Tomando el sol.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cuando de repente suena el timbre de la puerta. Me levanto me tapo con una toalla que anudo a mi cintura. Abro la puerta, es la vecina del piso de abajo (la qué a veces me mira de reojo creyendo que yo no la veo), me quedo mirándola algo sorprendido al ver que lleva puesto un albornoz de color rojo que deja entrever su piel dorada, sus hermosos pechos y esa melena rubia ondulada con una cara angelical.
Me pide si le puedo dar un poco de hielo que se le ha acabado. La invito a entrar en mi casa y nos dirigimos a la cocina. La invito a tomar una copa, ¿¿un Martíni?? a lo cual accede gustosa…. si gracias, me responde con una ligera sonrisa en sus labios, le digo siéntate, vuelvo enseguida, voy a buscar mi copa que la tengo en la terraza, y me dirijo en busca de mi Martíni. Una vez de vuelta en la cocina me apoyo sobre la mesa y doy un trago a mi copa.
Mientras le comento el calor que esta haciendo estos días,… su albornoz se abre un poco dejando ver casi entero uno de sus pechos y ella pone cara de picara con una mirada provocativa mientras le da un sorbo a su copa y cruza sus piernas dejando entre ver sus muslos. Me acerco por detrás y la susurro al oído… bonito pecho y que pezón uhnnn!!!…… mientras le cojo con mis labios el lóbulo de la oreja se lo muerdo suavemente, luego le doy un beso en su cuello, y de su boca sale un pequeño suspiro uhmm…, ella gira su cabeza para que bese sus preciosos labios mientras con mi mano desato el albornoz dejando todo su bello cuerpo al descubierto, sin nada de ropa interior como yo ya sospechaba desde que la vi en la puerta, me pongo delante de ella la cojo por la cintura y la pongo de pie de frente a mi, sus pechos están contra mi pecho sus pezones rozan los míos muy duros y desafiantes, y la cojo por la nunca a la acerco a mi y muestras bocas se funden en un apasionado y largo beso jugando con nuestras lenguas e intercambiando nuestras salivas mientras su mano me despoja de mi toalla quedando mi miembro libre rozando su pubis sintiendo un fuego que desprende de nuestros sexos.
Ella deja caer su albornoz al suelo dejándome ver sus preciosas curvas , y yo la vuelvo a sentar en la misma silla. Me vuelvo a poner detrás de ella y sin que me vea cojo un paño de la cocina, vendo sus ojos y con el cinturón del albornoz ato sus pies a las patas de la silla y sus manos por detrás de su espalda. Diciéndola al oído muy bajito…. déjate llevar y confía en mi preciosa…
Cojo un cubito de hielo entre mis dedos y empiezo a pasárselo por su boca bordeando la comisura de los labios bajando muy despacio por su cuello hacia sus pechos donde me detengo, una vez allí empiezo hacer círculos al rededor de sus aureolas que son muy extensas pasando el hielo al rededor de ellos, hasta llegar a su grueso y largo pezón. El frío hace que sus pezones se pongan muy duros y mas tiesos aun, produciendo en su cuerpo un gran escalofrió y su sexo derramando en la silla su humedad, Me arrodillo y lamo sus pezones introduciéndolos en mi boca y succionándolos muy fuerte siento dentro como crecen de tamaño seguidamente los muerdo un poco fuerte y tiro de ellos para soltarlos de un golpe , produciendo en ella un ligero gemido… ahhhhh!!!! entre placer y dolor,
Sigo bajando el hielo por su vientre y disfrutado de su cuerpo sintiendo oleadas de inmenso placer, mientras el hielo sigue su recorrido a su excitado y caliente coñito lo paso superficialmente por sus gruesos labios introduciéndolos entre la humedad de su coñito que siento en mis dedos frotándoselo de arriba abajo unas cuantas veces y alrededor de su clítoris ya bien erecto y desafiante, mientras ella no deja de moverse en la silla intentado desatarse y mordiéndose el labio inferior de su boca y jadeante a mis estimulaciones, produciendo en mi una gran erección en mi gran miembro viril, la silla esta empapada de sus abundantes jugos y el olor a hembra que desprende su chorreante coñito me vuelve loco.
Desplazo suavemente el hielo entre sus gruesos labios con dirección a su cueva húmeda, ella se resiste intentando cerrar sus muslos, pero no puede, entonces con mi otra mano separo sus labios y suavemente se lo introduzco dentro de su coñito produciendo en ella un gran brinco y a continuación un gran orgasmo con unas contracciones inmensas que yo nunca había visto y expulsando el hielo fuera de ella seguido de un gran manantial de fluidos mientras su cuerpo es como un caballo desbocado sin control, chillando y gimiendo como si fuese una gata en celo.
La desato de las piernas la pongo sobre la mesa su cuerpo boca bajo pero sus piernas en el suelo, se las separo y se las vuelvo atar a las patas de la mesa y me agacho a comerle su precioso culito alternando con su coñito depilado y rosadito, hinchado por la excitación, mi lengua entra y sale sucesivamente dentro de esos dos agujeros que tanto me gusta comer, empapándome la lengua y bebiéndome todos sus jugos producidos por numerosos orgasmos, ella me suplica que ya no puede mas , pero no la hago caso me pongo de pie y cojo mi miembro y se lo meto despacio en su cueva inundada por un mar de flujos producidos por la excitación se la meto hasta el fondo, empiezo a moverme mas y mas deprisa ella vuelve a estar apunto y me dice que no pare que esta muy caliente otra vez y que la de mas fuerte eso me pone a mil.
La empiezo a dar con mi miembro unas embestidas brutales que su cuerpo parece que va a salir disparado de la mesa, ella no para de gritar, mas mas si si … mas fuerte cabrón!!! Asi asi…. ufff ahhhh… ahhhh y yo empapado y excitado no dejo de jadear al mismo tiempo que ella viniendo los dos a la vez en un gran orgasmo hasta terminar derramándome toda mi leche dentro de su caliente y jugoso coñito ahhhhhhhhhh….. y ya echo mi cuerpo sobre su espalda y me abrazo a ella y nos quedamos unos minutos descansando extasiados.
RELATO DE…. CÁRCHEL
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