TODO LO QUE PERMITI QUE ME HICIERA MI NOVIO (6)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
TODO LO QUE PERMITI QUE ME HICIERA MI NOVIO (6) LE CONTÉ A MI NOVIO CÓMO ME COGIÓ OTRO CHAVO
Recuerdo esa madrugada cuando regresé al sanatorio después de haber cogido con Alfredo. Como en otras ocasiones el patrón se había ido a Xalapa y solo estaba su señora pero estaba bien dormida ya que acostumbraba tomar un sedante cuando el doctor no estaba. Rafael estaba serio conmigo y cuando intenté besarlo casi me avienta de un empujón, se me quedó viendo y dijo:
-¿Qué, como te fue… o mas bien cómo les fue a los dos lindos tortolitos?
-¡Óyeme! –Le contesté medio amoscada- ¿Qué te pasa, mi amor? Primero me insistes en que debo hacerme novia de Alfredo para que aquí nos dejen de molestar y cuando salgo con él te enojas… no se vale… además, el que así lo quiso fuiste tu… ¡No te enojes y mejor vamos a hablarlo porque sinceramente estas escenas me ponen mal.
-¿Y cómo crees que me ponen a mi, si decides tu solita irte con otro? ¿Qué tanto hicieron que llegas hasta ahorita, si solo iban a cenar? ¡Mira la hora que es!
-Si, ya se que es tarde pero mira, si no quieres que hablemos hoy lo hacemos mañana… me voy a mi cuarto –le dije, para terminar con una discusión absurda, y me dirigí a mi habitación, pero
Rafael me alcanzó, me tomó del brazo y me forzó a verlo a la cara, puse mis dedos en sus labios, sonreí… y el hizo lo mismo, y después de abrazarnos, nos besamos como a mi me gusta, entrelazando nuestras lenguas, y me repegué a su cuerpo, por lo que sentí la dureza de su verga contra mi vientre y me dije: ”Este lo que quiere es coger…¡Pues vamos a coger”
Entramos a mi cuarto y comenzó a besarme el cuello y el lóbulo de mis orejas, que él sabia que me prendía con esos besos y le agarré su verga. Nos desnudamos en un momentito y nos metimos a la cama pero le dije al oído que estaba yo en mis días, y eso pareció tranquilizarlo un poco porque así fue que empezamos a platicar sobre lo que había pasado.
-Humm, mi amor… ¿Entonces te bajó la regla? Alfredo se quedó entonces con las ganas, mi cielo – pero quizá fue un segundo o dos los que atrasé en contestarle y el entonces se reclinó sobre su codo viéndome a los ojos y me dijo – ¿O qué, Lupita, pasó algo más? ¿Con todo y que te vino Alfredo te metió mano? ¡No me digas que te la metió así, reglando!
-Bueno, en primer lugar tu me has cogido estando en mis días y no te ha importado… y en segundo, debo decirte que si, que me insistió y se puso muy romántico y terminé por aceptar ir con él a un motel en su coche… y si, ahí lo hicimos, mi amor, pero déjame decirte que eso de la regla lo noté precisamente cuando el terminó y me levanté al baño a lavarme… no quería su semen dentro de mi panochita… recuerda que cuando lo hacemos tu y yo así me quedo, mi amor, con toda tu lechita adentro –le dije, apretándole la verga que ya estaba a mil y el me miraba con excitación, una excitación que yo también sentía.
-¿Y te gustó cómo te cogió? A lo mejor te gusta más su verga que la mía y me dejas; Dime, mi amor ¿te gustó su verga? ¿Qué tantas cosas te hizo? Anda, cuéntame y perdóname… es verdad, esto es algo que yo mismo insistí en que se hiciera, pero eso de que anduvieras con Alfredo no quería decir que también te la metiera… ¿O eso iba dentro del trato?
-Bueno, no precisamente, porque no lo hablamos… recuerda que solo dijimos de salir o de andar de novios pero ¡Nada mas lo hubieras visto cómo hizo para convencerme! No creas que dije que si a la primera, y le hice ver que yo era señorita así que cuando acepté ir con él al motel, aunque yo sabia que terminaría cogiendo, a él le dije que solo iríamos a platicar a gusto y a solas –dije, y Rafael se excitó aun mas. Era algo que no esperaba, pero me descubría una faceta mas de mi novio y sinceramente fue en ese momento cuando percibí que en su mente había algo de depravación pero no le dije nada y le seguí contando cómo había yo cogido con Alfredo… y entre mas le platicaba, Rafael mas se excitaba y me acariciaba.
Creo que no hay un solo hombre que no se excite ante la idea de que su mujer o su novia incluso, coja con otro hombre pero no lo dice abiertamente, sino que aun juega el papel de celoso y si puede, evita de esta forma tener un compromiso con la mujer, y si salimos embarazadas, lo mas seguro es que el hombre diga que no es de él lo que traemos dentro o que lo resolvamos de la forma que mejor nos parezca. Pero en ese momento no pensaba como ahora sino que el platicar de lo que había pasado entre Alfredo y yo también me calentó a mi así que ahora si, como dicen, le platiqué “DE BULTO” a Rafael o sea que los dos íbamos haciendo lo que antes habíamos hecho Alfredo y yo… ¡Y la pasamos realmente súper, les confieso!
No tienen idea de cómo es excitante, para nosotras las mujeres, estar con nuestro novio o nuestra pareja así, fajando rico, besándonos y a cada momento mas calientes y que una les vaya contando cómo es que nos cogió el otro. Como les dije ya, con Rafael experimenté un montón de cosas que ahora veo que tenían mucho de depravaciones pero en aquel momento lo disfrutaba mucho.
Mi esposo actual me ha preguntado mas de una vez cómo era mi vida de antes, si cogí o no y cómo lo hacia pero no me atrevo a contarle nada porque ahora si que me puede salir el tiro por la culata. Pero con Rafael todo me parecía excitante y para nada algo de lo que debía avergonzarme, y como me dijo una vez mi hermana, refiriéndose a mi cuñado:
-Ay manita… cuando hay confianza con tu marido, y te conoce todo, hasta el culo… ¡Que le vas a andar con vergüenzas! No manita, el día en que ya cojas, diviértete y haz con tu marido lo que los dos quieran, pero eso si, nada de que te obligue a hacer algo que no te guste… ¡Si tienes ganas de coger por el culo y el te lo pide de buena manera o te convence a la buena, pues coge por el culo y disfrútalo!
Y lo menciono porque ahora si que esa noche repeti con Rafael todo lo que unas horas antes había hecho con Alfredo. Pero lo que mas nos calentó a los dos es que, cuando Rafael me la metió, aun tenia dentro de mi panocha bastante del semen de Alfredo, mezclado con mi sangre de al menstruación, y los dos nos reímos bastante cuando le platiqué que Alfredo, al ver que estaba yo sangrando, había creído que él había sido el primer hombre en mi vida.
-¿Haz de creer, mi amor, que cuando vio mi sangre pensó que él me había roto el quintito? Aunque no lo creas, estuve pensando desde que salí con el del motel, que yo era ahora si que su primera mujer. No se lo pregunté pero creo que así fue… ¡Porque nada mas lo hubieras visto! Me abrazaba, me decía cosas lindas al oído, y el pobrecito me aseguraba que me cumpliría y que si así lo deseaba yo, nos casaríamos cuando yo quisiera… ¡Que lindo de verdad, mi amor!… pero no tiene la verga como tu, mi cielo… a ti te la siento rico, me llenas por completo… la siento hasta la garganta –le decía yo a Rafael que sonreía como un niño… aunque la verdad era que Alfredo la tenia mucho mas larga y gruesa que la de mi novio… y es que Rafael es blanco y Alfredo era moreno, bastante moreno, y Raquel, mi hermana, dice que los morenos y negros la tienen mucho mas grande… y al paso de los años he podido comprobar ahora si que en mi propia panocha, que eso es una gran verdad… ¡Los morenos tienen una verga linda de verdad!
-Oye Lupita… ¿Y no te pidió el culito?
-No, para nada… ¡Cómo crees, mi amor! Te digo que aunque no me lo dijo, me dio la impresión que era la primera vez que cogía… intenté chaqueteársela y de plano me detuvo la mano… ¿Y qué crees que me dijo? Que eso de masturbarse era pecado y es que no te he dicho que Alfredo es de la religión y luego que terminamos y nos fuimos a bañar, el no quería que nos bañáramos juntos pero me hubiera gustado hacerlo… y hace rato, cuando me bajaba de su coche, me insistió en que deseaba casarse conmigo… ahora que el sabia que era yo virgen y con él había dejado de serlo… ¡Que me viera ahorita, aquí contigo, cogiendo y contándote esto!
Y esa noche nos la pasamos rico, cogimos muy sabroso, Rafael batiendo mi sangre y los moquitos de Alfredo pero felices los dos, pero cogimos en el suelo, sobre unos cojines y cuidando de no hacer mucho ruido… ¡Pero ya les seguiré contando!
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