salir de su desconcierto le dije… Desde la fiesta note la atracción entre tu y mi tío y por eso deseaba que disfrutaran estos momentos que posiblemente los dos deseaban, y que mejor que yo fuera el que provocara hacer realidad esas fantasías.
Ella no salía de su azoramiento y solo atinó a decir… Siento mucha vergüenza contigo por lo sucedido anoche con tu tío, no debí dejar que esto sucediera, seguro fue demasiado licor y no supe controlar la situación.
Pero le replique… Esto que sucedió es algo normal, tu y él son personas solteras y tienen derecho a disfrutar del sexo y me alegro que hubieran pasado bien. Así que, si quieres volver a disfrutar como anoche, cuenta con mi complicidad, solo deseo verte feliz porque tú has sacrificado mucho por m. Y para terminar, la hice girar y mirándonos a la cara, la abracé y le di un beso en la mejilla.
Como los dos estábamos en pijama al abrazarla inevitablemente sentí todo su cuerpo con sus curvas, sus senos contra mi pecho que estaba desnudo, ya que duermo con solo un pantalón corto. Y todo esto sin esperarlo hizo que mi verga tuviera una reacción inmediata, que mi madre debió percibir y para evitar que ella viera el abultamiento en mi pantaloneta permanecí abrazado a ella y esto tuvo un efecto circular, no la dejaba de abrazar y mi verga no paraba de crecer hasta que ella me dijo… Oye, oye ¿qué te está pasando?
Yo: Es que me acabo de acordar de haberte visto desnuda anoche y eso me ha excitado como puedes ver.
Ella: Pero yo soy tu madre
Yo: Si lo sé, pero como te paso anoche, yo igual no lo he podido controlar.
Ella: Pero eso no está bien soy tu madre.
Yo: Si lo sé, pero tú tienes un cuerpo muy hermoso que muchos hombres darían lo que fuera por tenerte, por eso creo que mi tío debe estar feliz de haber realizado su fantasía al estar contigo.
Ella: ¿Tú crees que él me deseaba tanto como dices?
Yo: Estoy seguro.
Para terminar me confeso lo siguiente:
Ella: Creo que con tu buen deseo has despertado algo que tenía dormido en lo más profundo de mi ser, ahora no sé qué pueda pasar.
Yo: Pues cuenta conmigo, siempre estaré listo para lo que desees. De ahora en adelante seré tu compinche para lo que quieras.
Aquí terminó la conversación por ese día y a continuación vino un delicioso desayuno que ella se esmeró en preparar. Cuando concluimos el desayuno ella me dio un beso y me dijo gracias por lo que has hecho por mí, esto debe ser un secreto entre tú y yo, ¿De acuerdo?
Yo: Por supuesto que así será.
Los días siguientes fueron maravillosos, la relación que siempre fue buena entre los dos ahora era excelente, la verdad me sentí como si ella fuera mi novia, más que mi madre.
Ya había pasado un mes, cuando llego mi fiesta de grado del colegio, mi madre se sintió muy orgullosa por mis resultados y como yo le había dicho que no quería fiesta, ella me invito a cenar a un lugar muy elegante. Para ese día los dos teníamos puestas nuestras mejores galas. Ella estaba preciosa o al menos así la veía yo.
La cena estuvo deliciosa y para agasajarme mi madre pidió una botella de vino que bebimos en el transcurso de la cena y la conversación fue muy divertida, quizás gracias al licor.
Al terminar nos fuimos a casa y cada uno entro en su habitación para ponerse el pijama, cuando yo termine fui a su habitación y le propuse ver una película la que ella escogiera. Como ya era media noche en nuestra señal pasan películas con un buen contenido erótico y esta fue la que empezamos a ver. Cuando se presentaban escenas picantes sentía acelerada la respiración de mi madre. Ella estaba bajo las cobijas sentada y recostada contra el espaldar de la cama y sus piernas recogidas. Por mi parte tenía una almohada alta y estando los dos bajo las cobijas comencé a acariciarle la pierna de la rodilla hacia abajo y ella lo recibió bien, pero en la medida que avanzo la película me anime a acariciarle la pierna de la rodilla hacia arriba y ella no se opuso. Como ella usa una bata que le llega hasta un poco arriba de la rodilla, al estar en la cama en esa posición, la bata se recogió bastante permitiendo que mis caricias no tuvieran limite hacia el roce directo de su piel.
Con estas caricias note alguna excitación de parte de ella y me lancé a dejar que mi mano rozara su coño por encima de su panty. Cuando ella lo sintió, dio un salto y me dijo… Por favor no me alborotes.
Esto no lo recibí como un rechazo, de manera que continúe con mis caricias en su pierna y ella siguió respirando agitadamente, además en la película aparecieron escenas subidas de tono.
Así que sin pensarlo dos veces me atreví a volver a rozar con mis dedos su coño y ella esta vez me dijo… Acuérdate lo que me paso la última vez que tome licor. Esto me dio a entender su aceptación y fui directo a acariciar su coño de forma continua y afloró la excitación de los dos, hasta atreverme a correr su panty hacia un lado y deslizar mis dedos por su coño, que de inmediato sentí muy lubricado. Ella cerró los ojos y solo atinó a decir… Hijo por favor ya sabes que has despertado en mí deseos dormidos de sexo que no se controlar.
En este punto mi verga estaba que reventaba y mis deseos desbocados, sabía lo que había bajo las cobijas y estaba deseando que fuera mío. Entonces creí que si demoraba mis decisiones mi madre podría arrepentirse, por lo que levante las cobijas me acomode en medio de las piernas de mi madre, le quite el panty y empecé a besarle la parte interior de sus piernas hasta llegar a su coño que acaricie con mi lengua a todo lo largo, por momentos intente penetrarla con mi lengua y ella en este punto se abandonó a su suerte y separando sus piernas me permitió concentrarme en su clítoris, y simultáneamente estire mis manos para masajear sus senos logrando elevar su excitación y pronto ella alcanzó un ruidoso orgasmo acompañado de quejidos de placer.
Yo disfrutaba escuchar sus gemidos y mi verga se endureció más esperando la oportunidad. Cuando ella terminó su orgasmo me detuve y avance con mi cuerpo hacia arriba, y paré a chupar sus senos y a continuación seguí trepando hasta quedar enfrentadas nuestras bocas, nos besamos apasionadamente y en ese instante sentí frente a frente nuestros sexos.
Ella deslizo su mano por en medio de nuestros cuerpos, tomo mi verga y la ubico en el lugar preciso para que iniciara mi penetración. Yo estaba que volaba y no pensaba en nada más que en el placer que me esperaba al estar dentro de ella. Sus piernas rodearon mi cintura y mi verga quedo totalmente dentro. Seguimos besándonos como dos enamorados intercambiando lenguas, chupando nuestros labios y queriendo tragarnos mutuamente.
Pero no podía dejar pasar más tiempo y empecé a mover mis caderas penetrando su coño una y otra vez y cada vez que chocaban nuestros sexos ella soltaba un ahh, ahh, ahh, ahh y esto me excitaba más y cuando empezó a decirme fòllame duro hace tiempo que deseaba tener dentro de mi tu verga, desde un día que te vi desnudo y siempre estuve dispuesta a que hicieras conmigo lo que quieras. La noche que estuve con tu tío, todo el tiempo imaginé que eras tu él que me follaba. Y al escuchar esto me excite más y empecé a follarla con tanta fuerza que al terminar, recapacite si lo que había hecho le había causado dolor, se lo pregunte y su respuesta fue… Noooo, solo placer.
A continuación, permanecimos pegados hasta que mi verga se recogió. Desde ese día nos hemos confesado muchas cosas intimas que nos han permitido disfrutar al límite de nuestros cuerpos y yo consulto en internet opciones para disfrutar el sexo y ella me apoya cuando se lo propongo. Pero no quiero cansarlos, ya les contare en otro relato lo acontecido en los días siguientes.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!